Intenta incorporarse lastimosamente, poco a poco se yergue y se destapa - No seré un estorbo... - y comienza a vestirse como puede, es decir: malamente y muy despacio.
PNJtizador!
Cuando por fin Hernán logró ponerse en pie y vestirse, todos seguísteis al muchacho escaleras abajo. En ellas os cruzásteis con un par de criados que parecían muy preocupados.
Descendísteis las escaleras y pasásteis junto a los salones ahora ya vacíos de borrachos y salísteis al exterior al patio de armas. Dos docenas de personas se reunían en un semicírculo alrededor de Don Iñigo, su lugarteniente y un sacerdote. Al veros llegar, el sacerdote susurró algo al lugarteniente del Marqués, quien asistió con la cabeza sin dejar de miraros.
Don Iñigo mostraba ojeras y mala cara en general, os miraba con cara de tristeza y os preguntó casi suplicante:
- Mi prometida no está en sus habitaciones, hemos buscado en el castillo y en los alrededores del pueblo. En este mismo momento mis hombres buscan en todas direcciones y en los bosques su rastro. Todo esto es muy extraño, hoy... iba a tomarla como esposa como bien sabéis. ¿ Tenéis alguna noticia? ¿ habéis visto u oído algo esta noche?
Este personajillo que vísteis de lejos la noche anterior no os quita ojo mientras susurra algo por lo bajinis al lugarteniente del marqués.
Sus ojos muestran cierta...
Tirada de Empatía (Psicología) el que quiera.
-No puedo creerlo mi señor-dijo afligido Antón- Me temo que no se nada de ello, desde que volvimos hemos estado con Hernán notando su recuperación-aquello, mentir, le costaba mucho al noble, pues había sido criado con el convencimiento de que mentir estaba mal pero en aquella ocasión la vida de aquellas personas que iban con él valía mas.
Motivo: Empatía
Tirada: 1d100
Dificultad: 52-
Resultado: 87 (Fracaso)
Cahis
Si si, lo habia dejado asi para escribir ahora el post
¿Qué tendrá ese qué decir? -pensaba yo- ¿y si nos ha visto ese fraile? ¡La perra de su madre!
Parecía ahora como sudar, tanto por la tensión de la escena como por el transporte del cadaver, el entierro, los guardas muertos... Señor... me parecería nomral que el Altísimo le hubiera puesto a alguno de sus siervos ojos en la nuca para desfacer nuestros planes, pues pensándolo bien, eran realmente grotescos y deformantes... ¿Darían mis piernas bien de sí para correr tras un trasiego de idas y venidas de la tarde y noche anterior?
Motivo: Empatía
Tirada: 1d100
Dificultad: 20-
Resultado: 37 (Fracaso)
Empatía era Psicología, no? Se puede tirar escuchar?
Motivo: Empatia
Tirada: 1d100
Dificultad: 20-
Resultado: 10 (Exito)
En cuanto me digas el resultado narro.
Estáis a demasiada distancia para escuchar nada. No os molestéis en tirar Escuchar.
Observando la triada de personajes te das cuenta de dos cosas:
En primer lugar, el marqués parece que sigue afectado por el hechizo de la falsa Luisa y parece fiarse de su lugarteniente y el sacerdote, que son los que realmente están más lúcidos.
En segundo lugar, ese clérigo os mira con desconfianza, te da la sensación de que el clérigo cree que tenéis algo que ver con la desaparición de Doña Luisa.
Después de fijarme en el sacerdote que nos miraba con desconfianza me acerqué a mi señor para hablarle en voz baja, ibamos a tener que darnos más prisa de la debida o de lo contrario empezarían a llover las acusaciones... hacia nosotros.
- Mi señor - dije en voz baja, aunque el resto de los compañeros pudieron oir mis palabras perfectamente.- El sacerdote no se fia de nosotros... no miréis o de lo contrario se dará cuenta de que lo sabemos... no nos queda otra que irnos de aquí, habrá que inventarse una excusa buena pero hay que irse... además, Don Iñigo parece seguir afectado por la brujería, no sé si el plan ha funcionado...
Mi señor Iñigo, me dais en verdad una desgraciada noticia y mas después de los festejos...-Antón fingió quedarse un segundo pensativo- no puedo hacer otra cosa que tratar de ayudaros. Queríamos esperar a que Hernán mejorase un poco antes de retomar el camino pero esta desaparición no puede ser tal. Si vos dais vuestro permiso hoy mismo partiremos y en nuestro camino buscaremos a vuestra dama, que no debe hallarse muy lejos y así podremos llevar esta aciaga noticia a los pueblos vecinos y si es vista quizás os la podamos devolver. Es lo menos que podemos hacer para corresponder vuestra hospitalidad.
Haciendo una mueca de desprecio
- No son esas las informaciones que tengo. Por lo que he podido saber vuestros hombres - dice señalando a Samuel y Roderigo -han sido vistos esta noche entrando y saliendo de mi castillo. Habéis abusado de mi hospitalidad y para nada confío en vosotros. ¿ Qué debería hacer? pues de todo lo actuado se puede colegir que habéis tenido algo que ver en la desaparición de mi querida Luisa y
- Si me permitís mi señor... -
Mira al sacerdote contrariado por la interrupción sin disimulo alguno, pese a lo cual le hace un gesto para que continúe.
- Esta el asunto del pobre Pascual mi señor... y el de las religiosas que Dios tenga en su seno y el de aquel otro hombre que iba en la comitiva nupcia de Doña Luisa. Es... horrible.
Asiente serio y continúa
- Así es Fray Narciso -agradeciendo el recordatorio -uno de mis hombres ha aparecido degollado con una inscripción en el torso en la que podía leerse Ave Satani. Jamás ocurró algo parecido por estos lares, amén de las monjas que iban con mi querida prometida y el resto de la comitiva. Todos han aparecido muertos. El propio Fray Narciso ha encontrado a todas las religiosas muertas en sus celdas, aseteadas a tiro de ballesta. Lo mismo que el resto de soldados. ¿ Toda la comitiva muerta y Luisa desaparecida?
- No olvidéis el asunto del bosque y del caballo mi señor.
- ¡ Ah sí! el caballo y el bosque. Varios bribones afirman que os vieron comprar un hermoso caballo que misteriosamente ha desaparecido de mis establos, a donde fue conducido poco antes del anochecer. También dicen que un muchacho os guió hasta el bosque, al parecer íbais a ver a un bruja que tiempo ha que vive por allí. Mis hombres apresarán a esa concubina de Satán y será juzgada. El muchacho ha dejado el pueblo, pero mandaré correos a todas las villas cercanas hasta Logroño y Pamplona si hace falta-hace un pausa jadeante, como si su salud estuviera resentida al extremo - ¿ Qué tenéis que decir a todo ésto?
Carraspeando -mi Señor, creo que todo está bien claro. No debéis dejar que se expliquen estos hombres pues sin duda tratos con el maligno deben tener los muy...- deja el adjetivo en el aire -intentarán confundirnos con sus artes oscuras, todos podemos ser presa del Caído. Sólo nuestra fé en el Altísimo prevalece - dice esto último en un susurro audible antes de persignarse -prendedles ahora mi Señor. Confiad en mí que soy la voz de Jesucristo aquí- dice interpelando a su condición sagrada para convencer a su patrón.
- Yo soy la Ley aquí y haríais bien en recordarlo -parece que a la postre no está tan débil como aparentaba en un principio -jamás condenaré a unos hombres sin que tengan la posibilidad de explicarse y en todo caso, tras un juicio justo.