Partida Rol por web

El sol parece haber traido la tranquilidad y la paz a DeadTown aunque es mas bien un silencio forzado, una paz contenida por el temor, el dolor y la pena que aflije vuestros corazones.

Apenas una decena de personas parece haber sobrevivido a lo que ha pasado alli y nada indica que todo haya acabado finalmente... quiza mas bien al contrario. Donde estan los muertos? Donde los indios poseidos? Que ha ocasionado todo esto? Hay quiza demasiados interrogantes que os azotan como para quedar impasibles ante todo... incluso la esperanza de que muchos de los desaparecidos puedan aun estar con vida.

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Desmond y los dos vecinos del pueblo llegaron con el alba y el horror que se les presento fue incompleto pero suficiente para hacerles una idea de lo que habia ocurrido durante la noche, mientras ellos intentaban encontrar a Bamako. Con DeadTown destrozada, varios edificios incendiados (entre ellos el saloon) y ni un panorama desolador solo lograron encontrar entre todo aquello a Live, maltrecha y magullada, junto a Marcus, el jugador cuyas ropas habian descendido de valo de una manera drastica, y un extraño indio que ayudaba a mantenerse a las dos cabareteras Susan y Sofí.

Tras revisar las heridas y ponerse mimimante a cubierto, por si acaso surgiese algun imprevisto, Desmond decidio revisar el resto de edificaciones en busca de mas supervivientes.

Tras un rato Desmond volvio con el viejo Abraham junto a el... era el unico superviviente mas de todo el pueblo... algo realmente increible aunque su ubicacion dentro de la oficina del sheriff quiza le habia salvado la vida.

Mientras todos aun estaban intentando poner en comun y asimilar todo lo ocurrido un grupo llegaba desde el norte por la entrada principal.

Tras contener el aliento y prepararse para lo peor los temores se desvanecieron al ver al Predicador encabezando la marcha, seguido por el sheriff James, el mexicano Antonio y el sureño.

Parece que finalmente el grupo se habia completado... no podian esperar a nadie mas ni parecia que fuese a venir nadie en su ayuda. Quiza era el momento de poner las piezas en su sitio y tratar de comprender todo aquello e, incluso, tratar de ponerle fin.

El pueblo ha sido arrasado sin compasión. Y de la misma manera que hemos visto, no hay rasto de los cuerpos de las víctimas. La sombra de la muerte seguramente pasó por aquí tras atacarnos. Los escasos supervivientes nos juntamos con la misma expresión en el rostro. Es en estos momentos cuando más necesitamos un guía. El Sheriff y el predicador pueden infundir en el resto un ánimo a continuar. La pregunta es: Qué opciones tenemos?

No somos muchos, quizá podríamos refugiarnos en algún fortín cercano. Pero mi idea resulta en vano si no hay monturas. Dudo que hayan quedado caballos vivos. Es más, ni siquiera se escucha sonido de insectos alguno. Esas bestias han sembrado la muerte en estas tierras. Con ganas echaría un trago, pero el local de Live ha sido pasto de las llamas. El estómago aulla reclamando alimento, no hemos comido en horas y la tensión me ha agotado. Me siento en cualquier resto que pueda usarse como asiento confiando que el líder se manifieste. Los párpados parecen pesar com el plomo. El sopor se adueña de mí cuando las fauces de un lobo se lanzan contra mí con gran fiereza. - Nooo!! - La reacción me hace caer del asiento al suelo levantando una fina nube de polvo. Trato de pasar desapercibido mientras recupero el aliento.

El sudista pasea la mirada por los restos del pueblo y el heterogéneo grupo de gente reunido;coristas , lugareños , el sheriff , el extraño indio y el predicador.Sin hacer demasiado caso al parloteo nervioso y sentido de los supervivientes analiza las posibilidades.Al cabo de unos minutos rompe su silencio y se decide a hablar.El deposito de agua sigue siendo la mejor opción, con un buen rifle y algo de comida dos o 3 personas personas podrían aguantar tiempo.Ademas destruyendo la escalera seria fácil de defender .Otra opción es el banco con sus gruesas paredes, las ventanas con rejas y es un edificio lo suficientemente amplio para albergar a los supervivientes y la comida y agua suficientes.
Se calla unos instantes para dar tiempo a la gente para que asimilen las opciones antes de continuar.Sea como sea hay que reunir munición ,armas, comida y agua .Sin olvidar algunos quinques y petroleo

