Partida Rol por web

[Desafío Mensual 02] El viejo Katán y la increíble...

Capítulo 1: El Viejo Katán

Cargando editor
01/11/2018, 16:03
Director

El bonito paisaje de un cálido día de primavera se emborronó en cuanto comenzásteis a adentraros en el pantano de Glitchegumee. Lleváis varios días de viaje y vuestras espaldas doloridas os recuerdan que estaría bien encontrar pronto un sitio para dormir más cómodo que el duro suelo. Por esta razón habéis decidido atajar por allí para ahorraros una jornada de camino y así llegar antes a Volkrad, el poblado más próximo.

Es entonces, mientras avanzáis por el hediendo paraje, cuando oís por primera vez esa especie de aullido. Alguno de vosotros pensó que quizá eran unos cocodrilos apareándose, o puede que alguien agonizando... Sea como fuera, os habéis acercado para salir de dudas.

Ante vosotros se alza una modesta pero bien construida cabaña de adobe de dos pisos. Estáis cerca de ella, observando desde unos arbustos. Podéis ver, cerca de la puerta, a un viejo de pelo banco que canta mientras se baña en una tina de latón. Bueno, "cantar" es ser demasiado amable para describir lo que hace. Más bien lo intenta, aunque de su garganta surge un desafinado grito. Eso sí, muy potente.

Pero... ¡un momento! ¿Qué diablos son esas criaturas que le acompañan? Veis que a su alrededor hay una docena de seres parecidos a setas moteadas. Varias de ellas comienzan a cantar a coro con el viejo, el cual parece aceptar este increíble acontecimiento como un suceso cotidiano. Los champiñones ondulan y se estiran mientras sus débiles voces de tenor se arrastran junto a la demoníacamente fuera de tono del anciano. Deducís que están intentando imitar su voz, pero aún así su trinar no es tan malo como el del hombre.

De pronto, un penetrante silbido estalla en el aire sofocante del lugar. El sonido procede de un lado de la bañera. El viejo cesa de cantar, se gira y se fija que varios champiñones le están robando la ropa y se escapan en varias direcciones, mientras parecen reír a carcajadas.

El hombre emerge de un salto, se lleva la mano a una cadera con un gesto de dolor y se ajusta una toalla a la cintura.

-¡Volved aquí inmediatamente con mis ropas, pequeñas sabandijas ladronas! ¡Venid aquí ahora mismo!

Gritando terribles amenazas, el viejo intenta perseguir a estos curiosos ladronzuelos, los cuales saltan de un lado a otro entre risitas agudas.

Notas de juego

El audio es la canción que está cantando, pero con un horrible tono desafinado.

Cargando editor
01/11/2018, 21:12
Egror Pasofirme

El enano permaneció un momento inmóvil entre la maleza, tratando de entender lo que estaba pasando. La situación le parecía, cuanto menos, surrealista

Su experiencia como aventurero lo había llevado a embrazar su escudo y aferrar su hacha mientras se acercaban al lugar, pero lo que veía no parecía ser peligroso, por lo que casi sin pensarlo, en un movimiento natural que llevaba años ejecutando, dejo caer el mango de su hacha, en la argolla que pendía de su cinturón, dejando libre la diestra.

Su brazo izquierdo se abrió un poco dejando ver su fornido pecho mientras daba un paso al frente, quedando visible ante el bañista y su extraño coro

- Yo creo los hongos cantan mejor que tú - le espetó sin preocuparse por la reacción del viejo semi-desnudo - Aunque reconozco que nunca antes había visto hongos cantando - añadió en voz baja, solo para que lo escucharan sus compañeros.

Cargando editor
01/11/2018, 22:41
Artemius Fix

Artemius entrecerró los ojos intentando sobrevivir a aquella cacofonía. Cuando parecía que no podía aguantar más se incorporó saliendo de la maleza. De hecho aquella postura estaba afectando a sus maltrechas lumbres que debía intentar cuidar en la medida de lo posible.

