Partida Rol por web

De amores, muertes y sueños

II. Locus Amoenus

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07/02/2012, 18:49
Director

El sueño fue placentero. Aquella hoguera de la planta baja en el interior de la chimenea parecía calentar el edificio entero, a pesar de ser en su mayoría de piedra y ciertamente no os hicieron falta muchas pieles para salvaguardar el frío. Las ventanas de cada habitación apenas dejaban pasar viento alguno y nada podría trastocar vuestro descanso..., bueno, no del todo.

¡¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHhhhhhhh!!

Un grito os despertó. Procedía de la calle. Al levantaros de improviso, mirásteis incluso por las ventanas pero no veíais nada. Al cabo de unos minutos se veía gente por la calle como corriendo con algunas velas o sin nada. Algo había ocurrido.

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07/02/2012, 18:56
Berg Van Eyck

Vistiéndose a toda prisa no dejaba de gritar a sus compañeros

- ¡HAN MATADO A OTRA ! ¡ HAN MATADO A OTRA! - cuando ya por fin estuvo visible tomó su daga y su palo y gritó al resto -¡ En marcha ! Alejandro y Álvaro id delante, salgamos a la calle a ver qué es lo que ocurre. Silvia quédate detrás mío y tened cuidado con los campesinos no vaya a haber una confusión- se postró junto a la puerta del cuarto esperando que los dos espadachines salieran delante.

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07/02/2012, 19:56
Álvaro de Mesía

El buen soldado, ante los gritos de su compañero se levanta rápidamente, comenzando inmediatamente a ponerse la armadura. Al ver que Van Eyck parecía ansioso por salir le señala las correas de la cota.

Si m'ajudas, salimos con priesas, mas no salgo en cueros.

Cuando terminó de ajustar la armadura, sacó la ballesta, colocó el escudo en la espalda a modo de mochila, indicó a sus compañeros que encendiesen una de las antorchas que llevaba, se aseguró de llevar en la cadera la espada y así dispuesto, con cara cetrina de funeral, se dispuso a salir donde fuese y matar a quien fuera.

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07/02/2012, 20:09
Silvia Helguera

Silvia se levanta de un salto de la cama. De hecho, hubo de agarrarse a ella para no caer al suelo. Se vistió lo más rápida que pudo, con la misma ropa que se había quitado antes, pues pese a oler aún a vino, es más gruesa, útil para el frío, y por si hay necesidad de defenderse, por el mismo motivo lleva en una mano su daga y en la otra su zurrón con su equipo médico, al salir justo detrás de los hombres.

- Quizás no sea eso, quizás sea una pelea o... - sus palabras son menos fuertes cada vez, no creyendo ni ella misma en su significado. Hasta que una vez fuera, alza la cabeza al cielo, para rezar por la mujer que puedan encontrar, y mucho más importante, las que quedan vivas en la aldea, incluyendose a si misma. ¡Santa Orosia, protege a todas las mujeres que estamos en esta villa, lo necesitamos!

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08/02/2012, 10:57
Berg Van Eyck

Presto, acudió a encender la antorcha que Álvaro le tendía. Una vez hecho ésto, le hizo un gesto al guerrero para que no se perdiera más tiempo.

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08/02/2012, 12:03
Alejandro Benavente

Alejandro a base de experiencias negativas en su corta vida se había convertido en un hombre precavido y desconfiado. Dormía pues, medio vestido y con su espada a buen recaudo cerca de su diestra.
 

Al escuchar el terrorífico grito de un bote se calzó las botas, miro por la ventana, pero no había indicios claros de lo que acontecía en la mortecina oscuridad, solo un algarabío de luces aceleradas.
 

Encontrase con  Berg que le indicaba que tomara delantera, así sin intercambiar palabra lo hizo y cuando todos estuvieron listos partieron antorcha en mano hacía la enigmática noche.
 