El corazón de Live se llena de gozo al ver aquellas caras conocidas. Siempre le ha resultado tranquilizadora la presencia de Desmond, pero pensar en él evidencia aún más la falta de Tomas y Creight…
La pregunta muere en sus labios antes de ser pronunciada. Parece evidente que los demás se encuentran en la misma situación de desconocimiento que ella. Será mejor buscar respuestas cuando la cosa esté más tranquila, se dice, escuchando con atención las sugerencias del forastero.
No obstante, algo en ella se revuelve: Debería ser James quien tomase la iniciativa…
Sherif Hugh -dice tímidamente, abrazando a sus chicas por los hombros-, ¿qué opción cree que será la más acertada?
Live siente una terrible desazón al hablar. No puede evitar que su mente divague: ¿Qué ha sido de tu familia, James? En el fondo de su corazón la joven madame siempre lo ha deseado para ella, pero no por encima de su esposa e hijo, pues sabe bien lo que se perder a un ser querido…

- Quiza podriamos ir en direccion al Paso o a alguna ciudad cercana para pedir ayuda... el fuerte no queda a mas de tres dias de marcha a pie y el Paso, sin caballos, no esta a mas de cuatro dias... quiza... no creeis que podriamos llegar?

Intranquila, desaforada, sigue a la vera de Live mientras mira con excepticismo al resto de presentes.

Mira a los presentes y no puede evitar preguntarse que ha pasado con el resto de personas del pueblo... ¿todos han muerto? No lo ve nada factible. Quizas esos salvajes les hayan raptado para sus fines diabolicos. Luego se detiene y mira al indio... ¿quien coño es ese salvaje?

- No es factible Susan; cuando nos alejamos del pueblo en busca de Bamako cayeron sobre nosotros y nos masacraron. Logramos huir solo gracias a la ayuda del Predicador... aunque, quiza con el si pudiesemos movernos hasta un dia de camino, incluso dos, quien sabe.

Tras revisar los rostros de los demas vuelve a plantear sus dudas:

- Y este indio ¿de donde ha salido? no parece diferente de los salvajes que nos atacaron si no fuese por sus ropas coloridas y que diria incluso que ha robado. ¿Es de fiar? Bueno, supongo que al menos aun no se ha tirado al cuello de nadie ¿no?

Pobre del que sea de fiar en estos tiempos -musita Live con ironía, de forma casi mecánica-. Je.
Luego echa un rápido vistazo a sus chicas y al idio descamisado.
De no ser por él no prodríamos haber llegado los que somos hasta aquí -responde, pensando en los que quedaron atrás. El fuego, los monstruos...-. Así que sí, Desmond, parece que es "de fiar".
Live piensa en la opción planteada por Susan. ¿Debía añadir ella algo más?
Antes de pensar a dónde debemos ir tendríamos que armarnos -reflexiona-. Aunque tampoco parece que las balas sirvan de mucho contra esas bestias...

Las ideas se van proponiendo, cada medida citada más desesperada que la anterior. No en vano, nuestra situación realmente lo es. Aquellos que confían en su perícia con el arma apuestan por atrincherarse, otros menos duchos, proponen aventurarse en el desierto confiando llegar a un lugar seguro por el momento.

Evalúo las propuestas en silencio mientras los nervios afloran. La presencia de un indio pone nervioso al fornido guardián del extinto saloon. Si nos atrincheramos en el banco (ironía, salvado por el lugar que deseaba atracar), puede que las armas del Sheriff, Philips y seguro de algún otro nos mantengan a salvo una noche. Pero, por cuánto? La munición escaseará en uno o dos días como mucho. Vagar por el desierto es una muerte no menos cruel. Sin montura para transportar provisiones y obligados a llegar a un punto seguro antes de la noche, provocará insolaciones en aquellos no acostumbrados a estas duras faenas... Entonces, una idea se me pasa por la cabeza.

