Partida Rol por web

No me he dejado atrapar para irme por un agujero que da a los arrecifes, ¡TESOROS! Ahora que parte de la celda interior ha sido arrasada debo buscar donde guardan las cosas de valor.

Corre hasta la página 6

Varios proyectiles han impactado en el edificio, uno de ellos ha provocado que parte de la pared de la puerta se haya venido abajo. Sabes que hay más prisioneros en celdas cercanas, incluso algunos otros piratas esperando a ser ajusticiados. Así que te haces con una buena roca del suelo y con cuidado sales al pasillo, para liberar a otros presos rompiendo el cerrojo de sus celdas y llenar esto de problemas para los guardias.

Si vas a liberar a otros presos para tener ayuda contra los guardias pasa a la página 12.

Un proyectil ha impactado en la pared de tu celda y se ha llevado por delante la ventana y parte de la pared. La libertad está frente a tus narices y solo te queda correr.

De repente, una figura se interpone entre tu y la playa. Tras ella puedes ver al Queen Anne´s Revenge y su fantástica bandera pirata ondeando al viento.

-Las casualidades no existen-la mujer miró al barco y después se volvió hacia él sonriendo peligrosamente-Sabes que Barbanegra no dará opción a que nadie más saque oro o joyas de esta ciudad. El es el único pirata con derecho a saquear Charleston ahora. Estás perdido Íñigo de Ulloa... a no ser que...

La conocías. Era una de las brujas del mismísimo Barbanegra. ¿Qué demonios hacia allí?

-...que quieras escucharme.

Si vas a escuchar a la bruja, ve a la página 7.

Coñeeee.
De las brujas no te fies (¡Estan hechas de madera!) y de los prisioneros tampoco (¡Algo habrán hecho!)
Sólo puedes fierte del ORO.

¡Vamos a la página Seis!

Pàgina 6

Determinado a no desperdiciar la oportunidad te acurrucas ligeramente para atravesar el hueco creado por la última bala de cañón, ninguna reja puede frenarte sobretodo cuando su compañera la pared es tan poco fiable y cae como gravilla a un lado de la celda. Sales con calma sabiendo que los guardias estarán demasiado ocupados mirando aterrorizados a la mar, incluso aquellos que deberían estar pendientes de las celdas están pendientes de la batalla y no se percatan de que pasas por detrás de ellos revisando celdas y salas a través de sus ventanucos.

Ignoras a los prisioneros que suplican por sus vidas y tras muchas celdas revisadas das con una diferente al resto, tres candados la custodian y sientes que aquel ambiente es tu propia comedia, los guardias distraídos que acababas de ver tenían un manojo de llaves sobre la mesa y; sorpresa, obviamente se te ocurrió cogerlo regalándoles un pronto gran dolor de cabeza cuando lleguen a percatarse en sus patéticas y secas molleras.

Pasas un minuto comprobando llaves - ¡Maldición! - piensas preguntándote para que necesitan hacer llaves tan variopintas, pero ni aquel laberinto de llaves puede detener tu experiencia, no llegaste a ser reconocido por ser bueno precisamente. La puerta cede a tu insistencia y en el interior... Poca cosa, las pertenencias de los presos al parecer ¿Para que demonios ponen tres candados a un puñado de pertenencias en espera de acumular óxido y moho? Revisas bien todo, y tras mover cosas de un lado a otro al menos das con tu trabuco, tu alfanje y el reloj arena que manejabas para calcular las horas de viaje en tu antiguo navío.

Te irías sin más pero oye esos presos no necesitarán sus cosas, todos saben que cualquier preso acaba o condenado o podrido en su celda, por lo que tras una revisión más profunda te haces con un par de bolsas de ligero tamaño que llenas con algunas cosas de oro, aquellas que los guardas no hayan robado ya. No es el enorme tesoro con el que te esperabas topar pero te permitirá vivir bien una temporada.

Buscas un poco más, hasta que con un suspiro piensas por fin, "estás en una prisión, y no en una gran mansión de algún adinerado, por lo que quizás el botín con el que te has hecho no está tan mal después de todo.

¿Y ahora que deberías hacer?

Se dice que un pirata en España tiene tres salidas ¡Por Tierra, Mar y Aire!
Y... Espera espera espera ¿ESO del cofre otro cofre es UN GLOBO? ¿Firmado por el mismisimo Barón Munchausen?

