Partida Rol por web

"El magnifico (y unico) Saloon "Red-Skin" es un gran edificio de dos plantas finamente decorado donde se puede conseguir habitacion, beber y divertirse y disfrutar de los placeres de la carne... todo por un modico precio."

El Red-Skin se prepara para un nuevo dia de trabajo mientras las campanas de la iglesia resuenan en la lejania. La noche fue demasiado larga y ahora Tom se afana en limpiar los restos de la misma, fregar vasos y colocar las sillas con la ayuda de Desmond mientras que las chicas comienzan a despertarse y se acicalan para el trabajo y los invitados aun descansan, en su mayoria, en las habitaciones que Live y David tienen habilitadas para ellos (tan solo cuatro y ocupadas un par).

Ya son mas de la una del medio dia... en breve los fieles, vaqueros y demas pueblerinos, comenzaran a llegar al Saloon para echar un trago, comer, o simplemente distraerse un poco antes de continuar con su vida diaria.

El unico que aun queda en el vacio local es el viejo Abraham que yace durmiendo la borrachera del dia anterior sobre una de las mesas del fondo... como es habitual...

Hace unas horas que ya te has despertado y te han traido tu ropa desde la lavanderia (un niño chino con el que siempre tienes un detalle y que parece dispuesto a conseguirte cualquier cosa y en cualquier momento). Tras acicalarte con tranquilidad has podido observar por la ventana como la gente comienza a salir de la iglesia y toda DeadTown parece despertar.

Mientras te sirves otra copa de bourbon echas otra ojeada a la calle principal pero no parece que nada te llame la atencion. Este pueblo es bastante tranquilo y, aunque apenas llevas en el un par de dias, bastante hospitalario con sus forasteros.

Tu idea cuando viniste aqui era descansar un poco y huir de ciertos problemas de juego que habias tenido en el Paso con gente poco recomendable y, la verdad, es que tampoco te ha ido mal... los pueblerinos de aqui son lo suficientemente palurdos para sacar tajada de ellos y la señorita Boree y sus chicas son muy simpaticas y guapas como para desperdiciar la oportunidad de disfrutar de sus encantos.

Con un suspiro acabas tu copa... es buena hora para comenzar el dia de trabajo...

El trabajo en el Saloon parece nunca acabar... Te hubiese gustado ir a la iglesia hoy pero ayer hubo algunos problemas con un vaquero borracho que golpeo a una de las chicas y, ademas, alli hay siempre mucha gente que no te tiene en demasiado aprecio (a parte de que ver a la mujer del Sheriff no es algo precisamente "comodo").

Con resignacion te terminas de ajustar el corse frances y prepararte cuando ya escuchas la voz de David bajando las escaleras y preparando todo para que los sedientos pueblerinos puedan gastar su poco dinero y saciar sus apetencias.

Es otro dia caluroso de polvo y arena pero algo te dice que hoy sera diferente...

Live prepara con minuciosidad su  ropa y la de las chicas. Ayer los ánimos se caldearon demasiado, algo común en el "Red-Skin", pero hoy el espectáculo será ligeramente más decoroso de lo habitual, hoy es el día del señor.

Por supuesto, Live sabe que los hombres que van a su local quieren ver carne, y así será, sólo que con un poco más de estilo:

¿Blanco? -preguntan las chicas sorprendidas-. ¿Vestidos blancos?

Con ribetes y lentejuelas negras, ¿no os gustan? -Live estira uno y lo mira con atención: ligero y ajustado, con mucho escote, pero de color claro y faldas largas, abiertas a un lado-. Los recibimos ayer. Conservarán este color para un par de espectáculos, que únicamente se celebraran los domingos. Luego los mandaré teñir. No os preocupéis.

Mira el vestido con gesto extraño y se acerca para verlos mas de cerca:

- No son muy bonitos...

- Pues a mi me parecen preciosos!

Me muevo hasta la cama y me lo pongo por encima antes de comenzar a desnudarme y a prepararme para el espectaculo.

- Ya sabes Live que hoy no habra mucho lio... por lo menos hasta que los hombres aparquen a sus mujeres en casa y puedan tomar algo jajajaja Supongo que podriamos empezar el espectaculo ya entrada la tarde y mientras disfrutar un poco no?

