Partida Rol por web

El grupo siguió avanzando hasta llegar a una encrucijada. Un largo pasillo descendía hacia el sur mientras que de frente tenía una nueva puerta, la cual estaba medio abierta. De nuevo daba a una estancia pequeña y tenía el mismo aspecto sucio y lleno de trastos como el resto de estancias. Una puerta, ésta si cerrada, daba al norte.

Tarkhan revisó la estancia, y cuando comprobó que no había trampas esperándoles le hizo un gesto a los demás para que pasaran.

Mientras Tarkhan buscaba trampas, Alex recorrió la habitación en busca de algo qe confirmase el paso de Aenifer por allí, y sonrió al encontrar una hebra de su cabello entre la mugre de la habitación. Que fuera sólo uno ondicaba que se había caido simplemente, de haberlo perdido luchando habría más.

Con atención se concentró en el ambiente, buscando alguna pista que le dijera por donde se había ido, o algo que le indicara por donde seguir.

Yoon estaba bastante desanimada y había perdido la sonrisa de siempre. Perry estaba sobre sus hombros, tratando de animarla, pero la niña seguía molesta por haber recibido la trampa mágica. Las lágrimas aún le cruzaban el rostro sucio y ennegrecido, pero no protestó ni una vez cuando se pusieron en camino. Nadie hacía caso de nada y ella, que seguía al pie de la letra todas las indicaciones, había caído en una trampa.

Se limpió la nariz con la manga y esperó a que Tarkhan y Álex le dijeran por dónde seguir.

Álex escuchó algo hacia el norte. Se trataba de un gemido. Un gemido de dolor. Un gemido de... ¡Aenifer!

Alex prácticamente corrió hacia la puerta y sólo a último momento se contuvo y abrió sigilosamente, intentando observar lo que sucedía antes de lanzarse de cabeza a una trampa. 

Hizo señas a sus compañeros de que se preparasen, si Aenifer estaba herida seguramente habría enemigos.

Cuando Álex decidió abrir la puerta ésta chirrió levemente. Los gemidos de dolor se intensificaron, venían de una zona a la izquierda de donde se encontraba. En el interior de la estancia había luz procedente de un fuego. Una hoguera se encontraba en el centro de la estancia, rodeada de algunas mantas, cojines, bolsas y otros pertrechos allí dispuestos. Casi parecía ser un dormitorio. Había gran cantidad de libros esparcidos por el suelo y muchos de ellos tenían páginas arrancadas. En el fondo de la sala, como apartadas adrede, se hallaban una gran cantidad de estanterías repletas de libros. Muchas de ellas estaban rotas, tiradas en el suelo o les faltaban estantes. Todo parecía indicar que quien fuera que moraba normalmente en aquella estancia, utilizaba todo lo que tenía a su alcance para mantener el fuego encendido.

Justo a su izquierda y perpendicular a la pared, se encontraba un pasillo, única salida de la estancia además de la puerta por la que habían llegado. En dicho pasillo a la izquierda, pudo ver como aquel lugar era una especie de almacén, estaba repleto de cajas viejas, muchas de ellas rotas o con la madera podrida. Sin duda, podría haber algo de valor en su interior, aunque claro estaba, muy posiblemente ya hubieran sido registradas anteriormente por los viles seres que moraban en aquella fortaleza subterránea.

Pero nada de eso fue lo que realmente llamó la atención de Álex y del resto del grupo, sino el hecho de que allí se encontraba Aenifer. Tirada en el suelo, medio desnuda y ensangrentada hasta el último poro de su piel. Tenía a un asquerosos trasgo encima, el cual la estaba penetrando con saña y ni se enteró de la llegada de intrusos y otro de ellos estaba junto a su cara, poniendo su asquerosa verga dentro de la boca de la vovit. Un tercer trasgo estaba en la habitación en la que Álex acababa de entrar, a punto de meterse en un saco de dormir y éste tampoco se percató de la presencia de los recién llegados.