-Sólo te pido, Dios mío, que lo pongas al alcance de un mandoble de espada…   
 

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08/02/2012, 12:58
Director

Bajásteis a toda prisa las escaleras con vuestras pertenencias. Vuestra prisa hacía resonar las armas que llevábais encima. En la planta de abajo se encontraba el tabernero, apoyado en los de la puerta con una escoba en la mano. Cuando os vio se apartó y se os quedó mirando mientra salíais corriendo. Acto seguido avanzásteis por donde aún iba corriendo algún rezagado vecino, y os internásteis en una callejuela cercana a la taberna. Había un montón de gente apostada en círculo, y las antorchas y dudas se concentraban allí.

Mientras os hacíais paso entre la multitud ya vislumbrábais entre las cabezas de la gente aquello que vuestra mente sospechaba: en el suelo había una joven degollada, y a su lado había una mujer que lloraba desconsoladamente, gritaba y parecía estar a punto de caer desmayada de la emoción.

La víctima presentaba un corte tremendo en el cuello, no tenía brazos (habían sido arrancados con severa violencia y en sus piernas le faltaban trozos de carne en forma de láminas, circulares, como si un cuchillo o espada hubiera hecho rodajas de las mismas, a modo de filetes.

Junto a la mujer había dos tipos armados examiando el cuerpo sin llegar a tocarlo. Parecían hombres del merino del pueblo. En esos momentos, las gentes se percataron de vuestra presencia: comenzaron a miraros muy mal...

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08/02/2012, 19:39
Berg Van Eyck

Con tono autoritario

- Buenas gentes no desconfíen de nosotros pues estamos de paso y quizás podamos ayudar- señala a Silvia- esta muchacha es cirujana y sanadora, ¡dejen ustedes que vea a la joven ! - se acerca a uno de los hombres armados abriéndose paso entre la multitud - ¿hace cuánto que la han encontrado?- pregunta a uno de los hombres armados

Tenía que hacer grandes esfuerzos internos para no vomitar cuanto había comido en las últimas horas, aquello era realmente... repugnante.

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08/02/2012, 20:16
Director

Berg, tirada de Elocuencia(COM) normal. Quien intente convencer de la misma manera a la gente, lo mismo.

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09/02/2012, 12:02
Berg Van Eyck
- Tiradas (1)
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10/02/2012, 12:29
Álvaro de Mesía

El soldado se mantuvo un paso detrás de Van Eyck, su función era la de protector y como tal intentó no mostrar inquietud ante las miradas de la gente.

Miraba con cara de funeral a los hombres del merino, no le gustaban la gente armada que estuviese a poca distancia. Desgraciadamente las armas terminan clavándose en la gente.

Buenas - dijo dejando bien a las claras que las espadas debían quedarse tranquilas o habría problemas. Guardó la ballesta y muy campechanamente posó la mano derecha en el pomo de la espada.

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10/02/2012, 18:55
Alejandro Benavente

Ya había vivido antes esa escena, no la mutilación de los brazos, pero sí las media lunas sangrantes de sus piernas.
 

Alejandro ausente, se acerco al cuerpo, se agachó junto al cadáver y le dijo a la madre en el Oído:
 

- Si vive Dios ahí arriba, no permitirá que esta abominación quede impune, y yo en la medida que este me de aliento…tampoco lo permitiré…Tiene mi palabra.
 

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10/02/2012, 19:34
Director

La mujer, que seguramente sería la madre de la muchacha demacrada, miró a Alejandro con cierta complicidad, como agradeciéndole con los ojos su gesto amable y dispuesto. Sin embargo el resto de la gente desconfiaba de los ahora presentes, viéndoles cómo aguardaban sus armas cerca de sus manos para cualquier evento. Menos mal que las palabras de Van Eyck parecieron convencer (y calmar las miradas) a la población allí reunida.

Lo encontró un tipo que había estado bebiendo en la taberna -dijo uno de los guardias-. En un estado total de embriaguez nos avisó y creímos que se trataba del vino... claro que, visto lo visto en este pueblo, nos preguntamos sobre la veracidad de esas palabras. Y por Dios que vimos a la joven tendida...

