Partida Rol por web

Morgan tambien rechaza el arma ofrecida por el sheriff alegando que "el es un hombre que cura, no que mata" cuando escuchais como alguien se acerca a la puerta y llamar a ella. Al momento dos nuevos recien llegados entran en escena aunque ya conoceis a uno de ellos.

El primero es el llamado Antonio, el mexicano forastero que llego hace casi un par de dias; el segundo es otro mexicano, recien llegado al pueblo.

Ambos miran la escena un segundo antes de hablar.

El sheriff James se encuentra repartiendo rifles a varias personas. Con el se encuentra el Predicador, Desmond, el matasanos y, en una celda entreabierta, el viejo Abraham que cayo desmayado en mitad de la calle. Todos parecen dispuestos a salir en la busqueda del negro desaparecido...

Reconoces con facilidad que el mexicano que acompaña a Antonio es uno de los hombres que se buscan, un forajido llamado Juares cuya recompensa es bsatante escasa... quiza sea un simple "robagallinas".

Desmond agarra el rifle con desconfianza... sabe que puede que lo necesiten, pero no le gusta el peso del arma en las manos. Quizás pueda resolverlo todo a puros y caballerosos puñetazos, como hace en el Red Skin.

Pero por ahora no dirá nada. Salvo que ha de acercarse al Saloon y avisar que va a echar una mano a Bamako. Quizás Tomás deba ocuparse de la seguridad mientras tanto.

Juares y un servidor hacen acto de presencia en las dependencias del Sheriff. El hombre de ley está repartiendo rifles cuando nuestra presencia causa cierta confusión. Es importante entenderse cuanto antes. Con tanta arma de por medio un malentendido podría acabar mal ahora que los ánimos están tan encendidos.

- Buenas caballeros. No quisiéramos importunarles. Hemos visto lo acontecido en la calle y si no vieran inconveniente, mi compadre y yo nos gustaría ofrecer nuestra humilde ayuda -

Nunca he manejado un rifle. Siempre he usado mi viejo revólver. Son más potentes y tienen mayor alcance que las armas de una mano. No obstante, si me ofrecieran uno lo aceptaría de buen grado.

- Tenemos montura propia y ganas de ayudar a esta gente que tan bien nos ha tratado a pesar de ser desconocidos. Qué dice Sheriff?... - No sé si los prejuicios de los lugareños serán lo suficientemente fuertes como para no permitir ayudar. - ... Desde luego nos sometemos a sus indicaciones y no abriremos fuego hasta recibir su orden -

Muestro la mejor expresión de buena persona que haya conseguido esbozar, a pesar de ello, no es más que una sonrisa bobalicona la que se refleja en mi rostro.

-Bueno señores, es el momento, no sabemos en qué estado se encontrará Bamako. Se pone su chaqueta y sale a la calle con una lámpara en la mano derecha. -James, ¿no tendrá un caballo disponible? No me gustaría entorpecer la marcha.

Parece recordar algo y se detiene, mirando al conjunto de los presentes. -Espero que todos ustedes se comporten como cristianos y no como una turba enfurecida si nos encontramos con algún indígena.

 Me inquieta un poco lo que dice Abe de los indios con los que se cruzaron, pero en aquel momento, viéndose rodeados por enemigos y luchando por sus vidas la realidad puede no ser lo que parece.

Suspiro y desestimo ideas alocadas e inverosímiles.

Bien, pueden acompañarnos - les digo a los mexicanos - Vayan a ensillar los caballos y coger lo que necesitan, me acercaré al saloon para informar al resto de parroquianos. - les digo a todos mientras salgo de la oficina.

Denspec me sigue para preguntarme acerca de su montura - Puedes usar la de mi ayudante, no parece que vaya a usarla pronto.

 ¿Un gesto noble viniendo de esos delincuentes? No me lo creo... pero merece la pena tenerlos cerca y vigilados que encontrarlos a mi vuelta alborotando la ciudad con sus maldades.

El grupo sale de la oficina del sheriff y Morgan, el medico, decide que Abraham puede quedarse alli descansando y durmiendo pues no parece necesitar muchos mas cuidados... tan solo comida, agua y mucho, mucho reposo.

Una vez en el exterior os dirigis al saloon donde parece que es el unico lugar de DeadTown que aun mantiene algo de vida.

Quedas en el silencio y la quietud de la noche, dentro de la celda con la reja abierta y tumbado en el camastro. Apenas logras descansar algo... estan tan cansado... pero al menos te han dado agua y comida y te sientes mas fuerte... ahora solo necesitas descansar... si... descansar...

