Partida Rol por web

Dark Heresy: Capítulo Tercero.

Gloria Verdante.

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12/02/2020, 21:09
Sector Calixis.

GLORIA VERDANTE:

Notas de juego

- Escena puramente narrativa.

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12/02/2020, 21:21
HOROLOGIO.

076.816M41.

HORA LOCAL: 06:00.

Notas de juego

// Entran en escena: Intius Varnis, Kurt Brokenbone, Renata Canaglia Garibaldi, Tercio Veridio, Titus Nihilius, Valerius, Vladymir Ostrogov, Xerxes von Braun. - Proceden de: Escintilla, órbita planetaria. - Y antes de eso: Finca Specula Maris.

// Estaba en escena: Arlan Hex. - Procedencia: La Negra Esperanza, nave negra del Adeptus Astra Telepathica.

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12/02/2020, 21:26
Insignia Inquisitorial.

Con los años, las cicatrices, y las misiones se va revelando la verdadera naturaleza de los Acólitos.

Algunos ansían desentrañar misterios, otros echan de menos el subidón de adrenalina que se produce en mitad de un tiroteo contra unos herejes. Algunos con el tiempo van dejando de ser agentes de campo y se van especializando en otros menesteres, igualmente necesarios, aunque menos arriesgado.

Tras la misión en la División Coscarla, en la Colmena baja de Sibellus, la Arbitradora Arlesha Rais nunca volvió a ser la misma. Se obsesionó con la seguridad de vuestra base principal, la Finca Specula Maris, impulsando el considerable refuerzo de las medidas de seguridad que ha experimentado el lugar en los últimos años. Ha sido ayudada por todos en la tarea, pero en particular por el tecnosacerdote del Adeptus Mechanicus, Cerberus-v3.0. Ninguno de los dos ansía especialmente el trabajo de campo, aunque volverían a ello si se les ordenara, por supuesto.

Otros agentes de la Inquisición se infiltran tran profundamente que su tapadera se convierte en una segunda piel, en su personalidad principal. Es el caso de Tauron Faith, quien en los últimos años se ha convertido en el Sacerdote principal de la Catedral Negra de Desesperanza, en el planeta salvaje de Iocanthos. Es un pilar de la comunidad y un ejemplo a seguir para los nativos Dalsheen, cuya cultura se remonta a tiempos preimperiales. Al final es en todo un Sacerdote, un Sacerdote que en secreto resulta ser además un agente de la Inquisición que vigila a su congregación de fieles en busca de sutiles signos de herejía.

Para quienes ansían la acción y las misiones de calado, los últimos cinco años han sido un suplicio lleno de interminables horas de vigilancia, supervisión rutinaria, burocracia, visionado de holovids y pictograbaciones de seguridad. Meses y años de tareas necesarias, pero abominablemente aburridas. Ansiando en el fondo que llegase una nueva misión inquisitorial en la que sus vidas volviesen a estar en peligro, en la que combatiesen a verdaderos herejes.

Un grupo de ocho Acólitos acaba de llegar en una lanzadera Aquila sin marcas de identificación, procedentes del puerto estelar orbital principal de Sibellus, la principal colmena del planeta Escintilla, mundo capital del Sector Calixis, en el Segmentum Obscurus del Imperio del Hombre.

Recorren un largo corredor según les ha indicado un servidor lobotomizado, en dirección a una de las principales salas de reuniones, donde les aguarda su Inquisidor, Globus Vaarak, miembro de la Cábala Tiranista del Cónclave Calixiano.

Por el pasillo, pocos metros por delante, camina una figura envuelta en una túnica. Es perfectamente visible su calva cabeza con tatuajes de plegarias, y resulta evidente que sus ojos son implantes cibernéticos.

Vladymir y Xerxes se miran entre sí con curiosidad. El calvo individuo les recuerda poderosamente a un antiguo miembro de la célula inquisitorial al que daban por muerto desde hace años, desde la misión contra los gusanos de la carne, en el mundo feudal de Acreage.

También Titus Nihilius se ha fijado en el extraño tatuado y le mira con intensa curiosidad.

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13/02/2020, 16:38
Vladymir Ostrogov.

Ostrogov se había presentado allí listo para la acción, con su armadura antifragmentación y sus armas, pues seguramente el Inquisidor desearía mandarles directos al lugar donde debían servir en aquella ocasión. Y aún en el caso de que no fuera así, más valía estar preparados para lo que pudiera pasar. Saludó con un asentimiento a aquellos compañeros a los que hacía tiempo que no veía, y siguió al servidor sin abrir la boca para nada. 

