Partida Rol por web

Los dos mexicanos descienden por la calle y llegan a la oficina del sheriff antes de que la gente del interior, sheriff incluido, salgan de ella y se topen con estos. Comienza asi lo que parece una conversacion entre el gran grupo de personas... parece que los mexicanos quieren ayudar en la busqueda del negro... aunque seguramente el que Juares este buscado podria desencadenar en algun problema...

La extraña figura entra en el saloon y desaparece entre el ruido de este.

Live sale del despacho del saloon, a reunirse con el resto de connciudadanos preocupados por los "vecinos" nativos.

Tiene intenciones de hablar a la mañana siguiente con Neil, y espera que la noche no se haga muy larga.

Si todos los hombres acaban por por partir, con la intención de lograr un rescate -piensa-, ya puedo ir dándoles la noche libre a las chicas.

La coopropietaria del "Red Skin" busca a las jóvenes meretrices con la mirada, interesada en descubrir en qué están empleando su tiempo.

Tras un poco ves al nutrido grupo de hombres que sale de la oficina del sheriff y vuelve hacia el saloon. Entre los presentes esta el propio sheriff, el predicador, los dos mexicanos, el negro Desmond, el medico y el forastero llamado Marcus. Parece que el viejo Abraham ha quedado descansando en la oficina del sheriff para reponer sus heridas.

Se dirigen al saloon y parece que van a preparar sus monturas y todo para salir en busca del negro desaparecido pero antes van a pedir mas ayuda a los lugareños por si algunos mas desean acompañarles.

Sales al local donde parece que todo el mundo esta bastante activo. Multitud de lugareños discuten, beben, gritan y disfrutan del espectaculo mientras parece que echan en cara al sheriff su pasimonia ante los ultimos acontecimientos.

Rapidamente localizas a tus chicas... dos de ellas se mantienen entre el piano y el escenario mientras que las otras dos se mueven por el local y parece que ya tienen bien afianzadas sus presas para esta noche.

Por lo demas todo parece correcto. Parece que los animos estan mas que caldeados y en el ambiente solo reina una palabra... venganza contra esos malditos indios asesinos.

Te mueves hasta la barra y Tomas parece tenerlo todo controlado aunque no ves a Desmond por ningun sitio. Ademas los dos mexicanos, ultimos en llegar en el grupo de tres, se han sentado en una mesa tranquilamente y estan tambien bebiendo.

Despues de un poco escuchas como fuera acaban de llegar el sheriff y el resto de hombres que les acompañaba para decidir que hacer y si marchar o no a por Bamako. Estan preparando sus monturas y sus armas aunque parece que James va a entrar para ver si alguien mas decide acompañarlos.

Avanzais por la tenue luz de la calle principal hasta el saloon y rapidamente el encargado del establo y sus zagales empeizan a traer vuestros caballos preparados para partir. El saloon es un hervidero de actividad; musica, gritos, fiesta y mucho alcohol hacen de esta una noche bastante "caliente".

 Con el rifle aun en la mano me acerco con paso firme y determinado al saloon, tan solo unas palabras de advertencia y aliento pasan por mi mente antes de entrar por las batientes del saloon.

Live aguarda a ver cuáles son las intenciones del Sheriff, al final parece que no va a haber detenciones por el momento.

Desde la barra, la copropietaria del “Red Skin” observa con agrado la pesca realizada por dos de sus chicas más avispadas. Al final puede que se saque dinero, a pesar de la partida.

Le indica a Tomas que le sirva un baso de ginebra y se lo bebe de un trago, con ánimo de relajarse un poco, mientras los acontecimientos siguen su curso.

¡Por favor, prestenme atención! - alzo la voz al tiempo que hago un aspaviento con la mano que sujeta el rifle.

He organizado una partida para ir a buscar a Bamako y averiguar qué está pasando con esos salvajes. - sin importar si he conseguido la atención de todos o de solo unos pocos - Espero que para mañana por la mañana hayamos vuelto. Mientras tanto y por esta noche, les pido que no se queden hasta muy tarde en las calles y una vez en sus casas cierren bien las puertas y ventanas, ultimamente los indios se están comportando con mucha hostilidad y podrían causar problemas incluso aquí.