Tarkhan está  en G7

Iniciativa 9

El vaiven continuaba solo para darme cuenta de que aquel horror solo iba a continuar. 

Era un sonido lejano, una puerta tal vez, pero solo podia imaginar que mas amigos de esos infames decerebrados podian estar llegando y supe que iba a morir a pesar de haber aguantado tanto. 

La imagen de Alex y Valy se desvanecian en un sopor de dolor que ya no queria ni podia controlar. Cerre los ojos esperando lo el final sabiendo al menos que podria descansar.

No tenían un guerrero claro en el grupo que se pusiera al frente del combate, eso estaba más que claro una vez Valyevan y Eliferum se habían marchado. Quizás, quien debía ponerse ahora al frente del combate eran Belbara y Álex, pues los tres anzanos morirían rápido en el cuerpo a cuerpo y Aenifer... Aenifer no podía ni ponerse en pie sin pasar al otro mundo así como estaba.

No obstante, por suerte los trasgos no les habían detectado todavía. Dos de ellos estaban todavía ocupados con Aenifer, mientras que el tercero estaba tan cansado, herido y satisfecho, que únicamente pensaba en dormir. Podía ser, que si jugaban bien sus cartas, el combate terminara casi antes de comenzar.

- ¡Auxíliame Amaterasu, la de la luz radiante y del Sol eterno! - Oró el sacerdote desfigurada. - ¡Que tu arma sea la mía y golpee con determinación a mis enemigos!

Un disco solar apareció volando junto al trasgo que trataba de ir dormir y sin necesidad de ser lanzado por nadie, rasgó el cuello de aquel infeliz quitándole la vida. Incluso Xhu Lei se sorprendió de lo sucedido.

Alex veía rojo, y en el centro sólo podía distiguir la escena brutal de los dos trasgos abusando de su Aenifer, su ira se tradujo en una carrera apresurada, donde las armas salieron de las vainas al unísono y un grito silencioso se ahogó en su garganta.

La espada corta se clavó profundamente en el costado del Trasgo que estaba a espaldas de su chica, y tiró del monstruo hacia él haciendo que saliera de dentro de ella. Recibió la espalda del mostruo con el filo de la espada larga y cortó a lo largo de la columna, y finalmente giró brutalmente la corta al retirarla, dejando que cayera a sus pies con el torso destozado.

Avanzó un paso al tiempo que su voz decidia salir de su garganta - Cúrala Belbara - dijo a tiempo que iniciaba la danza de las espadas contra el enemigo que seguía con la polla en la boca de Aenifer. 

La espada corta hizo un tajo en el rostro de su enemigo, el filo de la larga se hundió en su pecho y lo hizo trastabillar, haciendo que se retirase de la boca de su chica, y el último golpe de la corta hizo un tajo en el verde cuello, no llegando a degollarlo por milímetros, como fuera los segundos de vida del monstruo estaban contados.

Belbara comprendió por que Alex se ponía hecho un basilisco y entraba en furia asesina. 

¿Por qué los machos cortos de miras siempre van a lo mismo cuando reducen a una hembra? La respuesta era clara, porque piensan con la polla. ¿Pero qué podían esperar de esos desperdicios verdes? Al menos Aenifer estaba viva, y con mucha probabilidad seguía respirando precisamente por las vergas de aquellos deshechos.

Asintió a Alex. 

-No le mates del todo, que muera con su polla en la boca- La venganza merecía más sutileza, y no iba a durar mucho. ¿Acaso gritaría el trasgo casi degollado? Dudaba que pudiese hacer mucho más que gorgotear.

Se acercó a Aenifer y la cubrió con su capa.

-Tranquila, ya pasó, ya pasó- Le susurró al oído mientras le apartaba el pelo de la cara. Después apoyó sus manos en los hombros de la vovit, con firmeza, y susurró unas palabras en su idioma natal mientras un calor agradable salía de sus palmas para recorrer el cuerpo de Aenifer.

