Partida Rol por web

Las órdenes estaban dadas y eran claras. De saque no quise entrar al trapo con el capullo de Alek, pero al final no me pude contener.

- Deja de hablar tanto no sea que te atragantes con ese puro… Igual es lo que necesitas!!! Una buena polla en la boca para estar calladito y concentrado en lo que ahora nos toca!!!! – le dije con cara de pocos amigos mientras me dirigía al vehículo que nos habían asignado.

Tras colocarme en el lugar del copiloto me acomodé lo mejor que pude e intenté proteger mi arma contra los golpes y zarandeos que de seguro iban a ocurrir. Y había hecho ben, pues Alek se movía entre las dunas con seguridad pero iba pegando unos bandazos que te cagas. Aun así me abstuve de hacerle comentarios. Solo algunas ligeras indicaciones sobre nuestro destino.

Cuando llegamos paramos el coche y husmeé un poco por la mira. Todo parecía tal y como nos habían informado, pero nuestra posición actual era poco satisfactoria. No solo por la puta calor que hacía sino porque si alguien se fijaba en su posición, los vería sin más esfuerzo que unos buenos prismáticos.

La fiesta no tardó en empezar. La deflagración generada por una parte de mis compañeros provocó cierto tumulto. El artillero del arma pesada giró su arma dispuesto a destruir la amenaza. Pero esa estaba en la boca de mi fusil. La detonación sonó por encima del ruido provocado por la deflagración y el cuerpo del artillero cayó desde la garita… pero sin cabeza.

Al instante, el resto de efectivos comenzó a posicionarse. Desde mi posición ventajosa observé a un capitán dando órdenes a diestro y siniestro. Un grupo afianzaba una posición que pondrá en apuros a los que entrasen por la brecha mientras un par de hombres corrían hacía el arma de la torre. Debía decidir.

Al final opté por el grupo del suelo. De la torre me podía ocupar más tarde. Necesitábamos que el grupo de ataque cuerpo a cuerpo entrase en la fortaleza y no podía permitir que se posicionaran y bloquearan el paso a este grupo.

Mierda, muévanse - gruñe mentalmente, negando con la cabeza para luego apretar un botón del sistema de comunicación y susurrar a un volumen que este detectara sin ser demasiado ruidosa. Y mira que eso para ella ya era ser considerada y extremadamente ninja - Casanova, van hacia ustedes - dice justo cuando Shawn le señala a los chinos, asintiendo y preparándose para disparar. 

Apenas había acomodado la ballesta, concentrada en su mira, cuando los hijos de su puta madre deciden que es hora de verla bailar y lanzan balas como si se tratara de dinero sobre una estríper. Rápidamente se tira al suelo para tomar refugio, dándose un fuerte golpe en el codo por evitar que el arma fuese la que se estrellase contra el suelo -una mira como aquella no era ni barata ni fácil de reemplazar, a diferencia de un hueso roto. Suerte que tampoco dio para tanto el golpe. 

Atracción fatal, ¿eh? - mira a Shawn con una sonrisa divertida, gateando rápidamente hasta él para ponerse en posición nuevamente y observa hacia dónde le señala. No podía faltar el francotirador, obviamente. Pero con lo que seguro ellos no contarían, era con que había alguien que podía atacarlos a distancia libre de prácticamente cualquier ruido adicional que los alertara. 

Entrecierra los ojos ligeramente al ver el hombro rojo de Shawn, mas pronto vuelve su atención donde es importante. Mientras mira a su objetivo, le dice al pelirrojo que si le daba este, se reclama doble punto. Y solo tras escuchar que aceptara el trato, dispara al que había osado subirse al techo de los edificios con su mejor intento de puntería.

Todo parece suceder tal y como estaba planeado, al menos en un principio, y en cuanto Dante hace entrega de sus regalos a los inquilinos del barrcón Ligeia adopta una posición algo cómica... de no ser por el arma que agarra entre la manos. Pronto los gritos, los pasos acelerados, y el sonido inconfundible de huesos rotos por el bate se hace audible

Asiento para mí mientras me encaro con los animales, que no saben como reaccionar hasta que un amarillo seboso se avalanza sobre Dante desde una ventana dando el pistoletazo de salida a los perros para venir a por mí; tal y como pensé saltan a por mi cuello, y al primero lo destripo en el acto antes de que el segundo, algo más retrasado, muerda mi protección del antebrazo haciendo notar a mi cuerpo que de no haber estado protegido lo habría dejado inutilizado por completo.

Mi cuchillo se voltea en mi mano un segundo para clavarlo en el cuello de la bestia cuando, silbando desde algún punto del campamento, llega el sonido del amo reclamando al animal haciendo que abandone la presa y se aleje dejándome algo descolocada por unos segundos ¿En serio? Me levanto con premura, pues el suelo no es el mejor lugar para estar en semejantes situaciones, y veo como la loca del bate se ha dejado casi rodear por tres tipos que, aunque chamuscados, aun parecen capaces de acabar con ella.

