Partida Rol por web

El cero absoluto. La nada. ¿Dias, meses, años?... ¿Milenios? No podría precisarlo. Pues nada sentía, nada percibia, de hecho tal vez, nada era. Un pequeño murmullo comenzó a llegar a sus oídos. Y podría haber jurado que algún haz de luz atravesó tímidamente sus párpados.

Poco a poco los síntomas se fueron agudizando, hasta que finalmente pudo abrir los ojos. El dolor fue grande. El mareo y las náuseas peores. Solo existían flashes, luces verdes, y una música muy fuerte detrás del zumbido de sus oídos. Había probado alguna que otra droga en su vida. Pero aquello era mucho mas fuerte. No podía casi respirar. Sentía que se ahogaba, hasta que finalmente logró recuperar el aire. Luego de que expusar un enorme vómito, claro. Fue casi como ocurre con un bebé al nacer.

Luego de unos 15 o 20 minutos fue recobrando la conciencia y los sentidos. No tenía ni la menor idea de dónde estaba, pero era un boliche... y no cualquier boliche.

Recordó que alguna vez le habían comentado de algunos antros se donde se movía lo más extraño de la fauna local. Había visto y oído de algunos clubs norteamericanos también. Pero aquello superaba cualquier cosa que se hubiera imaginado. Era un espectáculo dantesco. Una rejunta de sadomasoquistas alocados, homosexuales desenfrenados, heterosexuales en busca de nuevas experiencias, y tantas otras cosas que no se podían imaginar. Una mina de oro para la industria del cuero y el látex. Personas teniendo relaciones en los privados, en la barra, contra las paredes, hasta en medio del piso. Drogas, alcohol por doquier. Latigazos, esposas, consoladores... Hasta vió dos personas colgando desde ganchos que atravesaban la piel de sus espaldas.

Tembló. Tal vez volvió a vómitar. Se apoyó contra una pared para no caer. Quería llorar. Cerró sus ojos, esperando que todo fuera un sueño. Pero al abrirlos no lo era. Un escalosfrío recorrió su columna. Sintió una intensa mirada clavada en sí. Miró hacía arriba, y del otro lado de la sala, alguien la observaba desde arriba. La música enmudeció. Todo enmudeció, cómo si se hubiera paralizado el tiempo.

De repente la multitud te mira. Todo el lugar gira su cabeza hacia tí. ¿Miradas acusadoras? ¿Envidiosas? ¿O tal vez... piadosas? Avanzas unos metros y sientes algo que podría ser una pequeña carcajada en un eco profundo, pero no sabes de dónde viene. Al subir los ojos puedes ya ver el rostro de aquella persona.

Su voz es extraña. Causa una mezcla de terror y respeto. Pero no dice nada mas. Gira y se vuelve hacia un sofá. La gente que te rodea va abriendo el terreno para que avances hacia la escalera del fondo. La música vuelve a sonar.

Lo que aparece despues solo tiene una palabra en mi cabeza horror...Las luces son las primeras que me atacan y momentos despues estoy vomitando, la cosa no termina ahi, cuando por fin me reincorpro para ver que ha pasado y donde estoy me doy cuenta que el lugar al que he ido a parar es una especie de subterfugio donde la gente que esta dentro se dedican a autenticas perversiones

Miro completamente asustada a mi alrededor y tambien asquedada y llena de indignacion, la musica se mezcla con las luces a la vez que hacen que quiera volver a vomitar, la estancia huele a plastico y cerrado, a alcohol y pecado

Y alli rozandome hay hombres con hombres, mujeres con mujeres, hombres y mujeres practicando todo tipo de orgias sexuales y con los ojos muy abiertos completamente en shock vuelvo a vomitar

¿Esto es un sueño o parte de la pesadilla que ha comenzado antes?

Entonces la musica se apaga y alguien arriba me habla, todos se vuelven hacia mi y mi respiracion se vuelve mas rapida y sin aun saber porque lo hago atravieso la pasarela del infierno hacia las escaleras que conducen hacia el hombre que esta presidiendo

Aun tratando de no vomitar y guardando la compostura para no marearme llego hasta él y yo tambien le hablo

-¿Quien es usted y que quiere? Saqueme de aqui..-

Mis ojos se vuelven hacia antro de perversion y despues al hombre que me ha llamado hija prodiga

Al llegar al piso superior, Rachel puede observar a quel extraño hombre. Obviamente no es una persona mas en aquel lugar, su porte, su arrogancia, denota poder. Su vestimenta es de una exquisita calidad, ello, junto a sus modales exudan elegancia, hacen que sea todo un playboy. Observa a Rachel con una sonrisa sarcástica en la cara por unos segundos.

