Partida Rol por web

Ante ustedes tan solo había jungla; jungla y un vago camino que indicaba que de querer marchar al Centro de Visitantes el camino norte era el más directo ¿quizás el más seguro? eso estaba todavía por comprobar.

El incidente con el helicóptero había mellado la moral de aquel grupo que ya contaba con heridas y rasguños tanto físicos como psicológicos ¿cómo se suponía que debían completar la misión ahora? ¿Realmente mandarían a otro piloto a vuestro rescate? ¿y de ser así, cuándo y dónde?

Aquellas preguntas enturbiaban el ambiente que cada vez era más cálido. Por suerte el encontrar pequeñas vías magnetizadas en mitad del camino hizo que buscar orientación fuese una tarea sencilla.

Avanzasteis durante ¿una hora? el tiempo era difícil de controlar en una situación así, pero la imagen de la gigantesca puerta de bienvenida al parque se alzaba majestuosa...

.

..

La travesía continuaba...

Poco a poco el agotamiento físico iba haciendo mella en vuestros cuerpos, sobre todo porque el calor que hacía en aquella isla era atroz.

El sudor corría por vuestras frentes y la ropa estaba empapada, lo peor de todo era que el agua se había agotado hacía ya bastante tiempo.

Los minutos pasaban y no parecía que el Centro de Visitantes estuviese cerca... ¡era de esperar! el recorrido estaba hecho para ir en coche.

Aquellos que tenían más experiencia en largas travesías conocían los riesgos de seguir caminando bajo estas condiciones, pero dejar que cayera la noche era aún más peligroso porque podrían ser presa fácil para cualquier carnívoro.

Se sentía el calor abrazador y fatiga en el ambiente. me sentía algo cansado y con los problemas que tienen mis compañeros era peor, al parecer también vinieron aquí a hacer enemigos, no me quiero meter porque el problema sería peor. siento que si siguen teniendo problemas va a pasar un accidente, o tal vez estoy exagerando.

cada vez se sentía mas el agotamiento, y no sabía si descansar o seguir caminando. así que pensé que podíamos reposar por 5 minutos y seguir el paso pero mas con calma. así que les dije - ¿y si descansamos 5 minutos y seguir caminando pero mas despacio? - dije, con una voz tranquila y aun caminando.

Luego de haber intercambiado algunas palabras con el militar de mayor edad, el científico prefiere resguardarse en el silencio mientras inicia aquel camino tan peligroso que lo mantiene tan lejos de su objetivo primordial. Las emociones en este momento se ven opacadas por el grado de peligrosidad, la pérdida de una vida que sin dudas es valiosa desde cualquier punto de vista, más la incertidumbre que sigue presente al estar en medio de un lugar donde cualquier depredador puede aparecer. 

Ya cansado, intenta limpiar el sudor de su frente con un pañuelo que tiene en su bolsillo, que empapado lo que menos hace es secar. No obstante al escuchar las palabras de aquel muchacho bastante callado, asiente conforme debido a las distancias que han recorrido y las que quedan por hacer, con la premisa de lidiar con la escasez de agua. 

- Unos cinco minutos no vienen mal, el asunto es que no podemos estar a la intemperie de noche porque seremos alimento seguro. Sugiero avanzar... ¿Qué opinas tú? - consulta a Derek, que sin dudas en estas cuestiones, gana su experiencia y al ser Utz puro cerebro, significa que la supervivencia es una materia previa en el científico. 

Y mientras aguarda por una respuesta, observa el entorno por si avista algo inusual, ya sea el movimiento de los árboles, algún sonido extraño o cualquier detalle que puede pasar desapercibido delante de cualquier otro ojo, no el suyo. 

Andar por ese territorio era complicado, el suelo era irregular, avanzábamos esquivando arbustos, hojas y ramas caídas y algunas raíces que sobresalían del suelo, todo eso sin hablar del calor, gotas de sudor se resbalaban por mi rostro.

El novato sugirió la idea de descansar unos minutos, lo cual era algo a tener en cuenta. Las temperaturas y el terreno agotaban nuestras fuerzas, pero descansar era arriesgado por los peligros que podrían surgir.

- Tienes razón muchacho, es peligroso permanecer aquí, pero aún es por la tarde, y aún hay algo de luz. En caso de encontrarnos algo desagradable en el camino, mejor será estar un poco más descansados. Serán solo unos minutos, yo me quedaré pendiente, descansa un poco muchacho, te necesitamos descansado y concentrado, pronto estarás de vuelta con tu familia. - dije retirando mi mirada del científico y empezar a otear los alrededores.

El grupo dio un pequeño respiro para recuperar fuerzas.