Sin embargo aquellos minihongos parecían haberse tomado su propia justicia por su mano.

—Vaya... Creía haber visto muchas cosas en mi vida. 40 años desde que me gradué como mago y esta es la primera vez que veo un tío desafinando así... Madre mía, ¡lo tuyo es vocación! -sentenció obviando el problema que afligía a aquel hombre. Lo veía casi un acto de justicia que de hecho decidió agradecer

—¡Gracias fungus, hongos! ¡Amables talofitas! -Dijo en todos los idiomas y calificativos que le venían a la memoria.

Cargando editor
01/11/2018, 23:06
Nails Bourbon

Ese mamífero realmente cantaba mal, incluso para los cánones de un pátido cuyos mejores cantantes son considerados de horribles a muy malos entre las otras razas (cosa de no tener labios). Pero su mirada se desencajó abriendo mucho su ojo derecho mientras su izquierdo lo guiñaba como tic nervioso. Demasiadas preguntas se agolpaban en su cabeza. Y la primera pregunta era, ¿Se podía sacar dinero de ese tipo y esos bichos? La respuesta era obvia, de todas las situaciones se puede exprimir oro. 

Así pues, después de la primera impresión que lo dejó patoparalizado reaccionó poniendo en marcha sus neuronas. En un gestó automático rebuscó en su bolsa sacando un pequeño colirio que usó para mojarse los ojos (problemas de los pátidos alejados del agua). 

- Hola buen hombre, y otros quack seres que no se si me quack entienden. - Dice la ave - Soy Nails Bourbon, de los buenos Bourbons de Vallealto, creo ver entre líneas que usted tiene un quackproblema con sus micológicos amigos, yo quizás pueda ayudarle con un amuleto que aunque no le quackasegura la perfecta obediencia de hongos y líquenes, mi quack druida de cabecera asegura que influye en sus actos hacía la quack voluntad de su portador. - hace una pausa- eficacía no probada - dice por la bajini antes de continuar con su  chachará a tono normal - Su precio habitual serían 2 monedas de oro pero viendo su urgencia por un precio de 1 moneda de plata se lo vendo.  -  mientras que de no se sabe donde en su ala sostiene un trozo de corteza con unos símbolos marcados a fuego. 

Cargando editor
02/11/2018, 00:45
Jatum Kedz

Jatum había estado más de un minuto con la mandíbula desencajada. No era capaz de asimilar lo que oía, y no era capaz de entender lo que veía.

Pero qué demonios eran esas setas cantoras, y porque ese hombre se bañaba fuera de la casa.
Es que acaso se había dado un golpe en la cabeza y estaba viendo visiones.

Toco con la mano, pellizco sus mejillas, y no, no era un sueño. Era peor.

La rodada iba en aumento hasta que de repente las alimañas aquellas empezaron a robar la ropa del hombre que cantaba con clavos en la garganta.

Iba a sugerir que se marcharan sin hacer ruido, pues de aquel encuentro nada bueno podría salir cuando todos sus amigos se pusieron a la vista.

A dónde pretendían ir.

Dejo que se presentaran pero no se movió de su arbusto, siguió mirando a las plantas locas con la ropa a la fuga.

La gente es mala cuando es mala, y si robas ropa, eres malo. Se decía el guerrero, pragmático como solo podía serlo alguien que vivía su vida en dos tonalidades de pensamiento.

Todo aquello le superaba y contra todo pronostico, no le hacia la menor gracia. Y eso que era él que siempre estaba bromeando con sus compañeros. Pero, podía ser que los demás no vieran o oyeran lo que él, habrían caído presa de algún extraño hechizo.

Mejor me quedo observando.

Lo susurro, como susurran los barbaros. Mal. Pero no hizo ademan de moverse. Así que allí quedo, tan plantado cómo debería de estar un champiñón, mientras los champiñones se movían de acá para allá.