¿Ves? Este es el problema de las personas cómo usted. Vienen aquí, a mi espacio, a mi propio club, llenas de pretensiones y exigencias, demandando cosas y sin mostrar el más mínimo respeto...

Ahora bien, cómo hoy estoy de buen humor seré generoso. Le permitiré volver a empezar la conversación. Si me gusta como se presenta le daré un voto de confianza, y accederé a responder una pregunta que tenga para hacerme. Pero pienselo bien... será solo una.

Todo lo que le hombre me dice no hace mas que revolverme mas el estomago de lo que ya lo tengo. Y cuando apela a mis modales siento como ademas la bilis me quema el estomago, pero no es eso lo que aprendi, ni tampoco es inteligente

-Esta bien..perdone, empezare de nuevo..-

Bajo la mirada y suspiro tratando de hacer como si esta no fuera una situacion extraña y fea y simplemente una presentacion

-Me llamo Rachel Leight, un placer...Querria preguntarle para que estoy aqui...-

Le tiendo la mano consciente de que la escena es surrealista pero tambien consciente de que si no ¿Como voy a salir de aqui?...Miro sus ademanes tan arrogantes y no siento ninguna simpatia por el hombre que tengo en frente, me recuerda cosas que no me gusta recordar...

Merv sonrió mientras arqueaba las cejas mirando la mano de Rachel, como diciendo "No esperes que me ensucie tocándote"...

Un buen intento, aunque tu cara de asco es casi como la mía. Lo tomaré como válido, al menos tienes una interesante sonrisa para ser monja... Una burlona sonrisa acompañó al irónico asento que puso al decir monja.

Sacó la aceituna de su Martini y la comió lentamente, mientras complentaba su club. Luego volvió a mirar a Rachel.

Dime que te parece mi Club? Estoy orgulloso de él sabes. Trabajé durante años para lograrlo. Es increíble cómo ustedes son capaces de dar rienda suelta a sus locuras cuando se les quitan las inhibiciones tontas que les pone su sociedad adelante. Lo que mas me gusta es que aquí solo existe sinceridad, la mayor de ellas, cada uno es lo que es sin importale lo que dirán los otros. Y tu pareces ser parte de este lugar...

Mis ojos se centran en los suyos dejando ver claramente la ofensa que me produce su burla pero le escucho callada hasta que termina, dejo de sonreir

-No, yo no pertenezco a este lugar, no me importa lo que haya trabajado en ello..es...un lugar de pereversion ,y las inhibiciones solo funcionan para aquellos que no viven agusto consigo mismos y no es mi caso..-

Bajo un momento la mirada sintiendome un tanto hipocrita

-Dejemonos de tonterias, digame que quiere y que hago aqui de una vez o me largare y ya me buscare la vida yo..-

Hay ciertos temas que me enfadan demasiado

Merv largo una larga carcajada ante las primeras palabras de Rachel.

Si, estoy seguro que "vives" conforme, completamente conforme. Su enorme sonrisa de repenté se cortó en un claro gesto de disconformidad. Sus ojos se transformaron, se llenaron de ira, y se acercó a Rachel clavándole la mirada.

Pedazo de basura engreíga. Comes santos y cagas diablos. Vienes a mi club trayendo toda tu idiota moralidad cuando en realidad eres un saco de hipocresía andante. Te cansaste de fornicar con tu profesorcillo ante los ojos de Dios, y aún asi osas creerte diferente a toda la gente que hay aqui. Los llamas perversos, cuando tú misma lo eres, además de traidora, mentirosa, y cobarde.

Su gesto fue volviéndose cada vez mas feroz. Sus palabras eras rápidas y certeras, sin dudar una sola vocal. Rachel sintió un escalosfrío que recorría su espalda, un intenso miedo se apoderó de ella. Fuera quien fuera aquella persona era claro que no servía de mucho enojarla. Fue elevando su tono de voz hasta llegar a los gritos. La música volvió a silenciarse, y toda el lugar miraba con miedo ahcia allí.

