A Elías no le hacía especial ilusión defender a ese cura de actitud orgullosa de quién sabe qué peligros, pero esos maravedíes le vendrían de perlas y un lugar donde pasar la noche tampoco le haría mal, aunque fuera en la misma iglesia: Contad conmigo, pero decid, ¿tendríais un lugar, como dice mi compañero, donde podamos pasar la noche?
.
Al oir hablar al párroco y a mis compañeros les suelto. - Pues si hay que vigilar que no agujereen la piel a este buen mozo, - señalo al párroco, - la noche la pasaremos bien cerca de él, mal podremos vigilar que no le pase nada si nosotros estamos en un lugar y él en la otra punta del pueblo. -
.
La disputas talmúdicas fueron mis lecciones favoritas hasta que tuve que abandonar la escuela rabínica. Gracias a aquellas disputas tengo un oído especialmente sensible a las incongruencias lógicas. Lo que ocurre es que no me considero en posición de contradecir a un hombre sabio y respetado. Por esa razón, me escurro hasta ponerme cerquita de la señora Dolça y del temible Elías. Intento susurrarles mis inquietudes antes de que el cura se despida de nuestro grupo. Si no puede ser, lo diré en voz alta para todos los compañeros de viaje.
- Dice que "cree" que alguien le quiere mal, pero nos contrata por una sola noche. ¿Cómo sabe que la amenaza terminará después de esta noche? ¿Mañana ya ese "alguien" no le querrá mal? ¿O nos está contratando para cometer un asesinato? A fe mía que 15 maravedíes es poca paga por quitar una vida.
Yosef, muy buena tu duda. Espero que no sea contratar para asesinar a otro, pues ese sería pecado mortal tanto el pedir y el dar muerte así.
Explicación sería el que sabe que lo atacarán hoy, o que su potencial asesino está de visita por las fiestas, y con que libre la noche sería suficiente pues el curso de la vida los volverá a alejar.
Pero no dejemos a mi lógica suplantar la de él, preguntádselo derecho Yosef, vos mismo. Este muchacho debió seguir estudiando en la Yeshiva.
- No haré tal, buena señora, que me interesa no llamar la atención por lo que pueda pasar -respondo humildemente.
Quizás sea mi natural desconfiado, quizás el haber oído la conversación con los mozos antes del juego de la cuerda, el caso es que ya no confío de mi sombra, tanto menos del cura que nos contrata. Mi intención ahora es separarme del grupo y buscar la casa del párroco, para ver si me llama la atención algo dentro de ella. Por supuesto, extremo los cuidados, y no se me ocurriría pasear llamativamente solo por el pueblo en día de fiesta, ni mucho menos tratar de entrar en la casa si no estoy seguro de que nadie me ve.
Pero, para empezar, trato de separarme del grupo discretamente y de buscar la casa del párroco.
Motivo: Sigilo (Tratando de aprovechar el jaleo de la fiesta)
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 2 (Exito)
Motivo: Descubrir la iglesia y luego, cerca de ella (espero) la casa del párroco
Tirada: 1d100
Dificultad: 20-
Resultado: 72 (Fracaso)
Opino igual, cuente conmigo, no dejare que nadie hostil se le acerque. - Le digo directamente al hombre con tono serio, era mi primer trabajo y la primera vez que ganaría dinero, aunque no era mucho ya era algo.
-Es cierto, ¿donde podríamos dormir? - El tema del hospedaje era importante, pero viendo que el dinero le sobraba seguro conseguirnos un cuarto no sería problema alguno.
Padre Sao, si puedo preguntar, ¿porqué la protección un día debe durar? ¿La amenaza al día siguiente se va?
El jolgorio y la fiesta continúan --con bailes alrededor de la hoguera, música, risas y mucha, mucha comida y bebida--, mientras vosotros negociáis con el padre Sao.
Padre Sao, si puedo preguntar, ¿porqué la protección un día debe durar? ¿La amenaza al día siguiente se va?
El afable padre mira con una sonrisa a Dolça y contesta dulcemente y con seguridad:
- Señora mía, estoy seguro de que esta no será la última noche en que mi integridad peligre, pero vosotros, peregrinos, estáis de paso, y no puedo forzaros a quedaros en nuestro humilde pueblo.
Tras una pausa, en la que mira a Dolça y a Yedra de arriba abajo, continúa con su tono paternal y bondadoso:
- En cualquier caso, solo estos hombres fuertes que os acompañan podrían ayudarme en caso de necesidad. No os ofendáis, buenas mujeres, pero no creo que, llegado el caso, vosotras dos podáis protegerme. Me llenará de alegría que, en vez de preocuparos por mí, aprovechéis para disfrutar de las fiestas de nuestra patrona Santa Cecilia. Comed, bebed y divertíos, por favor.