Por suerte la integridad física de todos los presentes no había decaído a pesar de las condiciones extremas, aquello fue un milagro teniendo en cuenta que comenzar a ver como tus compañeros caen desmayados por el calor y el esfuerzo no sería un buen procedimiento para completar la misión.

Tras un periodo razonable de relax para recuperar fuerzas, el grupo emprendió de nuevo el camino rumbo al Centro de Visitantes o al menos de cualquier lugar que pudiese ser útil a la hora de identificar dicho edificio.

Tocaba la misma rutina... caminar... caminar... ¿el lado bueno? nadie quería comeros por el camino, o al menos por ahora.

De repente mientras caminabais rumbo al norte, un estruendo se escuchó en el horizonte.

Al principio parecía como el sonido de una tormenta pero aquello no era posible porque el cielo estaba totalmente despejado. Os mirasteis incrédulos sin saber qué era lo que estaba pasando hasta que una imagen aterradora os hizo conocer la verdad.

¡Se trataba de una estampida! Venían de frente, ¿era una manda?

Solo podíais hacer una cosa ¡quitarse de en medio! No sabíais si estaban huyendo de algo o alguien o si se estaban desplazando, sin embargo estar dentro de su trayectoria era un suicidio.

Emprendimos la marcha, me coloqué el primero, encabezando el grupo. En caso de amenaza, podría verla venir, y en caso de ser atacados, podría proteger con mi cuerpo al científico, que al final era el único imprescindible para recoger las muestras y completar la misión.

Todo parecía ir bien hasta que de repente, empezamos a escuchar ruidos, como si el aire azotara las ramas de los árboles con una fuerza atroz, y continuos ruidos provenientes del suelo, como si fuera un leve terremoto. Lo cual era extraño teniendo en cuenta que el cielo estaba despejado y no hacia demasiado viento, y que hubiera un terremoto en ese momento era algo bastante improbable.

Me agaché doblando las rodillas, dejando la derecha totalmente apoyada en el suelo, y con la mano derecha palpé el terreno, notaba unas vibraciones muy particulares, y el ruido parecía cada vez más cercano a nosotros. Miré junto delante de mí, esforzándome por ver cualquier movimiento entre la vegetación, mientras colocaba mi fusil en posición. Era evidente que algo grande se aproximaba, y a pesar de la opinión del científico, mejor que mueran las criaturas a que muriéramos nosotros.

Para mi sorpresa, al fin se vio movimiento a lo lejos, pero no era una ni dos criaturas, sino un grupo entero. Me levanté lo más rápido que pude, y corrí hacia un gran árbol, pensando que oculto tras su tronco estaría más o menos protegido, mientras gritaba a mis compañeros, - ¡Es una estampida! Protegeos tras los árboles.

El descanso no se pudo disfrutar como se pretendía, es que si bien era más que necesario por las condiciones físicas que golpean incluso en la mente, debido al calor y las distancias caminadas, es normal que al estar dentro de un lugar plagado de Dinosaurios, la calma sea más bien escasa. Y gracias a ello, Utz siempre pendiente del entorno, retoma la marcha una vez los soldados lo sugieren mientras su mirada sigue perdiéndose en los alrededores. 

Hasta que el sonido tan fuerte, lo obliga a ponerse en cuclillas para tocar el suelo con la palma, justamente para descubrir el orígen del mismo. Sabía de alguna manera que se trataba de una estampida, la cuestión era de qué. Esto lo impulsa a mirar hacia los diversos puntos, esas direcciones que marcan el lugar por donde vendrán, hasta que los ve y sin poder evitarlo, luego de correrse a un costado para quedar junto al árbol más cercano, contemplar embelesado a esa manada de hervíboros bípedos. 

- Son los Qantassaurus, no se preocupen. Bueno, si les pasan por encima si. - comenta una vez hayan pasado esbozando una sonrisa. - Hervíboros por naturaleza, tienen cierta similitud con los velociraptor pero no los confundan que estos tiene la peculiaridad de tener el hocico más redondo, sus dientes son anatómicamente diferentes y esas rayas extensas sobre la piel, los diferencia de sus primos hermanos. - explica en ese tono tan peculiar suyo, maravillado por tener la posibilidad de verlos tan de cerca. 

Es que desde la ciencia y este amor que siente por ellos, en verdad le cuesta muchísimo no dejarse llevar por las explicaciones mientras se sorprende así mismo al verlos. - Lo único es que la estampida es una señal de que hay algo grande que los persigue, esos cambios de lugar no son comunes en ellos a no ser que se sientan amenazados. No corren por correr... - agrega al acariciar su perilla, volviendo a tocar el suelo para ver si percibe el retumbar de unas pisadas más grandes. 

