Partida Rol por web

De parocho Sao et rustico Ticio et asina sua Mera

Monegros de Urbión. Episodio I

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09/04/2019, 19:21
Yosef Pichón
Sólo para el director

Mi más sentido pésame, señora Catalina. Me pregunto quién podría querer quitarle la vida a un muchacho inocente. Y a fe que lo intentaron con denuedo la vez primera. Supongo, mi buen señor Glaucio, que el control en la entrada del pueblo buscaba evitar esta tragedia, ergo algún motivo debían tener esos embozados, algo se barruntaban en el pueblo.
Me gustaría también presentar mis respetos a la familia de Mateo, si es tan amable de indicarme dónde viven.

Notas de juego

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10/04/2019, 12:38
Elías ben Ishaq

Los gritos y los aullidos se superponen unos a otros. Sin embargo, Elías juraría que el que grita ahora como un cerdo es el propio párroco, lo que lo inquieta: su misión era protegerlo y, aunque no le haya caído simpático en ningún momento, el deber es el deber. En cualquier caso, el gigante hebreo trata de no prestar atención a lo que ocurre a sus espaldas y se concentra en acabar con el tipejo del cuchillo, que le está dando bastantes más problemas de lo esperado... además, el navarro ya ha acabado con dos, lo que le hace quedar como un inútil de nuevo, después de haber perdido en el juego de la cuerda. Elías, la edad no perdona y ese rubito podría ser tu hijo, piensa con algo de estupor.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Ataque y defensa con el dabus. Tiro daño e incluso iniciativa para el próximo turno

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10/04/2019, 12:45
Bandido

Los bandidos pelean como gente dura y sin escrúpulos, pero parecen carecer de la más mínima disciplina o convencimiento. Las agallas se les han ido perdiendo cuando han visto caer los cuatro golpes de hacha de Oier.

El que está luchando con Elías todavía confía en su habilidad con el cuchillo. Al fin y al cabo, las dos paradas que ha hecho han resultado providenciales. Sin embargo, sabe que su cuchillo a largo plazo no podrá equipararse a la maza de Elías, a menos que consiga entrar en distancia de melé y coser al hombretón a cuchilladas. Sin bajar la guardia, presto a detener con su cuchillo el ataque de la maza, comienza a arrastrarse lentamente hacia el cuerpo de su enemigo.

El hombre que sujeta a Xuxo, viéndose el siguiente en la lista del hacha de Oier y sabiéndose desarmado, decide poner tierra de por medio. Sin bajar la guardia en ningún momento, vigilando a sus contrincantes y listo para esquivar sus ataques, comienza a recular hacia fuera de la zona de cuerpo a cuerpo.

Notas de juego

4º asalto: Iniciativas y declaración de intenciones

Elías, 11: Ataque y parada.
Matón 1 (a la derecha, peleando con Elías), 12: Parada y Movimiento de melé.
Matón 2 (brazo derecho de Xuxo), 17: Esquiva y movimiento de Huida.
Oier, 19 (perdón, otra vez he tirado aunque tú ya habías tirado Iniciativa): ??
Dolça, 22: ??
Yedra, 30: ??

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10/04/2019, 14:59
Yedra Venenosa

.

   Bueno, visto que ya Oier había cortado por lo sano y que el que quedaba a su vera no tenía pinta de atacar, giro mi vista hacia el de Elías, que parece que maneja bien el cuchillo. Veamos si no tiene cuchillo que manejar... mientras me concentro y murmuro en voz lo más baja posible mi brujería veo que avanza para entrar en melé. Aunque no me deja apuntar bien, al final la suerte hace que sea el brazo derecho. Veamos si funciona todo bien.

.

- Tiradas (3)

Notas de juego

   Pues no saque la mitad (65 o menos) para escoger localización, pero la suerte ha querido que sea el brazo derecho XD, si falla la tirada de RR con -70 de malús, cuchillo al suelo y 3 asaltos con el brazo derecho inútil y el resto de competencias basadas en la habilidad a mitad de posibilidades.


   En mi turno de iniciativa, pongo el mensaje público.

