Partida Rol por web

[D&D 3.5] En Busca de Feyrya.

Capítulo 1. El Kark Thordu.

Cargando editor
09/02/2019, 10:32
Narrador

CAPÍTULO 1. EL KARK THORDU.

Cuenta la historia que un día cualquiera, mientras se estaban ultimando los preparativos de la Fiesta de los Tres Grandes en Karak-Belgarosh, tuvo lugar un encuentro entre un Kark, su Thogsi, la Thogain y un anzano. Un encuentro que para el dios de la magia y señor de los conjuros, no fue, ha sido y será uno de los más agradables a los que tuvo que asistir. Y ese encuentro fue en el que Tarkhan y Belbara iniciaron una relación que a la postre sería beneficiosa para ambos.

El Kark Belgarosh avanzaba de forma implacable hacia su esposa, la cual se hallaba escoltada por cuatro fornidos enanos pertenecientes a la guardia del Kark y agarrada del brazo de Tarkhan, el embajador anzano. Le seguía su campeón y su hija. Runrinthôr había pasado de las más salvajes risotadas a la seriedad más absoluta. En cambio, Rovanan, quien hasta ese momento se había mostrado altiva, ahora solo esgrimía un rostro de suma preocupación. Con ellos se hallaba otra mujer, aunque a largas distancias se podía confundir con un enano por su prominente barba. Belbara, una de las sacerdotisas del templo de Brook, concretamente la segunda en la escala de mando, iba con ellos.

Del otro lado, la Thogsi Tordwa, avanzaba despreocupada parloteando con aquel anzano que se había hecho un hueco dentro de la sociedad enana, mediante lo que ella consideraba embustes y subterfugios, pero que finalmente podía resultarle de utilidad, debido a su familiaridad con la magia. Soportar a su suegro enfurecido era una de las cosas que deseaba no volver a experimentar.

Cada uno de los cuatro implicados conocían partes de aquella trama, pero ninguno de ellos conocía exactamente que sabían los otros de todo aquello. Por eso Tarkhan, tras hablar con la esposa del Kark avanzaba confiado en que su secreto se mantendría en silencio. Lo mismo le sucedía a Torwda, que había visto las intenciones de aquel humano y no le resultaban todo lo molestas que podrían haber sido.

Rovanan trató de agarrar a su padre en un par de ocasiones sin éxito. Aquel hombre avanzaba guiado por la ciega ira de la venganza. Su intención claramente era la de calmar sus ánimos antes de aquel fortuito encuentro. Quizás de haber sabido aquello, de haber sido más reflexiva y de haber contado con una edad mayor, lo que le había desvelado a su padre, se hubiera mantenido en secreto, pero ahora… ahora era tarde para explicaciones.

Cargando editor
09/02/2019, 10:40
Belgarosh

¡Tarkhan! - El Kark gritó el nombre del embajador con tal potencia de voz que resonó en todas las paredes de la ciudadela. - ¡Tarkahn, maldito embustero! - Alzó todavía más la voz. - ¡Guardias, prendedlo! - Les ordenó a los soldados que hasta ese momento estaban escoltando tanto a la Thogsi, como al embajador.

De un momento a otro, el anzano se vio rodeado por los cuatro guardias. Le agarraron de los brazos con firmeza y le miraron desafiantemente. No sabían cual había sido su delito, pero sin duda era algo que había enfurecido sorbe manera al Kark. Un Kark que no se detuvo hasta agarrar del cuello al embajador y elevarlo varios centímetros por encima del suelo, lo que quedaba algo cómico pues el Kark tuvo que ponerse de puntillas para lograr tal proeza. Aunque lo cierto era que por cómico que fuera, a Tarkhan seguramente no le hacía gracia ninguna.

¿Cómo osas mancillar mi honor? - Le recriminó. - ¿Con que derecho eliges a mi hija para...? - No encontró palabras y si las encontró no las dijo. - ¡Yo que te di mi confianza! ¡Explícate!

Cargando editor
09/02/2019, 10:47
Tordwa

¡Suéltalo! - Tordwa se desveló como su inesperada abogada defensora. No todo estaba perdido si la Thogsi estaba de su parte. - ¡Suéltalo, Belgarosh, por los dioses! - Le conminó a que soltara a Tarkhan. - ¡Suéltalo antes de que le rompas el pescuezo! 