Si quieres salir por Aire, emulando al barón, ve a la página 2

Con lo que has robado de los prisioneros no tienes ni para buena ropa y tabaco. Ya que estás aquí, tienes que aprovechar bien la ocasión y hacerte con un tesoro que merezca la pena. Luego ya pensarás en cómo salir de la ciudad. Un buen tesoro es lo mínimo que mereces y no unas baratijas. En el peor de los casos podrías usarlo junto con la información que tienes de la ciudad para unirte a Barbanegra, pero solo como última opción.

Si buscas una casa de algún rico colono para hacerte con un buen botín pasa a la página 10.

Algún rico colono o...

Tu mirada se para en un cuadro que hay en una de las paredes de esa habitación. En el se puede ver a una pareja, ambos vestidos muy elegantemente. Te acercas y lees "Charles Eden. Gobernador de Charleston".  

El tipo en si es un poco anodino y normal, del montón, pero la mujer que tiene agarrada por la cintura en esa pintura es evocadora y atractiva. No porque sea rubia y rellenita, sino por un maravilloso collar con una perla negra engarzada.

¿Cuanto puede valer ese collar? ¡Uis! Si tiene la pulsera compañera. Doblemente valioso.

Si te decides por intentar apropiarte de ese conjunto de joyas, ve a casa del gobernador... en la pagina 22.

Página 10

Una vez saqueadas las pertenencias de los prisioneros, y a la vista del escaso botín conseguido. Te pasa por la cabeza la idea de irte volando de allí, pero pronto la descartas. Hemos venido a por oro y riquezas, y sin ello no tiene ningún sentido las penurias pasadas. Tras ver un cuadro con el gobernador y su mujer, piensas que podría ser tu objetivo, pero también lo descartas muy rápido, seguro que tiene a muchos soldados revoloteando alrededor y no es nada fácil llevarse nada de allí. Así que te decides a salir de la cárcel y los cuarteles, y buscar alguna mansión que aligerar de riquezas.

Salir de la cárcel no te resultó excesivamente duro, tan solo cuestión de paciencia y de aprovechar la enorme distracción que Barbanegra estaba dando con sus hombres. Casi todos los soldados estaban más pendientes de lo que ocurría en las cercanas aguas, que de lo que pasaba dentro de los muros, y con relativa sencillez, sales a las calles, donde también reina el desconcierto. 

Tras mezclarse con los ciudadanos tratando de pasar desapercibido, lo que no es demasiado difícil dadas las actuales circunstancias, te diriges hacía la zona rica de la cuidad, donde sabes que se encuentran las casas de algunos ricos comerciantes que están forjando grandes fortunas. Andas con cuidado, y finalmente te decides por una rica mansión. Entras con sigilo en el jardín, y eligiendo la parte trasera de la casa, te cuelas por una ventana abierta en su interior. Es una casa enorme, pero como en el resto de la ciudad, todas las personas están pendientes de la llegada del famoso pirata, y recorres sin problemas las estancias hasta llegar al dormitorio principal y al colindante despacho del comerciante. 

Están a punto de descubrirte unos criados, pero te escondes en un armario hasta que se vuelven a ir. Tras revisar y buscar, encuentras varios escondites en los que encuentras una auténtica fortuna. Tras un buen rato peleando con complejas cerraduras, que tan solo gracias a tus habilidades de latrocinio no se te pueden resistir. Te quedas con un pequeño cofre lleno de joyas y piedras preciosas, así como varias bolsas llenas de monedas de oro. 

Bajas con cuidado hasta la planta baja, y de nuevo te escabulles en el jardín. No parece que nadie te haya visto, y tienes un gran botín, de hecho has tenido que dejar muchas cosas para no sobrecargarte en exceso. El caos está apoderándose de la ciudad, el bombardeo no cesa y no parece que Charleston este preparada para un ataque como este. Con tamaña fortuna sería una pena volver a ser apresado.

¿Qué harás a continuación?

Si ya has saciado su sed de riquezas, ¿Que tal tu otra sed? Podrías asaltar alguna bodega cercana y beber ron esperando saber controlarte, sería un desperdicio que te cogieran con tu botín "justamente" ganado.

Para beber hazlo en la página 13

Al ataque no le quedará mucho, si buscas un barco que puedas manejar tu sólo para poder escaparte de ahi, ve a la página 3

Antes de ser apresado, llegó a tus oídos que un tipo de la ciudad decía tener el mapa de un tesoro. Pero no uno cualquiera… sino el tesoro del Charlotte.

