Partida Rol por web

CASA STROPHES:

INTERIOR DE LA CASA STROPHES:

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078.816M41.

HORA LOCAL: 01:15.

Finalmente regresaron los que habían descendido a la Colmena Media para encontrarse con el mercenario Vorlin Orday. Allí les esperaban sus compañeros.

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Valerius saludó a los compañeros que habían permanecido en la mansión con un gesto de su cabeza. Su semblante era el de siempre, casi impasible. Como si el sacerdote no sintiera emociones y solo tuviera la mente puesta en el Emperador... o algo así.

Esperó a que estuvieran a solas, sin criados o nobles cerca, antes de comenzar a informar a Intius.

- Parece que el Coro del Júbilo está distribuyendo una droga potente y muy adictiva entre la gente rica que puede permitírsela. - Explicó a modo de resumen rápido de su encuentro con el cazarrecompensas. - Seguramente se lo suministren a los psíquicos para anestesiarlos antes de llevárselos... por evitar problemas o que intenten defenderse. Aunque esto último es opinión mía. - Aclaró.

- Dice poseer también una placa de datos con información importante... Se hizo con ella a la par que consiguió el medidor de armonía, así que quizá esté relacionada. O quizá pueda ayudar a descubrir el paradero real de la joven Saia. Por mil tronos es nuestra... o de los Strophes si acceden a pagar. - Añadió.

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-Nada que añadir al informe... En cuanto al mercenario, bueno, él cree que esa información vale 1000 tronos-explicó el vostroyano, encogiéndose de hombros-por lo demás, ningún problema. Gentuza de baja estofa, sin más-añadió, sin considerar que hubiera nada más útil que añadir. 

-Y nada respecto al plan, ¿hay algo especial que deba saber como escolta?

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HORA LOCAL: 01:15.

Escuchó paciente el breve informe de Varius.

-¿Os habéis hecho con una muestra de la droga para poder analizarla? No estaría de más saber con qué juega el enemigo y poder elaborar un antídoto en el caso de que nos fuera suministrado subrepticiamente -dijo de un modo que casi pareció casual. Ante la decisión de Annius, se limitó a enarcar una ceja que apenas alteró su adusto gesto. Dos pesos pesados, un psíquico y una meretriz con ínfulas de... lo que fuera-. ¿Que debes proteger a Annius de cualquier cosa, Mamá Osa? -señaló con una dosis de sarcasmo chorreante que su incipiente y difícil sonrisa, la primera quizá en más de un lustro, negaba-. Te he echado de menos, Ostrogov -declaró.

Por lo demás, nada tenía ni que objetar, ni que añadir. Bueno, había un punto, pero no tuvo interés alguno en mencionarlo.

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Silencio. Esa virtud tan poco ejercida cuya ausencia hacía que la gente hablara más de la cuenta. Ese continuo torrente de verborrea en el que la información útil escaseaba y debía ser extraída con el mismo cuidado y la precaución necesarias para no ensuciarse más de la cuenta en busca de una pepita una montaña de humeante mierda.

- El cazarrecompensas quiere salir lo antes posible del planeta – intervino. – Teme por su vida. El Coro del Júbilo está al tanto de la adquisición del artefacto y, muy probablemente, conocen la existencia de esa placa de datos por valor de mil tronos. No creo que sea descabellado pensar que el intercambio, de producirse, no estará libre de incidentes.

Pero quedaba algo más. Una puntualización que se veía obligado a realizar porque aquel que había hecho mención de la droga había sido incapaz de dar el detalle más relevante sobre la misma: su nombre.

- La droga recibe el nombre de farcosia.

Tampoco podía olvidar un detalle, algo que parecía que Intius había ignorado, y es que había situado a Arlan en un grupo diferente a aquel en el que el cuestor se encontraba.