Sin embargo, tras un tiempo, le pareció ver un fantasma. O el condenado clon de un fantasma, allí, a unos pocos metros por delante. Cruzó miradas con Xerxes, asegurándose por su expresión de que no solo él parecía haberle visto. Deteniendo su avance, se quedó observando con confusión la figura de aquel extraño tan familiar. No podía ser él... ¿O quizás sí?

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13/02/2020, 17:56
Titus Nihilius.

La llamada de nuestro Inquisidor para presentarnos ante él en Escintilla fue como si el propio Emperador me hubiese sonreído. La sola idea de que mis habilidades se volviesen a utilizar en algo más que interminable guardias, limpiar armas y perder mi tiempo era como una luz de esperanza que debía atesorarse y no dejar ir. Me animé y preparé mi equipo para reunirme con él, listo incluso para comenzar una misión desde ahí mismo. Mis armas cargadas y en perfecto estado es todo lo que necesito para servir al sagrado Ordo.

El viaje en la lanzadera fue rápido, quizás porque realmente lo fue o porque me había acostumbrado a viajes más largos en los ciclos de estadía en Iocanthos. Ahora, por lo menos, recorremos colmenas en las que sí me siento cómodo de trabajar, no como en esos planetas agrestes donde solo hay páramos y mierda.

Al llegar al edificio, avanzo tranquilamente junto al resto del grupo. Intius, Kurt, Renata, Tercio, Ostrogov, el irritante de Von Braun y el inútil de Valerius es el equipo que ha sido convocado en esta oportunidad además de mí mismo, lo que no me parece un mal equipo. Lo extraño es que, aquí y ahora, a punto de atravesar la puerta donde debería esperarnos Globus Varaak, vemos a una figura que me parece conocido. Me recuerda a ese psíquico que se transformó en demonio (como olvidar eso) pero pensaba que había muerto.

"No era un tipo agradable pero no merecía el destino que tuvo."

Si fuese él, le tendría en más estima que entonces pues sobrevivir a cosas jodidas es siempre un motivo de orgullo y algo que reconocer. En eso se basa mi forma de vida y mi rubro, por lo que sé apreciarlo. Bueno, supongo que una segunda oportunidad no es algo que muchos tienen e Itsua debería aprovecharla de ser realmente él.

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14/02/2020, 07:28
Valerius.

Cinco años. Cinco largos años antes de volver a tener noticias del Inquisidor. Valerius no se quejaba, pues solo un Inquisidor como Globus Vaarak tenía la potestad y el juicio suficientes para decidir cuándo convocar a sus acólitos. Solo lamentaba no haber podido encontrar más herejes en aquel periplo de tiempo.

Quería probar su Fe. Su lealtad a la Inquisición y su afán y fervor por destruir a los enemigos del Emperador. Y tanto en Escintilla, como en Iocanthos, poco estaba pudiendo avanzar. Al adentrarse en el edificio y avanzar por los pasillos que todavía recordaba - pero con los que no estaba todo lo familiarizado que deseaba - Valerius sintió cierto aura de... ¿misticismo? ¿Fe, quizás?

No lo sabía con seguridad, pero ese lugar tenía algo. O quizá solo quería ver signos en lugares importantes para la Fe... los hubiera o no. Aquello simplemente era una base más para el Inquisidor.

El sacerdote cortó el flujo de sus pensamientos para que no vagaran de forma indiscriminada, y prestó atención a la figura que caminaba por delante de ellos. ¿Otro acólito? ¿Un siervo del Inquisidor? ¿Un informante tal vez? Casi por instinto, llevó su mano al martillo que tenía enganchado en la espalda, y rozó suavemente la empuñadura. Le transmitió tranquilidad antes de devolver la mano a su lugar y continuar caminando.

Lo cierto es que tenía interés en saber a qué misión les iba a enviar el Inquisidor.

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14/02/2020, 13:06
Arlan Hex.

Andaba despacio, como si agradeciera y disfrutara de cada paso que daba, como si en aquel pequeño y breve gesto estuviera encerrado el sentido de la vida. Quizá así fuera o simplemente fuera fruto de las penalidades sufridas, del escaso tiempo para ejercitar sus músculos en aquel lustro marcado por el dolor, por el sufrimiento, por la redención. 

No sabía por qué había sido convocado, por qué se le había llamado. Obviamente no le costaba deducir la razón final. Lo que se le escapaba era el por qué él. Y aquella incertidumbre hizo que sus tatuajes ardieran. Escuchó pasos a su espalda. No sintió curiosidad alguna por sus identidades. No tardaría en ver sus rostros, rostros de gentes que no conocería y que prefería no conocer. Repentinamente se detuvo. Hubo algo, un aroma, una tonalidad de paso, un aura que pareció atravesar al psíquico. Se giró. Su rostro, pese a la sorpresa, se mantuvo inmutable. 