Dante sigue su baile con el gordo y los refuerzos aun no han hecho aparición; sopesando las opciones me lanzo a la carrera en dirección a Dante y al gordo, cuchillo en mano (ambos) y sin ninguna ceremonia me coloco junto a ambos y le clavo los cuchillos en las axilas al chino, o en la nuca* si están en un forcejeo, para liberar a Dante de su agresor

- Pensé que esos arrumacos serían para mí; no te hacía de esos- le sonrío pícaramente - Ligeia tiene problemas, vamos

Y tras ello corro nuevamente para encargarme de, al menos, uno de los tipos que atacan a la loca llegando desde su retaguardia para clavarle los cuchillos sin miramientos buscando o una muerte rápida o una herida incapacitante**

Las balas arrecian, Isaias esta cada vez mas arrinconado en uno de los laterales del vehiculo mientras Shane y Leia estan en la aprte de atras del mismo. Las rafagas van y vienen, ninguno de los dos bandos parece recibir demasiado daño, vosotros teneis vuestra cobertura, ellos la suya y con la atencion puesta en Shane es dificil que este pueda disparar sin estar a punto de morir en cada intento. Isaias gruñe por lo bajo alguna ordinariez sobre zorras que no saben jugar en equipo, mas ahi queda todo cuando una nueva rafaga cae sobre vosotros. El brazo de Isaias se extiende, y un objeto metalico redondo sale en una amplai aprabola que acaba cayendo enfrente del grupo mas nutrido de enemigos, los escudos se clavan en el suelo justo cuando detona. Shane ni siquiera se lo piensa es casi mecanico, se levanta y empieza a disparar a todo bicho que se mueva. Las balas de la ametralladora atraviesan sin problemas los escudos, la carne y los huesos, pronto los cuatro estan muertos. Leia justo a su lado tambien hace lo suyo, remata a uno de ellos que aun se mueve y consigue acertar a otro en la pierna antes de que Shane lo parta literalmente por la mitad... aun asi la ultima rafaga impacta sobre el vehiculo y aunque no es un impacto directo, un par de esquirlas acaban clavandose en el brazo de la medico. Eso es simple mala suerte, no hay otra forma de llamarlo.

Eso permite a Isaias un momento de respiro y el tiempo suficiente como para colar un par de balazos bien dirigidos y acabar con los dos restantes. Tirado en el suelo, con su arma, su costado parece lleno de sangre. Leia lo ve en ese momento y justo entonces, Shane recibe un disparo desde el flanco, preciso y contundente desde una posicion elevada. El chaleco le salva la vida, pero el grandullon cae al suelo con un fuerte dolor en el costado y sin duda con una herida en el mismo. El peso del arma sobre el, no debe estar ayudando. Leia se ve superada por dos heridos, sin estar segura de la gravedad de ninguno de los dos. En el caso de Shane, al menos esta segura de que hay orificio de salida... pero sabe poco mas.* Por si eso no fuera suficiente, la fuerte voz de lo que solo puede ser un oficial llega hasta vosotros.

Un fuerte disparo rompe la noche, el objetivo se desconoce pero parece que al menos vuestro francotirador ha decidido aparecer.

Desde detras de las ruinas y mientras los ojos de Shawn se clavan en los de Tee, este acepta sin dudarlo. - Cargatelo y yo decidire si es un doble-doble. - El guiño con el que finaliza sus palabras te dice que la herida es leve, aunque es probable que aun sin serlo siguiera igual. La mujer sale de su cobertura y dispara con una precision envidiable. El disparo acierta de pleno en el chino, la sonrisa se perfila en su rostro cuando Shawn se lanza al suelo arma en mano y dispara a bocajarro justo detras de su espalda. Ese hecho la hace desviar su atencion, lo justo para que otro de los que esta en el tejado la encañone. Tee casi es capaz de ver la bala, el fogonazo del arma se le queda en el rabillo del ojo mientras nota una fuerte sacudida en el laterla de su cabeza. Un rasguño, uno brutal y que casi le cuesta la vida, sino fuera por esos milimetros que se ha movido. Pega su cuerpo a la pared, para evitar una segunda oportunidad cuando el brutal sonido del arma de Shawn, junto con la impresion de las balas pasando justo a escasos centimetros de tu espalda es una sensacion dificil de olvidar. El chino de la azotea se revuelve ante el numero de impactos para caer finalmente muerto. - Creo que eso es un empate... - La sonrisa del irlandes es amplia pero entonces llegan los aullidos, sin tiempo a que podais hacer nada. Un trio de perros entrenados, se lanza sobre vosotros desde la sombras, esquivando y saltando los escombros como si nada... la distancia es demasiado corta para intentar dispararles, parece ser que la sangre de Shawn ha traido compañia despues de todo.

Mientras todo esto sucede la bestia aprda de Khan ha desaparecido dentro de las ruinas en llamas del edificio de la entrada. Ningun ruido llega desde alli dentro, no sabeis si esta vivo, o muerto, o si se ha encontrado con algo y no tiene tiempo para comunicarse, aunque por lo que sabeis de él es posible que ni aun asi, os dirija demasiado la palabra.

Desde mi posicion de conductor te miro, los prismaticos me ayudan a ver la escena frente a la puerta. La verdad es que se estan dando duro ahi abajo, aunque los nuestros parecen ir avanzando poco a poco. Al igual que tu identifico los peores peligros, sin duda el oficial e sun inconveniente, pero el francotirador tambien lo es. Te miro de reojo mientras calmas tu respiracion, tus comentarios te lo hare tragar, pero en otro momento... ahora necesito que estes jodidamente concentrado. Cargas con precision, y noto como tu cuerpo se relaja antes del disparo fatal. Observo el campo de batalla hasta dar con el oficial muerto, sonrio de oreja a oreja sin dejar caer el puro de mi boca.

Parece ser que sabes hacer algo mas que llorar como una niña... no esta mal, nada mal. - Me rio suavemente cuando otro disparo resuena en la noche. No os ha dado a vosotros, asi que inspecciono el area de la misma forma que tu.

