Partida Rol por web

El ensordecedor ruido provocado por el helicóptero servía de melodía de acompañamiento para aquel viaje que iba a marcar el comienzo de una misión exóticamente peligrosa.

Aún se podían escuchar por radio las últimas indicaciones que os daban desde el cuartel de operaciones en tierra firme, aquellos malditos burócratas tenían el trabajo fácil "dar órdenes sin jugarse el pellejo".

Llevabais aproximadamente 2 horas en helicóptero y faltaba muy poco para llegar a la isla.

"La misión es sencilla, el parque actualmente deberá estar evacuado de todo el personal civil y no civil de las instalaciones tras el escape de los dinosaurios; vuestro objetivo es llegar hasta los laboratorios situados en los subterráneos del centro de visitantes y recuperar los recipientes que contiene el material genético"

Se hizo un silencio mientras se producía un intercambio de miradas

"Tan solo disponéis de 24 horas para conseguirlo u os daremos por muertos. Insisto, no podemos arriesgarnos a que John Hammond descubra lo que estamos intentando hacer así que no os desprendáis de la radio si queréis volver a pedir la extracción del lugar"

Realmente iba a ser todo un reto llegar hasta el lugar.

"El piloto os dejará en el helipuerto y desde ahí tan solo tendréis que seguir rumbo al norte, todavía deberían quedar indicaciones dentro del propio parque"

Todos sabíais que se trataba de una operación encubierta, de ahí que tan solo sean tres personas las encargadas de llevarla a cabo.

"Insisto, 24 horas, ni un minuto más ni un minuto menos. Buena suerte, hemos invertido mucho dinero en esta operación"

William era un tipo simpático, intentó hacer las horas de viaje amenas, a pesar del infernal ruido del vehículo.

- Bueno chicos, parece que los jefes os han intentado dejar todo claro. Estoy seguro que vuestras nóminas están más infladas que la mía así que más vale que hagáis todo bien, porque si fracasáis igual me voy yo también al paro - dijo burlón.

- Ahora en serio, tened mucho cuidado en cuanto lleguemos, esa isla es un jodido zoo con dinosaurios sueltos... joder ¿me habéis oído? dinosaurios sueltos; intentad no hacer ninguna estupidez porque en cuanto me aviséis volveré a por vosotros... pero no tardéis más de 24 horas por Dios -

Llevábamos dos horas encerrados en aquel helicóptero, empezaba a notar como las piernas se me dormían y la espalda me estaba empezando a dar guerra, además de un ligero dolor de cabeza provocado por el ruido de las hélices. Quizás me estuviera haciendo mayor para este tipo de viajes.

Miraba por la ventanilla mientras escuchaba las órdenes, eso era lo único que importaba. Una vez terminaron, empezó a hablar el piloto, realmente no se qué dijo, ya que poco me importaba saber su opinión, escuché todo lo que necesitaba oír, las órdenes.

Me quedé mirando detenidamente a mis compañeros de expedición. Axel Arce... en fin, que decir de este chico... su aspecto físico no era el de un soldado ni mucho menos, nunca había tenido que trabajar con él, sólo le conocía de vista, pero algo me decía que se escapaba del arquetipo de militar. Y el científico... un muchacho risueño, ilusionado por el viaje, parecía que no tenía los pies en el suelo, o al menos esa impresión me dio a mí cuando le vi subir al helicóptero.

Nunca se me dio bien conocer gente nueva, aunque siendo honestos, muy poca gente me caía bien incluso tras varios años trabajando juntos, jugándonos la vida en cada misión. Y aquella pareja sentada junto a mí en aquel helicóptero, no parecía que fueran a ser una excepción.

- En fin novato, ya has oído las órdenes, solo tenemos 24 horas para llevar a cabo la misión - dije mirando a Arce, para a continuación añadir, girando levemente mi rostro para mirar de frente al científico, - bueno muchacho, espero que sepas cual es tu papel en todo esto, ya que una vez lleguemos al laboratorio, todo el trabajo será tuyo.