Me retiro el sombrero hacia atrás al tiempo que me levanto y me dirijo a todos: - Compadres, cuándo llega la próxima diligencia del correo? Viajan durante el día y van armados. Créanme, asaltar una diligencia del correo es un delito federal... - No tardo en darme cuenta de las desafortunadas palabras al ver la reacción de sus rostros. La cara de satisfacción de Philips es más que notoria - Esto... El caso es que vendrán de la población más cercana. Si fuera a llegar en breve, podríamos atrincherarnos hasta su llegada, protegerla también en el banco si llegá próxima a la noche y partir en ella cargada de provisiones hasta la ciudad más cercana, como alma que lleva el Diablo! - - Sé que no hemos solucionado el problema, pero al menos, podríamos buscar ayuda de algún regimiento y darles caza a esos "perros sarnosos" -

Busco a Live: - Señora, podría decirme si en el banco tienen telégrafo? No se imagina lo contento que me pondré si pudiéramos saber si llega la diligencia. O incluso pedir ayuda -

- Es verdad! en el edificio del poney express hay un viejo telegrafo aunque no se si sigue aun en uso!

Se anima por un momento y sigue revisando la fea herida de Susan en una de sus piernas. La verdad es que a ambas las queda poca ropa de los elegantes vestidos que antes llevaban pero aun asi estan dispuestas a seguir adelante... por las demas...Petra... Marie...

- Quiza podamos pedir ayuda para que nos socorran pronto. Respecto a la diligencia, creo recordar que viene un muchacho del poney express - sonrie al pensar en el y en sus "servicios" en el saloon - una vez a la semana por lo que aun quedan 3 dias para que llegue. Diligencia... creo que se pasara dentro de dos dias aunque podriamos verificarlo en la oficina, no?

- Es una gran noticia!. Señorita, después de Usted. LLéveme al Poney express, por favor - Desenfundo y doy cobertura a la hermosa jovencia hasta llegar al citado edificio, que espero siga en pié y operativo. El día comienza a cobrar cada vez más vida con la manifestación del Sol más patente por momentos, renovando los ánimos. Durante el trayecto, mis ojos no pueden reprimir alguna mirada a las piernas de la muchacha. Ándale cómo se ve la lupita.

Reconfortado por la presencia de más gente, me relajo un poco. Parece que estoy mejor ahora que sólo...aunque ese indio...no se, no pudo quitarme de la cabeza lo que hicieron sus hermanos.
Miro al saloon, pienso por unos momentos, y sin darme cuenta, pienso en voz alta.
Puede que haya alguna botella de whisky intacta ahi dentro...

Reimond asiente ante las acertadas palabras del mejicano si bien sonríe por lo bajo cuando este menciona lo del delito federal.Por la boca muere el pez. Masculla entre dientes.Sigue al mejicano con la mirada sabiendo que no hay prisa y que no tiene donde escapar.Deberíamos de repartirnos las tareas por parejas;así que yo iré a buscar al almacén a ver encuentro escopetas , munición y algo de dinamita.Si no quedasen allí peinare la cárcel y el resto del pueblo,¿quien me acompaña?.

Observo al resto de los supervivientes, silencioso y callado. No dejo traslucir el arrepentimiento que desde que entramos al pueblo ha ido llenando mi mente. Tenía que haber venido antes... a buscar a mi esposa y mi hijo. No dejo de verlos rodeados de esos abominables salvajes mientras gritan pidiendo auxilio.

Y yo mientras tanto en el rancho... 

Antes de partir mi opinión sobre los indios era distinta a la de ahora, tengo que hacer esfuerzos para no saltar sobre él y ponerle la punta del cañón de la pistola en su boca y volarle los sesos mientras grito "Venganza" por todo lo que esos malnacidos nos han hecho. Me hierve la sangre. Tenía que haber venido antes...

La serenidad y firmeza que acostumbro a portar como armadura es frágil. Demasiado frágil y ni tan siquiera el alivio que siento porque Live haya sobrevivido, ni sus palabras aludiéndolo como defensor, pueden ensombrecer mis pensamientos.

El pesar y el odio me corroen, pero sigo siendo el sheriff y me aferro a mi placa con fuerza, a mis ideales... a mi ética que poco a poco se va desmoronando como un castillo de naipes que arrastra el viento.

Tenía que haber estado aquí cuando atacaron.

Es posible que un pequeño destacamento de soldados vengan en unos días, mandé un aviso debido a los problemas que estábamos teniendo con los indios. - no es completamente verdad, pero por el momento siento que es lo que debo decir. - Sin embargo no está de más que avisemos de la nueva situación.