La mira se mueve de un lado a otro hasta que ves al cabron de Isaias, de costado contra el vehiculo. hay sangre en su costado pero no parece que haya sido el franco. A su lado no muy lejos la medico se debate entre los dos hombres, si, al nuevo le ha dado el francotirador. Una decision, una decision tuya y vivia uno y moria otro. Parece ser que el cabron de ahi abajo es bueno, bueno de verdad. No tardas en encañonarle, en buscarle con tu mira hasta dar con él viendo como sigue apuntando a tus colegas y justo cuando crees que es hora de anotarte otro tanto, el coche se mueve. El disparo sale desviado y cuando miras hacia delante para cagarte en todos los muertos de Alek, ves como la arena frente al coche se eleva como si un maldito tanque surgiera de ella. Para que ante tus ojos aparezca una de esas bestias del sur, un mutascorpius enorme de tono oscuro cuyos ojos aprecen fijos en vosotros, Alek ya esta dandole al acelerador mientras el vehiculo da marcha atras. Toca elegir, ambos disparos son dificiles, la bestia que dudas que meura de un disparo o intentar dar a un hombre que esta a mas de medio kilometro, bajo cobertura mientras Alek conduce de la forma mas brusca posible.

Ese cabron seboso esta encima mio, es demasiado pesado incluso apra mi, eso y que este intentando arracnarme la yugular a mordiscos no ayuda mucho. Mi brazo ha quedado bajo mi cuerpo por la embestida y mantenerlo a raya mientras intento liberarlo esta siendo mas complicado de lo esperado. Me muevo con rabia para conseguir impactarle un cabezazo, mi brazo sale de debajo mio pero cuando estoy preparado apra el segundo asalto, la guapa rubia aparece como el mismo angel de la muerte, calvando sus cuchillos y convirtiendo al saco de grasa en un cuerpo interte que cae sobre mi. Un leve gruñido por el peso mientras la escucho y mis ojos se clavan en ella.

No te preocupes, ya te tocara el turno y entonces podras quejarte. - Mi sonrisa tiene tanto de juego como su mmirada, mientras busco un punto de apoyo para mover a la mole. - Entendido, ayudemos a la loca. - Al dejar caer el cadaver, las heridas provocadas por sus cuchillos son visibles, certeras, directas, sin un apice de duda ha cortado donde queria cortar y ha acabado con la voda de un tio de 120 kilos como si nada... sin duda mas que interesante.

Damos la vuelta al barracon, justo cuando Li le batea con una fuerza brutal la cabeza a uno de ellos. Los dientes, el pelo, sangre e incluso trozos de hueso salen volando en todas direcciones, mientras el amarillo se desploma como un edificio sin cimientos. Si hay algo claro es que esa maldita psicopata no caer sin pelear, aun asi incluso eso es demasiado, uno de ellos se lanza contra ella, placandola contra la pared con un sonido poco agradable. La peliazul levanta el bate pero el otro le engancha del brazo mientras le arrea un tremendo derechazo dejando semi grogui pero aun asi, esta sigue sonriendo y golpeando como puede. Esta claro que si no haceis algo va a recibir de lo lindo... aunque sin duda acabara con uno de ellos en el proceso.

Justo tras ella, justo tras el muro de hormigon donde la mantienen presa veis a un oficial reuniendo al menos otra decena de hombres y mas al fondo, un individuo escualido que parece estar acariciando a un perro de presa que es hartamente conocido para la rubia. Pronto mas perros se reunen a su alrededor, hasta media docena. Entonces el estallido de un rifle de francotirado resuena con fuerza, volandole limpiamente la cabeza al oficial, veis como los hombres se quedan mirando a su alrededor y como el señor de perros fija su mirada en vosotros. Unas ordenes en chino, altas y claras hace que varios soldados se fijen en vosotros. Otro disparo resuena de nuevo, pero esta vez ha sido mas cerca... el francotirador enemigo ha golpeado tambien, la pregunta es ¿a quien?

Isaac: Dos disparos. El primero parece no haber penetrado la aramdura, aun asi el impacto le debe haber roto algua costilla y le esta rpvocando problemas en el pulmon al respirar. Lo notas por la respiracion que tien en ese momento. El segundo ha atravesado, zon blanda, de ahi la hemorragia, no parece nada especialmente serio.

Shane: Tiene orificio de salida, aun asi por el angulo del impacto debe haber tocado algun organo. No parece nada fatal, como mucho un rasguño en el bazo o similar pero no lo sabras mejor hasta inspeccionarle.

Podía ser una decisión difícil, dos heridos en una situación jodida, con muchas variables a tener en cuenta, por ejemplo:el rango que tenían los dos. Se trataba del que se suponía que era el jefe, y ella estaba acostumbrada a que sólo la mandaban a curar a esos, que siempre eran la prioridad para su dueño, los otros se consideraban siempre carnaza prescindible, aunque por suerte ya era libre y Shane tenía el arma más efectiva. La gravedad no era la misma, pero no peligraba la vida de ninguno de los dos, por lo menos de momento.

Dependía únicamente de su juicio, y en esa situaciones, jodida, que era lo que tocaba y teniendo libertad absoluta -una sensación que no dejaba de maravillarla cada vez que la disfrutaba, por mucha mierda que hubiese alrededor-, Kiabi se fue a lo práctico, ya estaba al lado de uno de los heridos, no se tenía que exponer mucho más de lo que ya estaba, y a falta de otros intereses, ese le pareció suficiente ¡Por fin podía preocuparse de sí misma!