Volví a dirigir mi mirada hacia la ventanilla, y con la mirada perdida en el paisaje, dije - Os aviso que os resultara complicado tratar conmigo, no seríais los primeros en echármelo en cara, pero lo único que importa es la misión, llegamos al laboratorio, recogemos que nos han ordenado y volvemos, me da igual si hay dinosaurios o unicornios, cualquier tipo de amenaza deberá ser reducida sin titubeos, disparar y luego preguntar. La misión es lo que nos ha traído aquí, y la misión es lo único que debemos tener en nuestras cabezas, no hemos venido a pasárnoslo bien, esto no es un parque de atracciones.

La despedida como siempre resulta ser eterna y dolorosa por igual, es que si bien Lorraine está acostumbrada a sus ausencias, esta vez el panorama no pinta para nada bien, cuestión que la impulsa a liberar tantas lágrimas como biológicamente le sea posible y esto sí que termina siendo desconcertante para Utz. Por esa razón, una vez que dejó un beso a sus amores se encaminó hacia una misión que le daba esa dosis de adrenalina, la necesaria para continuar por aquel camino que siempre a querido transitar. 

Ataviado con un jeans, sus adoradas zapatillas y una chaqueta, tomó asiento mientras observaba a sus compañeros. Durante el primer rato estuvo en silencio, jugando con su cubo rubik sin esperar demasiado, centrado en la diversidad de dinosaurios que puede encontrar y el bagaje de ADN pululando por cada centímetro de ese lugar, sin dudas es un aliciente y un motivo de interés para alguien que ha dedicado toda su vida a estudiarlos. Disfrutaba de esos instantes donde la mente es la que conversa mientras el silencio es dueño de la situación. 

 Pero como es de esperar, al menos para él, son las indicaciones lo que llega primero a sus oídos mientras no puede evitar sonreír desde un halo travieso. Sigue manteniéndose callado hasta que su compañero hace una presentación que sin dudas, no es de la más empática del país. - Tranquilo, es super básico esto. Entramos, disparamos a todo lo que se mueve, saco las muestras y nos vamos. Muy simple... - responde sonriendo, sin resultar pedante. - Seremos el alimento fresco de una especie mutada, vas a necesitar más que tres disparos para bajarlos. Los he estudiado toda mi vida y puedo asegurarte que como agites un poco de más el nido, hasta el más pequeño de ellos te devora. - explica al guardar el cubo en su chaqueta. 

Es que si bien comprende al militar desde su formación, la cuestión es que el ingresar al parque, ahora mismo puede terminar en una masacre. - No te preocupes por el trato, mientras me cuides el culo y entre los tres podamos obtener las muestras sin que nos usen de platillo favorito, me da igual si me miras mal o lo que sea. No he venido a ser amigos, sólo cumplo con mi trabajo en un entorno que nos dará un salseo importante...  24 hs es muy poco, considerando que debemos guiarnos por las ubicaciones del Parque y reconocer el ambiente será un tanto complejo, que el T- Rex no es el único peligroso ahí. - termina por decir tras encogerse de hombros, está disfrutando de esta paz que luego no la encontrará jamás, a sabiendas de que toca la acción y será cuanto menos interesante, a nivel científico principalmente. 

Llevábamos un tiempo en el helicóptero y lo único que sentía era emoción y ansiedad, emoción por las emocionantes cosas que podían pasar ahí, y ansiedad por las personas nuevas no porque le molestaban, si no porque nunca les había conocido, el no era de hacer amigos y que pasaba si por esa falta de comunicación pasaba algo malo.

Pensaba en todas las situaciones posibles para saber que hacer. Pensaba que tipos de dinosaurios podía encontrar y que hacer en caso de que se encontrara uno. recordaba que cuando era pequeño me encantaban los dinosaurios, siempre me llamaron la atención, la verdad era que me daba lastima tener que matar a uno.