Cargando editor
02/11/2018, 14:45
Director

Los champiñones se llevaron un buen susto al ver de pronto cómo emergían tres figuras extrañas de entre los arbustos. Todos corrieron a esconderse entre el follaje, deslizándose en varias direcciones. Los que estaban arrastrando las ropas del anciano hicieron lo propio, soltando las pertenencias y huyendo a toda velocidad.

El viejo también estaba asustado. Aunque parecía tratar de mantener la compostura, un ligero temblor en su nervudo cuerpo reflejaba su inquietud. Escuchó las palabras del enano y del encapuchado que aparentaba tener una edad tan avanzada como la suya. Entonces habló el pátido, y el anciano enarcó una ceja con gesto confuso. Miró el trozo de madera en su emplumada mano y resopló. Acto seguido se giró dando dos zancadas cojitrancas y un salto para ocultarse tras la bañera. Al instante volvió a aparecer, asomando la cabeza por encima de la tina -a modo de parapeto- mientras apuntaba a los recién llegados con una ballesta cargada y lista para disparar.

-¡Ja! ¡Basta de cháchara! A mí no me engañáis, sé que os ha contratado la cofradía de ladrones de Volkrad para que acabéis conmigo. ¡Pues siento deciros que venderé cara mi piel! Pensadlo bien. Tenéis la posibilidad de marcharos ahora mismo y decir que no me habéis encontrado, o juro por todos los dioses que me llevaré conmigo al menos a uno de vosotros...

Notas de juego

Jatum, como has permanecido tras los arbustos, parece que no se ha percatado de tu presencia todavía.

Cargando editor
02/11/2018, 16:23
Artemius Fix

—¡Tranquilo! ¡Nos vamos! -anunció el mago levantando levemente las manos... Pensó por un momento en realizar un sortilegio, tal vez algo para dormir a aquel hombre necio, sin embargo la flecha probablemente podría llegar a la garganta de cualquiera antes de que terminase de pronunciarlo...

—¡Ay! ¡Me ha dado un tirón! Subióseme el gemelo- Protestó dejándose caer tras haber dado un par de pasos. Con suerte atraería toda su atención mientras cierto hombretón escurridizo podría intentar emboscar a aquel idiota.

Cargando editor
02/11/2018, 19:23
Jatum Kedz

Jatum empezó a bordear la zona en cuento vio a los champiñones esconderse. El tenia pensado hacer lo propio, poco a poco se coloco casi en la espalda del hombre desnudo.

Con la espada aun dentro de su funda, puesto que no tenia intención real de usarla, apunto por la espalda hacia la nuca de su extraño adversario.

Los ladrones de Volkard son personas ruines a las que no les importa segar una vida. Mi gentil y desnudo amigo. Baja esa ballesta.

Su ultima frase sin duda se dejaba oír con otro tono de voz. Era una orden, dicha como una orden, y esperaba que la escuchara como una orden, la gente tenia la mala costumbre de tomarse mal las ordenes.

Dejo que el frio de estar y el mal momento lo hicieran reaccionar, y que fuera mucho mas locuaz. En realidad no podía hacer otra cosa, se sentía muy hermanado con su actitud. Lo acababan de sacar de un momento que debía de haber sido relajarte, y entre champiñones y extraños se estaba torciendo su día.

Notas de juego

Me tomo la libertad de narrativamente acercarme al tipo. Si no procede, que el tipo me tuviera calzado y me apunte a mi. O como el quiera. XD

Cargando editor
02/11/2018, 20:33
Egror Pasofirme

Egror farfullo algo ininteligible mientras movía su brazo para dejar el escudo frente a su cuerpo. Su otra mano acarició la cabeza del hacha, ahora enfundada, pero no hizo ademán de sacarla

- Que somos, qué? - preguntó mientras se afirmaba sobre sus piernas - Y que tu quieres, qué? - insistió mientras miraba fijamente la ballesta

- Si lo quieres es que nos vayamos, debes pedirlo amablemente y nos iremos. Pero no me gusta que nadie me apunte. Yo que tú, antes que nada, bajaría esa arma antes de que decida hacer algo al respecto. Y si lo hago no te gustarán los resultados - añadió buscando volverse el centro de atención del viejo para que sus compañeros pudieran actuar.