Sonrio maliciosamente mientras me mordisqueo el dedo indice.

Disfrutad vosotras que podéis -sonríe Live, haciendo caso omiso a la tentativa de Susan-, yo tengo mucho que hacer y David me espera.

Lentamente, se aproxima a la salida del dormitorio.

Por cierto, espero que hoy cuidéis, entre todas, de Sofí. Ayer se llevó un buen susto.

Antes de marcharse, se acomoda los pechos en el ajustado corsé. Luego, se aleja meneando las caderas de forma intencionada.

Desmond se acerca al durmientre Abraham que le sacude con cierta suavidad para despertarle. Abraham es un cliente habitual... desde que perdio a toda su familia en un ataque de los indios a su rancho de las afueras ha intentado ahogar sus penas para olvidar y parece que todo en su vida ha perdido sentido.

De repente las puertas del Saloon se abren y entran dos forasteros...

- Si Señora...

Me acerco a Sofí y me lanzo sobre ella juguetona para quitarla la ropa y aprovechar para divertirnos un rato y romper el silencio que se ha formado al recordar el incidente de ayer...

Sales de la habitacion y te mueves por el piso superior hasta el comienzo de las escaleras de bajada al local donde Desmond esta intentando despertar a Abraham, Tom sigue limpiando detras de la barra y David acaba de llegar y esta apoyado frente a el. Nada mas escuchar tus pasos cuando comienzas a bajar David se gira y se te queda mirando. Sigues teniendo claro que el pobre esta perdidamente enamorado de ti aunque tus negativas sobre el tema sean continuas... aun asi el parece no ceder nunca.

Mientras continuas bajando las puertas del Saloon se abren y entran dos forasteros que nunca antes habias visto.

Uno de ellos es un andrajoso mexicano, pequeño y regordete, que anda como los patos y su olor apestoso llega hasta ti. Parece un vagabundo o quiza un buscalios... el otro forastero te pone mas nervioso pues parece un pistolero aunque viste con ropas de militar surista. Aun asi se mueve elegantemente, es alto y nervudo y sus ojos grises y su mirada aguileña deja entreveer que es un hombre educado pero peligroso.

Desmond tambien se percata de ello y se estira dejando al viejo Abraham tumbado aun sobre la mesa (desde que perdio a su familia en un ataque indio a su rancho de las afueras el pobre viejo siempre esta borracho y ha perdido las ganas de vivir...).

David les mira y apoya su mano en la cadera, cerca del revolver.

Un mexicano desaliñado, andrajoso y que parece haber recorrido todo el desierto a pie, entra en el Saloon, que se encuentra casi desierto, y se mueve hasta la barra seguido de un caballero de uniforme surista, alto y nervudo, con mirada aguileña y el resonar de sus espuelas sobre la madera. Este segundo forastero se mueve con seguridad y altivamente, como si un caballero sureño se tratase. Ambos llevan sus revolveres al cinto y llegan hasta la barra pero antes de que el mexicano pueda llegar a hablar es el surista el que lo hace:

- Una habitación con vistas a la calle principal y que alguien se ocupe de mi caballo.No quiero que nadie me moleste bajo ningún concepto.

Hay un barman en la barra que se encontraba limpiando los vasos. Este mira a un caballero bien vestido que estaba apoyado del otro lado de la barra y que no ha quitado ojo a los recien llegados. Este asiente y hace un gesto de saludo a ambos pero aun no dice nada.

En el fondo del local hay otro hombre, un negro bien vestido que se encontraba junto a un borracho dormitando en una mesa. El negro no va armado pero tampoco quita ojo a los forasteros.

Sin embargo, lo que mas impacta a los recien llegados, es que una hermosa dama, impersionante en sus andares y elegante en su vestido escotado de corte frances, descienda por la escalera del segundo piso hasta el local.

Miro a los recien llegados y luego me giro hacia David. El parece estar de acuerdo en ello pero luego vuelvo a mirar a los forasteros y veo sus armas. Desmond esta con Abraham pero tambien se ha dado cuenta asi que espero un segundo antes de responder al surista.