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10/04/2019, 15:07
Oier Erlea

Oier descargó su hacha contra aquel hombre, que ni tiempo de defenderse tuvo, o tal vez fuese algo más que la falta de tiempo lo que impidió que usase su arma. En cualquier caso el mercenario se había metido de pleno en la batalla y no se detenía a comprender muchas de las cosas que ocurrían a su alrededor. Descargó su hacha sobre el infeliz, que terminó desplomándose con las tripas fuera. Una imagen dantesca, pero Oier no pensaba pararse, no al menos mientras durase el combate y hubiese objetivos a abatir.

Entonces, mientras buscaba rápidamente con la mirada al otro que sujetaba a Xuxo, se percató de como el cura había dejado de gritar. Miró hacia allí y vio como el padre Sao caía y Ticio mantenía un cuchillo entre sus manos no por mucho tiempo, pues fue el siguiente en ser atacado. Aquello era una locura, un todos contra todos, y Oier comprendía lo estresante que resulta estar pluriempleado. Por un lado el encargo de la vieja, por otro el del gordo sacerdote que quizás ya estuviese muerto.

Maldición, por ahí se van diez reales de plata

Pensó mientras seguía con la mirada al que soltaba a Xuxo para alejarse del hacha de Oier. En otras circunstancias no hubiese dudado en seguirle, no era necesario matarle, cuanto más colaborase mejor saldría la extirpación de las dos bolitas. Pero se debía también al padre Sao, y no era correcto dejarlo a su suerte. 

El enorme judío estaba encarado a un tipo que parecía ágil y no había tiempo para juegos, las cosas se estaban complicando por momentos y el navarro necesitaría a Elías si quería que las cosas estuviesen más controladas, y sobretodo alguien que le ayudase a guardarse las espaldas. 

Quizás pueda ir después a por esas pelotas.

Decidió dejarlo marchar, pero si regresaba no tendría tanta suerte. El mercenario cambió de objetivo y cargó contra el tipo que se enfrentaba a Elías, le atacaría por la espalda, el honor era cosa de caballeros y Oier no se consideraba uno de esos. Así que corrió hacia aquel hombre que blandía un cuchillo y esquivaba como una serpiente, aprovechó el impulso de la carrera y añadió fuerza con sus brazos para impactarle con el hacha de un modo lo más definitivo posible. Cuando el filo de su arma estuviese ya a pocos milímetros de su objetivo gritaría, era un acto reflejo mediante el cual descargaba adrenalina y le ayudaba a sumar fuerza, se contenía de gritar antes por no alertar al oponente, o en este caso más bien se trataba de una presa. 

 

-¡AAAAH!-

- Tiradas (4)

Notas de juego

* A ver si la he hecho bien esta tirada de ataque con el hacha. Narro que le ataco por la espalda, pero lo dejo a criterio del máster que es quien sabe si es posible o no hacerlo así.

Al daño se le multiplicaba por 1,5 por ser carga, según entendí. De modo que quedaría:

8 x 1,5 =12 (lo flipo)

(No te preocupes por lo de la iniciativa, no soy persona quisquillosa. Aunque intento tirarla siempre, puede que alguna vez se me olvide)

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12/04/2019, 14:59
Dolça bat Kalonymus

 

Dolça no sabía bien que hacer.  Sus compañeros parecían dominar el campo de batalla en que se había convertido el fiestero pueblo.  Nadie más se había resbalado con la grasa. El segundo tonel de vino que hubiera ayudado a apagar el fuego había sido roto por uno de los monegrinos, así que mejor se volteó con sus compañeras, las mujeres que querían evitar la hoguera para el pobre mudo, y les dijo:

Vayamos a la iglesia, a tocar las campanas, a ver si su Dios ayuda a entrar a la gente en razón.  Por lo menos que sirviera de toque de queda implícito hasta que todo se calmara, lo suficiente para que los mayores hicieran acuerdos de paz. 

¡Vamos!

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

(Te edito para desmarcar a Yosef.)

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12/04/2019, 15:40
Yedra Venenosa

.

   Pero que bruto es este chico, pienso cuando se lía a hachazos con el que quedaba delante suyo. El que queda sujetando al crío, (que a ver si se calla ya, como berrean estos crios hoy en día) sale corriendo en dicrección contraria al hacha, demostrando algo de sentido común inexistente entre los de este pueblo.

