DECIMA CAMPANADA.
CINCO DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.
MEDIODIA.
CINCO DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.
- Tomescu se sentó finalmente en un banco de madera y se quedó dormido. Tiberiu llevaba largo rato dormido en su escondite.
LA UNA DE LA TARDE.
CINCO DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.
Una criada entra en la Capilla y despierta a Tomescu.
- "Señor, el señor Schaar Dvy desea que todos acudan de inmediato al Patio." -
// Entra en escena: Criada. - Procede de: Patio del Castillo.
- Dama Dubieta llega a la Capilla.
// Entra en escena: Dubieta. - Procede de: Estancias de Invitados. - Pasando por: Patio del Castillo.
No había ejército o poder que pudiera interrumpir el inevitable avance del astro rey, y con ello iba disminuyendo de a poco la ventaja que podían tener. Si lograban llegar al Vampyr antes de que despertara... Desconocía qué estaba sucediendo, quién había muerto y quién seguía por el bien de todos.
¿Tendrían miedo?¿La cercanía de la Muerte les había otorgado valor? Eran preguntas fugaces que pasaron por su mente, como tantas otras, pero por encima de todo sí que había alguien que era capaz de nublar el Sol si hiciera falta. ¿Qué nueva hazaña había realizado su pequeño?¿Habría descubierto un pasadizo?¿Inquietado el descanso de alguien ya olvidado?
La puerta de la Capilla se abrió, despacio, sin perturbar apenas la quietud del interior. Desde la entrada se maravilló de las sombras, la oscuridad necesaria para resaltar la luz. Luces y sombras... una buena definición de su vida.
¿Los encontraría a simple vista o tendría que agudizar el oído?
- El Guardia Tomescu sale de la Capilla.
// Sale de escena: Tomescu. - Sigue en: Alba Iulia: Calles de la Ciudad. - Pasa por: Patio del Castillo.
DAMA DUBIETA:
- Tirada de Percepción + Consciencia para encontrar a Tiberiu.
Motivo: Percepción+Consciencia
Tirada: 4d10
Resultado: 9, 2, 6, 3
Disculpa, he estado un poco desconectada.
- Una madre siempre sabe encontrar a su hijo. Dubieta encuentra a Tiberiu arrebujado en uno de los bancos más cercanos al muro Este, completamente dormido.
Entró despacio, con cautela. Su piel de gallina en aquel entorno que tan mal recordaba, uno lleno de hipocresía. El bien era tan exigente y despiadado como el mal, de eso sabía mucho. Pero ahora no importaba, podría soportar cualquier cosa sabiendo que su pequeño estaba a salvo, ajeno a todo mientras dormía sobre uno de los bancos.
A medida que avanzaba miró a su alrededor, ¿qué escondite había elegido Tomescu? Ya habría tiempo, ahora deseaba sentarse y contemplar lo más hermoso de su vida como si no hubiera un mañana.
"Y puede que no haya..."
Apartó un mechón de su rostro, y tan apacible como estaba no pudo evitar besar con ternura su frente. Si sólo fuera más fuerte ella misma arrancaría el corazón de aquel Vampyr en las catacumbas con sus manos. Y aquel pensamiento hizo que se levantara, diera un último vistazo a su retoño y regresara a la entrada. Pero mientras lo hacía...
- ¿Tomescu?
- Dubieta intuye que Tomescu ha partido a la batalla, en apoyo de Schaar Dvy. Tal vez dispuesto a entregar su vida por mantenerle a salvo.
El niño entreabre los ojos lo justo para ver el rostro de su madre recortado por el vacilante fulgor del fuego de las antorchas.
-Mamá... -dice incorporándose hasta quedar sentado-, ¿ya se ha acabado la guerra? ¿Quién ha ganado?
No halló respuesta. Tomescu no estaba. Varias preguntas pasaron con rapidez, pero el hecho era simple: Tiberiu se había quedado solo. Quería pensar que habían presionado a su leal guarda para marcharse, y que al no descubrir el escondite del pequeño pensó que estaría a salvo. Pero ella lo encontró. En aquel momento sentía la necesidad de enterrar sus garras en las entrañas de alguien, o de algo, pero entonces...
- Tiberiu... -respondió aún en el umbral, a medio tramo de salir de la Capilla antes de encontrarse con aquella situación-. Ven -Estiró su mano a modo de invitación-. Cuéntame, ¿dónde está Tomescu? -preguntó cuando llegó a su lado, y cuando se puso a su altura comenzó a arreglar su ropa ahora hecha un lío, incluso sacudió polvo-. Estás hecho un desastre -Sonrió.
-¿Tomescu? -pregunta el niño-. Me aburrí de esperar a que me encontrara y me tumbé en este banco. Juega muy mal, ¿sabes? No me habiera... habría, hubiera encontrado ni en un millón de años. ¿Se ha ido?
"Debía imaginar que algo así sucedería. En su afán por encontrarlo debieron llamarlo para defender el castillo".
- Puede ser que juegue mal, pero con el tiempo mejorará -Acarició su mejilla-. Como tú cada vez que te das cuenta que dices una palabra mal y te esfuerzas en mejorar. Lo importante es aprender de lo que hacemos, tanto de los aciertos como de los fracasos. Sobretodo de los fallos, Tiberiu.
Dubieta depositó un delicado beso en la frente del pequeño y le tendió la mano.
- Vamos a ver si Tomescu aún está buscándote. Seguro que está preocupado porque no te encuentra.
Pese a la suavidad de su sonrisa en su interior reinaba la frialdad, era necesario mantener su mente alerta y serena. Tenía una prioridad, una preciosa y única. Su plan inicial se había truncado, pero era impensable dejar solo a su retoño.
Sin más dilación fue al Patio de Armas desde donde podría comprobar si su leal guardia había sido llamado a armas. De allí comprobaría la poterna del castillo.
.
Al patio de armas o principal. Si no ve a Tomescu se dirigirán a la poterna a ver su estado.
- Dama Dubieta y su hijo Tiberiu salen de la Capilla.
// Salen de escena: Dubieta, Tiberiu.
NOVENA CAMPANADA. TERCERA HORA TRAS EL OCASO.
NOCHE DEL CINCO AL SEIS DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.
CAPILLA DEL CASTILLO DE BALGRAD:
- Afuera se escucha con claridad las gotas de lluvia, repiqueteando contra las piedras del castillo. Un repiqueteo a la par alegre y frío.
- A través de las vidrieras de la capilla se ven los relámpagos, seguidos poco después del retumbar de los truenos.
- No hay nadie ni nada vivo en la Capilla del Castillo. El Koldun examina sus alrededores y después, con un gesto casi casual, vuelve a deslizar el altar en su sitio, tapando el acceso a la cripta de los Basarab.
- La Capilla sólo tiene una salida obvia, que sin duda conduce al Patio interior del Castillo de Balgrad. Sería posible romper las vidrieras y salir por ahí, pero sin duda tan sólo conducen al río, y los vampiri, y en particular el Koldun del Agua Negra, sienten pánico hacia las corrientes de agua, como ríos, lagos o mares.
// Entra en escena: Koldun Boru. - Procede de: Séquito del Koldun Vladislav Boru.