Tarkhan se asomó a la habitación y, al ver que Alex y Belbara lo tenían todo controlado, se quedó en el umbral. Se mantuvo vigilante por si su ayuda fuera necesaria, pero por lo demás, impidió que Yoon-Shun entrara en la estancia. Ya bastante había visto la niña como para poblar su mente infantil de más imágenes escabrosas.

Se preguntó cuánto tardaría Aenifer en preguntar por la ausencia de Valyëvan.

A punto de desmayar trate de mantener un ultimo sentimiento de cordura cuando vi a Alex aproximarse por detras de aquel trasgo. Lo poco que quedaba en mi ser se desvanecio. Supe que mi mente se cerraba al horror al poder asociar a Alex con aquello que venia a mancillar mi cuerpo una vez mas.

Mis ojos se cerraron por ultima vez sabiendome perdida e inmersa en un mundo de locura de donde nunca podria salir, no habria escapatoria ni esperanza ni luz y mientras se deslizaban algunas lagrimas mas por mis mejillas de mi boca salio un ultimo aliento presionado por aquel pedazo de carne pegagoso que perforaba mi mandibula.

No supe mas de mi, no senti nada mas y finalmente habia encontrado la paz, el dolor habia cesado, no sentia nada, no olia nada, no podia escuchar o entender nada a mi alrededor y tampoco queria hacerlo, era feliz, estaba tranquila y en paz, aunque no de la manera que hubiese querido, pero acaso importaba aquello?

Estoy muerta?

No podia saberlo, pero al parecer no era tan malo y lamente haber dado muerte antes a mis enemigos, era mejor hacerlos sufrir, aunque ahora tampoco ellos tenian importancia.

Entonces senti un dolor agudo en mi pecho y como mis pulmones se llenaban de aire bruscamente mientras mi musculos se tensaban de manera abrupta y algo dolorosa.

Abri los ojos de repente mientras mi cuerpo volvia a respirar de nuevo sintiendo un nuevo dolor que se fue convirtiendo en una calida brisa que fue envolviendo cada parte de mi cuerpo. La herida sangrante de la lanza se cerraba rapidamente y los cortes en mi pierna y espalda apenas hacian un ligero cosquilleo mientras comenzaba a enfocar a traves de la luz que me envolvia y el rostro de Alex angustiado y el esfuerzo de Belbara me hicieron comprender que una vez volvia a vida, aun habia existencia para mi y estoy no habia terminado. 

Varios segundos despues la luz se disipo y sentada en el suelo comence a asimilar lo que habia pasado. Mire a Alex avergonzada porque se habia dado cuenta de que me habia hecho, de que me habian convertido, y todo habia sido mi culpa. Solo por instinto me acurruque en la capa que me habia puesto Belbara y comence a llorar desconsoladamente mientras tapaba mi cara con mis brazos. 

- Lo siento.....   gemi.

Mientras mas lagrimas salian sin descanso y sin control. Belbara trato de consolarme tambien, pero sus buenas intenciones no ayudaban a mitigar todo el dolor que sentia por dentro, no habia forma de recuperar mi dignidad, mi humanidad y mi cordura. 

Pasaron un par de minutos en los que pude finalmente controlarme y aunque mi cuerpo estaba fuerte y completamente sano mi mente aun asimilaba todo lo que habia pasado. 

El temple poco a poco volvio a mi una vez que habia abrazado a Alex y a Belbara dandole las gracias por haberme salvado  y viendo los cadaveres de los trasgos a mi lado. Mi traje estaba hecho jirones y apenas cubria mi cuerpo asi que me deje la capa y trate de limpiarme un poco sabiendo que no habria forma de lavar todo lo que tenia pegado en mi cuerpo, por dentro y por fuera asi como tampoco podria lavar mi mente.

Laconica e inexpresiva camine alrededor viendo que aun estaba en la misma sala donde habia comenzado el combate y entonces camine alrededor hasta encontrar al trasgo jefe degollado cerca de lo que parecia un camastro. 

