Partida Rol por web

Aprieto los dientes para ignorar el dolor  y disparo 4 veces , una por cada oponente empezando por Antonio.Para no ser real duele demasiado  asi que por si acaso os mato y luego me planteo  si existís o no.

Viendo a Antonio bien aferrado por sus compadres sujeto el revolver con firmenza y esbozo una sonrisa triunfal.

- Creo que ya no eres tan valiente... pensaste que esta basura te ayudaria? Ahora me pertenecen, igual que me perteneceras tu!

Apunto con el revolver y apoyo el cañon en su frente esperando que los demas no le suelten, luego lo retiro, aferrando el arma por el gatillo y golpeo con todas mis fuerzas con el hierro contra la cabeza del mejicano.

El golpe es brutal y la cabeza esta a punto de estallarte haciendote rodar por el humedo suelo de la cueva hasta chocar contra una pared tras de ti.

Extrañamente tus compañeros han desaparecido de la cueva, apenas puedes abrir los ojos y sientes la calida sangre resbalar por tu frente... sin duda una buena brecha...

Philips te mira y sigue sonriendo con esa mueca estupida que escuece mas que cualquier disparo. Te sientes destrozado, abatido, malherido... pero vivo.

El sudista avanza hacia ti con la clara intencion de hacerte sufrir, morir lentamente, bajo sus manos. Cuando esta a tu lado te paeta la cara con su bota y vuelve a arrojarte al suelo con un par de dientes menos y la boca sabiendote a sangre.

Rie. Enfunda su revolver y vuelve a acercarse...

Giras sobre ti mismo desde el suelo y comienzas a disparar una y otra vez mientras tu mano jala el gatillo y los fogonazos del revolver inundan la sala. Otra vez te adelantas al resto de los bandidos que te rodean pero extrañamente las balas no solo no impactan a los secuaces de Antonio sino que estos desaparecen en cuanto los disparos se dirigen hacia ellos.

Antonio, por el contrario, recibe el impacto del disparo en un hombro y retrocede antes de disparar su arma contra ti. Su disparo es preciso, quiza no tanto como el tuyo, pero, pese a impactarte en el hombro derecho y comenzar a sangrar, parece que ha sido un "rasguño" que no te causara mas problemas.

5 disparos realizados y solo una bala en tu tambor...

Antonio parece saberlo.

El silencio lo embarga todo y vuestras miradas se cruzan.

- Parece blanquito que te queda solo un tiro en ese viejo hierro... y... veamos... a mi aun me quedan otros 4... ¿te sientes afortunado?, yo creo que no, que vas a morir como la sucia rata que eres, en el suelo, ensangrentada y cosida a balazos.

Amartillo dispuesto a acabar con la vida de esta cucaracha.

Live y James avanzan por el tunel lleno de nichos, hasta que un ruido los alerta y, surgidos de la mismisima roca, aparece Maria, la esposa del sheriff, y su hijo Paul.
Incluso muerta, ¡María es bellísima! No obstante, sus palabras se encuentran envenenadas. Live no puede creer que la dulce mujer de su amado sheriff esté dicendo cosas tan horribles...
No la escuches, James -suplica la joven, haciendo oídos sordos a las acusaciones de María-. Esa no es tu esposa. Ella jamás diría cosas tan terribles.
De la boca del apuesto Hugh surgen un sin fin de alagos para la madame, que desarman a Live... Ahora no se siente risueña o vivaz. El mal de este pozo de perdición, los acontecimientos que han destruido su hogar y asus amigos... La hacen sentir demacrada.
Pero, a pesar de todo no puede evitar sonreir...
Hugh habla con sabiduría.
Debemos seguir. Sí
Live toma la mano del Sheriff y cierra sus oídos a las acusaciones de la difunta esposa de James.

Siento las lagrimas caer por mi rostro y como nuestro pequeño comienza a llorar.

- Tu... tu nos abandonaste cuando ellos llegaron... pe... pero nos dejaron en paz. Mientras que los demas morian y eran devorados El nos dijo que nos mantendria a salvo y no nos pasaria nada... y... cumplio. Ahora apareces, sano y salvo, con tu ramera del brazo y diciendo que ya no me quieres, que no quieres a tu hijo, sangre de tu sangre! MALDITA SEA JAMES, ES QUE NO TIENES NADA AHI DENTRO!!?? o es que solo piensas en calentarte la poya con esa puta?!

Me aparto de ellos intentando apaciguar a MI niño y sollozo, es demasiado para mi.

- El tenia razon, me lo conto todo y me dijo que asi seria... vete, vete con ella... no quiero verte jamas, JAMAS! ojala tu y esa furcia os pudrais en el infierno.

Maria desaparece entre las sombras, tan sorprendentemente como habia aparecido en la cueva, aunque aun podeis sentir sus lloros en lo mas profundo de esta.

