Partida Rol por web

[Desafio Mensual 03] Cadena di favori

Capítulo I: La puttana

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03/12/2018, 23:52
Narrador

Creekville. Distrito Central

Frente al portal de Antonella

El coche no tardó demasiado en llegar a la dirección que les habían pasado, casi ni tuvieron que revisarla una vez la vieron por primera vez. Todo el mundo conocía aquel lugar pues se encontraban en pleno Downtown de Creekville.

Aparcaron el coche en las proximidades del lujoso Hotel Richmond, a continuación cruzaron la calle hasta que dieron con un local que llenaba la esquina de la manzana donde debían ir. Era un club nocturno que en aquellos momentos se encontraba abierto como cafetería, probablemente durante la noche lo cerraran a excepción de unos pocos privilegiados a los que darían a probarles los néctares de Baco, comprados a uno de los numerosos intermediarios que servían a las cinco familias. Por el barrio, probablemente serían de la casa, la familia Panepinto.

La dirección de la vivienda de Antonella Rossi se encontraba encima de dicho local. Se accedía a la misma a través de un portal discreto, no por el aspecto del mismo; si no porque estaba oculto a plena vista. El esplendor del club atraía todas las miradas de los transeúntes que por allí pasaban haciendo que el portal a su lado se viese empequeñecido hasta casi desaparecer. Una mirada a la parte superior desveló que las ventanas estaban abiertas y se estaba ventilando su interior.

Parecía que habían llegado en el momento justo, la puttana les esperaba.

Notas de juego

Nueva escena, acabáis de llegar. Pensé en relatar cómo subíais y lo que os encontraríais... Pero vi mas interesante que vosotros me contéis cómo subiríais, cómo os imagináis todo hasta que metéis la llave y la giráis. Ahí entro yo.

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04/12/2018, 03:26
John "Walker" Doe

John caminó con pasos precisos y silenciosos, observando rápidamente la calle, por si alguien venía en alguna de sus direcciones... Esperando el momento preciso para actuar. No convenía ser observados o llamar la atención,  así que al llegar al otro lado, caminó por la acera como cualquier transeúnte (se mi oculto sus facciones por el sombrero y las solapas), pasando de largo el local, y doblando hacia el portal, como si fuera el dueño de la casa. Todos sus movimientos eran precisos, pero sobre todo metódicos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

En lo personal me hubiera gustado esperar que fuera un poco más tarde, pero si llegamos tan rápido al interior, ni que decir.

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04/12/2018, 04:15
Renzo Ferri

Renzo se iba a esforzar en hablar italiano a sus compañeros para hacerse entender mejor, pero era un idioma que no dominaba.

Ora1 che estamos solos e se ve il lugar; razón por che non dije nada in il auto; antes di salire2 voy essere3 sincero —explicó y concretó—: ¡Hay cose che non cuadran in questa storia!

»Voglio dire... Ma cosa4 una donna italiana sola in un barrio la nostra famiglia?

»Si una donna non entra mai5 sola al servizio... Come va migrare6 sola in Estados Unidos?

»E se è7 siciliana? La donna tiene il mismo cognome8 "Rossi" che Marco.

»E se è la prima di Marco? ¡Ja, ja, ja! —dijo esto último en broma porque Marco no le parecía ser el típico hombre de mucha familia, al menos no era un social irremediable que hablaba en cada ocasión que podía; todo lo contrario a Renzo de hecho.

»¡Sólo digo che deberíamos essere precavidos!

 

Notas de juego

1 Ahora

2 subir

3 ser

4 Me refiero... Pero qué

5 nunca

6 emigrar

7 ¿Y si es

8 apellido

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04/12/2018, 09:30
Marcelo Limone

— "Dobbiamo fare veloce il lavoro..."¹ — Dijo en italiano y entonces recordó que no todos hablaban bien su idioma nativo. — "Penso" que uno o "due" de nosotros deberíamos custodiar la parte trasera del edificio. Si nos está esperando quizás salga por la ventana. "Ma noi siamio già qui"² — Se encogió de hombros. — No creo que la "puttana" sea tan lista... Si queréis bajo a la parte trasera con la "auto" y otro espera en la entrada. Dentro del rellano del edificio. 