Lo único que hacia era mirar la ventana y mover la pierna haciendo parecer que estaba ansioso, la verdad no tenia ganas de hablar. cuando oí las indicaciones lo único que hice fue mover la cabeza haciendo un gesto de esta bien. Cuando oí a mi compañero hablarme le dije - tranquilo, seguro estaremos bien para cualquier situación, sera algo sencillo llegar al helicóptero en ese tiempo -.

Y al oír sus segundas palabras conteste - no hay problema, aunque hacer esto es mas difícil de lo que parece, pero se puede solucionar -.

Habíais perdido la noción del tiempo conociéndoos un poco mejor con el desagradable ruido del helicóptero de fondo hasta que William volvió a dirigirse a ustedes.

- No sé si serán buenas o malas noticias amigos pero... ¡tenemos tierra a la vista! - comentó mientras se giraba para atrás para intentar que la comunicación fuese más directa.

Si dedicabais unos segundos a mirar a través de las ventanillas podríais observar la magnitud de Isla Nublar, aquel lugar era gigantesco, mucho más impresionante de lo que os podían haber descrito en la base de operaciones.

Un par de minutos más tarde el piloto volvió a dirigirse a ustedes.

- Siento interrumpir vuestra charla pero... ¡hemos llegado a la costa! - comentó mientras el helicóptero dejó de avanzar para mantener la posición en el aire.

- Tenéis permiso para echar la escalinata hacia abajo y proceder al descenso, por lo que más queráis no os partáis el cuello con un traspiés que hay más de 10 metros de caída - dicho aquello una luz roja parpadeó en la cabina indicando que teníais acceso a desplegar la escalera y así tocar tierra.

- Id comprobando vuestro equipo, en cuanto llegue a la zona de aterrizaje descended sin llamar demasiado la atención a esos malditos bastardos que puedan estar por los alrededores -

La distancia con la isla era cada vez más inferior, ya casi podíais ver la costa debajo de vuestros pies.

- Recordad, según han dicho los jefazos lo que debéis hacer es buscar los laboratorios, no debe tener pérdida si seguís rumbo al norte hacia el centro de visitantes ¿de acuerdo? –

Cuando vi la Isla Nublar sentía emoción de ver esa isla hermosa y llena de dinosaurios. siempre me había gustado la naturaleza, así que era de esperarse que me gustara. aunque, vamos, son dinosaurios y son muy peligrosos, pero no podía no emocionarme, pero si sentía un poco de estrés, ya que el tiempo que los dan hace la situación peor.

Les dije a mis compañeros - después de ustedes - la verdad, no lo dije para impresionar ni tampoco que me traten bien, solo lo hice para que la situación sea mas agradable.

Miraba por la ventanilla el inmenso océano que estábamos sobrevolando, hipnotizado con el movimiento de las olas, hasta que de nuevo habló el piloto. Ya se podía ver tierra a no muy lejos, vi como mis dos compañeros miraban nerviosos aquella isla, como un niño mira las chocolatinas de una tienda a través del escaparate. Nada sabía de mis compañeros, pero por lo que decían, se podía decir que Axel Arce era una persona de pocas palabras lo cual no me disgustaba ya que al menos no me volvería loco contándonos su vida, pero por otra parte consideraba que un soldado debía ser decidido y fuerte hasta para hablar, en fin, supongo que las nuevas generaciones de soldados no son lo que eran en mis tiempos. Otra cosa totalmente diferente parecía el científico, parecía que contaba con una personalidad abierta que no se cortaba a la hora de verborrear de cualquier cosa, la verdad es que me empezaba a preguntar que sería peor, si escuchar a ese muchacho 24 horas o pasarme el mismo tiempo escuchando el penetrante ruido de las hélices del helicóptero. Pero la misión era la misión.

Se encendió la luz roja y arrojé la escalinata. Miré a mis compañeros y al ver que no tenían demasiada prisa por bajar, me coloqué para bajar el primero.

