Estamos en el cuadragésimo primer milenio.
El Emperador ha permanecido sentado e inmóvil en el Trono Dorado de la Tierra durante más de cien siglos. Es el señor de la humanidad por mandato divino, y el dueño de un millón de mundos por el poder de sus inagotables e infatigables ejércitos.
Es un cuerpo podrido que se estremece de un modo apenas perceptible por el poder invisible de los artefactos de la Era Siniestra de la Tecnología. Es el Señor Carroñero del Imperio, por el que se sacrifican mil almas al día para que nunca acabe de morir realmente.
En su estado de muerte imperecedera, el Emperador continúa su vigilancia eterna. Sus poderosas flotas de combate cruzan el miasma infestado de demonios del espacio disforme, la única ruta entre las lejanas estrellas. Su camino está señalado por el Astronomicón, la manifestación psíquica de la voluntad del Emperador. Sus enormes ejércitos combaten en innumerables planetas. Sus mejores guerreros son los Adeptus Astartes, los Marines Espaciales, supersoldados modificados genéticamente. Sus camaradas de armas son incontables: las numerosas legiones de la Guardia Imperial y las fuerzas de defensa planetaria de cada mundo, la Inquisición y los tecnosacerdotes del Adeptus Mechanicus, por mencionar tan sólo unos pocos. A pesar de su ingente masa de combate, apenas son suficientes para repeler la continua amenaza de los alienígenas, los herejes, los mutantes… y enemigos aún peores.
Ser un hombre en una época semejante es ser simplemente uno más entre billones de personas. Es vivir en la época más cruel y sangrienta imaginable. Éste es un relato de esos tiempos. Olvida el poder de la tecnología y de la ciencia, pues mucho conocimiento se ha perdido y no podrá ser aprendido de nuevo. Olvida las promesas de progreso y comprensión, ya que en el despiadado universo del futuro sólo hay guerra. No hay paz entre las estrellas, tan sólo una eternidad de matanzas y carnicerías, y las carcajadas de los dioses sedientos de sangre.
- Escena de presentaciones formales, anuncios oficiales de la partida, y para avisar formalmente de ausencias y regresos de los Jugadores.
NORMAS DE LA PARTIDA:
- Bienvenidos a esta partida, la tercera entrega de la saga de partidas que sigue las aventuras y desventuras, a lo largo de diversas misiones inquisitoriales, de la célula primaria de investigación del séquito inquisitorial del Inquisidor Globus Varaak.
- Soy DarkMaste, puede que ya me conozcáis de otras partidas anteriores, tal vez las antecesoras de esta que nos ocupa, en algunos casos.
- He leído y comprendido las normas, y las acepto en su totalidad.
Marchante da las reglas por leídas y las acepta en su totalidad. Alea jacta est.
He leído y acepto las reglas de la partida.
Reglas leídas, comprendidas y aceptadas.
Tono de la partida y moralidad: El universo de Warhammer 40.000 es absolutamente despiadado. Hay que tenerlo presente, pues muchos aspectos pueden resultar chocantes desde nuestra mentalidad.
A estos mierdecillas de Marines les mandaba yo a CN3, ese sí es un mundo duro.
Leído y aceptado, nada fuera de lo habitual.
Yo, madaimi, he leído las reglas y las acepto en su totalidad.
Leídas, comprendidas y aceptadas :)
- Faltan: Arlesha, Xerxes.
CONFUSIÓN ARBITRAL:
- En conversación grupal por wasap malinterpreté las palabras de Brakend, entendiendo que no quería jugar esta partida, cuando realmente lo que estaba diciendo es que no podía asistir a la quedada y que pedía que quien lo llevara en la misma cuidase al Personaje, Vladymir Ostrogov.
- Finalmente, Brakend sí va a jugar esta partida como Jugador en umbría, mientras que Vader sólo en la quedada.
- Vader ha pedido que entre tanto le saque de la partida.
- Mis disculpas a ambos por este malentendido.
No pasa nada. Por supuesto, acepto las normas.
Chicos, aunque la ambientación es súper interesante y me apetecía dar una oportunidad a este sistema nuevo, me temo que no doy a basto, y menos que voy a dar con una mala noticia que acaban de darme en la familia.
Ya que estamos en un buen momento para que otra persona tome las riendas de Arlesha, me gustaría cederla y pedir la baja de la partida.
- Sin problemas, te doy de baja ahora mismo. No te preocupes por nada.
Lo siento, Dark. Y por los compañeros también. Pero creo que esta partida ya se me hace complicado jugarla. Ni siquiera he empezado a hacer nada. Así que prefiero renunciar ahora que hacer una interpretación mediocre.
Gracias por la oportunidad, de todos modos. Nos vemos en la Compañía Negra.
- Sin problema, te quito ya mismo. :)
PISTOLETAZO DE SALIDA:
- Desde este momento se da oficialmente el pistoletazo de salida.
- La partida ha comenzado ya oficialmente.