Notas de juego

1 Tenemos que hacer el trabajo rápido

2 Pero ya estamos aquí

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04/12/2018, 12:02
Marco Rossi

Durante el viaje, Marco se había puesto con cuidado sendos guantes de cuero, flexionando varias veces los dedos de cada mano para asegurarse de que estaba cómodo y, acto seguido, había revisado con todo cuidado ambas armas, desmontándolas y volviéndolas a montar con esmero. Resultaba casi cómico verle manejar con tal delicadeza armas de bajo calibre, que empequeñecían en sus enormes manos y parecían ridículas ante su gran envergadura. Una vez asegurado de que eran funcionales y estaban cargadas (no quería que le ocurriese como a Mondadientes y Sal), colocó la .38, más indiscreta, en la sobaquera izquierda bajo el traje y la .22, más pequeña, en el cinturón.

Su cara no se alteró ante los comentarios jocosos de Renzo. Estaba nervioso y lo combatía hablando sin parar e intentando ser gracioso, Marco lo había visto muchas veces en varios compañeros y, aunque le hastiaba, tampoco le molestaba lo suficiente como para decirle nada al respecto. Cuando Renzo comentó la posibilidad de que existiera un parentesco, Marco ni se inmutó, contestando con voz sosegada:

—Lo mismo da que sea mi prima que no. Lo mismo daría si fuese mi hermana —aquellas palabras dejaban claro no obstante que Marco no tenía hermana—. El señor Panepinto ha dicho que nos ocupemos de ella, así que vamos y nos ocupamos de ella. No es nuestro trabajo analizar las razones del señor Panepinto, sino cumplirlas rápida y eficientemente. No dudo que buenas razones tendrá —y, acto seguido, se encogió de hombros, dando a entender que, si alguien más conocía esas razones, tampoco le interesaba conocerlas.

Marco bajó del coche con total tranquilidad, con cierta pereza incluso, como si apresurarse le resultase una inconveniencia. Echó una ojeada a la ventana y a los lados y prestó atención un momento por si veía algo raro en el ambiente* y acto seguido entró en el portal como entraría en su casa. Tampoco es que hubiera mucha diferencia en realidad. Como afuera, en la calle, un hombre de su tamaño llamaría la atención, Marco hizo un gesto a sus compañeros:

—Uno aquí abajo, junto al coche. Otro atrás. Subimos dos, traed la llave.

Marco no solía dar órdenes, sino acatarlas, pero al no haber un jefe designado hizo lo que le dictaba el sentido común, suponiendo que sus compañeros estarían de acuerdo. Ya en el portal, quitó el seguro a la .22 y, sin soltarla, la guardó en el bolsillo y subio las escaleras con cierta cautela, mirando dónde pisaba para tratar de evitar el chirrido habitual de la madera desvencijada. Su intención era pegarse al lado de la puerta y ser el primero en entrar cuando su compañero abriera la puerta

- Tiradas (1)

Notas de juego

Conducir 75. ¿Debería conducir Marco?

*Hago tirada. Tiro escuchar (saco 15), pero no sé si pegaría más descubrir. No tengo el manual delante y aún no lo leí

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04/12/2018, 14:17
Marcelo Limone

Eso era lo que acababa de proponer... Nadie le había hecho mucho caso, en cambio en boca de Rossi sonaba mucho mejor. A él personalmente no le importaba mientras saliera bien. No tenía ansas de grandeza. No quería ser el líder ni mucho menos. Le bastaba con cumplir con su cometido y que todo saliera como había sido planeado. De esa forma Don Panepinto estaría contentos con ellos. Eso era bueno para él y para todos. Lo contrario sería un problema.

Por otra parte, no acababa de fiarse de Ferri. Ese "Ragazzo" actuaba de un modo extraño. No parecía un soldato, sino un aficionado. Discutirle al Don, pedir una alternativa mejor para la puttana o tratar de que se le entregara un silenciador eran cosas que le hacían destacar sobre el resto. Destacar también podía ser un problema.  Y en efecto lo era para gente como ellos. De ellos se esperaba que cumplieran las órdenes al pie de la letra, sin preguntas y que lo hicieran bien.