Se colocó de rodillas, entre Shane y su arma, algo de su cuerpo en el lateral, para que pudiese seguir disparando, iba a curarlo lo imprescindible para que pudiese seguir haciendo lo que parecía dársele tan bien, además de tocar las narices y los ovarios, que en eso desde luego era un maestro.

Empezó a romper la ropa de la zona en la que le habían herido, intentando sobretodo, no hacerle daño ni desestabilizarlo al hacer fuerza, despelotarle la zona sin molestar a su puntería, invisible como le habían enseñado a estar durante quince eternos años.

Resignada a lo que soltaría por su boquita, antes o después, el gilipollas mayor de la reunión.  

No tenían ni idea de los enemigos que podían quedar, ni de las armas ni de una puta mierda. Los tiroteos de estilo no eran cuestión de habilidad, tampoco de pelotas, sino de puro azar. El disparo recibido lo demostraba, bien podían haberme volado la cabeza.

Grité, coño, claro que lo hice, dolía y quemaba como su puta madre, pero lo hice no en plan nenaza, sino al estilo macho, que había una mujer delante y todavía no estaba totalmente descartado que ella y su novia me invitaran a una fiesta. Lo siguiente fue quitarme el arma de encima y sacar la pistola, aunque sólo dispararía si tenía un blanco muy claro o percibía alguna amenaza inminente.

Joder... adoraba esa chaqu... !Ay! casi estaba seguro de que ese toquecito había sido por lo menos un poco a posta ...ta me moví un poco para facilitar su trabajo mientras observaba a mi alrededor y me aseguraba de que ambos teníamos cobertura.

No tiene pinta de que vaya a dejaros sin mi insustituible presencia ¿verdad? apreté los labios al sentir sus manos cerca de la herida, removiéndome un poco de manera inconsciente joder tía, cuéntame alguna cosa los calmantes no eran lo más adecuado si quería seguir peleando, y ponerme a gritar tampoco de dónde eres, tu puto color favorito o lo que te comerías si fuera tu última cena... joder... cualquier cosa me vale con la mano libre me quité el omnipresente gorro para morderlo llegado el caso, estaba bastante limpio, lo había lavado hacía menos de una semana.

Al ver que la flecha de ballesta se clava entre ceja y ceja del chino, una sonrisa crece en su rostro, ladeada y ansiosa por su doble punto. ¡Era un doble punto justamente ganado! Pobre de él que no se lo aceptara. Pero entonces escucha el sonido del arma de Shawn, lo que la hace mirar hacia él, sin darse cuenta de que una bala venía en su camino. Suerte tiene de que no pasa de un rasguño, así que apenas le cuesta un poco de su buen humor, aunque sin duda puede sentir el camino de fuego que la hija de puta recorrió por el borde de su cabeza. - Nota mental: No raparse más, necesitamos almohaditas de bala

Rápidamente se pega a la pared y siente un millón más de balas pasar tras ella, peleándose por quién le robaría un poco más de delicioso caramelo rojo en el camino al chino de mierda - Nah-huh, nenas, hoy no - se niega con una sonrisa mientras respira agitada por la salvada por los pelos, dándole un empujón a Shawn con el hombro - Suerte de principiante - acepta el empate mientras le guiña el ojo, justo a tiempo para escuchar los aullidos. - La puta que los parió - piensa exhalando ruidosamente al ver los perros entrenados correr hacia ellos. Antes muerta que aceptar que un animal fuera más bestia que ella, así que sacando sus dos cuchillos de caza en una mano, sacó una granada cegadora con la otra, quitándole el seguro con la boca - Ojos - y lanzándolo hacia los canes tras advertirle a Shawn. - ¿Oh, decían que tenían la ventaja de ser más perceptivos? 

Cúbreme, guapo - le susurró rápidamente al irlandés antes de salir corriendo hacia los perros con un grito de guerra y un cuchillo en cada mano. El grito seguro los guiaría y... bueno, esperaba que ellos hubiesen quedado más ciegos que ella.

Los bamboleos del coche hacen imposible, casi nada. Tu cuerpo se mueve de un lado a otro y la mira del rifle se mueve tanto que seria mas facil darle a un puto ghekko a oscuras en medio de una puta caverna que a lo que sea que intentes darle ahora. Entre giros yh atras, la torre donde quieres disparar apaenas aparece un par de veces ante tus ojos menos aun, ante tu mira. Mas lo que realmente va a por ti y por Alek sin reservas es esa bestia producto del yermo, un mutascorpius de tonos apagados que se fija en vosotros y avanza a toda velocidad.

La mayoria de los quiebros de Aleksander son para evitar sus garras, por lo que rapidamente llegas a la conclusion de que al menos marcha atras no podreis dejarlo atras. El viejo refunfuña mientras notas que el puro ya no esta en su boca. Un ultimo giro para evitar una de esas enormes pinzas y esta os golpea de refilon. El golpe es brutal y pronto os veis dando varias vueltas sobre vosotros mismos como si fuerais una peonza. Vuestros cuerpos rebotan dentro del coche, de un lado a otro hasta que por fin el vehiculo se detiene. La bestia por su lado no lo hace, avanzando hacia vosotros con la calra intencion de incluiros en el menu. Alek esta semi tumbado sobre el volante con una fea brecha en la cabeza, parece como minimo atontado. Tu no estas mucho mejor y te duele todo el cuerpo, pero al menos pareces haber pasado mejor el mareo o lo que sea.

