Partida Rol por web

Despiertas con dolor de cabeza en una cama desconocida. Por la decoración horrible y el mobiliario básico dirías que estás en una habitación de hotel de poca calidad. Estás vestido con los pantalones de traje, cinturón, calcetines y camisa que llevabas.

Lo último que recuerdas es que en un bar de carretera en el que habías parado a tomar algo un tipo con gafas te preguntó si eras de por aquí. Respondiste que no y él dijo: "¿Haría algo por mí?". 

La cabeza te duele, como el dolor de una gran resaca.

Despiertas con dolor de cabeza en una cama desconocida. Por la decoración horrible y el mobiliario básico dirías que estás en una habitación de hotel de poca calidad. Estás vestido con los pantalones de traje, cinturón, calcetines y camisa que llevabas.

Lo último que recuerdas es que en un bar de carretera en el que habías parado a tomar algo un tipo con gafas te preguntó si eras de por aquí. Respondiste que no y él dijo: "¿Haría algo por mí?". 

La cabeza te duele, como el dolor de una gran resaca.

Despiertas con dolor de cabeza en una cama desconocida. Por la decoración horrible y el mobiliario básico dirías que estás en una habitación de hotel de poca calidad. Estás vestido con los pantalones de traje, cinturón, calcetines y camisa que llevabas.

Lo último que recuerdas es que en un bar de carretera en el que habías parado a tomar algo un tipo con gafas te preguntó si eras de por aquí. Respondiste que no y él dijo: "¿Haría algo por mí?". 

La cabeza te duele, como el dolor de una gran resaca.

El dolor de cabeza estaba matando a Ashton que no recordaba una resaca así desde una vez hace ya dos años que se hartó a whisky hasta casi flotar y despertó con un ojo morado.

Se incorporó en la cama, frotándose los ojos, mirando la insulsa habitación, intentando recordar algunos retazos de lo ocurrido la noche anterior.

Recordaba al hombre de gafas que lo había invitado. Recordaba su primera pregunta... Y recordaba que le pidió un favor... ¿Pero cual?

Ashton se levantó de la cama, perdiendo por un momento el equilibrio. El dolor de cabeza le había causado un poco de mareo también. Intentó acercarse al baño a mojarse la nuca. Lo primero era aclararse las ideas.

Ves la chapa de alcohólicos anónimos en tu camisa que reza "Sin beber durante tres años". La habitación parece una habitación de hotel. Cuando vas a lavarte la nuca te das cuenta que no tiene baño, debe de tener uno comunitario fuera. Tu chaqueta está en el suelo, junto a tu corbata. Los zapatos están desordenados en el suelo con los cordones abrochados. Tu cartera está donde siempre, en tus pantalones. Hay una ventana en frente, con una cortina espantosa color salmón. 

Intentas recordar pero no logras sacar nada en claro.

El ver la chapa hizo que Ashton se sintiera, cuanto menos, levemente decepcionado de sí mismo. Al ver que no había baño un sentimiento de rabia se apoderó de él pero intentó controlarlo e inspeccionó toda su ropa.

No sabía cómo había llegado a ese lugar. Ni siquiera sabía donde estaba ese lugar. 

Miró la cartera para ver si le faltaba algo mientras se acercaba a la ventana y corría la persiana, pensando en si una vista de la calle le haría orientarse.

Me cuesta un gran esfuerzo abrir los ojos. Apenas entra luz por la ventana pero esos pequeños rayos de sol parecen auténticos focos que hieren mis córneas. Poco a poco logro acostumbrar mis ojos. El siguiente paso es intentar levantarme. Mi propio cuerpo pesa como si fuera de plomo. Al incorporarme noto que llevo puesta la ropa de ayer.

Ayer... ¿qué ocurrió ayer?

Salí del trabajo, me fui a tomar una copa y un tipo se me acercó. ¿De qué hablamos? La verdad es que no recuerdo nada.  Creo que me pidió un favor pero..¿cuál?

Miro a mi alrededor. ¿Dónde estoy?  Parece una habitación de hotel, bastante cutre. Pero...¿qué hotel? No recuerdo haber viajado.

Voy al baño y me echo agua fría por la cabeza. Intento aclarar mi mente. Un poco más sereno decido que lo mejor será que salga de allí. Me acerco a la puerta de la habitación e intento abrirla.

-Aagh... Dios...-Digo incorporándome en la cama y sentándome en el borde. Me arrepentí en cuanto un pinchazo cruzó mi cabeza obligándome a posarla pesadamente en las manos.-Mi cabeza....

Miro a mi alrededor, al principio de forma vaga pero luego con más detalle. "¿Dónde demonios estoy?" Me pregunto. Me levanto con lentitud y examino con más detalle en todo el cuarto.

Encuentras esto en tu cartera. Parece ser un panfleto de publicidad.

Al abrir la persiana el polvo te hace toser. A través de los sucios vidrios puedes ver un patio en forma de U, parece ser un conjunto de bungalows. Efectivamente parece ser el hotel del papel, ya que hay un cartel con el mismo símbolo en el centro del patio y el mismo nombre.

En una esquina puedes llegar a ver un coche que te resulta familiar. Tu mente va muchos años atrás. Salías con tu mujer Harriette de cenar en un lujoso restaurante. Al salir ella vio algo que le hizo acelerar el paso. Tu te preguntabas ¿por qué estaba tan ajetreada? tiró de ti con la mano, y sin darse cuenta cruzó la carretera antes que tú y sin mirar. Un coche le dio un golpe seco, y en vez de parar, siguió corriendo aún más. Ahí estaba tu mujer, inerte, en el suelo. Ese fue el motivo por el que empezaste con la bebida.