Eran profesionales. No meros aficionados. Pero tampoco eran refinados asesinos. Lo suyo no era la sutilidad. Tenían que  matar a una furcia, no al presidente de los Estados Unidos de América. ¿A quién le importaba la muerte de esa zorra? ¡A nadie! O mio Dio! ¡Bastaba con entrar y meterle cuatro o cinco proyectiles en el pecho! Eso la silenciaría. No les habían dicho que tuvieran que ser sutiles, ni que tuvieran que esconder el cadáver. Sólo tenían que entrar y matar.

Al haberle encargado el trabajo en persona  a Ferri, Don Gaspare se había arriesgado mucho.  Marcelo no le veía capaz de apretar el gatillo y darle muerte a la dama. Pero para eso estaba él en la parte trasera y seguramente Doe en la entrada. Si escapaba a Ferri y Rossi, se encontraría con ellos. No tenía salida posible. Estaba muerta. Malas compañías podían convertirse en un problema para chicas guapas como aquella "ragazza".

-  Ferri... - Llamó la atención de su compañero  antes de perderlo de vista en las escaleras. - Non dubitare... Bang, bang,  bang. È facile. D'acordo?1

Notas de juego

1 No dudes... bang, bang, bang. Ésfáacil. ¿De acuerdo?

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04/12/2018, 15:14
Renzo Ferri

Ya estaban todas las posiciones cubiertas por los movimientos que había realizado cada uno, mientras Marco sería el guardaespaldas de John en el posible tiro de gracia; uno gorila y otro asesino; Marcelo estaría en los entornos de la calle presto a conducir vigilando toda la zona y Renzo se ocuparía de pulular en rededores. Al fin y al cabo fue Marcelo el que decidió tomar la responsabilidad de portar la ametralladora Thompson 1919 y tenía por su visibilidad que reposar dentro del auto.

Non ti preoccupare! ¡Tu Thompson, tu auto! —expresó a Marcelo sin dar posibilidad de réplica.

Y con mucha velocidad Renzo entró directo en el local, lo que allí dentro sucediera no podía ser visto ni escuchado por el grupo (porque John y Marco ya estaban enfocados en el portal), no era problema de los demás. Solo Marcelo quizás podría ojearlo algo desde fuera, pero eso era algo que no le preocupaba a Renzo porque sabía que era casi imposible que pudiera entrar debido a todas esas responsabilidades que ahora tenía en su posición.

 

Notas de juego

Marcelo soy Renzo el que escribe esta nota, perdona pero si no entendí mal has cometido un error sin querer...

-  Ferri... - Llamó la atención de su compañero  antes de perderlo de vista en las escaleras.

 ...y es que no puedes decidir los movimientos de otros PJ, gracias.

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04/12/2018, 16:10
Renzo Ferri
Sólo para el director

Renzo al entrar por la puerta de la cafetería había disminuido su velocidad para entrar sereno y se dirigió con paso firme a la barra.

Saluti! Don Panepinto le envía recuerdos, ya sabe lo que me tiene que poner —ordenó esperando que su claro Pizzo fuera captado.

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04/12/2018, 16:24
Marcelo Limone

Notas de juego

Para nada pretendo utilizar a tu pj ni decidir sobre sus acciones. Es solo un poco de narrativa. Pero si te molesta a partir de ahora me limito a hacer referencia a lo que incumbe unicamente a mi pj. Aunque eso hará mas lenta la partida y esta precisamente tiene que ser fluida.

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04/12/2018, 20:35
Narrador

Todos se dirigieron en dirección al portal, Marco fue el que se lo tomó con más calma oteando los alrededores sin embargo no vio nada fuera de lo habitual: la mayoría de las personas se encontraban caminando ajenas a lo que estaba por ocurrir, otras se encontraban en el interior de la cafetería/club nocturno; mientras que el resto, en clara minoría se encontraban acomodadas en el interior de sus Ford T y se dirigían a alguna parte de Creekville.

En cuanto el disparo sonara cada una de estas personas reaccionaría de una forma distinta. Lo sabía por experiencia.