-Mamá oso -dijo extrañamente. Había cansancio en su voz áspera y ronca, un dolor contenido y una chispa de algo que hacía tiempo no sentía. Quizá alegría. 

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14/02/2020, 21:02
Tercio Veridio.

Tercio fue el último en llegar a Specula Maris, con un talante anormalmente hosco y el ceño profundamente fruncido. Apenas había contestado a los compañeros con los que se había cruzado, limitándose a responder a sus saludos con secos gruñidos. El proscrito se perdió en el interior de las instalaciones hasta desaparecer en su cubículo personal. Sus gritos enfurecidos lograron atravesar la puerta, aunque el significado de sus palabras no llegó a ser descifrable.

En su viaje en la lanzadera, su actitud no cambió en demasía. Pertrechado al completo, Tercio permaneció silencioso durante toda la travesía, repasando exhaustivamente sus armas con una concentración que rallaba en lo compulsivo. De vez en cuando se le oía mascullar enfurecido:

Seis meses... Seis jodidos meses...

Tal vez el frío del vacío exterior lograra apagar la llama de su furia, o quizás las desventuras vividas desde que se convirtió en acólito de la Inquisición habían conseguido convertirle en un hombre más pragmático y más dado a la resignación. Fuera como fuese, a punto ya de entrar en la sala de reuniones dónde les esperaba el Inquisidor Vaarak, la acostumbrada sonrisa pícara del proscrito ya había vuelto a ocupar su habitual posición. Pero tal y como había aparecido, fue sustituida por un rictus de confusión.

No puede ser... Está muerto... 

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15/02/2020, 13:57
Vladymir Ostrogov.

Las cejas del vostroyano casi asomaron por encima de su casco forrado en piel en aquel momento. Sí que era él. Aquello era imposible, pero sí que era él. 

-... Pero... Por el Trono, creía que te enviaron a la freidora después de... Bueno, de "eso"-replicó, sin desear entrar en muchos detalles acerca del asunto. En sus pesadillas aún asomaba aquello, y ya le parecía demasiado recordarlo en sueños como para traerlo de vuelta en el reino de la vigilia. 

-O eres muy resistente al fuego o, bendito sea el Emperador, te han otorgado la redención. Supongo que te vienes con nosotros, ¿no?

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15/02/2020, 17:10
Insignia Inquisitorial.

Arlan Hex parece muy desmejorado para aquellos que le conocieron bien. Está más delgado, demacrado y envejecido, y su piel está cubierta de tatuajes casi por completo.

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15/02/2020, 18:10
Intius Varnias.

Intius Varnias está leyendo con suma atención una serie de notas sobre los distintos crímenes (o sospechas de tales) que han sido comunicadas a la célula inquisitorial este último mes. Como viene siendo parte de su rutina, y usando sus obvias buenas conexiones con los adeptus arbites, el noble de la casa Vaaks siempre revisa todos los rumores que llegan, clasificándolos e intentando determinar cuales encierran un peligro para los estándares de la inquisición.

Al escuchar el revuelo surgido con la llegada de un ¿desconocido? levanta la mirada de los papeles pero por ahora no reconoce al recién llegado, aunque observa lo ocurrido, y lo que dicen sus compañeros, con evidente curiosidad y, tal vez, cierto recelo.

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15/02/2020, 19:08
Titus Nihilius.

La voz, aunque un poco distinta a como la recordaba, se condice con el maltratado aspecto del hombre, dejándonos saber que si bien es prueba viviente de que se puede sobrevivir a toda la mierda por la que ha pasado, no ha salido indemne de ella. De todas formas, las palabras que pronuncia, la burlesca manera en que se referían a Ostrogov durante sus actuaciones como líder militar, hace que su identidad sea inconfundible:

 - "Itsua."

Le digo mientras hago un asentimiento con mi cabeza, a modo de respeto, por su supervivencia, que de seguro se ha ganado después de su asunto demoniaco, todo lo que tiene que haber venido después en la Nave Negra que se lo llevó y a donde sea que se lo hayan llevado. Tiene que haber sido una gran mierda y haber vuelto de eso, la vuelve un tipo rudo a considerar, de la clase que tienen mis respetos.

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16/02/2020, 18:08
Renata Canaglia Garibaldi.

Renata caminaba tras sus compañeros, absorta en sus pensamientos. Su mano tocaba la pared del pasillo levemente mientras caminaba, como si fuera una caricia, como si quisiera olvidar las horas eternas ensillada en tierra firme sin poder ver el negro y las estrellas.