Como si de una autoridad mayor que el propio Kark se tratara, las palabras de Tordwa sirvieron para que la presa ejercida sobre el cuello del embajador cesara y fue entonces cuando este cayó desplomado sobre el suelo rocoso, poniéndose en pie instantes después. Fue justo entonces cuando Rovanan se interpuso entre su amante y su propio padre, tratando así de proteger al primero.

Cargando editor
09/02/2019, 11:28
Tarkhan

¿Elegir? —pensó Tarkhan—, ¿crees que me puedo permitir el lujo de elegir? 

Tarkhan se levantó entre toses, con más rapidez que dignidad. Se llevó la mano al cuello y lanzó una mirada neutra a la thogain. Eso no era lo que habían acordado: mucho me temía que Rovanan lo había echado todo a perder tratando de reivindicar unos derechos que su iracundo padre no estaba dispuesto a concederle todavía.

—¿Podemos hablar de esto en privado, Kark Belgarosh? —dijo con la voz aún estrangulada—. No creo que sea de interés de nadie que dirimamos este asunto en público, ante los ojos de los dioses y en un día de celebración para todo vuestro pueblo.

Cargando editor
09/02/2019, 23:30
Belbara

Belbara avanzaba con seriedad, pues no había para menos. El Kark parecía capaz de casi cualquier cosa, y a Belbara tampoco le parecía para menos aquello. ¿Cómo iba la Thogain a emparejarse con un amarillo? aquella unión tan solo podía traer la debilidad a la familia de Rovanan, el inicio de su decadencia.

Habría preferido que el Kark fuese más delicado, más psicológico en aquella causa, y tal y como había imaginado la agresión al anzano solo supuso una reafirmación de la Thogain en su empeño de tener aquel romance. Lo que le sorprendió fue que la Thogsi se pusiese de parte del amarillo también. Belgarosh frente a las dos mujeres de su vida.  Belbara entrecerró los ojos pensativa y con cierto recelo ante aquello. Pero no era deseo de Brook que tomase partido, al menos por ahora. La palabra del Kark era ley, y si él decidía cortar la cabeza a aquel hombre así se haría. Después a Rovanan tan solo le quedaría llorar, pero las lágrimas no traerían de vuelta a su capricho.

¿Por que siempre son los estúpidos los que tuercen un futuro prometedor? ¿No tenía bastante con un lugar en la corte? ¿Tal es su ambición que aspira a la corona?

Negó con la cabeza mientras acariciaba las trenzas de su barba.

 

Cargando editor
10/02/2019, 13:48
Belgarosh

- Nadie hay aquí que no pueda escuchar lo que tenemos que hablar... - Dijo entonces el Kark todavía iracundo. - Puedo fiarme de cualquiera de mis guardias. Mi mujer tampoco abrirá boca y mi campeón sabe guardar un secreto cuando yo se lo pido y ahora se lo pido. - Miró entonces a Runrinthôr, quien aún conservaba la sonrisa en su rostro, pero al ver al Kark la borró. - Belbara tampoco dirá nada y... yo no diré nada. ¡Soy el Kark, maldita sea! ¡El Kark tiene que saber las cosas que atañen al Kark! - Alzó la voz enfurecido. - Rovanan no dirá nada. Es su honor el que está en juego y no tanto el mio, el de su madre o el del Krakado. Aunque sí que lo está si se enteran de ello los ciudadanos. En ese caso el honor del pueblo podría estar en... - Se rascó la cabeza buscando las palabras adecuadas. - en... ¡En entredicho! ¿No es así querida? - Le preguntó a su hija con ciertas dudas reales. Ella asintió aunque no entendía muy bien lo que le estaba preguntando. -  ¡Ningún amarillo fornica con nuestras enanas y queda impune! - Tomó aire y se rascó los ojos. - No señor... - Apostilló tras escupir aquel galimatías al que era complicado encontrar el sentido.

Cargando editor
10/02/2019, 13:52
Tordwa

- Belgarosh... - Tordwa interrumpió al Kark y este alzó la mano interponiéndola entre el mismo y su esposa.

Ahora no, mi Thogsi... - Dijo el Kark.

- Belgarosh... - Insistió ella con un tono mucho más imperativo.

Tordwda, estoy hablando con... - Trató de explicarse la máxima autoridad de la ciudadela.

Te estás liando, mi Kark. - Le susurró ella. - Te he dicho muchas veces que lo tuyo no es el don de palabra. 