En el interior del local unas pocas palabras fueron intercambiadas, algunas de ellas fueron incluso rudas. Era una misión sencilla sin embargo precisamente su sencillez hacía que surgiesen tiranteces entre aquellos cuatro, poco acostumbrados a misiones de tan poca relevancia y con poco bono al final de las mismas. El contrabando de licor, la extorsión o incluso el chantaje eran operaciones más sencillas y gratas pues activaban toda su adrenalina.

No tardaron en establecerse roles, por un lado Marco abrió el camino al interior del portal abriendo con la llave que le tendieron, en la seguridad que aportaba la oscuridad del portal retiró su arma para prepararla para disparar la ocultó. No sería buona cosa cruzarse ahora con la cotilla de la escalera. John le siguió, una vez en el interior del portal relajó su pose y se centró en lo que aguardaba arriba. Entonces empezó a ascender tras su compañero.

Abajo quedaban Marcelo y Renzo, no por mucho tiempo pues éste último se adentró en el club nocturno.

Notas de juego

Ahora no hace falta tirada de conducir, con tu nivel se da por hecho que conduce sin problemas. Otra cosa es si tuvierais que hacer una persecución o realizar una maniobra peligrosa.

Marco y John marcaros entre vosotros, y marco y renzo desmarcad a todos. A partir de ahora os narro en privado.

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04/12/2018, 21:34
Narrador

Estaban frente a la puerta, una puerta sencilla de color oscuro sin nada especialmente relevante. La cerradura parecía encajar con la forma de la llave, sólo quedaba comprobar que ésta funcionara. Ambas armas ya estaban fuera cuando John, tras la indicación que le hizo el sicario, introdujo la llave plateada en la cerradura y la giró.

La puerta se abrió con un suave chasquido.

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04/12/2018, 21:38
Antonella Rossi

—¿Michael? ¿Eres tú?—. Preguntó una suave voz femenina con un acento del sur de italia, pero no era siciliana. La voz provenía del baño.

La puerta se abrió y asomó una cara que mudó rápidamente la expresión de su cara de alegría en pronto terror. Antonella honraba a la descripción que se había hecho de ella, sin embargo era más guapa de lo que la había descrito el pezzonovante, una pena que habían ordenado su muerte.

—¡Figlio di puttana! Maldito cazzo que no es hombre este maldito. Manda a sus perros Marchetti a hacer lo que no se atreve a hacer como uomo1— tal vez la desesperación, tal vez la sangre de una auténtica donna italiana era la que hablaba haciendo que la ira se sobrepusiese al terror de saberse muerta—. ¿Cuánto os ha pagado ese cazzo? ¿Cuánto vale mi vida?

No esperó a una respuesta, en su lugar tomó uno de los jarrones de su casa y lo arrojó sin éxito contra el que tenía más cerca, Marco.

- Tiradas (1)

Notas de juego

1hombre

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04/12/2018, 21:51
Narrador

Lo que hacía Renzo era cada vez más extraño, ¿qué había detrás de la voluntad de aquel hombre que insistía en aquel comportamiento tan extraño? ¿Se encontraba enfadado con el Don por algo? ¿El que el dinero entrase con menos frecuencia era la causa de ese comportamiento?

Se había quedado solo, el plan original implicaba que Renzo fuese el que ejecutor, así lo ordenó el Don para ponerlo a prueba. Tal vez consciente de que aquel hombre no era lo que había parecido con sus primeras misiones. En su lugar se dirigió al interior del local, cosa strana.

En el exterior de la calle todo el mundo parecía deambular igualmente, afortunadamente no vestían mal. Realmente había de todo pero un traje más barato o más caro no desentonaba en aquel lugar. Si dedicaba una mirada al interior del local podría advertir cómo Renzo Ferri se había encaminado a la barra y parecía estar reclamando algo al barman. Éste pareció sobre reaccionar como si algo fuese mal.

Y arriba silencio, no parecían haber llegado aún... De repente se escuchó un chillido femenino. Nadie más parecía haberlo advertido.

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04/12/2018, 22:02
Barman

La sonrisa del barman se congeló en su faz, miró alrededor confirmando que no estaba solo. Extrañamente todos aquellos desgraciados se sentían más a gusto cuando estaban rodeados de público. A veces eso era cierto, si la deuda era alta. Bueno nadie les protegería de posibles agresiones.