El Inquisidor había sido muy claro a la hora de las condiciones del uso de los poderes psíquicos y, al situarlo en grupos diferentes, condenaba a Arlan a ser incapaz de usar sus poderes incluso en aquellas raras instancias en las que pudieran estar justificados. A no ser, por supuesto, que el arbitrador, en una más que obvia extralimitación de sus funciones, se arrogara una autoridad que el Inquisidor no le había concedido. Aunque tampoco se podía descartar que la nada razonable decisión de Intius se debiera a la desidia...

- Y, por cierto - añadió. - ¿El señor Hex y yo estaremos en grupos diferentes?

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Reunidos en la mansión de vuelta de la reunión con el mercenario, escucho lo que exponen mis compañeros. Todos son datos interesantes pero difiero de las palabras del vostroyano pues creo que es un juicio ligero que no se merece y que puede acarrear problemas llegado el caso de la negociación:

 - "No creo que el mercenario sea del todo gentuza. Solo juzgando su equipo y armamento, entre lo que cuenta una pistola bólter, creo que es un tipo que sabe lo que hace. Basándome en que nadie que tenga esa profesión vive para conseguir ese equipo siendo un idiota, probablemente la placa de datos y lo averiguado por él, que lo motiva para huir lo antes posible, está más que justificado. Deberíamos instar a Lord Strophes de pagar por la placa, pues creo que lo que en ella hay, puede valer la pena."

La paranoia es algo muy clásico en mi profesión y yo no soy la excepción, por lo que el miedo del Sr. Orlay me inspira a maximizar mis precauciones en este tema. Muy probablemente, en el Coro del Júbilo hay algo que temer incluso para un hombre duro y bien armado, por lo que deberíamos tener cuidado.

Luego Annius me indica como parte de sus acompañantes a la fiesta, a lo que asiento sin más palabras. No me gusta mucho la idea de mezclarme con los nobles en una fiesta así pero es mi deber y, si intentan atacar al noble (o a Arlan, que igual irá y puede ser detectado con alguno de los aparatos xenos) ahí es donde seré de más utilidad.

Respondo a Arlan por lo de la droga:

 - "El mercenario no portaba muestras de la droga. El nombre nos llegó por las investigaciones del mismo. Conseguir una muestra sería muy útil, tal como indicas, pero debería ser conseguida por otro lado. A menos, claro, que en la fiesta se mueva dicha sustancia y podamos hacernos con una muestra."

Supongo que podría darse el caso, aunque en realidad desconozco que tan abiertas son las degeneraciones de la clase noble, que quizás se drogan o cosas peores de forma abierta dentro de sus eventos. De ser así, sería sumamente fácil hacerse una muestra. De otra forma, costará más pero aún así no sería imposible.

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HORA LOCAL: 01:15.

Valerius asintió ante la explicación de Titus hacia Arlan. La droga nunca había estado cerca de los acólitos... o no al menos que ellos supieran.

- También nos avisó de que los Arbites están muy interesados en dicha droga, así que hay que ser cautelosos con mencionarla según a quién. - Advirtió.

Dicho aquello se cruzó de brazos pensativo. La división en dos grupos para tratar de avanzar a la hora de conseguir información no le parecía mala del todo. Sí, perdían fuerza al dividirse, pero también el Inquisidor había enviado a un grupo numeroso de acólitos por algo. Dividirse quizá sí sería lo mejor.

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HORA LOCAL: 01:15.

Asintió a las órdenes, los bajos fondos eran sin duda un lugar en el que él se iba a sentir mucho más cómodo. Allí rodeado de nobles disecados se sentía ligeramente incómodo. Prefería estar rodeado de gentuza decente, de los que nada más verlos puedes catalogarlos como bajas asumibles, gente como él.

—Sin problema con los bajos fondos y la investigación. ¿Cuándo nos reunimos de vuelta? —preguntó para saber qué opciones y tiempo disponía en su tarea.

—¿Y si le pedimos amablemente que nos entregue la placa de datos? Seguro que coopera —dijo con una evidente muestra de ironía.

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080.816M41.