Pero... - Belgarosh parecía confundido. ¿Estaba explicando demasiado sus motivos para hacer hablar en ese mismo momento y lugar a Tarkhan? Si lo pensaba bien, lo que estaba diciendo sonaba bastante absurdo.

Otorguemos a Tarkhan el beneficio de la duda. - Habló la Thogsi de nuevo. - Deja que se explique mi Kark. Que estos caballeros y la señorita Belbara vean que eres justo y magnámimo. ¿Qué problema hay con retrasar tu veredicto hasta que nos reunamos con él en privado? - Le preguntó.

Cargando editor
10/02/2019, 13:59
Belgarosh

Rovanan se puso al lado de su madre. Ambas mujeres se plantaron frente al Kark con mirada amenazadora. Belgarosh se sintió intimidado por aquellas dos arpías y hasta tuvo que dar un paso atrás empujado por aquellos ojos fijos sobre su persona. Miró a Tarkhan con odio. Luego volvió a posar su mirada sobre Torwda frustrado como un niño pequeño al que le dicen lo que puede y no puede hacer. Entonces miró a Belbara.

Supongo que la sacerdotisa puede cedernos una de las estancias del templo para que podamos reunirnos en privado con Tarkhan... - Dijo bajando los hombros y la mirada, totalmente resignado a tener que resolver aquello por la vía diplomática. Al fin y al cabo sabía que contra su mujer o su hija no podía luchar, menos si ambas estaban de un mismo lado.

Cargando editor
11/02/2019, 21:53
Belbara

No le gustaba nada que aquellas dos enanas fuesen capaces de doblegar al Kark ¿Acaso no era él la máxima autoridad? ¿Acaso eran ellas quienes gobernaban desde las sombras? ¿Era el Kark una marioneta de su esposa y su hija? Alzó un poco el mentón en gesto de orgullo, no porque se sintiese orgullosa de ellas, ni tampoco del Kark, si no porque estaba segura de que ella misma no permitiría que le ocurriese eso.

Sin embargo se guardó los pensamientos para si. No le tocaba juzgar. 

-Por supuesto mi Kark- Respondió tratando de recordarle que allí quien mandaba era él. Aunque Belbara tenía un superior más alto que el propio Kark, pues servía a Brook y no había enano ni anzano que pudiese compararse a él. Pero en la ciudadela, el Krak Belgarosh encarnaba la ley, y eso no debía olvidarlo.

-Les acompañaré hasta allí - Dijo. Y antes de darse la vuelta con la certeza de que le seguirían, dedicó una mirada bastante dura a Tarkhan, producto de la desconfianza y reflejo de que no le hacía mucha gracia lo que estaba sucediendo.

Cargando editor
11/02/2019, 22:50
Tarkhan

El embajador de Anza ni siquiera se percató de la mirada que le había dedicado Belbara. La sacerdotisa era el menor de sus problemas. A decir verdad, si quería crearle problemas, tendría que ponerse a la cola. 

Tarkhan no habló. Simplemente hizo una reverencia a la manera anzana y se dejó guiar a los aposentos de la mujer barbuda. Aquello le daba algo más de tiempo para pensar lo que iba a decir a continuación.

 

Cargando editor
12/02/2019, 08:09
Narrador

No tardaron demasiado en llegar a la Plaza de los Dioses. La plaza era una amplia explanada en cuyo centro había un desnivel que formaba un graderío escalonado que servía como anfiteatro. En el centro se habían llevado a cabo los preparativos para la festividad.

Se habían construido estructura de madera a modo de enormes pergolas las cuales se habían decorado con flores de todo tipo traídas desde el exterior. Bajo estas se habían dispuesto largas mesas con sus respectivos bancos y taburetes, preparadas para el banquete que iba a tener lugar.

Una tarima a modo de escenario estaba situada en el centro. Era donde los líderes de las tres principales religiones de Karak-Belgarosh, recordarían sus alabanzas, sermones y bendiciones previos a la comida. Además había tres zonas diferenciadas en las que cada una de las religiones habían dispuesto sus cocinas, con grandes hogueras y con gigantescas barricas de vino y cerveza listas para mitigar la sed de sus feligreses en cuanto diera inicio el banquete.