Y será mejor que alguien acompañe a Reimond, coged alguna carretilla para llevar las cosas.

Mantened los ojos abiertos y las armas preparadas, por precaución. - luego miro al indio y le señalo - Tú y yo vamos a hablar largo y tendido sobre lo que está pasando. Tienes que tener una idea mucho más exacta que nosotros, y quiero saber porqué está ocurriendo esto... quizás haya algo que se pueda hacer además de esperar a que vengan por nosotros.

La situación es peor incluso de lo que el predicador había imaginado. El mismísimo Satán debe de estar regodeándose y riendo a carcajadas en su trono de calaveras, allá en las abominables profundidades. A pesar de todo, un puñado de personas ha sobrevivido a la destrucción pero, ¿qué pasará la próxima noche?

El predicador escucha las palabras de los otros con la cabeza gacha y una expresión de fiera determinación en la cara. Por fin, interviene.

-Esperemos que el telégrafo funcione. Pero, si no es así, deberíamos, como bien decís, recoger provisiones, municiones y fortificar el banco. -El predicador se cambia de mano una cruz de madera, que medirá unos treinta centímetros, y que los observadores conocerán de haberla visto sobre el altar de la iglesia. -Pero no debemos tan solo esperar. Quizás sería buena idea preparar una expedición hacia el pueblo más cercano, con algunos hombres bien preparados. Por si la diligencia no llega y no hay telégrafo.

Denspec se coloca el sombrero y dirige su fría mirada hacia el indio, esperando que conteste al sheriff. 

El sheriff. El sheriff ha perdido a su familia y podría quebrarse como una rama seca a la más mínima presión. Cuando llegue el momento, Denspec piensa que tendrá que intentar acompañarle en su dolor, ofrecerle un atisbo de esperanza en medio de la oscuridad. Pero sabe muy bien que el sentimiento de pérdida y la culpabilidad, ni siquiera habrán comenzado a aflorar. Sí, sin duda Satán tiene motivos para estar contento. Pero él no va a rendirse, no le va a fallar a su rebaño.

Live mira al sheriff y en su rostro ve todo lo que necesita: ¡Marie y el bebé no han sobrevivido!
Sabe que por dentro se encuentra destrozado, pues ella ya ha vivido lo que es perder a quien se ama. Pero también comprende cuánto necesitan los supervivientes una figura de autoridad como la suya. James no puede desmoronarse, ¡no ahora! Live sólo espera que él también lo comprenda y que sea capaz de aparcar a un lado su corazón para concentrarse en seguir adelante.
Yo iré con el señor Timberland, el párroco y las chicas a por víveres -declara, tomando algo de iniciativa-. Si conseguimos atrincherarnos, hasta que llegue el destacamento, necesitaremos comida y bebida para un par de días -señala.

Denspec asiente pero después se quita el sombrero negro y se frota la frente con fuerza, para aclarar sus ideas.

-El banco no es el lugar más seguro. Tampoco ese depósito de agua.

Mira a los otros con sus fieros ojos azules, en los que no hay cabida para la duda o las sombras.

-Construí la parroquia con mis propias manos, y el Señor ha querido consagrarla con su presencia. No habrá sitio más seguro cuando caiga la noche.

El silencio que sigue, le da más peso a sus últimas e inquietantes palabras. Entonces, mira a los otros hombres de la partida que buscó a Bamako. -Vosotros lo visteis. -Sonríe con alegría palpable.-Lo sentisteis. El Señor estaba con nosotros, a pesar del mal que ensucia estas calles, que amenaza nuestras vidas y encoge nuestros corazones.

Hace una pausa y alza la voz. -Lo visteis y lo sentistis, por eso sabeis que el Señor de los cielos prevalecerá sobre el mal una vez más.

Antes de que os hayais puesto en marcha el Predicador anuncia su idea y, por un momento, sus palabras calan en vosotros y sentis un calor que os reconforta. Su casa, la de Dios, parece haber prevalecido del ataque de aquellos posesos pero... podra aguantar otra noche mas? Las dudas os asaltan pero antes de que llegueis a reaccionar para debatir esa posibilidad es el indio quien decide aportar su granito de arena...