- Que no se diga nunca que un viejo desnudo que se divierte cantando con unos hongos consiguió que este enano se sintiera acobardado - declaró centrando su único ojo en lo ojos del desconocido - Y que tampoco se diga que alguien que me haya disparado no reciba un hachazo como respuesta - insistió con tono firme.

Notas de juego

No se si existe defensa total en Old School, pero si existe la hago. Defensa 15 + lo que corresponda

Cargando editor
02/11/2018, 23:49
Nails Bourbon

Todo Bourbon de Vallealto es valiente, sea de la rama que sea, y Nails no era una excepción. Por otra parte, el pátido no tenía ni una pluma de tonto así que con un movimiento de todo menos discreto. Que consistió en dejar caer su dudoso amuleto al suelo y dar un salto hacía atrás de Ergor, sin esconder en ningún momento su intención y actitud de posicionar al Guerrero Enano entre la ballesta y él. A su vez, sin perder tiempo desabrochó la correa que le cruzaba su plumado pecho para enarbolar su propia ballesta.

- Mi padre siempre quack decía que si apuntas a alguien con una ballesta debes estar dispuesto a disparar - Dice con rapidez asomándose sutilmente por el lado de Pasofirme - Y si llamas a alguien asesino o ladrón sin quack serlo tienes que invitarle a una cerveza, así que exijo que dispares o nos invites a una espumosa, ¡mamífero exhibicionista! - No creía que ese viejo tuviera dinero, pero su experiencia le decía que los viejos locos siempre tienen buen alcohol. 

Cargando editor
05/11/2018, 13:28
Director

El anciano movía su ballesta apuntando alternativamente a uno y a otro de los recién llegados.

El humano encapuchado de edad avanzada parecía ser inofensivo, sin embargo llevaba una vestimenta propia de los practicantes de la magia, y esos pueden ser cualquier cosa menos inofensivos.

También estaba el enano. Su actitud y sus palabras no dejaban lugar a dudas de que se trataba de un estoico hombre de armas. El anciano miró fijamente a su único ojo sano y casi podía jurar que no parpadeó en ningún momento. 

Por último teníamos a ese curioso pátido. Había oído hablar de ellos, pero nunca llegó a ver alguno hasta hoy. Era un tipo curioso, elocuente y sorprendentemente rápido. En un abrir y cerrar de ojos se escabulló detrás del enano, lo que asustó al viejo, que apunto estuvo de disparar la ballesta sin querer. Por suerte no lo hizo.

Mientras tanto, Jatum aprovechó la distracción para rodear la amenaza. En otras circunstancias seguramente habría tenido que poner a prueba sus dotes para el sigilo, pero el anciano estaba demasiado nervioso y pendiente de sus tres compañeros como para percatarse de él. No fue hasta que este habló, mientras le apuntaba con su espada enfundada, que el pobre viejo se dio cuenta de había alguien más invitado a la fiesta.

Soltó la ballesta lentamente, y luego se giró mientras subía sus flacuchos brazos y se ponía de pie. 

-Maldita sea, está bien, lo habéis conseguido. Si sois mercenarios de la cofradía ya no hace falta seguir con la pantomima, me habéis atrapado. Pero si estoy equivocado como habéis dado a entender, entonces no hay razón para usar las armas. Os pido disculpas, supongo que la soledad ha hecho mella en mis modales y os he juzgado mal. Por favor, hablemos. Como señal de buena voluntad me gustaría compensaros ofreciéndoos comida y un techo en el que dormir. Pronto anochecerá, y os aseguro que estos pantanos son todavía más peligrosos en la oscuridad. ¿Qué decís? Mi nombre es Katán, por cierto.

