Partida Rol por web

Del amor verdugo

II. El bosque del Amarrado

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10/01/2019, 23:04
Pere

El joven Pere se había calzado ahora con un buen bordón, que os dijo que se dedicaba al pastoreo y estaba aprendiendo el oficio de su padre y abuelo. En pocos minutos dejásteis Yepes por el sur, y os adentrásteis en otra llanura plana con altibajos. Allí, a unas cien varas o menos, se veía la linde de un bosque de encinillas, dehesa como quien dice, llena de peñascos, prado amarillento, carrizo, hinojo y zarzales aquí y allá. Aquel batiburrillo de vegetación especialmente densa (cosa poco común en aquella zona), hizo que el joven Pere sonriera un poco y os hablara.

Pues vamos al bosquecillo del Amarrado, señores -os decía-. Siempre he venido con mi padre a quitar cantos, para que crezca hierba y puedan comer nuestras ovejas. Es un terreno muy bueno. Ah sí, el nombre... enseguida sabrán porqué se llama así.

Segundos despues, tras atravesar el caudal de un arroyo seco, vísteis un gran peñasco que se elevaba mucho más por encima que una encina vieja. Era incluso más grande que Baldomero, y parecía una especie de atril natural en plena dehesa.

Ahí, según me contó mi abuelo, antiguamente colocaban las ofrendas para él, y hasta un día, unos quintos, por hacer la gracia, ataron de las manos y colgaron a uno de sus amigos como ofrenda, para reirse en su cara en su propio cumpleaños. Sí, de aquel peñón, de la cúspide, ¡miren! -y señaló lo alto del gran cancho, rodeado de árboles secos, entre risas, como acordándose otra vez de la anécdota-.

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12/01/2019, 17:34
Severino Modrego

Con la panza llena tras un buen almuerzo en la casa de el Andrés, que chacina y pan reponen las fuerzas, dispusiéronse a emprender el camino que llevaba hasta las lindes de un bosque - ¡Ala maños!, to'esto es lujo pá los gorrinos - más parecido a una dehesa repleta de encinas, donde los pastores bien podían engordar a los suyos cerdos y reses. Con el calor y en aquellas horas, los forasteros eran los únicos que encontrábanse allí con la compañía del curioso mozo.

Se trataba de un alegre pastorcillo, humilde y ajeno a las malas intenciones de los hombres que se salen del recto camino. Con todo y con eso, a su juventud afrontaba la desaparición de algunos paisanos - ¿Ovejas dices?, seguro que me se mejoran los picores est'invierno con buena lana. ¿Vendéis pues?, y queso qu'es lo más importante, maño - con entereza, que no eran mucho de hablar en Yepes y el muchacho era bien claro. Atento a los suelos que pisaba, con mucha rama y buen pasto, ni seña de huella alguna - ¿Los pastores'taréis más preocupados por los lobos que nadie pues?, no sé yo si se'os'an atacado un día destos - y que sin rastro no hay fiera que valga.

Aprés, llegaron a un cerro donde con malas ideas divertíanse los que ahora a mayor edad - ¿Q'ay qué mirar, Pere?, no veo nada más qu'el Sol. A ver, ¿el Miguel ese endonde'stá? - con rostro inocente visitaban la posada y que ni se les ocurría no ir de misa.

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14/01/2019, 13:08
Pere

Si, los lobos vienen y ya tememos, la cosa así está -respondió el joven aldeano a Severino-. La lana que sacamos va para el señor de Yepes, o pa'la feria de aquí o allá. Entonces pareció que Severino y el resto esperaban alguna confirmación del muchacho acerca del rumbo. Yo les dije que les llevaría aquí, nada más, que aquí le vi correr como un loco, metiéndose bien pa'dentro de las arboledas de la dehesa. Ojalá supiera en donde está -añadió-. Claro que, al sur de aquí, a cuarto de legua, está el molino del Ventamoro,junto a un arroyo que antes, decía mi padre, tenía mucho más caudal y movía sus ruedas. Ahora es pura ruina. Eso sí, está bien profundo, y allí no meto yo mis ovejas ni a mi mismo ni loco. Y no por los lobos. Si quieren les digo "ahonde" es, y les encauzo un poco, pero no voy yo allí. Usteden dirán, señores. Esta pa'allá -señalando al sur con el dedo, entre las encinas-.