   Como sólo hay un peligro cercano, centro mi atención en el navajero, que pinta peligro al intentar superar la guardia de Elias y acercarse fuera del alcance de su arma para sacudirle un par de lindas puñaladas... no señor, eso no puede ser bueno para la salud, veamos si Elías aguanta.

   Sería un detalle muy mono que su agresor tirase el cuchillo, pienso para mí perdida entre mis murmuraciones mientras observo la escena.

.

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19/04/2019, 22:10
Director

El hacha de Oier ha derrumbado con suma facilidad dos hombres, que yacen desangrándose, y gira enloquecida buscando nuevas víctimas. En el momento en que el mercenario se adelanta para hacer un valeroso -si no temerario- ataque de carga sobre el maleante que amenaza con un cuchillo a Elías, observa (observáis todos) que el brazo del cuchillo cae, una vez más, inerme, dejando resbalar el arma hasta el suelo.

Oier no se ocupa de esto. Sin prestar atención al matón que acaba de soltar a Xuxo, ha cogido carrerilla y, rodeando al grupo por detrás, se abalanza sobre el malhechor que acaba de perder el cuchillo y el control de su brazo. El hombre intuye la llegada del guerrero, se gira y, como tiene el brazo derecho inutilizado, trata de detener el ataque con su brazo izquierdo. Su grito de miedo se mezcla con el rugido del mozo rubio. El hacha acierta, con ímpetu brutal, en el cuello del hombre. Un solo tajo, de tal potencia, que atraviesa el cuello de parte a parte, deteniendo en seco el grito. La cabeza se separa del cuerpo y el cuello escupe un chorro de sangre que empapa al gigante Elías mientras el hombre se desploma.

Elías ya tenía el golpe preparado. El dabus golpea el aire mientras el confundido hebreo recibe en los ojos el chorro de sangre. El otro malhechor, mientras tanto, ha conseguido alejarse de la lucha. Cuando ve que tanto el hacha como el dabus están demasiado lejos como para amenazarle, el hombre gira sobre sí mismo y se dispone a poner pies en polvorosa. La arrogancia con la que rompió el cráneo de un anciano ha desaparecido.

El chaval, asustadísimo, cuando se ve libre, rodeado de sangre y de temibles guerreros, mira a todas partes y dispone a salir corriendo, y utiliza su recién adquirida capacidad de hablar para repetir incesantemente "¡Socorro! ¡Ayuda!"

Dolça, por su parte, empapada del vino con el que trataba de apagar la hoguera, está hablando con un grupo de tres muchachas. Conmovidas tanto por sus ideas como por su vehemencia, las mujeres aceptan. "Buena idea," dice una, "no sabrán por qué tocan las campanas y se sorprenderán." Dolça sonríe satisfecha y se encaminan hacia la iglesia, que está en uno de los lados de la plaza.*

Mientras tanto, los grupos que recogieron a Ticio y al padre Sao han comenzado a cargar con sus cuerpos, cada grupo en una dirección distinta, gritando desesperados órdenes y contraórdenes. "Qué cuchillada, por Dios, que lo han matao." "Cuidado, sujétalo bien, que se nos cae." "Rápido, llevémoslo a su casa, hay que curar la herida." Y se alejan perdiéndose entre las sombras.

- Tiradas (7)

Notas de juego

*Si no cambia de opinión y de verdad decide ir a la iglesia, en el próximo post Dolça no estará con los demás.

Ataque de Oier. El matón intenta parar con el brazo izquierdo (-25%), pero al tratar de parar dos ataques tiene otro -25% (que he olvidado contar en la tirada). Falla la parada. Daño: 11 (8+3) x 1.5 = 16PD - 1PD (armadura) = 15PD x 2 (cabeza) = 30PV.

Menudo ataque. 15 puntos en la cabeza no los sobrevive ningún ser humano.

Ya estoy de vuelta. Por mí podemos ir volviendo al ritmo medio estable. Para eso, lo ideal sería que postearais hasta el martes a medianoche.

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19/04/2019, 23:53
Director

Al oír tus palabras, Catalina rompe a llorar desconsolada. Entre hipos y mocos, contesta:

-- ¡Nadie podía quererle mal a Álvaro! ¡Esto era un ataque contra mi marido! Yo le dije que le diera al párroco lo que quería, pero no me hizo caso y... y.. ahí lo veis, mi pobre hijo muerto.