No había nada como estar en un navío, daba igual de quien fuera… No le bastaba con moverse en lanzadera cada varios meses entre un puesto u otro… necesitaba ese aire cargado, las paredes mecánicas zumbando de energía, la diferencia leve de la gravedad artificial… inspiró profundamente.

Estaba tan distraída que no se había dado cuenta de la presencia del calvo hasta que sus compañeros empezaron a hablar. Renata no tenía ni idea de quien era, pero parecía que los demás si… Y la falta de información era algo que le rechinaba bastante… y deseaba mucho mucho mantener la felicidad que sentía al estar en un navío.

- ¿Y unas presentaciones para los que no sabemos quien es? - preguntó picara y con un deje medio divertido. - Ni que hubierais visto un fantasma – bromeó. Dudó unos segundos, observando los tatuajes que llevaba el calvo en su… calva, pero finalmente decidió que era mejor empezar ella o eso no se movería. - Soy Renata Canaglia Garibaldi, ¿de que te conocen estos?

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17/02/2020, 10:39
Arlan Hex.

-Eso parece -dijo con un leve encogimiento de hombros-. Titus -saludó a su vez.

Entonces llegaron su voz y sus palabras. Desvió sus ojos cibernéticos para mirarla. Apenas unos segundos que bastaron para saber cómo era. Una de aquellas mujeres que bailaba a diario con su propia mediocridad y que acudía a la osadía y a la exageración como recursos para no ser simplemente anodina.

-¿Y de qué los conoces tú? -replicó con su voz áspera-. Dar un nombre no ofrece garantías de recibir una respuesta a una pregunta que quizá no se desee responder. Y menos de una desconocida. Hay que sentar unas bases para llegar a ese punto. Pero seré... condescendiente contigo -una sonrisa ácida acentuó las sombras de su rostro-. Intenté matarles.

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17/02/2020, 15:27
Vladymir Ostrogov.

-Formaba parte de la célula inquisitorial-explicó Ostrogov, con tono calmado para intentar rebajar la tensión que parecía estarse formando-pero en una de nuestras misiones... Algo pasó. Se le metió alguna cosa dentro, no lo sé. E intentó acabar con nosotros. Alguno aún carga con heridas por ello-dijo, sin querer ahondar más en detalles. 

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17/02/2020, 16:39
Xerxes von Braun.

Si Xerxes había compartido una mirada con alguien desde la parte de atrás de aquel interminable pasillo, esta no había sido en absoluto de curiosidad. Si alguien así lo había interpretado, no podía llegar a estar más equivocado. Después de todo no podía sentirse curiosidad por lo conocido, por lo que era patente y obvio, y teniendo en cuenta que al cuestor la vista no le fallaba, lo lógico era pensar que lo que veía era cierto.

Obvio resultaba por su pétreo semblante y su patente inmovilidad, que el gozo que sus compañeros demostraban con tanto dinamismo, no era en absoluto compartido. Es más, no llegaba a comprender las razones de tanto júbilo ante el reencuentro habida cuenta de las circunstancias en las que sus caminos se habían separado.

No obstante, la realidad era la que era. Punto. No había medias tintas. Y gustara más o menos, era del todo absurdo cuestionar los hechos del pasado. Desear que algo cambiara era un ejercicio inútil, tan inútil como andar con normalidad cuando se tenía un pie chamuscado, tan inútil como esperar que el responsable de aquello hubiera permanecido muerto y enterrado… Pero hechos y pasado eran esos y no otros. Nada podía cambiarlos.

Con semblante serio, el miembro del munitorum comenzó a andar de nuevo. No tardó en alcanzar el trombo que con tanta alegría gangrenaba el pasillo y, cuando lo hizo, no dudó en hacer uso del bastón para apartar con educación y firmeza, a aquellos que le obstaculizaban el paso.

- El Inquisidor nos espera- espetó, seco y cortante, sin mirar a nadie y sin bajar ni por un instante la vista al suelo. - La puntualidad es solo una de las muchas formas con las que se mide la profesionalidad.

Una vez consiguió pasar, siguió su camino cojeando, marcando cada paso con el sordo repiqueteo del bastón que sería ya por siempre su compañero.  

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17/02/2020, 18:38
Insignia Inquisitorial.

076.816M41.

HORA LOCAL: 06:01.

Los Acólitos se han reunido en la nave comercial libre “Gloria Verdante”, comandada con el Capitán Cartista Baltis Mecather, un Rogue Trader en el que la Inquisición confía para transportar documentos sensibles y otras cargas más peligrosas. El “Gloria Verdante” pende, gótica y pristina contra la verruga que es Escintilla vista desde el espacio.