Eso es todo, pasen buena noche.

Luego me vuelvo hacia Live y Tomás. - Desmond ha decidido acompañarnos, no creo que armen jaleo por aquí, pero no estaría de más que tuvieran la escopeta bajo la barra bien cargada.

Esto vuelve a dar un giro inesperado  y  una vez mas  los  acontecimientos  se desarollan de  manera diferente a lo esperado.Mantiene  la vigilancia sobre  la  gente   reunida en el saloon  pero con la  negra sensacion de que todo se ha ido al garete. 

Mucha suerte, sheriff -se despide Live, algo preocupada-. Y, por favor, cuida bien de Desmond…

Tomas -dice girándose hacia el barman, en a penas un susurro-. Esta noche no sirvas demasiado alcohol. Que nadie se pase de la raya. No debemos permitir que se llegue a producir una pelea de borrachos estando solos tú y yo.

Y -Mira el vaso vacío-, ponme otra, por favor.

Señorita Live, Tomás. Les veré a la vuelta. No quiero que la muerte de Bamako pese sobre la conciencia de nadie.

El muchacho saca de los establos las monturas bien descansadas y alimentadas. - Gracias hijo - Compruebo que las manos del joven no se acercan a mis bolsillos. Después aseguro bien la hebilla de la silla y sujeto bien el escaso equipo a la misma: La manta y demás útiles para la pernocta al aire libre.

Una vez que el caballo está listo para salir, hago una seña a Juares para acercarnos a la entrada del saloon y esperar a que el Sheriff reclute al mayor número de parroquianos para la búsqueda del tal Bamako, al que seguro ha fallecido por las heridas e insolación. Pero habrá que recoger el cuerpo, casi seguro hay una viuda a la que dar consuelo con el entierro. Los cascos de los caballos se detienen frente al local de Live. A través de la doble puerta puedo ver a James hablando al público. De pronto, una visión me hace maldecir. El señor Philips está dentro. - Por la gran chingada! Ese maldito surista sigue aquí. Nos traerá problemas Juares. Debemos avisar al resto -

Reviso que el cinto tiene sus balas y que el revólver está bien cargado y nada obstruye el paso del proyectil. tener el frío metal en mi mano parece apaciguar mis nervios. Pero por algún motivo, mi otra mano va al cuello en busca del amuleto. - Sabes compadre, tengo un mal presagio de esta noche... -

Denspec aguarda apoyado contra la pared de el salón y con gesto sombrío. Y no es para menos. Si lo que dice Abraham es cierto y los indios se comportan como animales rabiosos, la sangre de los hombres correrá de nuevo. ¿Y qué hará un humilde siervo del Señor como él? Lo mismo de siempre: luchar por la redención de unos pocos y por el alma del resto.

El predicador se agarra la enorme y pesada cruz plateada que pende en su pecho, y murmura por lo bajo. Él ha de ser la voz que guía a los hombres en los momentos de flaqueza. -Él es el pastor y nosotros su rebaño.

-¡Hombres de bien! ¡Ya basta de vacilación! La muerte acecha a un hombre herido y desamparado. ¿Os queréis quedar aquí mientras eso ocurre?

Juares te mira pero poco podeis hacer para avisar al resto... seguramente ya estaran sobre aviso de cualquier imprevisto que pudiese surgir con ese hombre... o con cualquiera. Aun asi no tienes claro que es lo que pudiese buscar ese malnacido con vosotros... pero esta claro que os traera problemas...

Tras las palabras del sheriff y el silencio que queda en el saloon todo el mundo parece pensativo, consternado quiza, o incluso demasiado centrado en la imagen de esos indios salvajes para decir nada. El sheriff no ha pedido mas gente para marchar aunque la voz del predicador parece haber hecho mella en algunos de los presentes y, tras ellas, varios de ellos comienzan a alzar la voz:

- Yo ire!
- Y yo!!
- Esos indios lo pagaran caro!!