Y no conforme con ello vienes a amenazarme en mi propia casa, a ser descortez, caprichosa. A faltarme el respeto a mi!!! A mi!!!Hoy te salvaste solo por una cosa, por que quiero saber qué eres. De lo contrario... creéme que las personas que me faltan el respeto pueden llegar a sufrir demasiado. Tarde o temprano volverás a pasar por aqui. Espero que hayas entendido cómo funcionan las cosas. La próxima no importará mi curiosidad. Saquen esta basura de mi sala!!!

Dos hombres vestidos de látex, con sus muslos al aire tomaron a Rachel de los brazos, dispuestos a sacarla.

Ante sus primeras palabras mi mirada sigue desafiante pero a medida que aumenta el tono mi cara cambia hasta basicamente escurrirse de mis faciones -¿Como sabe eso? ¿Quien se lo ha contado?-

Podria ser que fuera Dios y ante la nueva oportunidad que se me ha otorgado haya optado por mentirle y ahora no hubiera vuelta atras, sin embargo, ¿Tendria dios un antro asi? Mas bien parece obra del diablo y a este si se le puede mentir...

Igualmente sus palabras me han provocado dolor, el dolor de los recuerdos y de mi propia manera de ser que aun no ha cambiado, cuando dice que volveremos a vernos solo puedo sentir pavor

Voy a preguntarle sobre lo que soy pero no hay tiempo, dos hombres, si se pueden llamar asi, acuden a su llamada. Me agarran y me arrastran hacia fuera del local.Definitivamente estoy totalmente perdida y parece claro que dios esta apunto de abandonarme

¿A donde ir cuando todo se presenta de esta manera? Al unico sitio que conozco y me da paz.Mi antiguo convento.

La luz del sol encandila sobremanera. Rachel cree ver el convento a lo lejos. Camina unos pasos y pronto se topa con un montón de cartón...

Lo que había sucedido en esa habitación donde estaba el doctor me había hecho sentir algo que nunca senti, ese dolor extremo y mortal que ahogo mi voz por completo sin poder emitir ruido de agonía en si, todo eso fue horrible pero la situacion mejoro aunque seguia siendo mala. No podia respirar, la musica era muy fuerte, el lugar muy extraño y sadico pero un vomito alivio un poco mi malestar dejando por fin algo de alivio a mi ser, al principio de rodillas y luego me pude parar recto aunque algo tambaleante y desenfocado.
La extraña presencia de un hombre y su comportamiento me hacian sospechar, mas aun cuando la gente del lugar parecia saber mas que yo y se aparto para que yo siguiera un sendero, seguro que si queria respuestas las encontraria siguiendo las pistas y los caminos asi que comence a caminar lento para afirmar mis capacidades motrices y luego con algo mas de confianza avance como si de poca cosa se tratara aunque extraña vez tuve que poner mi mano contra la pared pues me sentia extraño y termine subiendo las escaleras con curiosidad hacia donde me llevarian.

Al llegar al piso superior, Miguel puede observar a aquel extraño hombre. Obviamente no es una persona mas en aquel lugar, su porte, su arrogancia, denota poder. Su vestimenta es de una exquisita calidad, ello, junto a sus modales exudan elegancia, hacen que sea todo un playboy. Observa a Miguel con una sonrisa sarcástica en la cara por unos segundos. Tal vez esperando que sea él quien inicie la conversación.

Las características que podía captar de esta persona me hacian reir, saber que yo la podia destruir con tanta facilidad pero nunca fui de esas personas que usan su conocimiento para hacer el mal aunque estaria haciendo mal al mal.
Avance unos metros e inicie la conversacion.

-Sabes, personas como...-

¿Cuando esto dejo de ser un sueño para mi y se convirtió en una diversión? Yo todavía no podía entender porque me encontraba en un lugar así y porque sucedían estas cosas, mi primera teoria sobre el sueño habia sido descartada por la habitacion distorcionada con Freud adentro.
Justo en el instante que recorde a la habitacion tambien recorde las palabras del doctor con que tenga cuidado con lo que decia.

- Olvídalo, seria empezar con el pie izquierdo... Me presento soy Miguel O`Hara, disculpe lo descortés de mi personalidad.