—Perdone señor. Pero esta semana ya se pasaron —volvió a mirar alrededor y se aproximó a su interlocutor:

—Transmítele por favor mis respetos al Don y dígale que tendré listo el dinero la próxima semana como siempre.

Quedó ahí congelado como un pasmarote, una joven compañera se aproximó al ver que su jefe llevaba un rato sin moverse. ¿Todo bien? Pareció preguntar, el barman respondió afirmativamente y e instándola a que atendiese a los demás clientes.

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04/12/2018, 22:30
John "Walker" Doe

Para John no era nada grato ese trabajo, pero sabía que tenía que hacer. Tan rápido como un rayo, se abalanzó hacia la "donna" con la intención de someterla, al mismo tiempo que intentaba cubrirle el rostro con un pañuelo. Nada de esto le gustaba, nada. Prefería los trabajos más directos, más sigilosos. Mas efectivos. Pero las ordenes eran ordenes. ¿Por qué se le resistía tanto aquella chica?, ¿era por su sangre?, ¿era quizás la fuerza de la desesperación?. O quizás, no era exactamente ella, sino su enorme parecido con...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Creí que yo era el primero en entrar. Pero vale.

Bueno, creo que ya valió el asunto... Pregunta, ¿la chica está en bata de baño?

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04/12/2018, 22:42
Narrador

Notas de juego

Pregunta, ¿la chica está en bata de baño?

Vestida, se estaba maquillando.

 

Supongo que si ahora intento disparar puedo hacer fuego amigo, ¿no?

Así es, se me ocurre interpretar el reglamento como una tirada normal, si aciertas tiras daño contra la mujer. Si fallas impactas contra el compañero. Por otra parte puedes intentar un disparo preciso -30% a la DIF si quieres intentar tirar a herir a un punto concreto.

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04/12/2018, 23:14
Marco Rossi
- Tiradas (3)

Notas de juego

Bueno, por eso quería yo pasar el primero, pero no pasa nada. Tendré que pensar otra alternativa pues

Máster: no dije de tirar iniciativas porque en un principio lo de tirar el jarrón no lo asocié a un combate. A ver si una ragazza os va a meter en problemas xD. Si lo veis mejor por orden, hacedlo. 1D10+AGI

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05/12/2018, 07:58
Marcelo Limone

La espera se hacía tensa. Por muchos "trabajos" que llevara a sus espaldas, un nuevo encargo siempre le ponía nervioso. Podían salir muchas cosas mal. Podían acabar muertos o en la trena. Había peores opciones, como la de defraudar al Don. "Quella era una brutta cosa"¹. 

Salió del coche dirigiéndose al maletero. Comprobó que la Thompson estaba cargada y lista para disparar. Lo hizo con disimulo, no quería levantar sospechas y aunque la calle estaba mucho menos concurrida que el interior del local, no se fiaba. También comprobó su revólver. Portaba los nueve cartuchos. Estaba todo listo.

Volvió al interior del coche y enseguida se percató de algo. Aquel "pagliaccio stupido"², la estaba fastidiando. ¿Se le ocurría ahora ir a la barra a pedir algo? ¡ Aveva le coglioni di un asino!³ Definitivamente tendría que hablar con el Don.

Por si fuera poco, parecía ahora que algo iba mal. Marcelo pensó en abandonar su puesto y entrar en el local para intervenir en ayuda de Renzo, pero descartó esa idea de inmediato. Renzo la estaba cagando. No tenía que ir hasta la barra y de hecho no tenía que estar allí. Su posición era en el piso, con Marco...

Fue entonces cuando escuchó un grito de mujer. Ahora si que no podía moverse del sitio. En cualquier momento escucharía la detonación y posiblemente Marco y Doe saldrían corriendo del edificio, entrarían en el coche y tendrían que salir por patas.

Marco y Doe si eran unos verdaderos profesionales. Cumplirian las órdenes como buenos soldatos. A ellos valía la pena esperarles. Por lo que respectaba a Renzo, si subía o no al auto, le traía sin cuidado. Puso el motor en marcha y esperó el disparo.