Notas de juego

Haced una tirada de Descubrir con el D100.

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14/01/2019, 20:59
Severino Modrego

Pena le daba no poder comprar un poco de lana, de aquella que producíase en Yepes, que para señoritos andaba reservada y que el sobrante era carne de astutos comerciantes en las ferias. Entristecido por ello, atendía  a el joven que resistíase a dar un paso más junto a la compañía llegada desde Toledo - ¿Pues?, estás muerto miedo pastorcillo. Ahívadeahí pá casa to tieso y no te se vayas a perder, maño. T'abrán visto traernos'al campo como forasteros, a ver si vas'a desparecer y nos cuelgan en mitad'e la plaza - en su búsqueda de el último desaparecido. 

El almogávar oteó el horizonte, donde señalaba Pere que podrían encontrar sendo molino ruinoso - Ni veo amarrados ni molinos. Si tan profund'está que lo mismo y s'an caído ahí la Maribel y la familia de el Miguel - incapaz de ver nada más que encinas.

- Tiradas (1)
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14/01/2019, 21:02
Gonzalo de Castilla

Gonzalo respiró profundamente, no era lo suyo el ejercicio físico y llevaban un buen rato andado. Escuchó antentamente al mozo y luego pensó durante rato, reparando en sus palabras.

 

-Es buena zona esta para el pasto por lo que comentáis, y bien extensa. Ideal para buscar a alguien - dijo remarcando la ironía-. Si has visto al Miguel corriendo por esta zona, lo mejor es que nos dirijas en la misma dirección, que si aún por encima dices que hay una zona ruinosa donde pueden ocurrir problemas, parece un buen sitio para empezar a buscar. Habéis venido reparados por si nos aparece el lobo Severino y Baldomero?

Mientras van andando hacia el destino que el mozo les propuso, Gonzalo parece hacer memoria sobre una concreta frase:

-Dices que hacían ofrendas a "él" en esa loma que nos señalaste, ¿a quien te refieres, mozo?

 

 

- Tiradas (1)
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14/01/2019, 22:23
Baldomero Cubero

Iba Baldomero acompañando al grupo, sin mucho ahínco por el bosque. Mas nada que un buen sorbo al vino no consiguiese, pues le daba esa frivolidad de cara al costoso trabajo, y ese soberbio remiendo de júbilo a sus cortos ánimos. Incluso se rio del relato contado por Pere, a pesar de no haberlo entendido en su plenitud. Sin embargo, cuando el joven dijo de retirarse antes de adentrarse más en la foresta por el miedo, el bandido frunció el ceño, ya que no le gustó del todo que se amedrentara.

- Yo no soy un cagalindes. A mí lo que menos miedo me da son los lobos. Siempre estoy preparado. – respondió a la pregunta de Gonzalo con total convicción.

- Tiradas (1)
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15/01/2019, 00:10
Pere

No señor, yo les encamino, pero luego me vuelvo a casa -decíale Pere a Severino-, que lo ví correr al Miguel, pero no me metí más entre los árboles. El molino está más pa'delante -decía-, allá "acullar" -que quería decir, mucho más para allá, tanto que ni se veía desde vuestra posición-. Luego miró a Gonzalo, mientras andaban-. Sí, señor, que allá os conduzco -respondía al deseo del prior-, hasta quedarme yo en el linde, como les digo, para luego marcharme por donde he venido; que a "él" me refiero a un hombre, Guzemán, o algo así, que antaño, antes que mi abuelo, se quedó tuerto y tocado, y vino a vivir al bosque. Decían que su cabaña estaba en algún lugar, y que cuando alguien le dejaba comida en la entrada de la dehesa, los campos ese año eran buenos. Mi abuelo no miente, pero yo no lo he visto nunca ni quisiera -añadió, sin darle importancia-.  Decían también que hablaba con los lobos, y por eso no entro, les digo; no por lobos, sino por el tal Guzeman. Después, tras unos minutos andando se dirigió a otro de vosotros. No señor, que yo no digo nada -ahora mirando a Baldomero-, que vos todos se ven bueno señores y nada de pata corta -como la gente que necesitaba de tenerlas, para poder huir cuando fuera menester-;

Entonces comenzásteis a atravesar un senderillo recto, que estaba bien visible por el tránsito de ruedas de carruajes y cascos; y comprendísteis que la dehesa hacía ahora arboleda más espesa, y tras diez minutos más, que la tarde estaba ya en su cenit, y momentos después, Pere se paró.