El viejo sonrió mostrando su escasa dentadura.

Cargando editor
05/11/2018, 16:47
Egror Pasofirme

- Y dale con los mercenarios - el enano meneó la cabeza sorprendido por la insistencia de del viejo en el tema pero sin ganas de discutir al respecto.

- Sin embargo, eso de la comida suena bien. Eso de que a uno lo amenacen, aunque sea por error, da hambre - se explicó - No me preocupan demasiado los peligros de un pantano, no deben ser tan peligrosos, pero un estómago vacío es algo que realmente hay que resolver - dio su opinión al respecto.

- Solo espero que tengáis algo de leche para acompañar a... lo que sea que nos ofrezcáis - suponiendo que la pitanza no incluiría hongos

- Señor Katan, a mi podéis llamarme Egror -

Cargando editor
05/11/2018, 17:26
Jatum Kedz

Jatum empezó a reines cuando el viejo bajo el arma. No en plan burla, sino como que todo aquello fuera en realidad una broma pesada.

Muchas gracias por su colaboración Maese Katan. Yo soy Jatum, hijo de Jerrum, nieto de Jek, de la familia Kedz, del clan Isoria de las estepas heladas.

Os agradezco la invitación, reconozco que esta no ha sido la manera más civilizada que un bárbaro a visto de conocer a nadie. Entre los hongos cantantes y vuestras falta de… ropa.

Pero una vez mas, el sentido común vuelve al auxilio de este pequeño grupo de aventuraros y cazafortunas.

El bárbaro empezó a recoger la ropa del hombre que andaba desperdigada por las cercanías. Pero no debajo de ser suspicaz con la situación, las setas podían volver a terminar su robo.

Cargando editor
05/11/2018, 20:18
Artemius Fix

—Encantado señor Katan— contestó el viejo Artemius —Mi nombre es Artemius Fix y la verdad es que no le diría que no a una comida. No obstante el tema de los champiñones que antes le acompañaban me tiene cuanto menos intrigado.

Vio que sacar aquel tema podía ser cuanto menos delicado así que se dispuso a explicarse rápidamente:

—Mi viejo amigo Randall  me comentó que cuando tomaba cierta variedad de hongo que contenía psilocibina... Sí, creo que se llamaba así, la verdad es que nunca fui de pociones. El caso es que con esos hongos adquiría la capacidad de comunicarse con el resto de hongos. Me juró por los dioses que aquella historia era cierta más nunca fui testigo de tamaña hazaña... Hasta ahora.

Cargando editor
05/11/2018, 23:22
Nails Bourbon

Tan rápido que se había desabrochado la ballesta y ahora sin embargo el pátido tuvo problemas para volver a abrocharla.  Pero consiguió volver a colgarla de la espalda, en el espacio entre las alas dándole la movilidad suficiente. – Bien bien, señor Katan – Dijo mientras se avanzaba saliendo de detrás del enano y haciendo una especie de reverencia. Aunque en realidad recogió su “emuleto” que había dejado caer y que ahora volvía a formar parte de la colección de cosas extrañas que llevaba en la bolsa.

- Como te he dicho, yo soy el Señor Bourbon, pero ese también es mi quack padre y alguno de mis quack hermanos así que puedes llamarme Nails. Y me parece que una cena caliente regada con buen vino o cerveza será suficiente quack satisfacción por habernos quack apuntado con tu arma…-Dice a la vez que sonríe – Y tendrás que explicarnos bien bien quienes son esos de la quack cofradía de ladrones y porque y cuanto ofrecen por tu cabeza. – Dice mientras por el rabillo del ojo intenta ver si aún hay alguna de las setas cantarinas cerca mientras se repite la palabra "psilocibina" para sus adentros.

Cargando editor
06/11/2018, 14:12
Director

El viejo Katán saludó uno por uno a sus nuevos invitados conforme se iban presentando.