- Por supuesto... sera un placer poder complacerle en ello caballero. Eso si, debo avisarle que no estan permitidas las armas mientras se encuentre en el local por lo que, o bien puede dejarlas en la habitacion, o bien nosotros podemos dar cuenta de ellas. No se preocupe porque este es un local respetable y el sheriff se encarga de que todo este en orden. - miro al mejicano andrajoso y no repito mis palabras, ya lo habra pillado.

- Seran 3$ al dia por esa habitacion, es la mas grande. Si quiere que alguna chica se pase por ella seran otros 4$, y puedo llevarle una botella de whisky por otro dolar mas. Tambien puedo prepararle un baño en el local del barbero por otros 2$ y avisarle cuando este todo preparado.

El establo y la comida para el caballo sera otro dolar mas al dia.

Espero un poco apoyado en la barra mirando a los recien llegados.

Parece que va a ser un buen dia, ademas noto que hoy me va a acompañar la suerte.

Me pongo el pie, y tras comprobar mi peinado y estirarme el traje recojo mi revolver, listo para dirigirme a dar un paseo y tomar el aire. Antes de salir compruebo mis bolsillos. Mi baraja, la otra baraja, billetero, reloj. mi pequeño derringer... todo perfecto, solo me falta rematar mi pulcro aspecto con un afeitado, hace un par de dias que no me afeito y la sombra de la barba comienza a hacer presencia. Me dirijo a la puerta del saloon mientras me despido con un hasta luego y encamino mis pasos hasta la Barberia

Estaba compeltamente dormido, cuando alguien me despierta. Levanto un poco la cabeza, y veo que es Desmond.
Sin decir nada, vuelvo a apoyar la cabeza en mis antebrazos cruzados que me sirven de almohada, y suelto un:
Dejame en paz...

Tras prepararte adecuadamente sales de la habitacion y la cierras antes de girarte para encaminarte por las escaleras del piso superior a la parte baja del local. De repente escuchas una risa que ya conoces de sobra y ves a una de las chicas, Susan, con un vestido blanco con bordado realmente espectacular, que te mira y te sonrie.

- Esta usted muy guapo Señor Timberland, como siempre.

La puerta en frente de la que se encuentra es la de otra de las chicas, Sofí. Parece que dentro estan el resto de ellas pero antes de que puedas decirla nada Susan entra denuevo en la habitacion, eso si, dedicandote una gran sonrisa picarona.

Tras aquello te encaminas a las escaleras del local y te percatas de que ya hay algo de jaleo... Live, la dueña, se encuentra terminando de bajar las escaleras. En una de las mesas mas alejadas del local se encuentra Desmond junto al viejo borracho de todos los dias, un tal Abraham y, en la barra, esta David Creight, el codueño del Saloon con Tomas, el barman y dos forasteros recien llegados:

Uno de ellos es un mexicano cochambroso y lleno de mugre y el otro es un exmilitar surista con ropajes oscuros que se mantiene en la barra... sin duda ambos buscan habitacion.

Aun nadie se ha percatado de su presencia...

Live se coloca junto a Creight, bien tiesa, sacando pecho. Como diciendo “aquí mando yo”, pero buscando el amparo de su socio.

Tomas habla con soltura sobre los precios a los forasteros, sin dejarse intimidar por el aspecto del pistolero sureño, y Live le sonríe con aprobación: ¡Ese es mi chico! Le encanta cuando sus muchachos demuestran su profesionalidad. Live confía plenamente en ellos.

Desmond se encargará de sus monturas, caballeros -dice, haciendo un gesto al enorme moreno-. Pero las habitaciones aún no están listas. Tomas les servirá lo que gusten mientras esperan. Ya conocen las tarifas.

Live camina hacia los dormitorios, de nuevo; pero, esta vez, contoneándose mucho menos que al descender. Debe informar a las chicas de que han de terminar con “sus juegos” y recogerlo todo de forma inmediata.

Vaaamos, Abe. No seas remolón, hombre. Ha amanecido, y tenemos que adecentar el sitio. Si no quieres ir hasta casa, puede echarte a domir en el camastro, a la parte de atrás. Duerme la borrachera y despejate. Si quieres, te aviso para la hora de la comida.Desmond sonríe.

Venga, se bueno, hermano...