Los golpes iban y venian mientras agarrada a tu bate de beisbol intentabas hacer algo por ti misma. Uno de esos cabrones te habia estampado contra el muro. La respiracion habia salido de golpe y tras eso habian venido los golpes. Uno detras de otro sin demasiada compasion. Los dos putos chinos estaban quemados, apaleados por tu bate y de muy mala leche. Recibes cada golpe con una fuerza tremenda mientras sededican a chillar en su idioma y algo te dice que no es nada bonito. Golpe tras golpe notas ceder tu cuerpo, intentas mantener a raya la oscuridad por la tremenda paliza y aunque les das de golpes, uno detras de otro, patadas, rodillazos no puedes hacer mucho mas. Son mas grandes y not econceden mucha tregua. El ultimo de los golpes te hace ver las estrellas, notas como la manidubla se ha tenido que salir durante un instante por el brutal golpe. Mas es tan idiota para dejar el brazo cerca, con lo que le calvas tu dientes con saña y furia, llevandote un pedazo de carne y dejandole una mas que fea herida en el brazo. El chino cae al suelo gritando de dolor, pero con una mirada de odio que te indica que estas muerta. Da igual lo que hagas la paliza se ha terminado. Pataleas, golpeas, empujas pero de nada sirve, el otro te mantiene fija mientras una cuchilla aparece en manos del chino. Tud golpes son efectivos, notas las partes blandas en cada impacto pero el tipo que te tiene cogida debe estar hasta arriba de adrenalina o estaria en shock ahora mismo cuando ves como tiene gran parte de la cara quemada y la espalda. El filo se acerca a ti, lentamente dispuesto a cumplir su venganza.

Mientras correis hacia Ligeia lo veis claramente. El oficial cae al suelo muerto y el hombre de los perros empieza a dar ordenes. Cinco hombres, todos armados. Se giran y comienzan a disparar casi al unisono. Oficial o no, el de los perros parece tener rango. Las balas rocian el lugar sin clemencia y sin cobertura solo os queda correr al lugar mas cercano. Justo al otro lado de donde se encuentra Li. Junto con Dante correis al refugio mas cercano, atravesando una cristalera que da al alamcen de drogas... los cristales se os calvan en la piel, rasgandola y abriendo nuevas heridas pero un dolor lacerante atraviesa el brazo de la rubia cuando se apoya en el suelo tras el salto. Una de las balas ha atravesado el biceps izquierdo, de parte a parte, imposibilitando casi el movimiento si no es con mucho dolor. Nota la sangre caer a lo largo de su brazo mientras se apoya en las cajas de droga. Dante te mira, mira la herida y entonces ves, como por debajo de su abrigo tambien hay sangre. Un impacto en el costado que no parece mas que un rasguño a priemra vista y un balazo en la pierna. No tiene pinta de que haya salido la bala y eso es mala cosa. Aun asi no tardais en oir como la puerta del almacen se abre de golpe y las botas de vuestros enemigos resuenan sobre la madera.

Parapetados tras el coche, las balas dejan de llover y parece que durante un momento un mar de tranquilidad caiga sobre vosotros. El grupo de la entrada esta muerto y aunque los ruidos y el griterio de mas alla de las llamas indican que no tardaran mucho en volver a aparecer, por ahora, durante unos preciosos segundos, podeis encargaros de vosotros mismos. Leia hace eso mismo se coloca junto a Shane y comprueba sus heridas. El balazo ha sido fuerte, la herida es poco tranquilizadora pero a base de palpar el lugar se da cuenta de que el hombreton ha tenido mucha suerte. Ha sido un tiro limpio, no hay nada que temer. El bazo ha sufrido un ligero rasguño pero no se ha roto, asi que aparte de algo de inflamacion y unos antibioticos, solo queda tapar la herida y sellarla lo mejor posible antes de que la arena lo convierta en algo peor. El vendaje no es complicado y pronto Shane termina con un vendaje a su alrededor, ceñido y preciso. La eficacia de la doctora para hacer un trabajo peliagudo en un momento peligroso y mas aun, sin estorbar al tirador es sin duda loable. Con el arma apuntando a las llamas, el hombre solo puede retorcerse de dolor mientras la mujer le cura, no tiene mucho mas que hacer puesto que aunque esta tras cobertura, ningun individuo cruza las llamas en su direccion.

Aun asi una cosa si se le graba en su mente... el tiro no ha sido normal. Ha sido preciso y directo lo que implica que hay un francotirador y que el vuestro no esta haciendo su trabajo. Te mueves para poder mirar en la direccion del coche, donde esta Oscar, apartando a Leia y debido a ello, ella tambien mira en esa direccion. En lo alto de las dunas no hay vehiculo ninguno. Vuestros ojos se fijan donde hace un rato estaba el coche y de pronto lo veis aparecer a toda pastilla y marcha atras cuando la sombra de algo enorme y con forma de escorpion aparece justo detras. La pinza derecha baja con fuerza provocando un impacto directo sobre el vehiculo, lanzandolo cual peonza varios metros hasta que el vehiculo se detiene de golpe. Por si n fuera bastante con todo eso, una de esas criaturas ha decidod slair de caza nocturna y parece que vuestros dos colegas son el plato principal del menu.

Justo al lado de ellos, aunque ligeramente separado. Isaias se apoya contra el vehiculo mientras intenta respirar. Nota las costillas rozando en su interior, la falta de aire y la existencia de algo de sangre en su boca. Algo que sin duda no es un buen presagio. Sus manos van hacia el impacto de bala. Ha golpeado en el chaleco y por eso sigue vivo, de otra forma tendria un bonito boquete que le habria dejado al menos sin un pulmon. El otro golpe ha caido justo por debajo de la armadura, entrada y salida facil. Hay sangre pero no hemorragia interna. Entre toses y toses, consigue recargar su arma aunque no escucha que nadie se acerque por el momento.