Vi como los últimos rezagados del grupo pasaban a mi lado, había tenido suerte, ningún rasguño. Me fui alejando del árbol lentamente, y no pude evitar fijarme en que partes de la corteza se habían desprendido, uno o varias de esas criaturas chocaron contra el árbol y dejaron esas marcas... que hubiera pasado si llegan a chocar con alguno de nosotros.

Me giré levemente hacia donde creía que se encontrarían mis compañeros, - ¿estáis los dos bien? - para a continuación volver a mirar al frente, por donde vino la estampida, con el fusil preparado, algo habría provocado que esas criaturas huyeran, algo más peligroso.

Y sin dejar de apuntar a los alrededores con el arma, fui retrocediendo lentamente con la esperanza de llegar hasta mis compañeros. En caso de ataque, mejor estar juntos, espalda contra espalda.

Por fortuna los reflejos del equipo fueron lo suficientemente efectivos para apartarse a un lado antes de ser víctimas de una estampida que podría haber resultado en una desgracia aún peor que la del helicóptero... o eso es lo que creían.

Cuando pasó la "tormenta" comprobaron enmudecidos como el soldado Arce no había logrado apartarse a tiempo, siendo brutalmente arrollado por aquella estampida.

Se había convertido en la 2ª víctima de la Isla y aún no se había llegado al Centro de Visitantes.

Debido a la violencia del movimiento los dos "expedicionarios" restantes se encontraban en el suelo, jadeando, dando gracias de haber visto (y escuchado) a tiempo aquel suceso ya que ahora estaban con vida.

Se temía que tras la estampida hubiese algo persiguiendo a esa gran cantidad de dinosaurios pero el silencio fue la única respuesta (sin contar claro está con el centenar de marcas en el suelo, huellas que Weber siempre encontrará fascinantes)

Derek y Utz tras sobrevivir a lo que podría haber sido una muerte "arrolladora", decidieron continuar su camino.

Tras la estampida busqué cualquier signo de amenaza, algo habría asustado a esas criaturas, o al menos eso parecía, pero todo se quedó tranquilo.

Me giré y pude ver al científico incorporarse y empezar a hablar sobre la especie de esas criaturas, pero ¿dónde estaba el novato?, lo busqué hasta que di con él. Estaba aún tirado en el suelo, boca abajo y con las extremidades extendidas, - Vamos novato, hay que seguir avanzando - dije esperando una respuesta que no llegó, me acerqué a él, le di la vuelta para que quedara boca arriba y coloqué mis dedos en su cuello, buscando cualquier signo de riego sanguíneo, pero no lo encontré, la misión se había cobrado otra vida.

Me giré hacia el científico, - Ha caído, no pudo apartarse a tiempo. - Iba preparado para cualquier eventualidad, pero no me imaginaba hasta que punto de peligrosa era aquella misión, cualquier cosa podía acabar con nosotros, tan sólo un segundo de dudas a la hora de protegerse y hubiéramos acabado como el novato.

- Sea lo que sea de lo que huían esas criaturas no estará lejos, hemos perdido a otro soldado más, pero debemos movernos si no queremos unirnos a él. Creo que sería un error seguir el camino, sobretodo siendo solo dos, y solo uno con formación militar. La mejor opción es dar un rodeo, al fin y al cabo, no sabemos cuanto tardará en venir otro helicóptero a recogernos, si es que viene alguien. ¿Estás de acuerdo con cambiar de ruta?

 Sin poder evitarlo, la expresión de su rostro se ensombrece al descubrir que el joven militar ha perdido la vida en la estampida de Qantassaurus, cuestión que sin poder evitarlo refleja la peligrosidad de la situación y que ahora son dos para cumplir con una misión bastante difícil. 

- Vaya. Esto es peor de lo que parece... - expresa al acercarse junto a Derek y el muchacho. - Si no te molesta, me llevaré su arma y tendrás que darme un curso acelerado de como usarla. No desconfío de tu presteza y capacidad a nivel militar, pero si debo cubrirte la espalda, desearás que acierte al menos. - agrega coger el arma de Axel mientras analiza el entorno con cierto detalle. 

- Estoy de acuerdo, bordear la calle para no perder el sentido inclusive. Vamos. - termina por decir al bajar la mirada hacia el suelo. No es agradable saber que las vidas se pierden en un sólo parpadeo, al menos Utz no es inmune a ello por más que aparente ser un idiota importante. Al menos luego de los primeros choques con Derek, esto comienza a darse de una mejor forma, considerando que quedan solos dentro de una posibilidad mínima de supervivencia. Había que seguir, otra no queda. 

Tras escuchar las palabras del científico, me incorporé y me dirigí hacia él. - Es buena idea coger el arma. Él ya no la necesitará, y a nosotros nos podría venir bien. - me quedé a su lado y le expliqué de la forma más clara y rápida el funcionamiento de aquel fusil, como quitar y poner el seguro, como apuntar y como disparar... lo básico.

