Partida Rol por web

Quedas solo con Rufus un largo rato... pasan las horas entre tus meditaciones y pensamientos, recordando a los mexicanos y a los recien llegados... al sudista y al resto de extraños personajes que han ido llegando a la ciudad. Te tranquilizas en cuanto te parece oir a alguno de ellos en las habitaciones de arriba... descansaran hasta mañana, seguro... eso te dara margen de maniobra pero... y el sudista? ya sabe sobre ellos? si es asi nada se interpondra entre la recompensa y el.

Sigues en esas elucubraciones junto al cuerpo febril de Rufus y sin darte cuenta quedas dormido... cuando vuelves a abrir lo ojos no sabes cuanto tiempo ha pasado pero por la ventana apenas pasa ya luz de fuera... ha atardecido y quiza quede poco para anochecer o ya lo este haciendo. Rufus parece encontrarse mucho mejor y las fiebres le parecen haber bajado.

Denspec se pone la ropa de faena y unos guantes muy gastados de piel. Coje el azadón y comienza a arar la pequeña parcela situada en la parte trasera de la parroquia. El clima es duro y reseco, pero con trabajo y una dedicación diaria, es posible sacar provecho de aquel suelo polvoriento.

El sol es inmisericorde y el predicador ya tiene la camisa empapada, pero está bien provisto de agua y tiene el estómago bien alimentado. Su piel está curtida por horas a la intemperie y sus brazos, son ligeramente delgados pero duros como las ramas de una acacia. Y lo que es más importante, el trabajo, tal como ocurre siempre, es como un engranaje que permite discurrir los pensamientos y los malos augurios, a la vez que dignifica el espíritu.

Varias horas después, después de retirar algunas piedras, arrancar las malas hierbas y preparar unas cañas para soportar los tomates, Denspec se sienta sobre una butaca al amparo del porche de la parroquia. Coge una pipa del aparador de la sacristía, y machaca meticulosamente unas hojas de tabaco que fuma con un profundo deleite, a la vez que bebe una limonada.

El viejo chucho que acude allí de vez en cuando se tumba respetuosamente a unos metros de la butaca del predicador, en la sombra que proporciona el tejadito. Denspec va a por un poco de carne seca y le prepara un cazo con agua para beber y se sienta de nuevo en la butaca, compartiendo el silencio con su perruno amigo. El chucho es viejo y famélico, y está tuerto del ojo izquierdo, pero parece compensar sus carencias con una sabiduría que brilla en su ojo sano. Ni siquiera tiene nombre, pero tampoco es necesario ya que Denspec no es ni su dueño ni necesita conocer la vida anterior del animal. A fin de cuentas, en realidad los nombres de las cosas pueden cambiarse y no dicen mucho del pasado.

Las horas pasan y la tranquilidad del atardecer y de las horas de menor temperatura se acojen en DeadTown con avida paciencia. Lentamente el sol se va oscureciendo y las gentes del pueblo terminan sus quehaceres para volver al descanso de la noche y al refrescante sabor del whiskey.

En breve el Saloon volvera a esparcir su musica por los alrededores, atrayendo a cansados y juerguistas hacia un poco de distraccion en sus cansadas y penosas vidas...

Has descansado bastante y te mantienes con tranquilidad sentado, asomado a la ventana de tu cuarto cuando escuchas los gritos de alarma de una mujer en la calle. Desde donde estas te parece ver que, en mitad de la calle, a unos metros del saloon, hay una figura tendida boca abajo y varias personas chillando pidiendo ayuda.

El descanso ha sido reparador. Cuando abres el ojo te das cuenta de que ya casi ha anochecido... pero la tranquilidad es rota por los chillidos de gente fuera del local pidiendo ayuda. Desde donde te encuentras es dificil ver nada pero parece que, en mitad de la calle, cerca del saloon, hay alguien tendido y varias personas alrededor tratando de ayudarlo.

Las horas pasan con tranquilidad tras la marcha del Predicador. Live baja un momento para hablar con Desmond y Tomas y luego es el señor Creight quien la requiere, secandola de la parte principal del local y dejando nuevamente el saloon con varias mesas de lugareños y vaqueros distrayendose.