Y así es como una conversación muere bajo el sonido de un helicóptero mientras el instante se consume en la nada, de esta forma Utz simplemente se encoge de hombros al ser el eco disonante de un monólogo que no tiene respuesta, es que tampoco puede esperar demasiado de dos militares o... ¿Será que es demasiado verborragico?

Negando con su cabeza ante aquel pensamiento, esboza una ladeada sonrisa y tras contemplar por algunos segundos a sus dos compañeros, fue la voz de quién maneja el vehículo, lo que realmente lo centra en el momento actual. 

Obediente como nadie o tal vez porque desea cuidar su cabeza más que a otra parte de su cuerpo, revisa todas sus cosas y tras prepararse para la odisea, se coloca detrás del hombre serio del grupo, entre medio de los militares. 

- Y será que toca saltar... Menos mal que me agrada la adrenalina. - comenta a sabiendas de que no le seguirán el hilo del diálogo, esperando que quizás algún Sauropodo quiera conversar largo y tendido con él. Es lo que tiene viajar con desconocidos, al menos espera que cuando las cosas se pongan realmente feas, la seguridad y el compañerismo esté presente. 

Por esa razón, cuando vio la luz roja aguarda paciente a que su compañero salga primero y detrás, salió el científico un tanto fascinado por el entorno, aunque no era momento para perderse en el millar de pensamientos que surgen en su mente. No cuando no tiene con quién compartir esa emoción digna de alguien que toda su vida, ha soñado con algo semejante, eso sí, menos peligroso.

Los miembros del equipo lentamente pero a paso seguro fueron aferrándose a la escalinata para llegar a tierra.

El primero en bajar fue Janssen, el cual bajó por la escalinata de una manera profesional tal como lo haría un militar, ya que en menos de un minuto había logrado dar el salto final y llegar a tocar tierra.

El siguiente en bajar fue Weber, que con más serenidad descendió un par de metros hasta que...

- ¡PELIGRO! ¡PELIGRO! - gritó William el piloto mientras movió ligeramente la palanca que controlaba la inclinación del helicóptero.

No sabíais qué era lo que pasaba o porqué se había producido aquel aviso, pero las dudas se resolvieron en cuanto...

Un gigantesco dinosaurio apareció como por arte de magia de la frondosidad de Isla Nublar; probablemente haya sido alertado por el helicóptero porque podéis visualizar como va directo hacia el vehículo como si se tratase de una presa.

- ¡Madre mía, madre mía! - gritó William claramente asustado. El hecho de que no mantenga la calma es un peligro puesto que Weber está en la escalinata y Arce aún no había comenzado a bajar.

La situación que parecía controlada y calmada se había truncado en cuestión de segundos. Aquella criatura estaba a tan solo un par de metros del helicóptero y su confrontación podría ser mortal.

Ya estaba en el suelo, y veía como el científico bajaba de forma dubitativa, me quedé mirando hacia arriba hasta que me di la vuelta, coloqué el fusil preparándome para cualquier cosa que pudiera salir de entre los árboles, y avancé ligeramente para ver si aquella zona era segura, sin perder de vista en ningún momento el helicóptero.

Era reconfortante estar por fin a una distancia de aquel helicóptero, y de su infernal ruido. Pero la alegría que sentía dentro de mí, no duró demasiado. Empecé a escuchar un aleteo que se acercaba y unos ruidos como si una criatura estuviera gritando, evidentemente teniendo en cuenta el lugar donde estábamos, debía ser un dinosaurio que se acercaba. Corrí para acercarme un poco más al helicóptero y ver qué estaba ocurriendo.

Cuando vi a la criatura, en seguida me di cuenta que iba directamente hacia el helicóptero, en cuestión de milésimas de segundo, coloqué el fusil, apunté a la criatura y empece a disparar.