El Inquisidor convoca a sus Acólitos para una reunión informativa en uno de los estudios de proa de la nave. De hecho es la cámara de preparación del Capitán Mecather.

Para cuando los Acólitos llegan, el Inquisidor ya se ha aposentado en una esquina de la habitación, pues su inmensa masa y el aparato por el que se transporta no se mueve con facilidad. Vaarak está rodeado por un grupo de Familiares flotantes, cráneos modificados y demás, que orbitan a su alrededor como diminutos satélites entorno a una estrella grotescamente hinchada. Los Familiares llevan placas de datos y varios proyectan intermitentes holografías que Vaarak sigue consultando mientras los Acólitos entran en la habitación.

Vaarak asiente hacia los Acólitos y un servo-cráneo cargado con una bandeja de bebidas flota hacia ellos para ofrecerles una selección de bebidas, tanto alcohólicas como no. Una vez todos han elegido su bebida o han declinado, él hace un gesto hacia una gran mesa de madera con relieves ornamentales y sillas a juego.

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17/02/2020, 20:26
Arlan Hex.

076.816M41.

HORA LOCAL: 06:01.


Viejos rostros conocidos y nuevos rostros desconocidos. Algunos dignos de volver a ser vistos y otros no tanto.

Miró lo que el servo-cráneo portaba en su bandeja y eligió un té de tanna especialmente aromático, descartando cualquier bebida alcohólica. No lo hacía por saberse sojuzgado, sino simplemente porque le apetecía y le apetecía tener la mente despejada en aquella reunión. De seguido, se dirigió a una de las sillas y se sentó en ella. Depositó la taza sobre la ornamentada mesa y se dispuso a beberla pacientemente mientras el resto del grupo ocupaba sus posiciones. Hizo un gesto con su brazo izquierdo y la manga de su túnica resbaló hacia atrás, dejando al aire un brazo completamente tatuado.

Con la mirada depositada en dicho brazo y mientras sorbía la tanna, se limitó a repetir las tatuadas oraciones en un silencio absoluto.

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17/02/2020, 20:42
Valerius.

076.816M41.

HORA LOCAL: 06:01.

Valerius observó con atención y curiosidad a los Familiares flotantes del Inquisidor. No era la primera vez que los veía pero siempre se maravillaba de lo útil que podía resultar la ciencia a veces.

Cuando el servo-cráneo se detuvo junto a él, el Sacerdote cogió una copa que contenía zumo Ploin, una bebida no alcohólica bastante popular entre las tripulaciones de las naves espaciales ya que combatía muchas enfermedades comunes causadas por las dietas pobres habituales en los viajes espaciales. No quería embotarse los sentidos, no al menos hasta saber cuál iba a ser su cometido. Y teniendo en cuenta que lo suyo no solía ser el combate, prefería mantenerse lúcido para cualquier otra situación en la que tuviera que intervenir.

Luego, en cuanto el Inquisidor Vaarak les hizo un gesto, Valerius se dirigió a la mesa y escogió una de las sillas... justo la que estaba a la derecha del tal Itsua... el antiguo conocido de Titus y Ostrogov. Aparentemente había escogido el sitio al azar. Se sentó esperando a que el resto de sus compañeros hicieran lo propio, y a que el Inquisidor comenzara a explicarles el motivo de convocarles a todos. Debía ser algo serio si nueve acólitos eran convocados a la vez.

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18/02/2020, 01:08
Titus Nihilius.

076.816M41.

HORA LOCAL: 06:01.

La habitación en la que nuestro Inquisidor parece lo suficientemente cómoda para dar lugar a una reunión como está. Sus servocráneos son también una comodidad agregada que aumenta el nivel del sitio, lo que se aprecia. Recibo alguna bebida sin alcohol, la más cercana a mi mano pues no me importa realmente que beber mientras no sea algo que embote mis sentidos. Por eso, nunca bebo durante el trabajo, no es profesional.

"Ahora, espero que nos den una buena misión, algo preciso para acabar con herejes. Disparar nuestras armas y volar cabezas en honor al Emperador."

Me siento en la mesa con mi vaso, depositándolo al alcance cómodo de mi mano derecha para luego sacarme las gafas de espejo y depositarlas a la izquierda. Finalmente, me saco mis pistolas automáticas y las dejo a ambos lados, por fuera del vaso y las gafas, para estar sentado más cómodo. Así, confortable, permanezco listo para escuchar lo que Vaarak tenga para decirnos.