Partida Rol por web

"Bamako ha desaparecido y las indicaciones del viejo Abraham guiaran al grupo de rescate en su busqueda con la firme determinacion de averiguar que es lo que ha ocurrido con los indios Arakuas."

La carreta se pone en marcha con el sheriff James abriendo el paso de la marcha. A su lado los dos mexicanos y el predicador cabalgan un poco mas acelerados mientras que Desmond trata de no perder el paso. El resto del grupo se encargan de ir cerca del carromato por si algo mas fuese necesario mientras Morgan y los demas lo conducen con lo necesario para el viaje. La marcha no es todo lo rapido que seria sin la carreta y siendo de dia pero, aun asi, manteneis un buen ritmo.

Las antorchas del carro iluminan el camino pero la luna hace acto de presencia entre oscuras nubes para guiaros entre las piedras y arena de la llanura.

Tras un rato, despues de dejar atras DeadTown y la iglesia, algo ocurre. De repente Juares, que cabalgaba cerca de su compadre, cae del caballo tras un quejido de este cuando este se encabrita. El golpe es sonoro y se levanta una gran polvareda alrededor, obligandos a detener la marcha por un momento. Juares queda tendido en el suelo un momento que se hace eterno, sin moverse...

El Sheriff deniega la oferta de pedir ayuda al rancho. No nos queda más remedio que aceptar su voluntad. Eso tuerce nuestros planes ligeramente, pero ya se producirá el momento deseado. Partimos sin mas demora en busca del tal Bamako. La protección del pueblo queda atrás y la brisa fresca de la noche nos envuelve conforme nos alejamos del pueblo y sus gentes. De nuevo, el silencio reina a nuestro alrededor y tan sólo el sonido de nuestras monturas y la carreta irrumpe en dicha quietud. Ni siquiera las alimañas que seguro merodean más allá del radio de luz de las antorchas parecen querer molestar. Mal augurio cuando las bestias desean pasar inadvertidas...

Al cabo de un tiempo recorriendo el viejo camino un sonido me alerta. Giro mi rostro hacia él cuando descubro que se trata de Juares mordiendo el polvo. - Demasiado aguardiente compañero?... - La falta de respuesta me hace insistir - Vamos comadreja, no me dirás que el miedo a unos malditos indios te ha hecho caer del caballo -

Entonces una chispa cruza mi cerebro avisándome que quizá Juares desee comenzar con el plan y llevo la mano a mi revólver. Tiro de las riendas con la otra mano para orientar mi caballo de cara al resto y tener la retaguardia cubierta mientras sigo aparentando, pero atento a un posible fuego cruzado. - Vas a asustar a tu caballo Juares y no pienso ir a buscarlo -

Desmond se acerca al sheriff mientras trata de no caerse del caballo - donde esté una buena carreta o tren...- y le dice:

¿Y bien, Señor James? ¿Cuál será nuestro plan de acción si encontramos... contratiempo en el camino?

Parece que Juares ha tenido algun tipo de problema con el caballo, quiza un tema de las herraduras del caballo o algo, lo que ha provocado que le tire del mismo. Igualmente ahora te das cuenta de que tu caballo no se mueve con normalidad y camina mal. Una vez estas parado y mientras Juares parece empezar a recobrarse, te das cuenta de que tu silla se ha aflojado y una de las patas de tu montura parece incomodarle... si hubieses trotado mas rapido sin duda te habrias caido... y eso si hubiese sido peligroso para tu salud.

Quedo asustado al ver como el mejicano cae a plomo de su caballo y lo primero que hago es agachar la cabeza por si se tratase de algun disparo sobre el.

Tras un momento de duda me vuelvo a asomar y salto del carromato para ayudarle.

- Se encuentra bien? que ha pasado??

Denspec detiene el paso y gira su caballo para observar la escena que ocurre en las proximidades del carromato, y se queda a la espera de los acontecimientos, ya que el médico y el otro mejicano parecen encargarse del caído.

Cuando obligo a mi caballo a tomar una posición percibo que sus movimientos son atípicos. Cojea intensamente de una de sus patas. - Maldita sea. Creo que han saboteado nuestras monturas - Me apeo y observo la pata afectada. Quizá pudieran ser los indios que han lanzado algún objeto punzante desde una posición oculta o puede que hayan contraído alguna enfermedad en el establo de DeadTown. En cualquier caso parece que mi caballo no va a poder cargar conmigo y echa al traste la opción del plan en el rancho. A no ser que consigamos otra montura.