Antes de iniciar la marcha, me volví a acercar al cuerpo de nuestro compañero caído, retirándole de su cuello las placas metálicas que todo militar lleva para identificarse. - En caso de conseguir salir con vida de esta isla, a su familia le gustará tener estas chapas, de ese modo podrán recordarlo y honrarlo. Es lo máximo que puedo hacer por un soldado caído.

Me puse en pie, y pasando por delante del científico, arranqué la marcha. 

Al parecer no es tan difícil usar un arma, la cuestión es tener el coraje para hacerlo. No obstante mantuvo su atención puesta en cada indicación de aquel hombre, tan experimentado y a su vez, amable a la hora de ofrecer una explicación que acorde a la situación reinante, es más que necesaria. - Gracias,  espero no tener que usar el arma. Pero al menos en el caso de tener que cubrirte, intentaré hacerlo bien.- responde sincero, completamente cambiado con respecto a los primeros instantes compartidos. 

- Y si, será lo mejor. - agrega al observar como el militar le quita las chapas a Axel. - En mi caso, con sólo llevar este reloj a mi hija, me conformo. - señala su muñeca izquierda. -Igual vamos a intentar salir de aquí, es nuestra prioridad una vez tengamos las muestras. - termina por decir, ya decidido a continuar el camino mientras se cuelga el fusil al hombro. 

El científico escuchó con atención mis explicaciones, - puedo entender que respetes y admires a estas criaturas, y que si llega el momento, te cueste apretar el gatillo, pero sobrevivir es prioridad. - la situación había cambiado radicalmente desde que abandonaron el helicóptero, ya no eramos dos individuos con ideas y formas de pensar completa diferentes, ahora tendríamos que intentar ir a la par, por el bien de ambos.

- en caso de que caigas y yo salga de aqui, te doy mi palabra de que entregaré ese reloj a tu hija, pero espero que no llegue ese momento, se lo que es crecer solo, y no se lo deseo a nadie. - desvíe mi mirada al suelo, en cada misión hay riesgo y yo había estado al borde de la muerte en varias ocasiones, y lo cierto es que nunca me importó, si era mi momento, caería luchando. Pero en ese momento era distinto, veía el rostro del científico, pensando en su hija y en la posibilidad de no volver a verla, y me di cuenta de que yo no tenía nada, nadie a quien entregar mis restos. Me embargó un sentimiento de soledad, pero no duró demasiado, era un soldado y estaba en una misión, sabía perfectamente que distraerme en estas situaciones era lo peor que se podía hacer.

Me repuse, miré al frente y avancé.

Temerosos de que la estampida pudiese marcar la ruta a un lugar mucho peor, los intrépidos supervivientes marcaron una ruta alternativa a través de la jungla.

En un principio sería una ruta algo más larga, haciendo que la noche esté cada vez más cerca de sus cabezas, pero probablemente también sea más segura.

En vista de las necesidades, el grupo se vio obligado a seguir avanzando buscando un lugar seguro donde descansar. La fatiga volvía a estar presente en vuestros cuerpos y más después de todo lo acontecido.

Los árboles y zonas de vegetación que estaban viendo no eran prácticas de cara a conseguir un lugar seguro, de modo que siguieron andando y rastreando en busca del lugar óptimo para tener cobijo y sobre todo buena visibilidad.

Pasaron más de 30 minutos y no parecía encontrarse un lugar adecuado ¡pero aquello era demasiado grande! la noche estaba a punto de caer y encontrar un refugio ya se había convertido en una obligación más que en una opción.

Parecía que ahora eran necesarias las técnicas de supervivencia para salir del embrollo.

- Lo sé, muchas veces no todo es por amor a la ciencia. - responde con respecto al primero comentario mientras camina a la par de Derek, aún ligeramente turbado por todos los sucesos que han surgido de repente. Y mientras asiente por el último comentario, a sabiendas de que este hombre pese a todo, parece ser de palabra, estrecha la mano en pos de fomentar una paz necesaria para sobrevivir lo que queda del camino. 

El cansancio hace mella en el cuerpo, pero más aún en la mente cuando lo único que puedes ver es vegetación por doquier y pese a tener los sentidos completamente en alerta, no puede evitar apreciar la incertidumbre que genera el tener que avanzar cuando la noche intenta caer encima con todo lo que ello implica. 

- Oye, tenemos poco trecho con luz. Hay que buscar un refugio o hacerlo, no es por flojo, sino que por la noche este lugar puede ser una carnicería y no estamos para la labor de usar nuestras únicas fuerzas para cuidarnos la espalda. ¿Que opinas?- pregunta al detener sus pasos, ya decidido a posar la mano en el suelo para captar alguna vibración o movimiento, en especial las pisadas de animales grandes que resuenan continuamente.