Al final otros seis hombres mas se apuntan al rescate; aunque ninguno de ellos parece especialmente valeroso o ducho con las armas sin duda les mueve la fe y la compasion por Bamako o... quiza, mas realmente, el odio que han despertado los indios por sus ultimas acciones.

Uno de esos voluntarios, Damian, pone a disposicion su carromato, pequeño y sin lona pero de fiar con dos caballos tirando de el. Mientras que de los otros 5 tan solo 2 tienen caballo propio... y casi ninguno puede contar con mas armas que alguna vieja escopeta o rifle. Aun asi todos estan dispuestos en breve para partir.

Asi pues, tras el momento inicial y con la noche ya oscura, el grupo se prepara para partir con los caballos bien preparados. Estos son los valientes que deciden ir...

Sheriff James
Desmond
Predicador Joe Denspec
Antonio (mexicano)
Juares (mexicano)
Medico Morgan
Julian (del pueblo)
Frank (del pueblo)

--- estos a caballo ---

Damian (del pueblo)
Ferrer (del pueblo)
Telpin (del pueblo)
Jack (del pueblo)

--- estos en la carreta ---

Con todo preparado, antorchas y comida y agua para el viaje, el grupo se dispone a partir...

No tengo armas para todos pero agradezco toda la ayuda posible en esta peligrosa empresa. - agito los brazos para que se haga el silencio.

Espero que todos sean conscientes de lo que implica ir ahora al territorio indio y por lo tanto espero que obedezcan mis ordenes.

Me paseo en frente de ellos mirándoles. 

Vamos a traer a Bamako de vuelta y averiguar qué está pasando con esos salvajes. Ahora, prepárense, partimos en media hora.

Espero que los puños sean suficiente disuasorios para evitar problemas, gente.... Musita Desmond más para sí que para el resto de la gente reunida. Al menos no tienen pinta de ser los más problemáticos del pueblo. No hay nada peor que en una situación hostil, tratar de manejar a los que te atacan y a tu propia gente...

Live obserba como los valientes parten en pos de salvar la vida del negro… o de una buena trifurca con los indios, no lo tiene muy claro.

Espero que nadie salga herido -reza, sincera, al hipotético Dios de Denspec.

Tomas -dice, entonces, en vos alta-. Cuida de esto. Si necesitas cualquier cosa, estoy en el despacho.

Live sabe que tarde o temprano tendrá que retomar las pesquisas que han quedado en el aire cuando el barullo la ha hecho salir… pero de momento se conforma con revisar nuevamente las cuentas. Ya irá al ayuntamiento (si hay) a pedir información sobre el terreno del lugar.

Media hora anuncia el Sheriff como tiempo para prepararse. Tiempo más que suficiente para alguien acostumbrado a viajar por el desierto. LLevo la montura al abrevadero para que ingiera líquido. Un servidor también debe llevar agua abundante. Del rancho se encarga el señor Hugh y reparte a cada participante una buena ración por su propia cortesía. De buena gana la acepto y la guardo en el zurrón de mi montura. Con tiempo suficiente, me aprovisiono del licor de la casa de Live y algo de tabaco, pues los buenos puros de mi región escasean entre mis pertenencias y parece que pasaremos bastante tiempo al raso. A estas alturas, Bamako será pasto de los chacales y habrá que rastrear el cuerpo a varias millas. Posiblemente debido a la falta de luz pernoctemos en la arena. Me aseguro de tener la manta de algodón y la yesca para encender un buen fuego.

Una vez listo, me junto a Juares y esperamos al resto de la partida de búsqueda en la vía principal del pueblo. Los desgastados guantes de cuero vuelven a ceñir mis gruesas manos. El caballo se agita nervioso, consciente que tendrá que demostrar una vez más su resistencia. O quizá, sus sentidos más desarrollados puedan preveer acontecimientos funestos.

Una vez preparado y sobre mi caballo me acerco al cherif para hablarle:

- Perdone, señor, quiza, si vamos a ver a los indios o a entrar en su zona, seria buena idea pasarnos antes por el rancho de mas arribita... quiza los vaqueros sepan manejar mejor el revolver que estos paletos y no nos vendria mal algo de apoyo, ¿no cree?