Como es de esperar, el show comienza antes de tiempo adelantando su función. Si bien el ruido del Helicóptero no pasa desapercibido para los tres hombres, menos lo será para los animales que surcan los cielos, manteniendo el control de esa área con una mayor precisión. Y justo cuando Weber intenta mantener la mirada fija en el horizonte, comprueba que su compañero salta con una técnica que causa envidia, tanto que cuando está por hacer lo propio Utz, descubre el recibimiento por parte del equipo. 

- Es un Pterodactylus, bonito ejemplar carnívoro que podrían ser una molestia interesante. - afirma vislumbrado cuando el helicóptero debe volver a ubicarse, tomar el control para el descenso y no morir en el intento, cuestión que ahora puede acojonar lo suficiente, aunque no es el caso del científico que al estar fascinado por el dinosaurio, entrecierra los ojos cuando el militar comienza con los disparos. 

Aprovechando la distracción corre hacia la escalinata, decidido a saltar mientras espera que no lo capture en el vuelo, no quería un final precipitado y pese a sentir cierta admiración por aquel espécimen, uno que amaría analizar, no está para la labor de ser atrapado. Ya inhalando profundo, da su salto buscando de alguna manera caer sin derrapar en el proceso, disfrutando de esa adrenalina que sólo genera el peligro. 

Yo estaba en el helicóptero viendo hacia la isla y viendo a mis compañeros bajar, la verdad no estaba tan alerta como debería estar, ya que pensaba que como estábamos comenzando y que los dinosaurios están mas adentro de la isla no debería estar tan alerta. tenia mi listo aunque como dije, no prestaba atención.

oí unos sonidos pero no preste tanto detenimiento a eso, hasta que, salio un dinosaurio que me sorprendió mucho. cuando vi que mi compañero disparo a esa criatura, sabia que lo único que debía hacer era saltar.

Pero lo que ocurrió más tarde fue considerado el mayor de los desastres.

Aquel dinosaurio, recibiendo las balas de Janssen, embistió contra el helicóptero con una brutal fuerza que hizo que el vehículo perdiese el controlo por completo.

Weber desde la altura en la que estaba saltó con facilidad.

Mientras tanto, en tierra podíais ver como el helicóptero no paraba de dar vueltas y más vueltas, con el dinosaurio clavado en la cabina del piloto donde probablemente nadie haya sobrevivido ¿o quizás sí?

Arce aprovechó su única oportunidad mientras descendía, ya que si no saltaba ahora al vacío a pesar de la distancia moriría entre un amasijo de hierros que impactaría en el suelo en cuestión de segundos.

Por fortuna los integrantes del grupo sobrevivieron a la caída, aunque no corrió tanta suerte el helicóptero que iba a ser su ruta de escape...

De manera estrepitosa el vehículo impactó contra el agua. En pocos segundos el helicóptero se hundió en la costa sin quedar rastro ni de William ni tampoco del dinosaurio.

Un silencio sepulcral marcó el inicio de vuestra aventura: los soldados estaban magullados y la moral tocada. ¿Cómo se supone que ibais a escapar ahora de la isla?

Sin embargo aún había un objetivo que cumplir: recuperar las muestras.

Mientras reposabais después del accidente, los recuerdos sobre los detalles de la misión eran más claros; el acceso a los laboratorios se hacían a través de la Sala de Visitantes, la cual se encuentra al norte.

Por algún lado debería haber railes o indicaciones que lleven hasta dicho lugar.

Después de disparar con acierto y ver como la criatura ya sin vida chocaba contra el helicóptero, pude ver como nuestro transporte de desestabilizaba y, sin parar de dar vueltas, chocaba contra las aguas, hundiéndose en pocos minutos.

Comprobé que mis dos compañeros estaban en el suelo, con alguna que otra herida o rasguño pero nada importante, ya que se incorporaron casi de inmediato para ser testigos de cómo el mar se tragaba el helicóptero. 

Me llevé la mano a mi hombro izquierdo donde descansaba mi radio, y apretando el botón principal traté de contactar con la centrar, - Central, central... ¿me recibe? ¿pueden oírme?