Se dice que el barco, navegando por aguas del Atlántico, fue sorprendido por un ataque pirata y logró huir por los pelos, aunque nunca más se supo de el. Se sabe que no llegó al Nuevo Mundo y que nunca volvió a su puerto, pero se rumorea que ese mapa lleva hasta donde se enterró el tesoro que transportaba después de que el barco, malherido tras el ataque, quedara a la deriva y encallara en la costa. 

¿Era una leyenda? ¿Se pudo salvar el tesoro del Charlotte? Ahora cuentas con suficientes riquezas como para intentar comprárselo a la persona que dice tenerlo... O muy a las malas pedírselo "prestado" para comprobar si es cierto o no lo que dicen antes de poner pies en polvorosa y largarte de Charleston.

Si quieres buscar el mapa, ve a la página 15.

Con el recién adquirido botín, lo primero que piensas es en hacerte con una pequeña embarcación y hacerte a la mar. Pero pronto lo deshechas, caerías en el bloqueo de Barbanegra, y no quieres ponérselo tan fácil. A continuación te viene a la cabeza atiborrarte de buen ron con una o dos muchachas cariñosas, pero tampoco es lo que deberías hacer en esta ocasión, tienes que cambiar y no terminar mal como siempre.

Tras pensar un buen rato, crees que es muy probable que termines entre los hombres de Barbanegra, y estos se queden con tu botín, pero tal vez puedas esconder el mapa de un tesoro, y no salgas con las manos vacías de la aventura.

A buscar el mapa, paso a la página 15.

Así que, una vez decidido a no irte de Charleston sin el botín completo, decides ir a buscar ese mapa.

Tienes una información bastante ajustada de donde y qué buscar así que dejas atrás el jardín de la casa que has "limpiado". Sabes que debes dirigirte a una zona de la ciudad no muy respetable, a donde va la gente a emborracharse, buscar pelea y buscar problemas. Allí, en una casa mugrienta y pequeña, con el tejado doblado hacia un lado y oscuras cortinas, un usurero de muy mala reputación cambió ese mapa por un buen puñado de reales a un tipo recién llegado a la ciudad. ¡Ojalá quiera vendértelo por parte de lo que has conseguido en esta casa! Y si no… no hay ningún problema. ¿Qué es un usurero para ti? ¡Bah! Pan comido, ese mapa será tuyo sí o sí.

Conforme pones un pie en la calle, una voz a a tu izquierda resuena en la calle-¿Iñigo? ¿Iñigo de Ulloa?

Parpadeas mirando en esa dirección. Una despampanante rubia que te iguala la altura y te dobla la anchura te mira con cara de sorpresa primero para pasar a poner la más elegante y vengadora sonrisa irónica-¡Iñigo de Ulloa! ¡Aquel pirata mal nacido que se fue meses atrás de mi cama sin pagar! -se acercó a él caminando con fiereza-¡Serás hipócrita e hijo de mala madre! ¡Venir de nuevo a Charleston y no venir a verme!

Se acerca a ti, dispuesta a darte un abrazo o a cruzarte la cara, cualquiera de las dos opciones puede ser válida conociéndola. Y te la conoces bien, muy bien. Si te pone la mano encima y teniendo en cuenta que han sido varias noches las que le has gastado la jugada ¡adiós a lo que acabas de robar y al mapa! 

La calle en la que estás se abre a derecha y a izquierda. Por la izquierda viene a la que tu sueles llama Mariela, por la derecha la calle baja hacia el puerto. Atrás tienes la casa de la que acabas de salir y que por ahora parece tranquila y delante tuyo tienes una tapia que vete tu a saber a donde da pero cuya altura sabes que puedes sobrepasar sin problemas.

¿Te dejarás atrapar por Mariela? ¿Dirás adiós a las riquezas y al mapa?

Solo huyes cuando crees no poder ganar, lo cual contra decenas de guardias es común, pero puedes sacar una buena gema del cofre y camelarte a tan interesante dama, seamos coherentes, hemos caído en sus brazos tantas veces que sin duda volveremos a ella, obtener su sonrisa antes de que te arranque el pescuezo de un tortazo es ahora tu misión.

Si necesitas buena información quien mejor que Mariela para obtenerla, encárala en la página 20

Si por el contrario decides ser un pirata malvado, cruel y mezquino y disparar tu trabuco contra tu acreedora, ve a la página 4

No puedes dejarte alcanzar por Mariela, te quedarías sin blanca. Perderías un tiempo precioso y todo lo robado, tendrías que volver a comenzar de cero y con menos tiempo. Así que te haces el loco y echas a correr hacía la derecha, por la calle que baja hacia el puerto.

Si tratas de huir de Mariela corriendo por la calle de la derecha pasa a la página 5.