-Por supuesto. Mientras cenemos os contaré lo que queráis sobre la cofradía de ladrones y estos simpáticos champiñones que habéis visto. Sed bienvenidos...-dijo al tiempo que se encaminaba hacia la cabaña.

Se trataba de una modesta casa de dos pisos. Las paredes eran de adobe, y el techo de juncos. La planta baja era toda ella una única estancia, donde se podía ver una chimenea, una mesa con varios taburetes de madera, un par de jergones, un baúl y varias estanterías con enseres de cocina y algunas herramientas. Una escalera de mano llevaba al piso superior. Katán les invitó a subir si querían, pero advirtió que allí solo tenía su habitación personal donde descansaba.

Pronto encendió la cocina y preparó con soltura un caldero que olía muy bien. 

-Guiso de anguilas. Os gustará. Y para beber, agua o cerveza artesanal preparada por mí mismo. Un poco fuerte, pero seguro que habréis tomado cosas peores... jajaja.

Una vez todos estuvieron en la mesa dando buena cuenta de la cena, Katán se mostró abierto y cordial. Seguramente hacía mucho que no disfrutaba de compañía con la que conversar.

-Yo era constructor en Volkrad. Tuve un desencuentro con un cliente, y este vino tras de mí con intención de matarme. Para su desgracia me defendí, y fue él el que acabó muerto. Era familiar de un alto cargo de la cofradía de ladrones, de manera que, sabiendo que no aceptarían que yo actué en defensa propia, me marché de la ciudad para salvar el pellejo. No obstante, sé cómo actúa la cofradía, y estoy seguro de que habrán puesto precio a mi cabeza. ¿Cuánto? No lo sé. O igual la oferta ya ha expirado, ya que me marché de allí hace más de dos años...

Katán dio un largo trago de la oscura y grumosa cerveza.

-En cuanto a los champiñones, no tengo ni idea de dónde han salido. Nunca había visto seres iguales. Al poco de instalarme aquí, y mientras construía la cabaña, aparecieron de pronto. Al principio se mostraron cautos, con más curiosidad en mí que otra cosa, pero con el tiempo han cogido confianza, y me siguen a todas partes. Normalmente son simpáticos, pero de vez en cuando hacen travesuras, y me roban las cosas. Y parece que les he contagiado mi gusto por el canto.

Cuando terminó de comer, el viejo sacó un enorme puro que encendió. El cigarro desprendía un apestoso hedor, pero Katán parecía disfrutar de cada calada como si fuera ambrosía. Ofreció puros a sus invitados.

-Bien. Me alegro mucho de haberme topado con vosotros. Antes me encontraba de vez en cuando con algunos cazadores de los pantanos, y charlaba con ellos, pero poco a poco han dejado de venir. Y no sólo eso, sino que incluso los animales parecen haber ido desapareciendo poco a poco. La caza escasea, y apenas se escuchan ya el sonido de las aves que merodeaban por aquí, o de las ranas que tanto abundaban... Algo está pasando, y no sé lo que es. Saldría a investigar con mi bote, pero una terrible caída me ha fastidiado la cadera, y ya no puedo moverme como antes...

Se llevó la mano a un costado con gesto apenado, en el costado de la pierna con la que cojeaba.

-Os lo diré sin rodeos: quiero contrataros. A la vista está que sois unos tipos experimentados. Puedo pagaros una buena cantidad: 100 monedas de oro por cabeza. Tan solo por navegar por el pantano y recabar información. Un negocio redondo.

Cargando editor
06/11/2018, 16:26
Jatum Kedz

Maese Katan, entiendo que con información es que quiere saber qué pasa con el pantano, y quiere lo hagamos en bote. Fui marino durante un tiempo un aguerrido marino y cualquier cascaron por pequeño que sea puedo pilotarlo excelentemente.

En ese punto Jatum torció el gesto, desinflándose por completo.

Pero para ser claros, no hemos venido para inspeccionar el pantano, es más, solo estamos aquí porque nos suponía una jornada y media menos de camino hacia el próximo poblado.