Notas de juego

1 Esa era una cosa fea.

2 Payaso estúpido.

3 Tenía los cojones de un burro.

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05/12/2018, 15:20
Renzo Ferri
Sólo para el director

Renzo sabía que la mejor defensa era un buen ataque, al entrar allí antes de haber articulado la primera palabra no ignoraba que tenía un 50% de posibilidades de conseguir el dinero y la mala suerte hizo que estuviera en ese otro tanto por ciento posible. Pero como muchas otras actuaciones que Renzo realizaba; siempre iban acompañadas de dobles sentidos; de hecho muchas veces había que saber leer entre líneas para captar los matices de sus intenciones.

El plan de Renzo fue por tanto múltiple ya que sin conocer de antes ese local le permitía jugar varias bazas:

1. Meter presión por las cercanías del objetivo por lo que pudiera pasar y asegurarse más alternativas de actuación futuras antes los imprevistos.

2. Si Antonella Rossi vivía encima era evidente que aquel barman podría conocerla aunque fuera de vista y es posible que también hubiera visto al político.

3. Como su intento de pizzo no era un encargo previo de la familia no podía estar seguro al 100% de la respuesta que le fuera a dar el barman, por lo que estaba en ese 50% de posibilidades antes mencionado de que fuera a conseguir el dinero; además también en misma proporción independientemente del resultado había otro 50% doble de que fuera verdad o mentira la respuesta que fuera a dar (al fin y al cabo daba por seguro que el barman captaría a la primera sus sútiles palabras indirectas puesto que si la amante del pezzonovante vivía en un piso que pagaba él también corría el alcohol por allí).

4. Determinar si el local y el barman era más de Gambino, Moretti, Pellegrino, Marchetti o la familia Panepinto.

Va bene! Pero hay algo más... la mujer morena de tez pálida encima de aquí es de nuestra familia. El propio Carlo Marchetti viene a visitarla de vez en cuando para que vista como una aútentica donna con clase y Carlo no termina de fiarse de ese político con el que sale por lo que es muy probable que vengan a hablar mientras toman "algo" ya sea de día o de noche; usted ya me entiende; por lo que deben sonarle los tres y últimamente soy yo el que estoy preocupado por Carlo y me gustaría saber que me podría contar al respecto. —avisó escogiendo con la precisión de un cirujano cada palabra que decía.

Mientras decía aquello y tras finalizar de hablar esperando la respuesta del barman no dudo en ir desviando la mirada hacía todos lados para escudriñar al máximo quienes allí había, si había asientos libres y demás detalles importantes o no que pudiera captar, aparte de alzar también una mirada hacia afuera para ver la calle donde supuestamente debía estar Marcelo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Master vaya suerte he tenido, un crítico en Percibir.

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05/12/2018, 20:56
Marco Rossi

Marco observó con cierta sorpresa como John, más ágil que él, se colaba por delante al entrar. La mujer, naturalmente sorprendida por encontrarse con unos desconocidos, se dedicaba a imprecarlos. Empujó la puerta con suavidad para que al menos quedase entrecerrada y, con dos largos pero lentos pasos que casi transmitían tranquilidad, se plantó encima de su objetivo.

Es bonita cuando se enfada —pensó Marco, con cierta candidez, mientras descargaba con descomunal fuerza la pistola sobre la despotegida cabeza* de su víctima—. Me pregunto si la mia mamma sería así también, de joven.

Lo inadecuado de estos pensamientos en aquella situación habría detenido o al menos frenado la mano de casi cualquier otro, pero no de Marco. El no se llevaba la conciencia ni los remordimientos al trabajo y, mientras trabajaba, poco importaba si era o no bonita. En aquel momento solo importaba cumplir con eficiencia, como sin duda ocurriría si aquella pistola firmemente sujeta por sus guantes de cuero oscuro golpeaba donde pretendía**.

Marchetti —pensó Marco, cuando ya era demasiado tarde para detener el golpe—. Cree que somos Marchetti.

Notas de juego

*Las tiradas están en el post anterior, por motivos de inutilidad jugadoril

**Lo dejo abierto porque no sé si tiré bien. Si me inventé las tiradas bien, son 16 daños creo. Dejé dudas en el Off