En el fondo se veían los tres templos rodeando parcialmente la plaza en la zona norte. Se trataba de tres estructuras muy similares. De planta cuadrada y con techos muy altos que superaban los veinte metros en todos los casos, estaban decorados en todo su relieve con runas de protección y custodias. Las tres puertas eran rectangulares y enormes. Sobre las puertas se apreciaba un techo soportado por seis columnas cilíndricas e inscritas en runas. Cada puerta estaba protegida por una gigantesca estatua del dios patrón de cada templo.

La comitiva encaminada por Belbara se introdujo en el templo de Brook, sin llamar demasiado la atención de los enanos que estaban trabajando en los preparativos de la plaza. El interior del templo era lo que cabía esperar del interior de un templo. Una amplia sala llena de bancos enfocados hacia el altar presidido por una nueva estatua de Brook Barba de Hierro, columnas que soportaban el techo y imágenes en paredes y techo que emulaban pasajes de la vida de Brook y de sus hitos una vez ascendido, eran lo más destacable del interior del aquel lugar sacro.

Belbara les condujo hasta una estancia situada en uno de los laterales. Se trataba de su despacho. Un lugar no demasiado grande donde almacenaba gran cantidad de tomos religiosos, así como archivos con facturas, listas de donativos, feligreses y un sin fin de documentos pertenecientes a los asuntos del templo. La mesa central estaba repleta de papeles y facturas desordenadas, normal en las fechas en las que se encontraban.

Cargando editor
12/02/2019, 08:17
Belgarosh

- Ya tenemos la intimidad que deseabas, Tarkhan. - Dijo el Kark cruzado de brazos y mirando fijamente al anzano. - ¿Y ahora qué, embajador? - Le preguntó dispuesto a escuchar.

Cargando editor
12/02/2019, 08:35
Tarkhan

Tarkhan tenía ademán pensativo, con las manos metidas dentro de las grandes mangas acampanadas de su traje ceremonial. Tardó unos segundos en contestar a Belgarosh, como si estuviera traduciendo lo que iba a decir desde su idioma natal al de los enanos:

—No deseo la corona, ni tengo ambición política alguna.

La primera frase de Tarkhan desmontaba unos cuantos prejuicios que los presentes pudieran tener sobre él. Era sincero con sus palabras: ni se le había pasado por la cabeza convertirse en kark. Era un hombre práctico: nadie en todo Karak-Belgarosh iba a consentir que un amarillo se sentara en el trono. El reinado de Rovanan sería el más efímero en la historia de los Karks y su cabeza adornaría un hacha de guerra enana en menos de los que cantaba un gallo.

—También soy dolorosamente consciente de que mi relación con la thogain no será bien vista, ni siquiera tolerada por vuestra gente, Kark. Ése es el motivo por el que he tratado de llevar el asunto con la máxima discreción, y por lo que le he instado a hablar de ello en privado. Respeto profundamente el honor de la thogain y el de vuestra familia, y no era mi intención mancillar ni el uno ni el otro. 

Extendió una mano en dirección a Rovanan.

—¿Habéis mirado a vuestra hija últimamente? Se ha convertido en una mujer formidable. Fuerte y valiente como su padre, hermosa e inteligente como su madre. ¿Cómo no admirarla? 

Dejó que la preguntara flotara en el aire unos instantes antes de seguir:

—Mi devoción por ella es sincera, pero me mantendré al margen de toda vida pública —prometió—. No interferiré en asuntos de estado fuera de mis labores como embajador, y no convertiré esto en una amenaza a vuestro honor o a vuestras tradiciones, que durante este tiempo he llegado a aprender y a considerar. 

Juntó el puño derecho con la palma de la mano izquierda e hizo una reverencia en dirección al kark, a la thogsi y a la thogain, en ese orden.

Cargando editor
14/02/2019, 00:08
Belbara

No entendía nada. Belbara se había mantenido en un segundo plano, en el fondo aquel asunto no le atañía más allá de sus miedos y sospechas de lo que podía ocurrir en un futuro. Escuchaba, pero evitaba hablar por más que su mente trabajase con cada palabra. Era el Kark quien debía pronunciarse.

¿Pero qué está diciendo entonces? ¿Que deja la relación para no perjudicar el nombre de la familia, el linaje de la Thogain? ¿O sugiere ser el amante en la sombra? ¿Y cuando ella deba desposarse? Porque algún día deberá hacerlo ¿Entonces qué?