Cuando despiertas (o aun estas soñando?) parecen haber pasado horas y horas. Parece que aun es de noche y el silencio lo envuelve todo. Es extraño pero te sientes un tanto intranquilo, repuesto pero intranquilo y con la sensacion de qu algo malo ha pasado o esta a punto de cernirse sobre ti.

Miras el armero del sheriff, esta cerrado, al igual que la puerta de fuera y las ventanas, aunque puedes ver tras el cristal del primero uno de sus rifles y, tras las ventanas, la oscuridad de la noche.

De repente algo, una sombra quiza, pasa por delante de la ventana como un rayo. Quiza no hay sido nada pero... de repente un ruido junto a la puerta te hace estremecer. Un golpe. Despues otro en una de las paredes. Que ocurre??

Asustado no puedes contener tu sudor y tus miedos parece cobrar intensidad... quiza los indios??
Apenas puedes escucharte pensar con claridad cuando un rostro aparece en la ventana y te mira con ojos vacios y sin que parezcan verte (o si?). Es Bamako.

Su rostro palidecido y demacrado te mira desde el otro lado de la ventana y sus ojos se clavan a los tuyos. Su boca parece abrirse y cerrarse como si te hablase pero no escuchas nada... quiza se pregunta por que le abandonaste... quiza solo es una pesadilla la que te asalta... quiza.

Su rostro se aparta de la ventana y un golpe empuja la puerta.. es el... es realidad... esta intentando que le abras para entrar contigo...

Cuando todo parecia que habia vuelto a la normalidad, cuando parecía que habia dejado atrás la pesadilla vivida en la mina...me veo envuelto de nuevo en lo qeu parece un mal sueño.
Dejé a Bamako malherido, apenas sin fuerzas nada más que para respirar...¿como ha llegado hasta aqui el sólo?
Tiene un aspecto horrible, y una mirada que ya había visto antes...en los indios que nos atacaron.
¿Habrá sido poseido por algún espiritu ancestral indio como a los salvajes que nos atacaron? O quizás se trate de una maldición...sea lo que sea, ese de ahí fuera no parece el Bamako de siempre.
Aún así, no puedo quedarme quieto sin hacer nada, puede uqe sólo esté enfermo y tenga un aspecto fatal, sólo eso.
Aún así, me acerco al armero, y de un codazo rompo el cristal para hacerme con el rifle. Compruebo que está cargado (y si no lo está, lo cargo yo) y me acerco despacio hacia la puerta.
¿Bamako? ¿Eres tú, amigo? ¿Estás bien?- pregunto mientras me acerco paso a paso, cauteloso, hacia la puerta.

Con facilidad rompes el cristal que guarda las armas aunque sacudes la cabeza maldiciendo cuando compruebas que la municion de las mismas se encuentra en un cajon bajo llave. Los golpes se vuelven mas insistentes en la puerta y parecen capaces de tumbarla aunque no escuchas voz alguna.

Piensas con rapidez y, haciendo gala de un sentido que parecia haber quedado demasiado tiempo aletargado, logras abir el cajon con ayuda de un abrecartas y la culata del rifle obteniendo la ansiada municion del arma y cargandolo con presteza.

Sientes la adrenalina recorriendo todo tu cuerpo mientras lo cargas pero cuando terminas te das cuenta de que los golpes han cesado y ya no se escucha nada... tan solo el silencio.

Te apoyas en la puerta e intentas concentrarte para escuchar pero no hay nada... ni golpes, ni gritos, ni palabras... ni tan siquiera respiracion... quiza haya sido un sueño? quiza Bamako hubiese llegado hasta aqui para caer moribundo junto a la puerta? o era solo una alucinacion??

Cauteloso como un perro abandonado, me acerco a la ventana para intentar vislumbrar algo, mientras sigo llamando a Bamako, esperando contestación.
Bamako, demonios, si estás ahí dime algo, por los clavos de Cristo...

Mirando por la ventana no te parece distinguir nada extraño... todo esta en calma, tranquilo, sin nadie por la calle y con los faroles de aceite encendidos.

De repente escuchas un golpe en una pared de un lateral, cuando te apartas para mirar hacia alli (hay otra ventana con rejas en cada lado del edificio, la de delante tambien las tiene, exceptuando la parte de atras del edificio donde estan las celdas) otro sonido golpea la pared contraria... varios! de repente la puerta recibe un tremendo golpe y escuchas como se resquebraja con mas y mas golpes.