Catalina tiembla y hunde la cabeza en su pecho. Glancio la abrazo y chista para que no llore más. Después te habla a ti.

-- Lo de las armas era para evitar desgracias, pero se hace todo los años, para evitar desgracias cuando los mozos se pelean. Nadie imaginaba esta batalla campal, no.

Como se lo has pedido, te indican dónde vive la familia de Mateo.

Notas de juego

Puf, perdona que haya tardado tanto en actualizar. A ver si recuperamos el ritmo medio. Te toca actualizar, antes del martes a medianoche.

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20/04/2019, 00:19
Yedra Venenosa

.

   Con calma, observo al que corre, es rápido el zagal, pero por veloz que sea, el pensamiento es más veloz, sonrío para mi msma y murmuro en voz baja mientras apunto a la pierna derecha.

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- Tiradas (2)

Notas de juego

   Sale a mitad de posibilidades, a la pierna derecha del que corre, por joder nada más, el combate a terminado y no pienso hacer ningún amago ofensivo, pero a Yedra le parece divertido que pueda tropezar y caerse XD.

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21/04/2019, 01:40
Dolça bat Kalonymus

 

¡Vayan ustedes! -Les dice a sus compañeras por la paz.-  Que sea un toque de queda.   ¡Yo me quedo a ver que hay con el muchacho que querían quemar!

Se va hacia Xuxo y lo lleva a lugar seguro.   Hablame de qué pasó muchacho. 

 

- Tiradas (1)
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23/04/2019, 22:27
Elías ben Ishaq

Viendo que el peligro ha desaparecido, al menos de momento, y que Dolca se encarga del niño milagroso, Elías se acerca al párroco a ver si se entera bien de lo que ha pasado y, de ser posible, salvarle aún la vida.

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23/04/2019, 23:57
Yedra Venenosa

.

   Al acabar el combate, e independientemente de lo que le pase al que corre, lanzo una carcajada histérica, luego, limpiándome los ojos de la risa, en silencio, me muevo de sitio y cambio de posición.

   Luego, con todo el sigilo del que es posible, a sabiendas que es difícil que me vean, sigo con calma a Oier, Elías y Dolça.

   - Hacía tiempo que no me divertía tanto -, pienso para mí.

.

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24/04/2019, 01:38
Oier Erlea

Elías se encaminó hacia el padre Sao, o lo que quedase de éste. Oier esperaba que siguiese con vida y viese un nuevo amanecer. No se había ceñido demasiado a su tarea de protegerle, quizás si hubiese permanecido a su lado... Pero el gordo religioso era quien había montado todo aquel escándalo, mejor hubiesen hecho retirándose a la iglesia. Pero no, para cuando aquello hubiese sido posible a Oier ya se le había encendido la sangre con las sonrisas de aquellos campesinos. Ahora seguro que no reían tanto, no les había matado a ellos, pero de haber visto como el navarro, un guerrero profesional, convertía en pasto de los buitres a los aldeanos, estaba seguro de que no tendrían ningunas ganas de reír al verle.

Además una oferta había sido lanzada y resultaba demasiado jugosa como para dejarla escapar. Con la manga se limpió el sudor y sangre de la frente Tal y como dijo el señor que nos ganaríamos el pan pensó para sus adentros sin ver blasfemia alguna. Se colgó la rodela a la espalda, no deseaba que le apuñalasen como al cura ni a Ticio, con la diestra seguía asiendo con firmeza su hacha, y con la siniestra agarró el cadáver que había dejado con las tripas fuera. Lo llevaba consigo mientras seguía de cerca a Elías, debían ir junto al padre Sao, pero los huevos de aquel fiambre tenían su recompensa.

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26/04/2019, 09:27
Director

Elías, Oier (arrastrando un cuerpo al que se le van saliendo las tripas) y Yedra deciden seguir al grupo que transporta al párroco. Se trata de unas viejecitas envueltas en pañuelos, más algún chaval muy joven. Agarran al padre Sao como pueden, pero la tarea no es fácil, porque el cuerpo del cura es muy grande. El cura escupe de tanto en tanto esputos de sangre acompañados de mugidos de dolor. Está pálido y asustado.