El coche que atropelló a tu mujer parece ser idéntico a ese. No logras ver la matrícula desde aquel lugar.

La habitación parece una habitación de hotel. Cuando vas a lavarte la nuca te das cuenta que no tiene baño, debe de tener uno comunitario fuera. Tu chaqueta está en el suelo, junto a tu corbata. Los zapatos están desordenados en el suelo con los cordones abrochados. Tu cartera está donde siempre, en tus pantalones. Hay una ventana en frente, con una cortina espantosa color salmón. 

Miras durante varios momentos el lugar.

La habitación parece una habitación de hotel. Te das cuenta que no parece tener baño, debe de tener uno comunitario fuera. Tu chaqueta no está en tu habitación, qué extraño. Los zapatos están desordenados en el suelo con los cordones abrochados. Tu cartera está donde siempre, en tus pantalones. Hay una ventana en frente, con una cortina espantosa color salmón. Ves un panfleto de publicidad, posiblemente del hotel en el que estás, aunque tumbado no puedes llegar a ver de qué se trata exactamente...

Intentas recordar pero no logras sacar nada en claro.

Intento acabar de vestirme. Necesito despejarme y buscar el baño común. Cojo mi chaqueta del suelo junto con los zapatos.

¡Qué raro!

No recuerdo haberlos dejado así. SIempre soy cuidadoso con mis zapatos y los desato antes de quitarmelos.

Decido, antes de salir echar un vistazo por la ventana para hacerme una idea de dónd estoy.

Al abrir la persiana el polvo te hace toser. A través de los sucios vidrios puedes ver un patio en forma de U, parece ser un conjunto de bungalows. 

En una esquina, en el patio del hotel (lo que está en el centro de esta U) puedes llegar a ver un coche que te resulta familiar. Es un Ford Torino azul, idéntico al que vendiste hace un tiempo, más concretamente hace un par de años. Lo vendiste porque tuviste un accidente con él. Atropellaste a una viandante y, nervioso, te diste a la fuga. No tenías la culpa, ella entró en la carretera... aunque tú ibas un poco bebido. No estás muy seguro de que sea tu coche, tendrías que comprobar la matrícula, y desde la ventana no se ve.

Al ver el Torini aparcado abajo un escalofrío recorre mi espalda.  No puede ser. Debe ser una broma de mal gusto. Salgo por la puerta con la intención de acercarme y comprobar si el coche era el que yo vendí y el que tan malos recuerdos me trae.

Lo primero que hago es ponerme los zapatos. Por lo que supongo, bebería hasta no poder más y me arrojé a la cama sin quitarme nada de la ropa. La cosa era cómo había llegado hasta esta habitación y qué había pasado... Una vez los zapatos puestos, revisé mi cartera para ver que si me faltaba algo. 

Me dirigí después hacia la ventana para poder ver más del exterior y, con suerte, saber donde me encontraba.

Encuentras esto en tu cartera:

Al abrir la persiana el polvo te hace toser. A través de los sucios vidrios puedes ver un patio en forma de U, parece ser un conjunto de bungalows. Efectivamente parece ser el hotel del papel, ya que hay un cartel con el mismo símbolo en el centro del patio y el mismo nombre.

En una esquina puedes llegar a ver un coche que te resulta familiar. Te hace recordar que un coche parecido, o quizás el mismo atropelló hace bastante tiempo a tu amante, Harriette. Al verte se sorprendió, y caminó hacia la dirección contraria, es decir, hacia la carretera. Entonces un coche parecido la atropelló y continuó la marcha. Sabías que iba con alguien, posiblemente su marido, por lo que no te atrevistes a acercarte.

Vuelves a la realidad. Sacudes tu cabeza. "No puede ser".

"¿Qué cojones está pasando hoy?" Vaya día estoy teniendo..." Pienso mientras me aparto de la ventana. Las posibilidades de que fuera el mismo coche eran realmente remotas, así que lo dejé estar. Miro otra vez el panfleto del motel... "Duerma tranquilo y ¡olvídese de todo!" Reí sarcásticamente por lo irónico de la situación. 

Ya algo más despejado, cogí la llave de la habitación, la metí en el bolsillo del pantalón junto a la cartera y me dirigí a la puerta para salir y hablar con el que estuviera en recepción... Si es el mismo que me recibió anoche, sabrá un poco más que yo.

La única salida de vuestro bungalow es al patio del coche. Salís y os encontráis vosotros. Tres completos desconocidos. A priori no parece haber ninguna otra actividad en esta zona, y no parece haber movimiento ninguno en las otras habitaciones. Es más, todo está muy sucio y algo viejo. Es difícil pensar que aquí se hospedaría alguien. Lo único que hay son las entradas a las diferentes habitaciones y al fondo lejos de vosotros, al principio de la U recepción, o un cartel que pone eso. En cada esquina de la U hay un baño al que se puede acceder desde este patio. También está ese misterioso coche...

El lugar parece un lugar de carretera, por el que no pasa mucha gente.

Saludo con la cabeza, sin pararme mucho a mirar a los otros hombres y me dirijo hacia recepción.

Apenas miro a los desconocidos con los que cruzo. En mi mente hay una sola idea.Comprobarla matrícula de Torino azul.