Cai de rodillas a su lado y tome su cabeza entre mis manos. La rabia exploto dentro de mi dandome cuenta que no podria vengarme de todo lo que me habia hecho ese desgraciado, nunca podria hacerle a el todo lo que me habia hecho a mi y nunca podria quitarle nada de lo que me  habia despojado. 

Comence a golpear su rostro apagado y sin vida con toda mi rabia contenida mientras gritaba de furia y horror golpeando cada vez mas fuerte.

- MALDITOOOOOOOOOO......

Hasta que finalmente me canse y su rostro no era mas que un amasijo de carne y viceras que sacudi de mi mano con asco. 

No me sentia mejor pero si algo mas aliviada. 

- Juro que matare a cada uno de los de tu raza, maldito. Y escupi sobre su rostro para sellar mi juramento.

No me preocupe en ver a los demas. Estaba agradecida con todos pero aun me sentia muy mal por todo lo que habia pasado. Viendo que no habia mas enemigos supe que podia encontrar mi equipo y mis armas, debian estar cerca.

- Donde esta Valy???? Le paso algo? Pregunte angustiada. No podiamos dejarla sola en esas cuevas, no podiamos separarnos de nuevo, no podia permitir que a ella le pasara algo como me habia pasado a mi.

- Y Yoon???  Donde esta Yoon????? Asustada mira alrededor hasta encontrarla detras de Tarkhan. 

Por instinto me cerre la capa mas por pudor que otra cosa y me acerque a Tarkhan.

- Pase lo que pase Yoon no puede quedar sola, no podemos separarnos de ella, no podemos dejar que le pase nada. No podemos permitir algo asi..... Mis ultimas palabras eran una suplica a todos los que estaban alli porque Yoon no podia pasar por algo tan inenarrable como lo que yo habia pasado. 

Hice un esfuerzo por controlarme. 

Tarkhan abrió la boca para responder, pero la cerró y soltó el aire por la nariz. En su opinión, debía ser Alex quien le contara lo sucedido con Valyëvan y Eliferum, puesto que los tres vovits eran amigos, pero el explorador no parecía muy por la labor y la mujer lo había interpelado directamente, de todas formas.

—Eliferum y ella fueron a buscarte por otro pasadizo —le dijo—. Intenté convencerla de que el camino que había escogido no era la ruta más probable que tú podrías haber tomado, pero hizo caso omiso a mis argumentos. Estaba dispuesta a matar a todos los trasgos que se cruzaran en su camino, pero parecía más interesada en descargar su frustración y su angustia que hacer lo más inteligente para encontrarte.

Y supongo que ahora querrás correr como pollo sin cabeza para ir a encontrarla, y nos la encontraremos igual o peor que te hemos encontrado a ti —pensó el Gato Sonriente, pero no materializó sus palabras.

Mi cara demostraba mi preocupacion por Valy de maneras que nunca habia mostrado jamas. 

Confiaba en ella, tal vez era mas capaz que yo, pero yo tuve que usar mi carisma y solo la Diosa sabia que mas habia tenido que hacer para poder ganar tiempo y mantenerme con vida. 

Valy preferiria morir y lo haria gustosamente. 

Seras bruta Valy....

- Tenemos que encontrarla y rapido. Dije con determinacion. 

Mire a Yoon una vez mas feliz de que estuviese bien. No podia dejar que alguien mas estuvies en manos de .... de.... esas alimañas, y apenas podia pensar en los horrores que habria pasado el viejo Xhu y los enanos capturados en este momento.

- Tenemos que encontrar a los enanos. Dije mirando a Belbara. 

Solo ella podia comprender lo que sus hermanos estaria pasando, porque tampoco estarian dispuestos a algo asi y cada vez estaba mas segura que los encontrariamos muertos.

Incluso Alex parecia ahora algo lejano. Tal vez duramente mi tormento habia me habia ayudado a sobrevivir, ahora tan solo esperaba de el alguna palabra, algun gesto, pero tal vez, tanto como yo, aun estabamos en shock.

Segui buscando mis cosas antes de partir.