La tarde comienza a agotarse y finalmente empieza a oscurece y a bajar lo suficiente la temperatura como para que se pueda respirar sin dificultad. Marcus, tras un rato solo en la mesa, se mueve a la mesa del resto de vaqueros que juegan al poker; mientras que Desmond revisa como el ultimo mexicano forastero termina de beber su botella y se marcha a la habitacion que ha cogido por esta noche con sus otros compañeros.

Todo queda tranquilo y, mientras Marcus saca algunos $ a los incautos, parece que todo el mundo se prepara para la "fiesta" de cada noche.

Tras unas horas unos gritos vienen del exterior del local pidiendo ayuda. Parece que hay alguien en la calle tendido y varios transeuntes piden ayuda a gritos.

Mientras te encuentras en la barra David llega por detras de ti y te hace un gesto para que le acompañes a la parte privada. Una vez alli ambos os sentais a la mesa y David se queda apoyado en la silla.

Segun cuenta estuvo en el rancho "Sammy Reins", hablando con O´Conner, porque, como todos es bien sabido, Neil es el dueño de casi todas las tierras cercanas a DeadTown, al igual de que posee tambien gran cantidad de comercios y casas en la propia ciudad. Segun David, Neil le ha ofrecido una grata oferta para comprar el Saloon y manteneros a todos dentro del mismo como empleados... parece ser que O´Conner tiene un gran proyecto para la ciudad aunque es dificil saber de que se trata.

Incluso David cree que esta tratando de llegar a las colinas de los Arakuas y la mina de oro que alli escababa el viejo Bamako (sin exito, por cierto).

De repente los gritos de auxilio provinientes de la calle irrumpen vuestra conversacion. Parece que en el exterior ha pasado algo grave...

Tras una tarde de los mas atareado y un anochecer de relax completo, das la bienvenida al frescor nocturno recostado en el porche de la iglesia, en la parte posterior.

Escuchas unos pasos tras de ti y Defer llega hasta tu espalda con pasos taciturnos y aire apesadumbrado. Puede que aun le dure la resaca de la borrachera.

Parece que va a hablar cuando, de repente, los gritos de un zagal a la carrera os irrumpen.

- Padre, Padre!!! - el muchacho salta la cerca del camposanto y corre hasta vosotros - Ha pasado algo, el viejo Abraham esta tendido en la calle frente al Saloon... quieren que vaya cuanto antes padre, parece que esta delirando.

- El medico ya ha sido llamado... corra!

El muchacho apenas pueden respirar y queda apoyado en la cerca un momento antes de volver a salir corriendo hacia el pueblo. Sin duda no quiere perderse nada de lo que pase a partir de ahora.

Denspec se levanta de la butaca como accionado por un resorte, pero milagrosamente impide que se le caiga el vaso de limonada lleno de los restos del líquido. Por su mente pasan varios pensamientos sombríos, pero por toda respuesta suelta una breve palabra resignada: -Voy...

Entra en el interior de la parroquia y al pasar al lado de Defer le estruja amistosamente el hombro. Se cambia de camisa y se pone su sombrero, pero sus pantalones siguen estando sucios y castigados por el día de trabajo. Echa un trago de agua y se encamina hacia el pueblo secándose la boca con el dorso de la mano.

Live responde a Tomas informándole de que el sheriff pretende arrestar a sus nuevos huéspedes...

Procura ser discreto, Tomas -dice en un tímido susurro-. Si ven movimientos extraños puede que se produzca otro altercado… Y eso es lo último que queremos.

Qué las chicas sigan con su trabajo. Y tú no pares de servir copas.

Voy a esperar que baje el sheriff y yo misma le informaré de sus nuevas posiciones.

Mis ojos se abren reconociendo el lugar donde he descansado. Me desperezo reactivando mis músculos poco cuidados con unos estiramientos en la cama. Me pongo en pié y me visto sin olvidar mi sombrero de ala ancha circular. Me coloco bien centrado el poncho y entonces oigo un grito que cruza el local como un espíritu tratando de atormentar a los vivos. Me asomo abriendo las contraventanas. Desde aquí no hay buen ángulo de visión, pero la gente se arremolina en la vía principal. Algo ha ocurrido. Este pueblo empieza a ser un lugar verdaderamente desapacible. Mis pensamientos se centran en mis compañeros recién llegados. Espero que no hayan cometido ninguna estupidez y arruinen la oportunidad tan esperada.