Según avanzáis con el improvisado grupo de auxilio (camino de la casa del párroco, imagináis), un mozo y una moza pasan corriendo a vuestro lado. "Correcorrecorrecorre", le va diciendo ella a él con un hilo de voz. Detrás de ellos, tres mozos armados con hachas y garrotes jadean ansiosos como perros de presa.

La pareja entra en una de las casas y cierra la puerta justo en las narices de los mozos. Estos comienzan a golpear la puerta y las paredes con sus armas, mientras gritan enardecidos:

-- ¡Salid de ahí, malnacidos! ¡Toñines, salid de ahí! ¡Toda vuestra familia sois unos malnacidos y os vamos a dar una lección! ¡Salid como hombres o quemamos la casa!

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26/04/2019, 09:31
Xuxo

El último agresor que quedaba vivo ha salido huyendo, las mujeres que te acompañaban corren hacia la iglesia, y los mozos de vuestro grupo (Elías y Oier) no han dudado en seguir al grupo que transporta al malherido párroco Sao. A Yedra no se la ve por ningún lado. Es decir, te has quedado sola con Xuxo.

Tus palabras y tu actitud tranquilizadora consiguen que deje de llorar y te mire aliviado. Se mueve de manera extraña, con tics en los ojos y frotándose continuamente la boca. Comienza hablar despacito, en voz baja y responde a tus preguntas de buena gana.

-- Yo no sé qué pasó, ni por qué la gente se pelea. Pero juro que he visto al padre Sao darle dinero a unos encapuchados esta misma mañana. Señora, por favor, tenéis desconfiar del padre Sao. ¡Tened cuidado! --Antes de seguir hablando, duda, tiembla con todo el cuerpo y, finalmente, se decide: -- ¡Yo he visto una vez cómo se le ponían los ojos rojos y le crecían pelos en las manos!

Mientra conversas con Xuxo, la batalla se ha recrudecido. El número de cuerpos caídos ha aumentado. No lejos de vosotros, un grupo de mozos está matando a patadas a un hombre mayor. Un poco más allá, una muchacha clava innumerables veces su cuchillo sobre el cuerpo caído de un mozo.

Notas de juego

De los PJs, te has quedado sola en la plaza. Sabes en qué dirección se fue Yosef hace un rato y en qué dirección se han ido Oier y Elías hace un momento. Por ahora, no parece que nadie se preocupe por ti o por Xuxo.

¿Qué haces? Cuéntamelo antes del martes a las 11.

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26/04/2019, 10:27
Párroco Sao

Llegáis a la casa de Sao, que está detrás de la iglesia, muy cerca de la plaza. El grupo de mujeres lo lleva en volandas hasta la cama, y vosotros entráis en la pequeña habitación detrás de ellas, ocupando mucho espacio con vuestros corpachones*. Las mujeres le quitan (entre grandes gritos de dolor) la sotana y comienzan a lavarle y vendarle la herida: un profundo corte en un costado que no deja de sangrar y que sabe Dios qué órganos habrá dañado.

Sao os ve alrededor de la cama y asiente con la cabeza.

-- Amigos, habéis venido, me alegro. --Escupe sangre y levanta una mano, como queriendo bendeciros.-- Mis temores se han confirmado, ¿veis? No hace falta que os preocupéis por mí, yo no soy lo más importante de este asunto y, si Dios quiere --tose-- todavía saldré de esta. Pero necesito vuestra ayuda.

En ese momento una punzada de dolor le quita el aliento. Sao se queda pálido y con los ojos en blanco, un chorrito de sangre resbalando por la comisura de sus labios. Parece que va a desmayarse, pero recupera el aliento y, con gran esfuerzo y entre toses, comienza a hablar.

-- Innumerables años ha permanecido cierto objeto con la Iglesia, el cual ha sido robado por ese maldito campesino. El objeto no es otro que la reliquia sagrada de Santa Cecilia, su cráneo chiquitín. Esta noche un grupo de valientes soldados de Dios —como vosotros-- intentó recuperarla, pero se han visto impedidos por los influenciados hombres de Ticio, que no hacen otra cosa que proteger al hereje en su ignorancia. ¡Hay que recuperar el cráneo de Santa Cecilia y traerlo aquí, a la Iglesia, de donde nunca debió salir! Si no, los males jamás conocidos en este mundo serán desencadenados y moriremos toooodooos.