Tirada oculta
Motivo: Descubrir Dolça
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 53 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: Descubrir Elías
Tirada: 1d100
Dificultad: 39-
Resultado: 76 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: Descubrir Oier
Tirada: 1d100
Dificultad: 10-
Resultado: 64 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: Descubrir Víctor
Tirada: 1d100
Dificultad: 20-
Resultado: 92 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: Descubrir Yedra
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 69 (Exito)
Tirada oculta
Motivo: Descubrir Yosef
Tirada: 1d100
Dificultad: 20-
Resultado: 53 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: Elocuencia Sao
Tirada: 1d100
Dificultad: 95-
Resultado: 27 (Exito)
Bueno, ahí va mi primer post como máster. Mi intención es mantener los dos o tres posts por semana. Para eso, necesito que me digáis qué hacen vuestros personajes antes del miércoles a las 11.
La plaza está llena de gente, vosotros estáis en un extremo de la plaza hablando con el párroco.
En el rato que lleváis en la fiesta de los Monegros, Yedra se ha dado cuenta de una cosa muy curiosa. A pesar de que los alegres campesinos trasiegan de lo lindo, las enormes cantidades de vino y comida no parecen mermar. Otra cosa curiosa es que no hay borrachos, aunque los chatos de vino suben y bajan de lo lindo.
Te separas del grupo y consigues escabullirte de la plaza sin que nadie se dé cuenta. Llegas a la iglesia y miras las casas de los alrededores, pero no hay ningún signo que te permita identificar la del cura.
- ¿Et del alojamiento? Sabe que non somos de aqui, et necesitaremos d'algún lugar para dormir.
- Contad conmigo, pero decid, ¿tendríais un lugar, como dice mi compañero, donde podamos pasar la noche?
-Es cierto, ¿donde podríamos dormir?
El cura ha escuchado complacido las respuestas de los hombres, y contesta a su preocupación común:
- Yo no tengo dónde meteros esta noche, hijos míos, que mi casa bien pequeña es. Pero por una pequeña parte de vuestra paga estoy seguro de que muchos de los habitantes del pueblo -hace un gesto abarcando a la gente que se divierte- estarán dispuestos a cederos un lugar en su casa.
.
Alejándome de los demás, en un rincón tranquilo y algo oscuro donde no se me pueda ver, saco el tarro de ungüento de bruja, tomo una dósis de la pasta verde y con fuerte olor vegetal a hierbas del bosque y me unto la nuca, la frente y los pómulos mientras murmuro las antiguas palabra que aprendí.
Siento que el poder recorre mi cuerpo, cierro con cuidado el frasco y saco el tarro de ungüento de ojos de lobo. Saco pasta suficiente para una dosis, cierro los ojos mientras con cuidado extiendo la pasta por mis párpados cerrados y murmuro las palabras que lo activan, luego abro los ojos, hasta que la luz del sol se derrame sobre mis alrededores la oscuridad no será un problema.
Luego vuelvo con los demás.
Motivo: Primer intento de Ungüento de Bruja
Tirada: 1d100
Dificultad: 35-
Resultado: 25 (Exito)
Motivo: Primera duración antes de activar el segundo
Tirada: 1d3
Resultado: 1
Motivo: Ojos de Lobo
Tirada: 1d100
Dificultad: 180-
Resultado: 67 (Exito)
Juas, a la primera, mira tu. Durante una hora mi IRR y mis PC se doblan, cuando se acerque a expirar su duración lo voy a renovar aprovechando el efecto para mantenerlo. Y lo más importante para mi la tirada del Talisman de Protección es de 120% (en vez de tirar por RR) para protegerme de hechizos o poderes de una criatura irracional de cualquier tipo.
De paso me pongo un ungüento de ojos de lobo, este durará hasta que se haga de día. Como efecto secundario, mis pupilas se han vuelto de color amarillo, por si hay algún PJ observador.
Estás brujerías las hago en privado, visto lo visto que me escama.
.
Mientras el resabiao ese del cura habla y más o menos dice "ahí os las compongais", busco un rincón discreto, que una es una mujer mayor con muchos achaques y preciso darme unas friegas para mi ajada piel y mis doloridos ojos. Ya renovada, vuelvo al grupo y me dirijo a nuestro grupo.
- Mozos, - y luego caigo en algo y añado - y moza. - Hago gestos para que se acerquen, - vengan pa'ca, que algo quiero contar, no se me asuste párroco, que ya me he dado cuenta que has alcarado que eres el que la moza que le comente busca, - sonrio y hago gestos señalando un rincón tranquilo.