Abro la puerta y desciendo las escaleras con el crujir de la madera acompañándome a cada paso. El saloon comienza aquirir la vida propia de estas horas, pero todos se aproximan a las ventanas o salen a la calle. Maldiciendo por lo bajo ya que mi cabecita se centra en la mala imagen de uno de mis colegas comentiendo una imprudencia, empujo la doble puerta para salir al exterior. El calor comienza a disiparse y la intemperie resulta muy agradable. No consigo ver nada claro, la gente sigue llegando de todas direcciones.

Intento acercarme y enterarme de lo que pasa. Quizá preguntando a alguien en el caso de no poder verlo...

Desmond se coloca su sombrero y sale a ver que demonios pasa y si puede ser de ayuda.

 Bostezo y me estiro, me quedé dormido en una mala postura -y en un mal momento- y me duele todo. Me levanto y hago crujir la espalda y luego muevo un poco los brazos y las manos   a fin de calentar un poco los músculos.

Luego me acerco a una palangana que hay encima de la mesilla, la vacío y la relleno con agua fresca, me lavo la cara y tras despertarme completamente recojo mis cosas y desciendo con algo más de prisa para salir del saloon.

James desciende en un rato de la habitacion donde descansa Rufus y se cruza contigo rapidamente, alertado como el resto de presentes por los gritos del exterior. Todos en el saloon se mueven para ver que ocurre, incluso muchos de los que descansan en las habitaciones de arriba.

Apenas presta atencion a tus palabras y ves que echa mano al revolver para tenerlo a mano en caso de que sea necesario, saliendo por la puerta doble del local como una exalacion sin que pueda atender ni una sola de tus palabras.

Te percatas como los mexicanos tambien se asoman pero solo Antonio es quien sale al exterior mientras que varios del resto quedan asomandose en la barandilla.

Los lugareños estan nerviosos y rapidamente todos en el pueblo se reunen en torno a la calle principal para ver que ocurre...

ummm,  otro movimiento mas  en el tablero que se ha convertido  este pueblo.Ahora bien , que peon habra caido o sera alguna pieza mas  importante?Saca la mira telescópica de  su rifle   e intenta  distinguir  desde  su posición    quien es el cadáver sin arriesgarse a caer en una emboscada.

Live sigue a Hugh, llena de angustia:

¿Pero qué es lo que está pasando? Cuando no es una cosa es otra -piensa en la lengua de su idioma natal.

Jammes -susurra, sin llegar a salir del saloon, contemplando la escena desde sus puertas.

Los gritos pidiendo auxilio de la mujer que ha encontrado el cuerpo tendido se han propagado como la polvora y ahora, practicamente la totalidad del pueblo, se encuentra alrededor de la calle principal, como si de un espectaculo mas se tratase.

Desfallecido, casi muerto y con claros signos de heridas entre sus ropas desgarradas, se encuentra tendido Abraham Garner. Muchos recordais que partio hace mas de un dia con Bamako Ferrez a la mina, cerca de las tierras de los Arakuas, aunque no hay ni rastro de nadie mas. Parece como si el pobre viejo hubiese recorrido esa distancia a pie por su aspecto.

Rapidamente llega Morgan, el medico, y el ultimo en llegar es el Predicador a la escena. Tras examinarlo un momento y darle agua a Abraham este parece despertarse un poco aunque esta francamente debil. Sus heridas son leves pero el agotamiento y la falta de comida o agua han podido matarle.

Todo el mundo comienza a hablar y a discutir entre ellos:

- Han sido esos malditos indios...

- Habria que matarlos a todos.

- ¿Por que aguantamos esto?

- Miralo, pobre viejo borracho... a saber que habra pasado con el negro.

- El viejo Defer me dijo que esos malditos indios mataron tambien a su hijo...

La gente comienza a revolverse y a ponerse nerviosa.

Tan solo Enrico sale a la calle con Antonio (el resto seguramente siga durmiendo en su habitacion). Ambos se miran un momento, entre divertidos y contrariados por tanto tumulto.

No saquemos conclusiones precipitadas. Esperemos que la Providencia y el buen hacer del doctor ayuden a Abe, y podamos sacar en claro quién ha sido el responsable.

Cuando abro los ojos, observo aliviado a la gente que me rodea.
Aún sin fuerzas, bebo agua como si fuera la última del planeta, y cuando estoy saciado, consigo balbucear unas palabras.
Bamako...herido...necesita ayuda...indios poseidos...-respiro profundamente en busca de un poco de fuerza.