Una nueva punzada ha dejado inconsciente al párroco, que queda estirado en la cama, respirando con dificultad, como si estuviera haciendo gárgaras con su propia sangre. Las viejecitas se arrodillan, sacan sus rosarios y se ponen a rezar con fervor.

- Tiradas (4)

Notas de juego

 *A Yedra no se la ve por ningún lado.

Sao está inconsciente. Y ahora, por supuesto, la gran pregunta: ¿qué hacéis? Las respuestas, si puede ser, hasta el martes a las 11.

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26/04/2019, 12:06
Yosef Pichón
Sólo para el director

¿Y puedo preguntar qué es lo que pidió el Padre Sao? ¿Qué quería ese hombre que estaba dispuesto a matar al hijo de su rival para conseguirlo? Y no solo mató a su hijo, mató al bueno de Mateo. Quiero saber por qué, si voy a hacer justicia contra ese malnacido quiero saber por qué.

Tanto si me contestan como si no, supongo que me invitarán a marcharme con más o menos educación.

Señor Glaucio, por favor, muéstreme dónde mataron a los chiquillos.

Notas de juego

Busco pistas, aunque sé lo mismo que nada sobre ciencia forense, jajaja.

Supongo que la clarividencia solo me permite ver el presente, no el pasado reciente, verdad?

 

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26/04/2019, 15:32
Oier Erlea

Seguía al grupo demasiado cargado como para poder ayudar a llevar al orondo cura. Además estaba convencido de que sería de más ayuda con su hacha si alguien se acercaba a rematarlo.

Pasaron los jóvenes, los que huían y los que los perseguían.

Este pueblo s'ha vuelto loco

Pensó Oier, pero no hizo gesto alguno por ayudar a unos o a otros. Siguió caminando, hacha en mano y muerto arrastrado, sorprendido de alguna forma por la violencia que eran capaces de gastarse aquellos campesinos.

Entraron en la casa del padre Sao, o creía que debía serlo. Oyer se consideraba un buen hombre, por eso tuvo la deferencia de dejar el muerto en la entrada. Dentro de la casa y a buen recaudo, sí, pero no era necesario acostarlo junto al cura. Pensaba ocuparse pronto del tema del muerto, pero antes se preocupó del vivo. Entro en la habitación. Aquellas ancianas hacían un buen trabajo y el mercenario quiso fijarse en la herida del párroco cuando la dejaron al aire.

Puede que la capa de grasa le haya salvado la vida

No quería, pero no pudo evitar, mirar algún canalillo cuando las mujeres se inclinaban. Por desgracia aquellos pechos no eran ni tan firmes ni tan turgentes como los que a él le gustaban, así que lejos de obtener regocijo se llevó una imagen que hubiese preferido evitar.

Tras la información que les había dado el padre Sao sobre la reliquia, aquel pequeño cráneo de Santa Cecilia, el navarro miró a Elías. El mercenario creía firmemente en Dios y en los demonios, y aunque no mostraba excesiva devoción a ninguno de ellos sabía perfectamente a quien prefería tener más cerca. Aquella misión parecía de suma importancia, y ahora se preguntaba si aquel judío, un infiel, sería capaz de luchar por evitar que el mundo terminase en llamas.

- Tiradas (1)
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27/04/2019, 15:40
Dolça bat Kalonymus

 

Dolça se le quedó viendo con los ojos entrecerrados al joven.  Quería saber si decía la verdad.   Su creencia en lo sobrenatural le permitía creer lo de volverse hombre-lobo, pero no se lo iba a creer de buenas a primeras. 

Eso déjame dudarlo y pensarlo un momento, Xuxo.  -le dijo mientras lo llevaba a un lugar alejado de la terrible matanza. 

Pero dime antes, ¿que hay de eso que dicen de que eras mudo antes y te curaste milagrosamente justo ahora?  ¿Qué pasa ahí? 

Todo tenía que tener una explicación, ¿o no?  -Hizo un rezo por lo bajito para que el buen Dios la asistiera. 

 

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