Aquí está, el arroyo que antes era meandro, más arriba, y donde estaba el molino -apostillo al llegar a un pequeño riachuelo de seis o siete varas de ancho, en el cual había un tronco que hacía de improvisado y natural puente. Que aquí ví al Miguel, corriendo por la orilla, como un loco; Que aquí me quedo y me marcho, y no voy más pa'lante, señores. Tenéis que tirar to'recto, pasar un claro, y enseguida está el molino. Si van id prestos, que la noche caerá en no mucho...

Notas de juego

-Si no decís lo contrario, Pere se marchará por donde ha venido.
-Para marchar hacia el molino, que se divisa no muy lejos más allá de las copas de las encimas proximas, debéis atravesar el arroyo (metiéndoos en el agua o por el puente, vosotros diréis.).

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15/01/2019, 14:07
Severino Modrego

Las tierras de pasto habíanse colmado de encinas en un santiamén y que la luz del Sol ya con dificultad pasaba entre el denso follaje. En las ramas de un verdor majestuoso, que buena composición hacían con el ocre paisaje, comenzaban a germinar las blancas flores que pronto serían bellotas y que en otoño los cerdos disfrutarían, que regordetes estaban más hermosos para la matanza del invierno.

Pere habíales acompañado - El maño ese de el Guzeman, ¿con lobos dices?. Eso son tod'istorias Pere, que los lobos n'ablan ni nada - hasta las lindes del arroyo, que por aldeas uno se entiende - Si el mangurrián ese tiene a las corderas y a el zagal, qu'el Señor me de el suyo perdón y que por viejo que sea el Guzeman le voy a'ventar un fachazo que de la pitera se le van'a salir los'esos - y en el campo todo son desgracias sin buena guía. Allí mantúvose firme en la decisión de volver y que solos continuarían el almogávar, el bandido y el hombre santo. 

Cruzar por el poco confiable puente natural era más cosa de jóvenes asilvestrados que de hombres de buen comer y sacerdotes malheridos - Vay'usted a tener cuidado, prior, que se pued'escorromoñar y con la riada vamos'a tener qu'ir a buscarle al Tajo - que hacía tiempo ya que pisaban tierra con firmeza. Severino sacó la suya cuerda, que hombre precavido vale por dos, e hizo entrega a sus compañeros - Un nudo por la cintura, maños. Qu'el agua tira con más fuerza qu'el Guzeman ese y las leyendas pá los mozos, que lo que moja mata si uno va sin cuidado - que entre la edad y el vino, ibánse a dar un baño hoy sin quererlo.

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15/01/2019, 17:57
Baldomero Cubero

- Dejar de hablar ya del “Gusamán” ese, y vamos rápido, que se nos hace tarde y no quiero dormir en el pasto. – comentaba displicente Baldomero, que no creía jamás en historias inciertas, contadas por campesinos.

Tomando la cuerda que le entregó Severino, la miró y luego a este, con un gesto de incertidumbre en su rostro. – A ver si da para amarrarme yo. – consiguiendo rodear con la cuerda su barriga y realizar el nudo sin mucha dificultad. – Bueno. Como yo soy el más gordo, iré delante. Así si alguno se cae, mi peso le sostendrá. – dijo, sacando su hacha para aferrarse a la madera en las partes costosas, antes de proceder a cruzar.

- Ala Pere. Ten cuidado con los lobos, no te vayan a desgraciar.

Y esperando a que el resto del grupo diese la seña, procedió a cruzar el peligroso puente.

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15/01/2019, 23:31
Gonzalo de Castilla

Gonzalo sudó solo de pensar en lo que le quedaba por delante cuando el joven pastor se paró. Miró hacia el cielo, viendo por donde se desplazaba ya el astro rey y acabó dando con su vista en el improvisado puente.

-Gracias Pere, regresa al pueblo pues, que a partir de aquí seguimos nosotros. Haz el favor de avisar al padre Alfón de que nos tenga un lecho presto para la noche, si puede hacernos tal favor, y de no ser posible, mira de hacerlo en la taberna.