La adrenalina corre por mis venas mientras Tee se aprieta contra la apred de ladrillos y las balas vuelan en direccion a los dos putos cabrones. Dos y dos. Empate. La mujer se gira con su sonrisa de siempre, picara, atrevida y como no pinchando con cada palabra que da. - Principiante... va... si ya soy un experto salvandote ese precioso culito tuyo. - Sonrio con humor. Al fin y al cabo no voy muy desencaminado, estoy seguro de que hasta podria haber hecho carrera a base de las salvadas que le he hecho ya. Pero entonces llegan los ladridos y los gruñidos, tres perros de combate aparecen en escena mientras mis manos sueltan el rifle para coger un machete largo. Tirado en el suelo y con una herida en el hombro no es que esto vaya a ser lo mio pero la voz de Tee me alerta de sus intenciones. Puta loca, una... El golpeteo de la granada contra el suelo me alerta a tiempo de cerrar los ojos, aun asi la explosion en si no ayuda. Siento todo mi cuerpo vibrar y si yo lo he sentido asi, no quiero ni imaginar lo que habra sido de Tee.

Te levantas mientras corres hacia los canes. La granada cae als eulo, tus armas listas. La explosion sin embargo es mas fuerte segun te acercas al centro de la misma. Sientes la sacudida del impacto y pierdes pie, cayendo al suelo aturdidad mientras abres los ojos. Las bestias estan atontadas, una de ellas cercana a a ti tumbada en el suelo con los ojos en blanco por la cercania del fogonazo. No ves, demasiado pero si ves la silueta alli tirada. Levantas la mano y el cuchillo se clava hasta lo mas profundo de la garganta. N siquiera le da tiempo a quejarse, muere en el acto. Te levantas, para ver como el que estaba mas alejado comienza a recuperarse. Las sombras van y vienen, los colores estan distorsionados y todo se mueve raro pero lo ves mirarte. Lo intuyes, la bestia se lanza a por ti. La ves correr, sus musculos en movimiento, preparas tus cuchillas y cuando salta sobre ti, se las clavas profundamente en el vientre... aun asi sus zarpas caen sobre tu pecho y brazos, arañando con fuerza. Abriendo surcos de snagre haya donde alcanza hasta que la vida desaparece de sus ojos y cae sobre ti, muerto. El bciho pesa lo suyo, lo apartas poco a poco cuando notas el calido aliento de la otra bestia justo detras tuyo, en tu nuca. No lo ves pero estas segura de lo que pasara en breve... cuando de pronto el ligero gruñido se convierte en uno de dolor.

Levantas la mirada apra ver a tu escoces, cogiendole del cuello y con su mahcete clavado en el corazon de la bestia. - Lo siento cachorro, pero lo de lanzar el aliento en su nuca... es cosa mia. - La bestia cae muerta al suelo mientras Shawn respira hondo mientras mira a su alrededor. hay algo de paz en este momento. No mucho pero si algo. Se oye el griterio de fondo dentro de la granja, pero nada mas.

Kiabi se puso manos a la obra en cuanto llegó al lado del hombre, por suerte no estaba a punto de espichar y colaboraba... es un coñazo intentar curar a un peso muerto, e inútil la mayoría de las veces.

Lo miraba fijamente a los ojos conforme lo toqueteaba, porque los tipos pueden intentar no moverse y hacerse los duros, pero ella sabía leer en los ojos de cualquiera cuándo lo estaba jodiendo o aliviando, sabía un rato, así que esa información de su mirada, unida a la que le daban sus dedos y algunos gestos de Shane, le hizo conseguir un diagnóstico rápido, y esta vez, el colega había tenido suerte, no había tragedia ninguna.

Ahora tocaba contestar a sus coñas, la verdad que la ponía más nerviosa hablar con el pavo que actuar en la incursión, seguramente es que lo segundo era directamente resignación y lo otro totalmente imprevisible – Queda Shane para rato, sí... – Ajustó bastante el vendaje, eso le quitaría las ganas de hablar durante un rato. Intentó no sonreír a lo que decía, pero es que los nervios no ayudan a que te comportes como estás acostumbrada, y entre eso y que se supone que tenía que ser tranquilizadora con sus paciente, pues algo si que se relajó su rostro, incluso se curvaron levemente sus labios – Así rápido... -¿qué coño iba a decirle para entretenerlo? ¿Qué había sido esclava quince años? ¿qué se había llevado una decepción enorme ese mismo día? Pues claro que no. Pero ella para hablar del tiempo tampoco servía, así que le contestó – Eres muy cargante, si hablases menos me caerías mejor....

Se esforzó en hacerle un buen vendaje de compresión tras sellar la herida, para sujetar la zona del bazo, -Aguanta la respiración- apretó que es un gusto, por su bien, para que pudiese correr cuando en breve todo estuviese más puteante, que les quedaba un buen rato y, para bien o para mal, acaba de empezar la movida. El brazo le molestaba un poco, pero eso sí que no tenía ninguna gravedad.

Voy a echarle un vistazo a Isaías -Frunció el ceño mientras se dirigía al otro herido bordeando el coche, con varias opciones para después de curarlo, ninguna segura, ni de querer hacer ni de que contribuyesen a mantener el tipo.