.
Mi señor cura, en la defensa no basta el brazo fuerte ni el escudo. ¿Los ojos no pueden ver antes la daga que se acerca? Con gusto ayudaremos a nuestros compañeros a protegerle, pero antes debe decirnos, como qué o quienes os busca el mal?
Luego reparó en la llamada de su acompañante.
Lo pensó un poco, pero finalmente Dolça se acercó a la bruja. Con un poco de desconfianza pero más curiosidad en su balanza.
No le terminó de convencer la respuesta del religioso, aunque algo de peso en su bolsa de dinero no iría nada mal ¿En qué quedarían las ganancias tras pagar el alojamiento? -Lástima- Respondió y después chasqueó la lengua, como recalcando que realmente lo era -por esa cantidad y sin alojamiento le desvirgaria a una joven. Pero enfrentarnos a asesinos es otro cantar. Tendrá que rascarse un poco más el bolsillo.- Que dejase fuera las mujeres le parecía lógico. ¿Que podrían hacer ellas? Sabía que eran capaces de ser fieras y dignas adversarias, algunos de sus hermanos eran mujeres, aunque pocas en realidad. Pero ¿Una mercader y una anciana? Serían un estorbo. Por eso ignoró el intento de Dolca por recibir la atención y ser incluida. Malditos judíos, golen las perras et se lanzan como perros famélicos Entonces la anciana quiso revelarles una confidencia, decía haber descubierto algo. Olier estaba dispuesto a alejarse del sacerdote, sabía que si había recurrido a ellos era porque no podía hacerlo con nadie más. Escucharía a la anciana esperando a que el religioso mordiese el anzuelo.
Si quieres que haga alguna tirada dímelo o tira por mi, ambas cosas me parecerán bien. Yo no he tirado porque Olier simplemente trata de ponerle entre la espada y la pared, plantearle la realidad de su delicada situación.
Cerca de la puerta de la Iglesia, espero en las sombras a que se acerque alguien del pueblo que vaya bebido, y me ofrezco a ayudarlo para llevarlo a su casa. Con una sonrisa y con amabilidad le pregunto si vive muy lejos de donde estamos porque he quedado "para bailar" con una moza junto a la casa del cura, "por cierto, la casa del cura, ¿es esa, verdad?" digo señalando la de la derecha de la iglesia.
Acepto algo decepcionado la oferta del cura cristiano... mucho se habla de las fortunas de los judíos, pero no tengo fondos ni para pasar la noche a cubierto. Me acerco a ver qué quiere la bruja... parece una loca, pero quién sabe. De camino digo en voz alta: -¿Hay alguien dispuesto a compartir techo conmigo, será más barato que cada uno por separado, como si señores fuésemos.
Llevo a un aparte a Dolca, Oier, Elias y a quien se aproxima de mi grupo de viaje...
Si alguno más indica que se acerca, edito o si no se puede repito (mira, un pareado XD) lo que digo a los primeros.
.
En un rincón donde no se nos pueda oir, que con el jolgorio no debería ser difícil, les hablo. - Asombra a mis cansados huesos, que jóvenes como son, no le hayan dado al buen yantar y al buen beber... pero... - hago un gesto con la mano indicando a los aldeanos.
- ¿Se han fijado, que pese que comen como cerdos y beben y beben y vuelven a beber no mengua ni la comida ni la bebida? - señalo a uno del bebercio al azar, - Aquel - e indico su jarra. - ha bebido por lo menos un tonel, y no parece que su jarra esté más vacía que antes... y - sonrío, - no hay palurdos borrachos tirados por el suelo vomitando hasta su bilis, mozos, que con lo que están trasegando la borrachera que deberían tener a estas alturas debería ser monumental. Yo andaría con ojo, pues algo no es normal y no me refiero al rastrojo de cura ese. -
Me rasco la cabeza, - la noche es joven, quizás no deberían darse tanta prisa por dormir, y si lo desean y dan consentimiento; - saco un tarro que destapo, en su interior hay un ungüento pastoso de color negruzco. - puedo hacer que la noche no les sea tan oscura, - lanzo una risita. - sólo deben cerrar los ojos y dejarme hacer. Y si no lo desean. - me encojo de hombros y guardo el tarro tras taparlo. -
- En cualquier caso sólo haré la oferta una vez, o habría quien pensaría que la edad me está ablandando, - sonrío enseñando mis dientes puntiaguos mientras las pupilas de los ojos me brillan amarillentas. -
.