Casi al momento una risa sardonica os atormenta y una sombra negra comienza a tomar forma entre la tenue luz de la estancia. No es mas que oscuridad, niebla quiza, con silueta humana que se contonea y tilila como si cada parte de si misma fuera otra cosa. Finalmente una voz ultraterrena satura la cueva:

- Bien James, deberia darte las gracias... al fin tendre un hijo para volver al mundo de los vivos sin tener que corromper cuerpos ajenos. Sera un placer poder empezar denuevo, bajo el manto de tu esposa, hasta que llegue el momento... creo que solo por eso os tendria que recompensar pero, quien sabe, quiza ronde por tu cabeza acabar con ellos, matar a tu mujer e hijo, y eso no es cristiano ni esta nada bien, verdad? Por eso he decidido acabar con vosotros, al igual que he hecho con vuestros amigos, bajo esta gran prision que los Arakuas crearon hace largo tiempo...

...que ironica es la vida humana. Aquella gente que lucho para encerrarme tambien ha sido la culpable de mi liberacion... dad nuevamente las gracias a vuestro amigo indio si volveis a verle...

Ahora debo marcharme... disfrutad de lo poco que durara vuestro romance.

La sombra se deshace en mil pedazos y desaparece por los alrededores. Os mirais un momento mientras Live aferra la mano del sheriff y entonces todo empieza a dar vueltas a vuestro alrededor.

Cuando volveis a abrir los ojos parece como si hubiesen pasado años, sin embargo seguis en el tunel, avanzando por la oscuridad con el Predicador por delante vuestro. Es extraño pero diriais que el tunel comienza a ver el final...

El golpe que Antonio recibe con la culata le hace temblar todo el cuerpo. El impacto ha sido brutal. La vista se le nubla, mareado y confuso, el mexicano pierde momentáneamente el equilibrio al tiempo que sus piernas pierden fuerza para sostenerle y cae al suelo pesadamente. Nota la tibieza de su propia sangre sobre el rostro, la brecha de su cabeza debe ser profunda. El sudista debe estar divirtiéndose y masculla palabras que Antonio no es capaz de percibir con claridad por el aturdimiento. Su rostro encuentra el húmedo y frío suelo de la cueva.

Una patada llega sin previo aviso sobre su cuerpo doblándole de dolor. El cuerpo de Antonio queda encorvado sobre la piedra. Pero el mexicano ha vivido muchas experiencias, algunas de ellas crueles, y ello le ha llevado a forjar un instinto de supervivencia al que pocos humanos serían capaz de soportar. A pesar de perder las fuerzas y de casi entrar en la inconsciencia, conserva un resquicio de sagacidad oculto en alguna parte de su aturdida mente y elucubra un plan de respuesta. Su mano, aprovechando el movimiento de la patada recibida, se ha armado con el cuchillo que guarda en la bota. Pero no actúa, no aún, permanece con el cuchillo escondido esperando el momento oportuno. Sabe que ello tendrá un precio y en efecto, Philips le patea el rostro castigándole la mandíbula rompiéndole dos dientes para después agarrarle con intención de arrojarle. En ese instante, el mexicano trata de usar su última carta y se empeñará en producirle un corte en el cuello realizando un movimiento horizontal lo más rápido que le permitan sus afectados reflejos.

Creo que te voy a matar gratis , bueno en realidad  cobrare por tu pellejo aunque lo disfrutare mucho.Levanto el resolver y disparo mi ultima bala  .

Live soltó la mano de James aturdida. Pensaba que la visión de María y el pequeño no había sido mas que una ilusión, pero tras las palabras de la mujer... ¡No, no podía ser cierto!
James -susurró débilmente, cuando la mujer desapareció nuevamente-. No puede ser cierto, ¿no?
La madame sentía como sus propios sentidos la estaban traicionando. Ya no sabía lo que creer. Qué era real y qué no...
Debemos detener esto -dijo, sin demasiada convicción. ¿Matar al niño? ¡No, no podemos!
Hay que acabar con ese ser -declaró, no obstante.

El sudista se aparta, rodando por el suelo antes de disparar su ultima bala. Los disparos de Antonio se truncan cuando el proyectil atraviesa su frente y destroza su cabeza, reventando sus sesos limpiamente y haciendolo retroceder hasta chocar de espaldas con la pared.

Un grito ronco surge de su garganta y una sangre negruzca surge a borbotones por la herida hasta que su cuerpo parece deshacerse en millones de sombras que se pierden por toda la cueva.

Cansado, sin municion, pero vivo, Philips empieza a notar como la cabeza le da vueltas y esta a punto de perder el conocimiento. Cuando vuelve a abrir los ojos se encuentra nuevamente en el corredor de la cueva, con el resto de sus compañeros delante y tras de si, como si todo hubiese sido un sueño... es extraño pero diria que estan llegando al final del tunel...