HORA LOCAL: 02:45.

Transcurridas bastantes horas, unos y otros regresaban a la Casa Strophes.

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HORA LOCAL: 02:45.

Por fin volvemos a la casa de los Strophes, después de aquella tediosa e infructuosa... ¿Fiesta? ¿Realmente a eso le llaman fiesta? Una reunión de pomposos nobles que no no hacen nada divertido sino solo hablar de sus frivolidades y desestimar al resto, un deporte que parecen haber vuelto su especialidad.

Mantuve mi distancia a todos, permaneciendo siempre atrás y presente, en estricta cercanía de Intius, quien se supone es mi protegido. Siempre a su espalda y observando todo a través de mis gafas de espejo, mantuve completa vigilancia sobre un grupo que, a medida que avanzaba el tiempo, parecía perder más y más interés en nosotros.

Solo hubieron dos cosas buenas: La primera fue que aquella tortuosa situación no duró tanto como podría haber sido, ahorrándonos una gran cantidad de hastío. Lo segundo, Intius, en su papel de Annius, consiguió captar el interés de Lady Borella, por lo que tiene una nueva cita para comenzar a entrar en el Coro del Júbilo, lo que es precisamente nuestro plan.

Ahora, ya lejos de ojos y oídos extraños, puedo relajarme un poco. Me saco las gafas para descansar el rostro pues, a pesar de no haber sido una matanza o una extenuante carrera por la supervivencia, estar tan solo parado entre toda esa gente, oyendo sus mierdas y aguantando mi asco, ha resultado ser una de las cosas más extenuantes que he tenido la desgracia de tener que cumplir.

TRANSCURRE EL RESTO DE LA NOCHE.

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HORA LOCAL: 06:15.

Por la mañana temprano, Laurent Strophes convoca al comedor a Annius Verna Strophes y su séquito.

Les explica que el cazarrecompensas ha contactado con él hace pocos minutos a través de un enlace de voz seguro.

Laurent Strophes ha aceptado comprar la placa de datos que el mercenario vende por mil Tronos.

Orday se ha ofrecido a entregársela a los "mercenarios contratatos por los Strophes" justo pasado el mediodía en una zona de la Colmena Media conocida como "El Ajetreo", un distrito de mercado abierto con una gran variedad de pequeñas tiendas que tienen todo tipo de clientela.

Deben de llevar los fondos apropiados en una pequeña caja reforzada, que intercambiarán con él por la placa de datos. Sólo uno debe de adelantarse para el intercambio, aunque otros pueden estar presentes.

Strophes comenta que Orday parecía particularmente nervioso, aunque no quiso explicarle por qué cuando le preguntó.

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HORA LOCAL: 06:15.

Valerius se sentía ligeramente frustrado. Sus pesquisas en la Colmena habían resultado infructuosas, y de sus compañeros ninguno había encontrado nada realmente útil. Al parecer, la fiesta de los nobles tampoco había resultado especialmente llamativa, pero habían dado un paso más para acercarse al Coro.

Y ahí estaban de nuevo. Escuchando a Strophes y recibiendo las noticias que ya esperaban. El cazarrecompensas había indicado las instrucciones para el intercambio, pero el hecho de que estuviera nervioso dada su reputación, hacía que Valerius sospechara más.

- Orday estaba animado cuando le vimos. Parecía controlar la situación en todo momento... Si ahora está nervioso, o bien es porque teme por su vida y cree que le pisan los talones... O bien ya han dado con él y vamos directos a una trampa. - Esas eran las dos opciones que el sacerdote barajaba. Se inclinaba más a creer en la primera.

- Me parece que el Coro del Júbilo ya ha ido cerrando el círculo y acercándose a Orday... Va a querer huir cuanto antes. Es mejor que sigamos sus instrucciones y no hagamos movimientos bruscos que puedan provocar que nos ataque... Pero yo vigilaría que en el lugar del encuentro no haya miembros del Coro del Júbilo listos para emboscarnos a todos. -

Miró al resto de sus compañeros a ver qué pensaban. Había hablado sin tapujos delante de Strophes, pues dadas las circunstancias no le importaba. Además, no había revelado nada que el noble no supiera ya.