Luego, mirando hacia sus dos compañeros de fatigas, se tocó la tripa, como recordando que no era el mejor menester para su persona el atarse y hacer equilbrios, pero la llamada de Dios lo llevaba a hacer tales cosas. El mal de Yepes había de ser solventado.

-Tira tu primero pues, mientras Severino y yo aguantamos la cuerda por si resbalases, y cuando estés al otro lado nos termas tu de la cuerda, así el peligro seguirá siendo peligro, pero menor, que entre los ingenios y la ayuda de Dios, bienaventurados seremos - y se presignó.

Como hablando para tranquilizarse, hizo un comentario final.

-Una vez pasemos, le echamos un vistazo al molino y alrrededores y nos volvemos, que no es sitio para andar sin luz, y la noche llega sin avisar si no estamos atentos y raudos.

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16/01/2019, 11:43
Director

Que el bueno de Pere asintió ante la petición del prior Gonzalo, y tal que así diría al padre Alfón, el párroco de la iglesia de Yepes, que esta noche esperara visita para acomodar en la sacristía. El caso es que el joven se dió la vuelta, marchándose de allí justo antes de despedirse con la mano. Y desandó sus pasos. Y que no siendo la dehesa castellana lugar de matorrales y retamas turbias, ni arboledas peligrosas y aberrantes, que no era menester atarse cabos a la cintura para cruzar aquel arroyo de seis varas; mas que uno debía ser precavido, y más en un lugar algo aislado, como ya estábais, para evitar resbalón y con ello golpe innecesario. Tras atarse cabos Baldomero, éste pasó, y el arroyo apenas le hacía fuerza de corriente importante; y que luego así lo mismo hicieron Severino y don Gonzalo, y no hubo problema alguno.

Que tras cruzar, en la otra orilla ya comenzaba un linde de árboles más espesa, y que así hubísteis de atravesar para ir de camino al tal molino. Veíais más cerca que se alzaba un poco más sobre las copas, decenas de varas más allá. Tras llegar a un claro, el mismo que Pere os había relatado, veíais ya entre los troncos de más allá la construcción a la que íbais; y que tras seguir avanzando pronto, en poco más de dos minutos, os pusísteis delante de ella.

Allí andábase, junto a unos charcos, las ruinas de lo que había sido un antigo molino. Delante de él había también otra construcción, que seguramente fuera el almacén del grano antaño, cuando debió estar en construcción. Seguramente la gran herramienta tuvo mucha vida, pero ya era un despojo de piedras en mitad de la dehesa. Eso sí, entonces os sobresaltó un poco ver a un tipo, allí, en mitad del campo, junto a las ruinas. Estaba a unas veinte o treinta varas adelante, justo antres de la entrada del molino. Llevaba prendas de campesino parduzcas muy típicas. Os miró sorprendido, como no esperando encontrarse a nadie allí.

- Tiradas (3)
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16/01/2019, 19:34
Gonzalo de Castilla

Gonzalo, tras pasar por el río, que al final pareció tener menos profundidad de la que a simple vista le pareció, andó un trecho junto con los buenos de Severino y Baldomero. Viendo a lo lejos ya las ruinas del molino se alegró, y más aún al ver a un paisano en la zona, ya que eso significaba que algo sacarían de la aventura del día, pudiendo regresar seguramente al pueblo con margen antes del anochecer.

 

-Buenas tardes nos de Dios señor, mi nombre es Gonzalo.- y sin decir nada más se acercó con gesto afable al paisano, esperando a que este hablase.

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17/01/2019, 14:32
Severino Modrego

Ya al otro lado del arroyo, complacido por haberlo logrado sin percance aparente - Pues'aquí estamos. En un santiamén recojo l'amarra - que el almogávar habíase quitado la cuerda de la cintura y raudo acudió en ayuda de el prior para lo mismo. Hechósela de nuevo al cinto para avanzar por el claro, donde pronto pudo ver las ruinas de las que el mozo habíales hablado y a un tipo que para nada podía esperarse. 