Todo aquello le parecía como poco demasiado complicado y absurdo a la vez. Trató de no reflejar nada que delatase sus pensamientos, pero era demasiado expresiva y podía verse en su mirada toda aquella contrariedad.

Y yo con la despensa llena de edamame, makis, dim sun y cerdo agridulce...

Casi parecería que Brook estuviese de acuerdo con aquello. ¿Había acertado encargando aquel menú para la fiesta? Esperaba que el Kark no se sintiese ofendido. 

Cargando editor
14/02/2019, 15:46
Belgarosh

¡Faltaría más! - Exclamó el Kark evidentemente molesto. Lo cierto era que con el nivel de enfado que llevaba encima casi cualquier cosa que pudiera esgrimir Tarkhan en su defensa iba a resultar del todo contraproducente. - ¿Cómo se te puede pasar por la cabeza, aunque sea de forma vaga la idea de hacerte con el trono de Karak-Belgarosh! - El Kark se golpeó la armadura en el pecho cual gorila. Eso le recordó al bueno de Tarkhan a su vieja amiga Khita, por quien estuvo secuestrado durante dos días. Si ahora estuviera aquí sin duda tendría más opciones de salir airoso de aquella situación. - ¿Un amarillo Kark de un krakado enano? ¿Has oído eso Runrinthôr? ¡Por encima de mi cadáver!

Cargando editor
14/02/2019, 15:51
Runrinthôr

- ¡Sí, que desfachatez! - El campeón del Kark apoyó a su protegido. - ¡Los amarillos se quieren subir a sus barbas, mi Kark! 

Parecía que Runrinthôr decía aquello en tono de broma. Para un mujeriego como él, que la Thogain se acostara con un amarillo no le parecía nada del otro mundo. De hecho, bajo su punto de vista, una enana nunca podría tener descendencia con un humano y menos con unos con la picha tan pequeña como los amarillos. Pero le seguía la corriente a Belgarosh, pues le parecía divertido.

¡Esto merece un castigo ejemplar, mi Kark! ¡Y una nueva ley del Kark! - Sugirió. - ¿Cuánto hace que no ejecutamos a nadie en público? 

Cargando editor
14/02/2019, 15:58
Rovanan

- ¿Pero que decís, Runrinthôr? - Replicó terriblemente afectada por las palabras de su padre y del campeón. - ¡Le amo padre! Sé que nunca podrá salir a la luz. Sé que nuestra relación será siempre algo prohibido, pero no pudo cambiar lo que siente mi corazón! 

Rovanan se colocó junto a Tarkhan y le abrazó entre lágrimas. Aquello hizo enfurecer todavía más al Kark. El embajador no sólo había mancillado el honor de su pequeña y había puesto en peligro la línea sucesora al trono de la ciudadela, sino que además, tomara la decisión que tomara, pues algo malo tenía que pasarle a Tarkahn en cualquiera de los casos que contemplaba, su hija acabaría odiándole para siempre.

Cargando editor
14/02/2019, 16:04
Belgarosh

¡Aparta hija! - Le ordenó el Kark. - ¡Suelta a ese indeseable! - Miró entonces al campeón. - ¡Será hoy mismo, ante la mirada de los dioses! - Le dijo a Runrinthôr. - Tarkhan y el campeón se batirán en duelo a muerte y sólo valdrá valerse de un hacha enana para acabar con el enemigo o de las propias manos. ¡Y nada de trucos mágicos, Tarkhan! - Le amenazó. - ¡He dicho!

Cargando editor
14/02/2019, 16:04
Director

Notas de juego

Derramar sangre el día de la festividad de los tres grandes no está bien visto por los dioses y menos si se hace a la vista de todos y en la plaza de los dioses como pretende el Kark.

Cargando editor
14/02/2019, 17:21
Belbara

Los ojos de Belbara se abrieron de par en par al escuchar aquella sentencia. Ahora comprendía porque Brook la había interpuesto en el camino del Kark y del embajador. Aquello se estaba yendo de madre y los corazones nublaban la mente de los enanos.

-¡No olvidéis que día es hoy!- exclamó con voz potente para ser oída con claridad por encima de todo lo demás -Si derramais sangre en este día ofendereis a los dioses, y creedme si os digo que eso no conviene a nadie-
No iba a permitir que esto ocurriese. Que el Kark y su familia soluciosanen sus problemas como mejor considerasen, pero no a costa de los dioses.