Así pues, retiro mis pertenencias de la grupa para depositarlas en la carreta. Después, azoto al caballo para que vuelva al pueblo, aunque avance cojeando. Allí se encargarán de darle los cuidados que necesite o sea sacrificado a mi regreso. Con una nube de polvo, el pinto se aleja de nosotros y yo me subo a la parte trasera de la carreta maldiciendo la mala suerte que ya comienza a envolvernos. - Padre, espero que el Altísimo quiera encontrar un hueco en esta carreta. Las cosas no empiezan nada bien -

Tras el golpe de la caida me intento levantar con mucha dificultad. El golpe ha sido fuerte y me duele todo. Tras levantarme maldigo en español hasta casi quedarme afonico y miro al caballo. Parece que tiene mal una herradura o algo en la pata asi que, secandome la sangre de la cabeza y con ayuda del medico, ato al caballo a la carreta y me subo yo tambien algo cansado.

- Pues si que empezamos bien...

Agradezco al medico y miro al resto.

- Alguien no queria que abandonasemos el pueblo sherife, no conocera a nadie asi, verdad?

Molesto y contrariado me quedo con Antonio mientras espero que reanudemos la marcha.

Reacciono con lentitud pues todo sucede cuando estoy dirigiendo la marcha, a tiempo de hacer girar mi montura ya anda el médico atendiendo al mexicano.

Si puede continuar, suba al carro... sino, apenas hemos avanzado no creo que fuera difícil desandar el camino para ustedes dos. - ignoro la estúpida idea que tienen.

Lo más lógico es pensar que ambos han saboteado sus propios caballos para volver al pueblo y el motivo, cada vez soy más consciente de ello.

Espero su decisión de volver o quedarse antes de seguir adelante.

Con los dos mexicanos subidos al carromato proseguis la marcha pasando por las cercanias del rancho "Sammy Rains" sin que decidais pedirles ayuda. La noche os envuelve y avanzais a traves de ella...

La expresión del Sheriff da muestras claras de lo que piensa sobre nosotros. Otro hombre blanco con prejuicios. Sin embargo, Juares y un servidor continuamos en la carreta viendo pasar a distancia las tierras del rancho. A pesar de la avanzada hora nocturna parece haber movimiento allí. La tarea de un ranchero no parece terminar nunca, o quizá sean los indios que furtivamente van acabando con ellos uno a uno con el silencio que les caracteriza.

Nos alejamos sintiendo el movimiento de la carreta que se agita con cada irregularidad del terreno. Incluso da la sensación de que el entorno trata de ponernos las cosas difíciles. Saco la botella de aguardiente que había adquirido minutos antes de el local de Live. Retiro el corcho con los dientes emitiendo su sonido característico. Le propino un trago largo y le paso la botella a mi compadre. - Toma amigo, el mejor compañero de viaje va vestido de vidrio, jejeje. Señores, pueden dar cuenta de la botella si lo desean -

Me tumbo, poniendo debajo de mi cabeza la manta de viaje que retiré de mi montura antes de hacerla regresar y me quito el sombrero para taparme el rostro. Debajo de él, mis palabras suenan distorsionadas pero audibles, - Perdonen si ronco señores. Ya me avisarán cuando lleguemos, si hacen el favor - la apariencia tranquila de Antonio invita a pensar que el viaje es más de placer o negocios que de una partida de búsqueda, pero lejos de ser así, el mexicano deja su mano descansando sobre el revólver enfundado cubierto por el poncho.

- Espero no toparme con esos indios... dicen que son capaces de arrancarte el corazon y comerselo antes de que te des cuenta siquiera... y somos pocos para resistir un ataque por sorpresa, en la noche esos diablos son como coyotes, no te enteras que te han clavado su hacha hasta que los tienes encima...

Seguro no creen que deberiamos pedir mas ayuda? Quiza luego sea tarde...

Me muestro intranquilo, nervioso, no oculto la sensacion de que nos observan entre la noche y que en cualquier momento pueden llover flechas, balas, hachas o cuchillos... o quiza todas ellas juntas. Es una locura porque somos un blanco perfecto llevando las antorchas para poder ver por donde vamos...