Mis palabras se perdieron en la nada, ya que cuando solté el botón de mi radio, nadie contestó. Por alguna razón estábamos atrapados en aquella isla sin posibilidades de contactar.

Volví a mirar a mis compañeros, visiblemente afectados por la escena. Habíamos perdido el transporte y el piloto, y eso que ni siquiera llevábamos un par de minutos cerca de aquella isla. Lancé un suspiro profundo y me dispuse a hablar, - Debemos tener cuidado, estamos en territorio hostil, deberíamos hacernos a la idea de que todas las formas de vida de esta isla tratarán de matarnos si tienen la más mínima opción. - dirigí mi mirada hacia el científico, - muchacho, me da igual que encuentres fascinantes a estas criaturas, si nos cruzamos con cualquier otra, procederé de la misma forma, con mi arma por delante. - me di la vuelta, mirando hacia donde empezaban los frondosos árboles y matorrales, para a continuación añadir, - hay gente que ha invertido mucho dinero en esta misión, cuando vean que no pueden comunicarse con nosotros, enviarán otro helicóptero para ver lo que ha pasado. Mientras tanto tenemos una misión que cumplir. Ambos han tenido que saltar del helicóptero y tienen rasguños, quédense aquí recuperando fuerzas, yo voy a inspeccionar la zona, puede que esa criatura no sea la única que ha escuchado el helicóptero y esté merodeando por esta zona. Volveré en pocos minutos, espérenme aquí. - una vez concluí de hablar, y sin esperar respuesta de mis compañeros me adentré en la espera vegetación, siempre teniendo mi fusil preparado.

Me asombro mucho eso, quien diría que aun no había bajado del helicóptero y ya un dinosaurio sale de la nada y los ataca, y eso me hizo pensar en que debía estar alerta no importa en que momento. Estaba un poco desorientado con todo lo que había pasado. Muy rápidamente vi al científico, y cuando lo vi vivo sentí un alivio, ya que, sin el no se podría cumplir la misión.

Sentí ansiedad al saber que el helicóptero fue destruido por esa criatura. cuando oí a JJanssen hablar y después ir dentro de la vegetación ,me hizo pensar en que el debería tener mucha experiencia ya que con todo eso, seguía siendo igua. Me imagino cuantas historias tendrá el.

Me levanto rápido para coger mi fusil y estar atento si vienen otras amenazas.

Le hablo a Weber - ¿Estas bien? - esperando su respuesta.

Ahora es cuando Utz se convierte en Spiderman luego de aquella proeza aérea, una que sin dudas hará mella en su orgullo, más aún cuando al realizar aquel salto acrobático donde solo faltaron las telas de arañas, se sintió especial. Lastima que la situación no es propicia, más aún cuando el militar da de lleno en aquel espécimen que estrella de bruces contra el helicóptero, contándose una vida más dentro de su cronograma asesino. 

- Joder, que guay. Lastima el detalle. - afirma al señalar la ubicación donde William pierde su vida. - Estoy bien. - responde a su compañero mientras el otro ya comienza con las planificaciones. - Mucha habladuría y te has cargado a una persona, está bien que tenga cierta fascinación por los dinosaurios, pero tu... Ni respeto por los humanos. - responde a Derek mientras hace crujir el cuello para acomodar su cuerpo y porqué no, asimilar aquella pérdida que inevitable, se valora poco. 

Una vez que se acomoda y adapta, contempla el paisaje desde una curiosidad insana, ya que por fines científicos y otros que no vienen al caso, esta aventura sin dudas es grandiosa pese a la peligrosidad que reina en el ambiente. Y por esa razón, mientras el soldado explorador investiga los alrededores, le da una palmada en el hombro a Axel ya con toda la intención de avanzar. 

- ¿Estás bien?- pregunta esbozando una efímera sonrisa. - Es hora de marchar, no quiero que el Capitán América se adelante demasiado. - termina por decir tras encogerse de hombros y comenzar a caminar. 