Joder, así que no puedo cantar goles por bateos… pues menuda mierda… Aun así, no tardaré en poder hacerlo, el sigilo no es mi puto punto fuerte y cuando todo estalle no importará ya si grito o no porque todo el mundo lo hará, ellos por ejemplo, cuando les arranque medio cráneo de un golpe fuerte en la cabeza y mis clavos oxidados se llevan carne y cerebro a su devorador paso.

Dante tapa mi boca a mi primera victoria, pero yo sonrío y me quedo calladita, lo había olvidado, sigilo, luego gritaré. Y esa terrible afirmación me hace sonreír mirando las murallas, y los perros que le indico a Andriel, esos monstruos nos han visto, aunque la explosión haya centrado los ojos de todos en el lado contrario, esas bestias amaestradas y embozaladas nos han visto.

Me encojo de hombros. Vamos avanzando, espero que Khan esté bien, pero el pensamiento no se expande demasiado, el barracón está ahí, la ventana, ese sonido extraño y violento en el que hablan estos chinos de mierda, y la muerte, la muerte llega con el fuego, la muerte está entre mis manos, y toca repartirla por doquier. Una noche, un tipo, me habló del infierno, me contó que tiempo atrás la gente creía en mierdas como el cielo y el infierno y en el infierno estaban todos los malos, los asesinos, los locos, las mujeres a las que les gusta follar, los hombres adúlteros, la gente mala. Yo estoy segura de que si existe ese lugar iré cuando muera, pero antes mandaré a unos cuantos para divertirme cuando llegue.

- ¡Goooooooooooooooooooogl! Joder, me moría de ganas por poder gritar, hasta se me ha empapado el coño y todo.

Murmuro cuando mi bate impacta contra el primer cráneo, seguido de una nana que me gusta tararear cuando entro en batalla, me aleja de todo, y solo puedo pensar en morir o matar, es una nana que amansa a la bestia, y la convierte en un propósito en sí misma.  Tengo tres hombres a mis pies que ya no se levantarán más, pero los dos hijos de puta que quedan me han cortado por todas partes, las heridas escuecen.

- Soy pequeñita pero muy puta, veeeenga, dejadme follar, os gustará mucho.

Río divertida, tomando mi bate con fuerza, la verdad nunca he sido sádica, nunca s eme ha ocurrido profanarle la puerta de atrás a nadie con esto, pero estos dos cabrones me están dando ganas de hacerlo.

No hay dolor, la nana me lo recuerda, sus cuchillos no duelen, en unas semanas serán heridas de guerra con contaré con orgullo, no hay dolor Lia, no… no hay dolor.

La cabeza de uno de ellos salta por los aires al beso de mi bate, los dientes, el pelo, trozos de carne y hueso, salpican a su compañero que parece enfadado, solamente me queda él. Otro se me abalanza, me ahostia tan fuerte que me deja mareada, aferro el bate de milagro, casi lo dejo caer. Puedo sentirlo entre las yemas de mis dedos mientras el mundo se ralentiza. Pero me echo a reír, estamos jodidas y folladas, yo conoceré hoy el infierno, he asumido que voy a morir aquí y ahora, y tan es así que me da fuerzas para llévame a todos los que pueda conmigo. No me importa el dolor, asumirá la muerte ya no me importa morir, no tengo miedo, estoy preparada para ella, ahora solo queda morir matando. Mi risa es divertida y jovial, a pesar de lo atroz que resulta estar recibiendo la peor paliza que recuerdo.

No tengo distancia para batear, me tiene sujeta contra la pared, son más grandes y más fuertes, y no tengo fuerza ahora mismo pero tengo ganas, muchas ganas, a mordiscos, arañazos rodillazos, me abro camino muy penosamente. El dolor del último golpe me recuerda algo muy importante, algo que creo que nunca he olvidado. Soy un escualo… ¿Y qué hacen lso escualos? Abro la boca, aún con la terrible sacudida eléctrica que supone tener la mandíbula completamente salida de su sitio, y muerdo con fuerza. Le devuelvo la mirada, con igual intensidad, gruñendo como un animal. Busco darles en los huevos, en la sien, en el cuello, quiero dales en algún lugar que me libere de la puta pared y me de distancia para poder utilizar el bate, solo necesito medio puto metro para ponerme a destrozar carne. Joder.

Relajé mi respiración ignorando la tensión o el ruido reinante allí abajo. Solo estaba yo y la mirilla del fusil. El propio sudor de mi cuerpo me indicaba la dirección del  viento, su velocidad… Tomé una última bocanada de aire y apreté el gatillo. Observé como el oficial que señalaba al grupo de ataque caía atrás con un disparo en el corazón. Aquello haría dudar a los soldados que intentaba organizar y les daría a los nuestros la oportunidad de atacar… Sonreí ante el comentario de Aleksander.

Pero entonces sonó otro disparo. El jodido francotirador que había subido a la torre!!! Aquel cabrón parecía bueno… Y había herido al nuevo!! Joder!! No se podía estar en todo y yo solo podía disparar a uno. Solo esperaba que el capullo de Isaias fuese lo suficientemente listo como para no dejarse matar, Traté de localizar al francotirador. Estaba bien escondido pero no tardaría en asomarse un poco más para disparar y entonces le reventaría la cabeza. Ajusté de nuevo mi respiración… Solté aire… Allí estaba… El disparo resonó de nuevo, pero salió muy desviado. Me giré cabreado hacia Aleksander.