Sólo vamos a echar un ojo y ayudar a Bamako, Señor Concepción, no se preocupe. No creo que tomemos riesgos innecesarios...

Los hombres de los caballos y el carromato parecen sentir en lo mas profundo de sus huesos las palabras del mexicano y empiezan a hablar entre ellos sobre la idea de pasarse por el rancho... estan muy intranquilos e incluso parece que se plantean abiertamente volver a DeadTown aunque el sheriff no afloja su idea y sigue liderando la marcha en busca de Bamako.

Asi pues, pese a las reticencias de algunos en el grupo, las antorchas siguen iluminandoos mientras avanzais, escuchando el sonido de coyotes y lobos y con la suave brisa acariciandoos hasta que, de repente, se dejan de oir sonido alguno alrededor o en las cercanias.

Debido a la claridad y a algunas nubes no podeis distinguir demasiado bien a mas de 30 metros aproximadamente, quiza 50 si no hay obstaculos. No es mala distancia pero las rocas, los setos y pequeños arbustos, parecen rodearos y los granjeros y ciudadanos comunes de DeadTown parecen ver un indio detras de cada hueco o cada sombra... eso si, al grupo se le distingue desde bastante mas distancia.

Con la quietud y el silencio envolviendoos parece ser que habeis llegado a la zona donde el viejo Abraham os indico... tendriais que examinar los alrededores y ver el terreno, cosa que, a caballo, no es posible realizar de noche.

Hablando de los caballos... todos os percatais de que estan muy nerviosos, como si les acechase una jauria de lobos...

 Juares, Antonio, Desmond, Morgan y yo vamos a explorar. - anuncio tras bajar de mi caballo. Saco el rifle de la funda y dejo el caballo al cuidado de uno de los hombres de la carreta para que lo ate.

Tened los ojos bien abiertos, dejo al mando a Denspec. - Espero a que los demás me acompañen, junto a Denspec a quien le susurro algo al oído, revisando que tanto el rifle como el revolver están cargados y a punto.

Traed algún farol y tapadlo un poco para que arroje algo de luz pero no demasiada.

 Eres el más indicado, aparte de mí para mantener a los hombres tranquilos en este entorno tan hostil. - le comento en voz baja - Confío en tu criterio para asegurar la vida de los hombres.

La carreta se detiene súbitamente. La falta de movimiento me desvela. Oigo sonidos de algo golpeando el suelo. Al parecer alguien está descabalgando. Salgo de debajo de mi sombrero para ver la escena que se desvela ante mí. La idea de taparme el rostro ha conseguido que mis ojos se adapten a la falta de luz cosa que encuentro desagradable cuando alguien pasa la lámpara cerca mío. El Sheriff organiza lo que debiera ser una partida tranquila, pero algo enturbia los ánimos. Cada sombra parece ser una amenaza. Desciendo de la carreta para unirme al grupo de búsqueda. La noche nos permite ver a varios metros, pero más allá parece fagocitarlo todo, y me temo que tendremos que adentrarnos en la oscuridad.

- Como Usted mande señor Hugh. Para esto hemos venido - Extraigo el revólver de su funda para notar de nuevo su peso en mi mano enguantada. Nos acercan un quinqué, cosa que me disgusta. - Verá Sheriff, si vamos a ir en grupo no seré yo quien lleve esa diana pintada en el culo sabe? Los indios apuntan bien y con ese chisme les facilita la labor - Casi con seguridad obvie mi comentario. Por otro lado, si queremos buscar algún rastro en el suelo, probablemente la luz de la luna sea insuficiente.

- Esta zona no será donde los del rancho colocan sus trampas para lobos verdad amigos? No sería raro que vengamos a buscar un herido y vuelvan más. No sería tan mala idea que mi compadre y un servidor fueramos a preguntar, no cree? - Miro a Juares pidiendo apoyo a la propuesta.

- * Manito creo que este gringo se piensa que somos putos esclavos negros o algo peor.

Miro al cherif y luego a los demas, recojo mi rifle y lo amartillo.

- Si cherif, pa eso estamos, para servirle... aunque estoy con mi compadre que esto me da mala espina...

- Yo llevare la linterna, no se preocupen.

Preparo todo y me pongo junto a James para alumbrar a su alrededor.