¿Ves? Este es el problema de las personas cómo ustedes. Vienen aquí, a mi espacio, a mi propio club, llenas de pretensiones y soberbia, sin mostrar el más mínimo y sincero respeto...

Ahora bien, cómo hoy estoy de buen humor seré generoso. Le permitiré volver a empezar la conversación. Si me gusta como se presenta le daré un voto de confianza, y accederé a responder una pregunta que tenga para hacerme. Pero pienselo bien... será solo una.

No sabia que juego seguir, si era mi mente el que trataba todo esto podia sacarle el provecho que yo queria pero ¿Que era este lugar para mi? y si no era mi mente este campo de batalla entonces ¿Que reglas deberia seguir? Por el momento creo que atendere las reglas que se me ponen adelante y vere que resultados obtengo.

-Esta bien... comienzo de vuelta... Soy Miguel O`Hara, Licenciado en psicologia y me disculpo por mis malos modales es que ando algo perturbado pero gracias por la segunda oportunidad señor... ...-

Y deje una brecha de silencio por si el deseaba contestar con su nombre, la verdad es que se me partia la cabeza tratando de encontrar una explicacion a todo esto y no encontrarla, quizas estoy siendo drogado con una nueva droga experimental, no lo se, solo quiero respuestas.

-...Dios. - Completó la frase de Miguel.

Cuando dijo dios no se como mi mente no exploto y mancho toda la habitación de sangre y sesos, yo lleve mi mano al mentón y comencé a pensar otra vez mientras acariciaba con el dedo indice justo debajo del labio.
Ya esto no me parecía nada normal pero tenia que haber una explicación lógica, alguna clase de demencia debo estar sufriendo pero no estuve presentando ninguna clase de síntomas.
Mire a "dios" y le formule mi pregunta.

-¿Que es lo que sucedió conmigo?-

Pregunte y me atemorizaba saber la respuesta, quizás esto era todo un show de tv muy bien elaborado... no, el corte en la garganta fue muy real por eso pensé primero en que era un sueño.

- Ah, interesante. La mayoría hace preguntas tontas acerca de Dios... Tú al parecer directamente lo ignoraste. Lo cual me hace pensar que no te crees parte de estas tonterias religiosas...

- ¿Cree usted que puedo ser Dios?

Sacó la aceituna de su Martini y la comió lentamente, mientras complentaba la reacción de Miguel.

Le sonreí mientras aun permanecía parado y di vuelta mi rostro para mirar la escalera por donde vine, en ella podía ver el reflejo de las luces que parpadeaban, se notaba que la diversión aun seguía en aquel club. Volví mi mirada hacia "dios" y no quite mi sonrisa de mi rostro.

-Un dios es una existencia perfecta, donde no tiene defectos y su perfección no tiene limites... A simple vista tienes cuerpo y materia sujeta a leyes que te definen, bebes y te alimentas pues es tu cuerpo que pide existir... Si realmente eres dios pues solo estoy hablando con una representación de el pero si realmente eres dios mi opinión solo esta definida por parámetros mundanos y conoces las limitaciones de mi conocimiento.-

Le di una explicación basada en mis conocimientos e hipotesis pero esto me llevaba nuevamente a dos concluciones... la primera es que el buscaba una respuesta ante mi ser que le parecia desconocido y la segunda es que sus preguntas querian hacerme elaborar una respuesta que me daria a entender algo.

-¿Le molesta si tomo asiento?-

Ya mi primera pregunta habia sido hecha pero ignorada asi que si esta segundo me la permitia solo seria por los modales que este ser que se hacia llamar dios me lo permitia.

- Claro que me molesta... Aún no te has ganado estar sentado en mi presencia. Y por cierto has dado muchos rodeos pero no me has respondido. ¿Crees que existe Dios? ¿Tu mami y tu papi te llebavan a la Iglesia los domingos...? ¿Quien te dió esa idea de perfección e inmaterialiadad? ¿Que creiste que pasaría cuando te rebanaran el cuello...?

Frenó de golpe de hablar tras esta última pregunta, mientras que con una sonrisa dejó ver claramente su mejor cara de soberbia. Se recostó contra el espaldar de la silla, con cierto aire de satisfacción.

- ¿Crees que puedo ser Dios?