El Gonzalo avanzó confiado - Vay'usted a tener cuidado, prior. Que pasand'el arroyo ya n'ay pasto ni pastores y si es terreno de cazadores, que bien podrí'aber alguna trampa y que no me se vay'a'scorromoñar por un'agujero o acabe colgad'una soga - muestra de su fe, que si bien Dios le ofrecía la suya protección, que para no conocerle antes de tiempo ya estaban el Baldomero y el Severino. Con un pequeño trote agarrose a las ropas del santo hombre - Espérese, dem'un segundo. ¡Cooooooooo, ¿qu'aces ahí?!. Van el Severino, el Baldomero y el Gonzalo que pá quien nos enseñe ruinas de molino tenemos vino, ala maño - llevando su mano al mango del hacha, sin dejar de prestar atención al terreno y que con un asalto al día ya tenía para el mes.

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18/01/2019, 00:08
Director

Fueran las prendas eclesiásticas del prior, bien visibles, que muchos no quieren la Iglesia y su Palabra ni en pintura, o la gran altura de Baldomero extraña para un hombre, o fueran por las voces de Severino en mitad de la dehesa, que aquel tipo, simplemente, corrió. Echó a correr en la dirección que íbais, yéndose para atrás del molino, y alejándose de vuestra dirección...

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18/01/2019, 14:49
Severino Modrego

Echó a correr el solitario individuo, que ni las libres cazadas brincan tan ligero y que en menos de un periquete las ruinas quedaron abandonadas - ¡¿A'onde vas?!, que si fuésemos el Bald'y servidor podrí'entender las prisas, pero usted prior es'ombre de bien y trato agradable - como, según habíales dicho Pere, solían estarlo.

Por cualquiera razón que tuviese, culpable o no de algo, desapareció tras los restos que quedaban del viejo molino. Severino avanzó muy atento del suelo que pisaba - ¡Oiga!, que no le vamos'a facer nada ... ¡salga pues, no me'sea cagalindes maño! - para evitar tropiezo, que bastantes había tenido ya en la vida.

 

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18/01/2019, 15:49
Baldomero Cubero

Tras haber rebasado el puente y desprendiéndose ya torpemente, debido a los nervios, de la cuerda, Baldomero la devolvió a Severino. – Ese si corre, es que algo esconde. – ajustando sus pantalones y saliendo a correr tras el sospechoso individuo. – ¡¡Oye tú, ven aquí!! - gritó con respiración agitada. - ¡¿Te llamas Miguel?! – sin dejar en ningún momento, de perseguirlo con empeño, rodeando ligeramente las ruinas, y sacando ganancia a lo que sus fuertes piernas le permitían llevar su grueso cuerpo.

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18/01/2019, 17:13
Gonzalo de Castilla

Gonzalo no entendía lo que pasaba muy bien. De poco le iba servir a aquel hombre correr, estado dos hombres como Baldomero y Severino a su caza. Tampoco entendía por que escapaba, pues aún no diera tiempo a correr la voz de a lo que andaban ellos 3 por esas tierras, y más aún, por que alguien escapaba de un monje. No si no tenía nada que ocultarle a Dios, e ahí quizá el por qué.

Sea como fuere, Gonzalo no estaba como para correr. Ya antes del navajazo no era lo que mejor se le daba, ahora mismo...ya no quería ni imaginárselo. siendo esto, alcanzó a gritar a sus compañeros:

-Os espero aquí en las ruinas cuando lo atrapéis. Non lo manqueis cuando lo traigáis, que solo queremos que nos hable. - dijo en un vano intento por intentar frenar al hombre a la fuga con palabras.

Notas de juego

Dire, me dedico a revisar las ruinas mientras dure la persecución.

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19/01/2019, 00:31
Director

Notas de juego

BAldomero, haz una tirada de Correr (o en su defecto, si no posees porcentaje alguno, de AGI)

Gonzalo, haz una tirada de Descubrir (o en su defecto, de PER)

Severino, no me queda claro si también sales a perseguirle; en tal caso harías también una tirada como la de BAldomero.

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19/01/2019, 11:36
Severino Modrego
- Tiradas (1)

Notas de juego

Voy a acercarme a la zona posterior del molino, pero con mucho cuidado y para rodearle iré por el lado opuesto de Baldomero.

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19/01/2019, 11:56
Gonzalo de Castilla
- Tiradas (1)

Notas de juego