Poblado que tenia un gremio de ladrones, cosa que le quitaba muchas de las ganas de ver un sitio civilizado.

De nuevo en silencio espero a que el resto del grupo se pronunciara. No era capaz de hablar por los demás, cada uno tenia ideas muy particulares sobre lo que era prioritario en cada momento.

Si por él fuera, perdería un día o dos, navegando por aquel abyecto pantano, y encontraría tesoros mil. Claro que siempre encontraba tesoros mil en sus pensamientos.

Cargando editor
06/11/2018, 18:33
Egror Pasofirme

El enano siguió al grupo al interior de la cabaña y rumió por lo bajo al notar que las paredes no eran de piedra, sino sólo de adobe. Sin embargo, permaneció callado, planteándose como hacían los humanos para sentirse cómodos sin la frescura y fortaleza de las paredes de piedra.

- Si no hay leche, agua para mi - comentó como al pasar descartando de plano la posibilidad de beber una bebida fermentada

Al escuchar la historia de los hongos permaneció callado, sin querer opinar sobre la curiosidad que le provocaban los micónidos. Pero al escuchar la propuesta del anciano, movió su cabeza arriba y abajo en un claro gesto de asentimiento mientras miraba a sus compañeros - Puede ser una buena forma de conseguir unas monedas. Siempre vienen bien - les propuso - Después de todo no tenemos apuro por llegar a ningún lado -

Encogiéndose de hombros añadió - Probablemente sólo se trate de algún predador que se ha aposentado en la zona. solo es cuestión de encontrarlo y acabar con el y probablemente todo vuelva a la normalidad -

Tras pensarlo un momento añadió - Por cierto, esos hongos solo hacen esos ruidos raros que escuchamos al llegar? - Algo en sus adentros le impedía considerar "canto" a lo que habían escuchado al descubrir la cabaña - O son capaces de comunicase de otra forma? Quizás sepan algo de lo que sea que esté espantando a los animales de la zona -

Cargando editor
06/11/2018, 19:32
Nails Bourbon

Sin ningún tipo de reparo el pátido se sirvió la segunda ración del guiso de anguila antes de acabar el primer plato. Y bebía su cerveza y la que hubiera tocado a Egror con igual alegría. Gremios de ladrones, malos entendidos, mercenarios en busca de su cuello…la verdad es que Nails empezaba a sentirse muy identificado con el viejo hasta que llego el tema monetario. En ese mismo momento estaba desviando una cuchara de la mesa a su bolsa cuando arqueó su ceja vestigial de cuando su raza aún era humana ante tal cantidad de monedas. 100 monedas por cabeza ¿400 monedas de oro?

¡Mil quacks! Esa recompensa es buenísima. – dice dando un golpe a la mesa – de hecho, eso parece demasiado quack bueno. Una de tres, o no tienes el dinero que prometes y cuando volvamos no estarás, o quack dos, allí en el pantano hay algo suficientemente peligroso que si nos mata bien y sino también, o quack tres, sigues queriéndonos matar y el  quack pantano es una puta trampa mortal – dice bebiendo un trago de cerveza – así que desembucha quack viejo.

Cargando editor
06/11/2018, 19:59
Artemius Fix

—¡Precisamente a ese punto quería llegar mi buen pátido! —afirmó el anciano en cuanto salió a relucir aquella magnífica recompensa por 'un paseo'. Subrayó aquella exclamación alzando su jarra con aquella rica cerveza artesana, estaba bien fuerte y tenía ese punto de amargor que las bebidas aguadas que servían en las tabernas de las grandes ciudades eran incapaces de alcanzar.

—El reúma me aflige y el agua no es buena para los huesos. Bien lo sabe mi buen amigo Katán, más por ti soy capaz de meterme en faena... Pero algo me dice que no nos estás contando algo. —le dijo señalándole con el dedo acusador—. Me da que sabes lo que hay ahí —terminó por aventurar.

Notas de juego

tiramos algo?