- Jodido cabrón de mierda!!! Para que coño mueves el coche!!! ¿Te parece esto una puta brom… - pero un movimiento más brusco me hizo callar la boca de inmediato. Justo delante del todoterreno apareció una montaña de arena que poco a poco dejó ver a un inmenso mutascorpius de tonos parduscos que no tardó en fijar sus oscuros ojos en nosotros.

Alek comenzó la maniobra evasiva marcha atrás. Maldito cabrón!!! Si nos alejábamos dejaríamos vendidos al resto allí abajo, pero quedarnos quietos era un peligro. No tardé en tomar una decisión. Tras cargar nuevamente el fusil preparé un disparo al enorme bicho que nos acechaba. Las posibilidades de fallo eran mínimas y debíamos eliminar a la amenaza cercana. Esa era la prioridad!!! Y máxime viendo que poco a poco se acercaba cada vez más.

Ya iba a disparar cuando una de sus pinzas golpeo el vehículo. Aquello fue demasiado. El coche comenzó a dar vueltas de campana haciéndonos golpear de un lado a otro como peleles. Para cuando se detuvo estaba un poco atontado. Observé a Alek, tumbado sobre el volante y sangrando por una brecha en la frente. Pero un siseo llamó mi atención. Aquel bicho no se había detenido y ya se acercaba a nosotros. Con la mayor rapidez que pude dejé el rifle de franco y desenfunde la recortada. En distancias cortas, aquella hija de puta era demoledora… Para cuando estuviese encima dispararía a su cabeza, allí donde los ojos negros nos miraban con fijeza…

La vibración la hace caer al piso, desestabilizándola y aturdiéndola al mismo tiempo. Sabía que pasaría, correr hacia el centro de una explosión no era ni de lejos lo más recomendable, pero en este caso era absolutamente necesario para su desquiciado plan contra los canes del infierno. 

Abre los ojos y, medio borrosa, distingue una de las criaturas tumbada y ciega a su lado. Sin pensarlo siquiera alza la mano y le clava el cuchillo tan profundo en la garganta como su fuerza, que no es poca, le permite. Sacando el cuchillo con un movimiento impulsado por su propio cuerpo se pone de pie, fijándose en una silueta que parece recuperarse. Los colores se mezclan frente a ella, el mundo se ladea, todo está borroso y ve doble. Casi podría jurar que en vez de dos perro quedaban cuatro, y uno de ellos venía corriendo hacia ella cual toro echando aire por la nariz. Los músculos de la bestia se marcan al mismo tiempo que los de la chica se ponen firmes al tomar sus armas con más fuerza, dejándose caer hacia atrás cuando este le salta encima con fuerza para tener la ventaja y clavarle las cuchillas en el vientre. Aún así Tee no puede evitar un gruñido por los arañazos profundos en su pecho y brazos, pues el perro logra marcar un par antes de caer muerto sobre ella.

Entonces siente pasos tras su cabeza, e intenta quitarse al pesado cadáver de encima. El aliento de quien podría convertirse en su asesino se hace cercano y el gruñido de guerra y muerte que anunciaba su final de pronto se transforma en una despedida. Echando la cabeza hacia atrás, ve al pelirrojo en una posición que no podría ser más sexy ni de haberla planeado. - Vale, me equivoqué, sí podía ser más irresistible aún - piensa relamiéndose los labios con una sonrisa cuando Shawn suelta aquella frase. Si seguía así, quizás hasta se ganaba una segunda noche de sexo sin rameras.

¿Por qué no pueden ser así todas nuestras mañanas? - sonríe levantándose lentamente mientras se sacude el polvo al escuchar los gritos de las granjas - Un poco de ejercicio, mascotas adorables, apuestas y música de fondo - le guiña un ojo, ladeando aquella sonrisa a una más pícara. Sus ojos se mantuvieron fijos en los de él con una atención intensa y apasionada, acercándose a él con paso felino hasta alcanzar a rozar con sus labios el lóbulo de su oído - 2 puntos para mi, 1 para ti - dijo suavemente antes de reír en voz baja, divertida por la trampa.

Sus labios relamiendose mientras el cuerpo del perro se desinfla sin vida bajo mi peso hacen que mi cuerpo responda de una sola manera. Endureciendose a pasos agigantados y rapidos bajo mis ropas, mientras mis ojos se clavan en los suyos. Se levanta y yo hago lo mismo, unos segundos mas tarde fijandome en sus curvas y clavando mis ojos en esas duras nalgas que me vuelven loco. Sus palabras me arrancan una sonrisa mas profunda, mas lasciva. - Supongo que porque no te quedas en mi cama todas ellas. - Directo y claro. Supongo que tras todo lo ocurrido no podia perder nada de lanzarme ma aun a la piscina y esta situacion de vida y muerte lo hacia todo mas... necesario.

Su sonrisa picara me atrae aun mas hacia esos preciosos ojos suyos, cuando ella contonea su cuerpo y acerca sus labios a mi oido para soltar esa breve pulla. Mi sonrisa se ensancha de nuevo, lentamente hasta acabar siendo una de oreja a oreja, igual o mas picara que la suya mientras mis manos cogen con fuerza sus nalgas obligandola a quedarse a esa distancia mas que intima. Mis dedos se hunden en la ropa y la carne sin dar tregua ninguna mientras mis labios rozan y muerden el lobulo de tu oreja.

Tu ganaras una botella Tee... yo pienso ganar mucho mas que eso una vez esto termine. - Mis manos aprietan con fuerza tus nalgas, entrando entre ellas levemente mientras mi mirada se clava ahora de nuevo en tus ojos. - Mucho mas. - Apenas un susurro que posee demasiada autoridad y fuerza como para dejarlo pasar.