Partida Rol por web

Los no muertos atacaron con furia las barricadas, tratando de entrar en la Colonia. Las barricadas aguantaron la mayor parte de las embestidas, pero los zombies se amontonaban fuera. En el colegio y en la comisaría, las barricadas improvisadas resultaron vitales.

Pero necesitaban más herramientas para contener a la marea de caminantes.

Todos conocen los síntomas. Pero a Rod le resulta raro experimentarlo de primera mano. El dolor en su brazo izquierdo no
es tan agudo, es más bien frío, e irradia de sus dedos hasta el pecho. "Estaré bien", suspira antes de caer al suelo.

Ve la vida pasar ante sus ojos, y aunque lucha por su vida, su lado cínico considera que es mejor morir de infarto que de zombies.

Janet y John están abrazados junto a la ventana que da a la comisaría, y ven a lo lejos a Rod Miller. El camionero les saluda efusivamente mientras les muestra una hamburguesa enorme. No saben cuánto tiempo lleva allí, mirando... Hace poco los dos jóvenes estaban desnudos, ella contra la ventana... Quizá le habían brindado un espectáculo erótico a Rod.

- ¿Seguro que estarás bien? - pregunta John mientras termina de ponerse el pantalon.

- Si, tranquilo ya sabes que se cuidarme - contesta Janet desde la cama aun tapada por las mantas - En cuanto termine de recoger unas cuantas cosas mas volveré directamente para la colonia.

- Te llamaré por walkie desde la comisaría. Estoy preocupado por Rod, es raro que no se haya puesto en contacto desde ayer noche, con lo que le gusta hablar por la emisora - dice John mientras se acerca a la cama para despedirse con un beso.

Cuando John sale por la puerta Janet comienza a levantarse y prepararse, esta amaneciendo, hay mucho que hacer y los zombis nunca descansan.

Janet se queda mirando unos segundos por la ventana como John se aleja del Hospital con las primeras luces del nuevo día. Montado en su moto, el joven estudiante parece capaz de desafiar al mundo. A continuación, ella sigue buscando...

Y esta vez, está sola...
 

La amenaza de más zombis le preocupa a Janet. Necesitan reforzar las barreras en casi todos los sitios. Encuentra una caja de herramientas y otros utensilios que podrían valer. Entonces escucha algo dentro del armario, y a continuación otra voz.

-Sshhh, calla, no hables...

John llega a la comisaría y en cuanto entra se encuentra a Rod en el suelo, se acerca lentamente llamándolo en voz baja pero no obtiene respuesta. No se le ve ninguna herida pero uno no puede fiarse. Le toca con cuidado y comprueba que no tienen pulso pero su cuerpo aún no esta frío del todo. Seguramente habrá sido un ataque al corazón. Pobre Rob, al menos ahora puede descansar en lugar de convertirse en uno de los muertos vivientes.

Sin tiempo para lamentarse, John se pone a buscar por la comisaría algún arma que le ayude a defenderse.

Alexis continuaba en la biblioteca. Aunque intentaba centrar sus pensamientos en la búsqueda de algo útil, así como en la niña extraviada, estos pronto se perdían entre los marcados músculos de Buddy .

Se permitía estar tranquila porque contaba con la ayuda de Sparky, su fiel amigo.

Por si parte, Buddy había terminado de hacer la barricada. Se sentía feliz, dentro de lo que era posible dadas las circunstancias. Ya no estaba solo, y había conocido a una preciosa jamelga.

Arthur seguía rebuscando en el viejo colegio con la esperanza de encontrar algo útil, mientras oía cada vez más claramente el sonido de decenas de pies acercándose al edificio. "Espero que la barricada aguante..."

Mientras tanto, en la colonia, Gabriel aguantaba involuntariamente la respiración, inmóvil, preparado para atacar al primer cadáver pútrido que asomara su fea cara...

Janet pasó de puntillas por la zona del armario. Los supervivientes estaban a salvo allí de momento, y ella podría venir a rescatarlos en cualquier momento.

Mientras tanto, John comenzó a buscar en la comisaría. En el garaje, encontró un bidón de gasolina.

Thomas Heart terminó de cargar su escopeta...

Y miró a los demás supervivientes de la colonia. No estaban preparados para esto...

Un estruendo se levantó sobre los aullidos de los zombies, los trozos de cráneo y sesos mancillaron las paredes de la colonia. El cadaver descabezado cayó pesadamente al suelo. Sophie lo agarró por las piernas y lo introdujo dentro del edificio. Thomas la miró, ambos asintieron y volvió a disparar la escopeta, sonrió al ver a otro cadáver volver a su estado natural. Lanzó la escopeta a Sophie para que la cargara mientras él sacaba su colt python. Desapareció por el umbral, el silenció lo envolvió todo durante unos instantes, una detonación, después otra. Sophie se sobresaltó al ver a Thomas cubierto de sangre, pero rápidamente se dio cuenta de que no era suya. "La cacería ha ido bien"- comentó Thomas orgulloso. "Ahora sólo queda que los cuerpos le sirvan a la doctora... en el estado en el que los ha dejado". Thomas la miró entre divertido y sorprendido. "Son carroña... carroña maloliente. Parodias podridas de lo que antes fueron seres humanos...No tengo culpa de que la carne no se les sujete a los huesos, y que revienten como piñatas".

Dejaron los cuerpos en la enfermería. Thomas parecía preocupado, "Rod no da señales de vida, ¿has sabido algo de él?". Sophie negó con la cabeza, todavía no había vuelto nadie del exterior. "Cogeré la moto y volveré a la comisaría a ver si ha tenido algún problema"- respondió ella. 

El pequeño Tom la miró con los ojos llorosos mientra salía de la colonia, ella se paró de repente, se giró y le miró sonriente, le guiñó un ojo y le lanzó un beso. No le costó mucho llegar a la moto, los zombies se activaron cuando oyeron el motor de la moto rugir, pero Sophie ya estaba lejos cuando ellos empezaron a moverse.