A medida que atravesaba la primera línea de matorrales, escuchaba al científico increpar mi actuación, pero ni siquiera me molesté en darme la vuelta y contestarle, no obstante no olvidaría ese comentario.

Pasé un par de minutos revisando la zona, y al no encontrar el más mínimo indicio de peligro, volví a reunirme con mis compañeros. Al llegar vi que el científico estaba de pie, preparado para iniciar la marcha y atravesar la línea de matorrales, - reconozco que tienes valor al increparme - dije acercándome al él - pero no te confundas, el piloto era un soldado más en esta misión, ¿está muerto por mi culpa? puede ser, pero si no hubiera abatido a esa criatura quizás hubiera caído alguien más. - me detuve dejando entre ambos algo menos de medio metro, - te confieso que no me caes nada bien, e imagino que tú sentirás lo mismo por mí, y no me preocupa lo más mínimo. Estamos aquí por la misión y nada más. Lo importante es que llegues al laboratorio, y a pesar de todo, si llega el momento, daré mi vida para que tú cumplas con tu parte.

Me fui alejando lentamente del científico y alcé la voz para que los dos me escucharan, - Ahora, si no hay nada más que discutir, propongo que iniciemos la marcha hacia el norte, pero al fin y al cabo yo no estoy al mando de esta misión, por lo que... ¿Estás de acuerdo, muchacho? - dije mirando fijamente al científico.

 -Ups, me has increpado. - responde a todo lo que Derek le dice y tras encogerse de hombros esbozando una sonrisa divertida, desvía la mirada hacia el entorno. - Lo dicho, la misión es lo único que importa. El resto...  Nimiedades. - termina por decir al avanzar a paso firme detrás del militar con el que tuvo aquel acercamiento "amistoso". 

- Totalmente de acuerdo, aunque debo reconocer que tienes desarrollada la empatía a tope. No me vendría mal tener alguna muestra de tu gen, así mantenemos la mala hostia en las generaciones subsiguientes. - agrega en aquel tono que no sabes si es broma o de verdad, siempre con ese halo excéntrico tan propio de él. Le agradan estas situaciones donde se puede vislumbrar la sinceridad que la misma apariencia o imagen hacia el otro se oculta, generando esa discordancia muy analizable. 

No obstante, el objetivo es ir hacia el norte y obtener las muestras, es muy consciente del rol que debe cumplir y por ello, es lo que tiene presente a la hora de hablar, o de actuar inclusive. 

Emprendimos la marcha a través de la espesa vegetación mientras pensaba en lo último que me había dicho el científico, ante lo cual solo pude esbozar una sonrisa, ese muchacho no se callaba ni se acobardaba ante un hombre como yo, sino todo lo contrario, me contestaba con comentarios cargados de sarcasmo.

Pocas veces me había encontrado a alguien con esa mentalidad, lo cierto es que respetaba a ese muchacho, pero no sabía si me empezaba a caer bien o si sentía un profundo odio hacia él, era una sensación muy extraña.

- En fin, contéstame a una duda que tengo, muchacho. Dices que no tengo sentimientos ni humanidad, has venido a decir que no tengo nada que me importe salvo las misiones, mi arma y matar. Pero, mientras estábamos en el helicóptero no pude pasar por alto la alianza que llevas en el dedo, estas casado y es posible que hasta seas padre, y sin embargo estás aquí. El novato y yo somos soldados y vamos a donde nos mandan, pero tú tienes mucho que perder, ¿y vienes a una misión donde el riesgo de perder la vida es muy considerable?, ¿por qué?, ¿por la adrenalina y el peligro, por la ciencia y la curiosidad, por los dinosaurios?... ¿Acaso alguna de esas cosas vale más para ti, que tu familia? - dije sin detener la marcha, para terminar añadiendo, - yo me dedico a lo que me dedico porque no tengo nada que perder, mientras que tú lo puedes perder todo y aún así aquí estás, es posible que yo no sea el único "monstruo egoísta sin sentimientos" de este grupo.