Parece que la suerte no esta de tu parte. Aferras el cuchillo preparandote para asestar el golpe definitivo a tu atacante pero este golpea primero, con mas fuerza, mas rapido, y no solo te derriba, doblandote por el dolor y sientiendo como los pulmones quieren salir de tu pecho, sino que tambien hace que el cuchillo caiga de tu mano al suelo.

Philips te mira sonriente y te pisa el cuello apretandolo contra el suelo sin que apenas te queden fuerzas para resistir.

- Maldita cucaracha - le oyes mascullar.

Sientes como la respiracion empieza a fallarte y notas el crujir de tus huesos bajo su peso... parece que esto se acaba...

Despues todo se vuelve negro.

Confuso y aturdido no podía decir una sola palabra. No podía ser verdad, pero ¿y si lo fuera? Nada cambiaba el plan... había que eliminar el mal, incluso si había tomado a mi hijo con él.

Esto no podía ser más que una pesadilla, pero por más que me pellizcara no lograba despertarme.

La determinación volvió a mi mirada.

Lo haremos.

Como si de una eternidad se hubiese tratado finalmente comenzais a ver el final del tunel y como se ensancha hasta formar una gran estancia iluminada debilmente por la luz que se filtra desde el techo de la misma (o quiza sean las luces de los muertos que os acompañan).

Sea como fuera una vez en ella os dais cuenta que ni Antonio ni el indio, Ichii, estan con vosotros... pero.. como? el pasillo no dejaba apenas sitio para moverse!

Confusos revisais los presentes... parece que alguno de vosotros tiene mas heridas, esta mas cansado o parece demacrado como si mentalmente hubiese sufrido en estos ultimos minutos. Lo que os recibe alrededor tampoco os da demasiadas esperanzas.

Alrededor de la cueva, en todas las paredes cercanas e incluso colgados del techo, veis los cuerpos casi consumidos de vuestros amigos y vecinos de DeadTown. Estan envueltos en una especie de costras que les mantienen "aprisionados" pero esta claro que sus cuerpos han sido drenados como si del agua de un estanque se tratase. Muchos de ellos son solo huesos y ropas, otros pellejos y los mas afortunados parecen haber pasado meses sin comer o beber.

Hay al menos una veintena de cuerpos por todo vuestro alrededor.

Tras esta vision tan horrible os sentis un tanto indefensos pero rapidamente os llama la atencion un nicho abierto en la roca, limpio y con inscripciones alrededor, en la misma piedra. Dentro hay un cadaver de huesos que parece tan antiguo como la propia cueva, con los brazos cruzados sobre su pecho y con unas cadenas rotas que parecian aferrar sus muñecas y tobillos (y que ahora han quedado como si de joyas baratas se tratasen).

En la estancia no parece haber nada mas...

A alguien le sobran  balas ?.Pregunto mientras examino el tambor vacío de mi revolver  cuando percibo la dantesca escena.Sin ni siquiera esperar la respuesta encamino mis pasos hacia el extraño  nicho.Según voy avanzando entre los habitantes del pueblo  me  parece que  los ojos de alguno de ellos me siguen al pasar asi que me acerco  a  los infelices  para comprobar si siguen vivos.Maldita sea, esto es ... Demonios ni siquiera  se como calificarlo.

Apenas me quedan para un támbor. Niego con la cabeza. 

Es dificil saber qué ha pasado en el breve lapso de tiempo en el que nos adentramos por el túnel... pero no parece que podamos desentrañarlo enseguida. Será mejor que comencemos a colocar la dinamita. - comento mientras echo mano a los cartuchos de que dispongo - es una lástima que no le preguntaramos al indio dónde ponerla.

Me acerco a donde se encuentra el cadáver con las cadenas y los extraños símbolos y por un momento intento descubrir qué pone. Luego cuando me doy cuenta que no es posible suspiro y vuelvo a lo mío.

No os demoréis, tenemos que marcharnos de aquí lo antes posible.

Si claro  la dinamita.Me aproximo al cadaver y lo examino de cerca.Espera un momento, este cadaver  estaba encadenado y  ahora esas cadenas estan rotas.Ummm, imaginemos que nuestro amigo el indio rompio las cadenas   y eso  se lo  libero .Me rasco la  cabeza pensativamente con el cañon del revolver.Solo es una teoria  pero  eso me plantea una duda  y si lo empeoramos todavia mas al volar  la cueva?

Denspec se santifica en cuanto entra en la cueva. Recorre con la vista la macabra escena y se tapa la boca con ambas manos para ocultarle al mundo la tristeza y el dolor que le atenazan al ver aquel horrible testimonio de sufrimiento. Recorre con la vista los cuerpos que penden de las paredes, y al reparar en el nicho abierto, se acerca a grandes zancadas hasta él.

Examina las inscripciones y las cadenas, mientras se rasca la frente bajo el sombrero. Mira al surista fijamente. -Creo que debemos sepultarlo. Y cerrar para siempre esta cueva, para que la maldición no pueda salir a la luz nunca más.

-Debemos buscar al indio y a Antonio. Se habrán quedado... en la cueva.