No lo puedes creer, no das credito a tus ojos cuando las ventanas de las ventanas se rompen a tu alrededor y varios hombres e indios ensangrentados y con esa mirada poseida intentan atravesar los barrotes para aferrarte. La ventana cercana a la puerta es aun peor. Bamako abre su boca ensangrentada con restos de carne aun entre sus dientes y sus ojos vacios te buscan...

- Amiiigo!!! deeejanoossss entraaar!

Mete su cara entre los barrotes y sus manos, ensangrentadas y mutiladas, los intentan forzar mientras los demas tratan de entrar en la oficina.

El corazón me late a mil mientras veo a Bamako, o lo que queda de él. Parece poseido por un demonio, al igual que los indios.
Me cago en la puta...tu no eres Bamako, maldito engendro!!
Intento evaluar la situación, lo que me hace saber que estoy muy jodido. Parece que una maldición se ha apoderado de todos. Y no tiene intenciones pacificas, la verdad. Miro a mi alrededor, buscando un muble grande que poder arrastrar hacia la puerta para poder contener la entrada de los poseidos. O al menos retrasarla lo máximo posible.

Tea cercas a uno de los muebles del lateral de la oficina evitando las manos y chillidos de uno de los indios de la ventana y, con un gran esfuerzo debido a tu cansancio, logras arrastrarlo hasta delante de la puerta para bloquearla mientras Bamako desaparece de la puerta.

Una vez puesto y con los indios alrededor chillando y gimiendo logras escuchar como el panico tambien se ha apoderado del resto del pueblo de DeadTown y los disparos y gritos se alzan hacia lo mas alto de la noche.

- Arrrg!!!
- UuuuUUuh!!!

- No podrassss escaaapar

Miras alrededor pero no ves otra salida mas que las celdas detras de ti, pero, al menos, no parece que los "poseidos" puedan entrar. De repente, recuerdas que hay un pequeño ventanal trasero, muy pequeño quiza y sin rejas, en la parte mas posterior del edificio...

Me dirijo hacia las celdas, receurdo qeu había una pequeña ventana sin rejas allí...quizás pueda caber una persona.
Todo lo rápido que puedo, voy hacia allí, con la intención de sopesar huir por allí, no sin antes asomarme para ver si hay alguien cerca.

Te mueves rapidamente hacia la parte posterior mientras los indios poseidos siguen intentando entrar, gritando y aullando enfervorecidos. Cuando llegas a la parte trasera ves el pequeño ventanal, de no mas de treinta centimetros de ancho por lo que, muy a duras penas, quiza podrias llegar, si no fuese por que se encuentra en la union entre el techo y la pared posterior, a casi dos metros de alto.

Escuchas como la puerta sigue crujiendo ante las embestidas y te parece oler a madera ardiendo y fuego, aunque no parece que sea en la oficina sino en el exterior... tampoco parece que ninguno de esos locos haya visto esta posibilidad de huida... aunque, como llegar a ella?

Ante la imposibilidad de llegar sin ayuda al ventanal, miro a mi alrededor buscando algo que me permita alcanzarlo subiendome encima, quizás el armero, la mesa,...algo me tiene que servir.

Buscas con rapidez y... ahi esta. En una de las celdas cercanas hay una especie de mesilla de madera cerca del camastro. Quiza sea solo un taburete pero puede servirte.

Lo coges y lo colocas junto a la pared cuando escuchas como el armario que atrancaba la puerta cae al suelo y se parte en mil astillas. Sin perder un momento subes sobre el taburete y alcanzas el pequeño ventanal, abriendolo y viendo que, en la parte posterior no parece haber nadie... aunque el humo y el fuego parece lamer otros edificios cercanos.

Tratas de colarte por ella y haces un esfuerzo sobrehumano para entrar por el estrecho agujero cuando escuchas como la puerta se destroza y los indios chillan corriendo por entre sus restos, buscando avidos tu sangre...

Un ultimo esfuerzo... ya casi esta...

Luchas con la estrechez y logras pasar la cintura cuando notas como algo te agarra la pierna y sientes una laceracion en ella, incluso la sangre goteante. Con un ultimo alarido logras salir por el agujero y caer del otro lado, recogiendo tu arma y viendo como tienes una fea herida en la pierna que ha desgarrado tu pantalon. Mientras te incorporas con dificultad escuchas un ruido, extrañamente los indios no han salido corriendo tras de ti, aunque el pueblo de DeadTown parece un caos horrible y sin sentido.

De repente de las sombras alguien surge andando tranquilamente y queda en frente tuyo, a no mas de ocho metros... es Bamako, o lo que queda de el, que, desarmado, te mira con sus ojos vacios y su rostro mutilado.