Minutos después vino un grupo de hombres. Eran en realidad unos vecionos y el párroco local. Los vecinos llevaban un carro y traían una mula con paja y muchas mantas. El padre rezó allí mismo una oración por la joven y declaró que al día siguiente se celebraría el entierro y una misa por su alma. El páter intentó calmar a la mujer, que seguía sollozando junto al cuerpo. No tardaron mucho los vecinos del pueblo en levantar el cadáver y ponerlo sobre el carruaje para llevarlo a velar a la casa de algún familiar.

Las antorchas poco a poco se iban retirando con profundo miedo: el asesino había vuelto a matar. Pronto os quedásteis sólos con los dos guardias, que tras inspeccionar los rastros de sangre que aún quedaban desparecieron con el resto del pueblo.

Tirad todos otear (PER)

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10/02/2012, 20:54
Silvia Helguera

Gracias a las palabras de Van Eyck, los lugareños dejan que Silvia se acerque a la víctima antes de que lleguen para llevársela.

- Lo siento, espero que consigamos encontrar al autor de estos crímenes atroces. - La coje suavemente de una mano - Pero mejor deje de mirar, buena señora. No la recuerde así, recuérdela hablandola, sonriéndola.

Después, se agacha, ya que aunque evidentemente por ella no puede hacer nada, tal vez pueda saber con qué la han degollado, si han usado alguna herramienta para mutilarla, y si ha sido hecho mientras estaba viva o después. Cualquier cosa que ayude a parar al malnacido que ha hecho esto.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Orthanc, he tirado por medicina, aunque no sé si tendría que haber usado conocimiento animal u otra habilidad... tú dirás.

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11/02/2012, 01:00
Álvaro de Mesía

Álvaro permanece atento a todo a su alrededor dentro de su agudeza, la cual desgraciadamente no es mucha. Mira a diestra y siniestra pero no observa nada anormal y se relaja al ver que la disposición de las gentes por lo menos no es agresiva.

L'an tajao a conciencia piensa casi en voz alta e intuye que a cada segundo que pasa el malhechor está más lejos y más a salvo.

- Tiradas (1)
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13/02/2012, 19:10
Berg Van Eyck

Observa la carreta y cómo cargan el cuerpo de la pobre muchacha en ella. Mientras comento a los hombres que tantas explicaciones daban al Flamenco

- ¿ Dónde está ahora ese hombre ? ¡ espero que no esté durmiendo la mona ! - dice cerrando el puño para dar mayor énfasis a sus palabras - llevadnos hasta él si sóis tan amables buenas gentes. - sin dejar de mirar de soslayo al páter, luego tendría una conversación con él a ver si dejaba a Silvia echar una mirada al cuerpo.

- ¡ Páter ! ¿Van a llevar a esta hermana al templo?

- Tiradas (1)
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14/02/2012, 10:10
Alejandro Benavente

PNJOTIZADO

Vi al comerciante Eyck intentar tomar pesquisas del caso, al igual que Silvia en cuanto al cuerpo. Sin embargo, dilucidar aquella situación en medio de la noche no era muy fácil, la verdad.

- Tiradas (1)
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14/02/2012, 10:14
Director

Antes de irse, las gentes y el propio clérigo le dieron explicaciones oportunas de dónde vivía el campesino que encontró el cuerpo, no sin antes hacerles prometer que no le harían daño, ya que era un hombre algo mayor e incluso presentarse tan de improviso en su casa podría hacer que le diera un ataque de susto... (aunque... ¿de qué valían sino para mentir tales promesas en tiempos aciagos?).

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14/02/2012, 10:14
Director

Exito otear.

Ves claramente como la silueta y sombra de un tipo os está mirando tras la esquina de una casa a cierta distancia del lugar de los hechos y de vuestra posición. Cuando llegas a verle parece sorprenderse (por los gestos) y enseguida se oculta tras la esquina.

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14/02/2012, 19:26
Alejandro Benavente

- Marchemos a ver a ese anciano vecino, no hemos de desdeñar ni una simple pista que arroje luz sobre el origen del mal que acecha a este poblado.- Alejandro, respiro profundo antes de continuar con sus divagaciones en interiores. Poco podrá decirnos este vecino, pero al menos nos llevará al lugar donde se cometió el descalabro y con un pico de suerte alguna pista habrá. 

Notas de juego