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HORA LOCAL: 06:15.

Que el tipo siguiera vivo era una buena noticia, y mucho más de lo que el vostroyano se había atrevido a esperar. Tenía, eso sí, sus motivos para estar nervioso. Estaba convencido de que le seguían, y no veía ningún motivo para no confiar en el olfato de un cazarrecompensas para algo así. Aquella placa, por tanto, podía contener algo de interés. Y el lugar para el intercambio tampoco le parecía, a priori, malo. Un sitio concurrido y donde, en general, todos deberían ser propensos a hacer menos tonterías.

-No me preocupa. Si esos idiotas buscan pelea, les pondremos en su sitio, aunque me extrañaría que lo hicieran en un lugar público. Yo iré.

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HORA LOCAL: 06:15.

El noble Strophes indica que está dispuesto a comprar la placa de datos del mercenario, por lo que se ha planeado una reunión de intercambio. Será en la Espiral Media, en un sitio distinto al que visitamos anteriormente. Algunos de mis compañeros han hablado del asunto, pero yo también lo tengo claro:

"Sí él no intenta jodernos, puede que los que le persiguen nos ataquen. De cualquier forma, lo más probable es que haya violencia y eso es algo que hago bien. Probablemente lo que mejor sé hacer."

Miro a Vladymir cuando habla y luego complemento:

 - "Yo también iré pues lo más probable es que haya problemas. Hay que estar preparados."

Mi mano se dirige a la culata de una de mis pistolas automáticas, sabiendo que probablemente sea uno de los artefactos sagrados que nos salven la vida. Por más que intentemos controlar el ambiente, la desconfianza del mercenario nos expondrá a un sitio en el que sea imposible vigilar realmente el entorno.

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HORA LOCAL: 06:15.

Se encogió de hombros en el momento que se habló de las opciones a elegir, como si con aquel gesto poco elocuente diera a entender todo lo necesario acerca de su opción. Tras reflexionar unos segundos en silencio decidió que quizás debía de ser más preciso y acotó.

—Si es posible que haya problemas quizás sea bueno que yo vaya, tengo una afinidad especial con los mismos, pero estoy disponible para la otra opción más convencional y aburrida. Podría llevar la cola del vestido de la ilustre Nataly —dijo con una sonrisa socarrona.

Hechas sus declaraciones estiró su espalda y buscó algún lugar en el que sentarse y esperar a que el resto de sus compañeros se pronunciaran.

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HORA LOCAL: 06:15.

Mil tronos por algo que quizá no funcionara. Un pago excesivo que parecía la única vía tras el triste paso por aquella fiesta que nada había aportado salvo nostalgia por las torturas de unlustro atrás.

-Aportaré cuanto pueda si así se me dice. Mucho me temo que no soy libre de tomar decisiones dada mi situación. Von Braun debe tutelarme en el empleo de mis poderes -dijo con cierta ironía- y Annius es quien establece las funciones a cumplir. Si en algo vale mi libre albedrío, quisiera participar, pero dudo que sea algo determinante.

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HORA LOCAL: 06:15.

El cuestor aguardó en silencio a que unos y otros intervinieran con sus pequeños pedazos de información para intentar hacerse una imagen lo más precisa posible de aquello que les aguardaba por delante. Tan solo cuando todos hubieron terminado de hablar, él se sintió inclinado a intervenir aportando lo poco que había conseguido durante su investigación.

- Los problemas del señor Orlay con el Magistratum derivan del hecho de que porta una Pistola Bolter, un arma sagrada de la que no debería hacer uso un simple mercenario como él. Por lo demás goza de buena reputación como mercenario y, dentro de los estándares de una espada de alquiler, es considerado como alguien fiable.