Salgo en pos de mi señora tras el permiso de su volátil prima y deseo de quedarse descansado el resto de la noche.
Salgo al patio del castillo.
Miro a la noble y le respondo:
- "Saldré al patio con la Dama Szantovich."
Camino hacia el patio, siguiendo a la mujer.
//Al Patio del Castillo.
- El Guardia Tomescu sale al Patio del Castillo, seguido de cerca de Lindor de Slobozia.
// Salen de escena: Tomescu, Lindor. - Siguen en: Patio del Castillo.
TIBERIU:
- Te despiertas sobresaltado en el baúl de la habitación del fondo del pasillo de las estancias de invitados.
- Sientes un gran desasosiego. Estabas teniendo una pesadilla que apenas recuerdas, algo de un demonio que se carcajeaba porque tu mayor protector iba a morir.
TIBERIU:
- Tu madre te está llamando desde el Patio.
-¡Mamá! -grita el muchacho mientras se pone en pie y sale corriendo hacia el patio-, ¡Mamá! ¡Schaar! ¡Algo le pasa a Schaar...!
//Hacia el Patio a todo correr y a todo gritar.
- Tiberiu sale corriendo asustado, primero al pasillo y del pasillo al Patio. Deja atrás a Dama Radovina.
// Sale de escena: Tiberiu. - Sigue en: Patio del Castillo.
ONCE DE LA NOCHE.
NOCHE DEL CINCO AL SEIS DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.
Me sobresalto al ver salir corriendo de esa forma a Tiberu. ¿Qué le habrá pasado? Salgo detrás de él.
//Hacia el Patio
- La Dama Radovina sale al Patio del Castillo.
// Sale de escena: Radovina. - Sigue en: Patio del Castillo.
- Pasa media hora de la medianoche cuando la Dama Dubieta conduce a su hijo y al Chambelán a sus estancias.
// Entran en escena: Dubieta, Tiberiu, Chambelán Otto. - Proceden de: Patio del Castillo.
Otra vez en el ala de invitados. Resignada, aunque ligeramente satisfecha al comprobar que Ferenk regresaba a las mazmorras, escuchó paciente las aciagas palabras durante el trayecto. Encarcelado. Rebajado al hierro de los barrotes y grilletes, supuso. ¿Qué había sucedido como para actuar de tal manera? ¿Decía la verdad el Chambelán? Por un instante quiso sonreír y decir: "Oh, es una pena que ese caballero haya caído en tal locura", pero claro, no estaban hablando de un pobre diablo sino de su caballero.
- Así debe ser. El horror de la guerra lleva la voluntad al límite y ya sabemos de las malas artes de los Basarab -Asintió reforzando sus palabras-. Gracias a Dios por la presencia de Durius Tremere, un hombre razonable donde los haya y piadoso en extremo.
"Hasta nueva orden...", periodo donde el filo de un arma se mantendría enfundada y dejaba paso a otros cauces.
- Excúseme, me abruma las circunstancias y estoy perdida ante la incertidumbre. Shaar es un hombre cabal, leal, protector hasta el extremo. Salió al exterior para enfrentarse a la amenaza con la valentía que le caracteriza y ahora...
"¿Pero qué has hecho? ¿Qué te han hecho?". Necesitaba verlo, entender el por qué y descartar que las artes oscuras nublaron su mente. Y si no fue así, ¿entones qué?
- Deseo expresar mi gratitud personalmente al secretario Ducal, siendo consciente que no será inmediatamente debido a todo lo que tiene entre manos tras este lamentable asedio. Por otro lado... -¿Cómo expresar el deseo de ver con sus propios ojos el estado de Shaar?- Espero que entienda mi petición para ver a mi caballero. No está en mi carácter olvidar su lealtad pese a todo, y lo cierto es que necesito saber qué le sucede. Si su mente está nublada es algo que sabré, y creo que mi presencia lo calmará y será capaz de explicar su conducta.
- El Guardia Tomescu llega enseguida procedente del Patio del Castillo.
// Entra en escena: Tomescu. - Procede de: Patio del Castillo.
PRIMERA HORA DE LA MADRUGADA.
SEIS DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.
- La Dama Radovina llega a las Estancias de Invitados, seguida de su sirvienta Elena y de su leal guardia Boru.
// Entran en escena: Radovina, Elena, Boru. - Proceden de: Patio del Castilo.
Asiento con la cabeza a las palabras de la dama. Mi gesto se torna a uno mucho más gentil y comprensivo.
-No me cabe la menor duda de que su presencia será un analgésico para el señor Dvy. Pero ahora mismo no es recomendable hacerle una visita. Si quiere un consejo, deje pasar esta noche y hable con el secretario Ducal mañana. Pídale permiso a él directamente.
Asiento con la cabeza y me despido. Si no hay nada más que decir salgo en dirección al salón principal, en busca de Durius.
Al salón principal.
Elena se revuelve las manos nerviosa, sabia del mal humor que podían ponerse los grandes lores cuando alguien los molestaba, inclusive con otros señores de alta cuna.
Esperemos que la divina providencia nos permita ir sin sufrir más.
Conforme pasaba el tiempo, su mano se cansaba de aquel candelabro, iluminaba bien, pero ya no lo necesitaba, aun así, tener algo en su mano la hacía sentir más segura.
Sigo a Radovina.
Entró tras la Dama Radovina, en silencio, firme y con la mirada agachada. A pesar de que no podía destilarse de la posición del guardia, su rostro si rebelaba un evidente cansancio, la suma de ejercicio continuado, lucha, hambre, sueño y temor a la muerte. Y a pesar de todo esto, el guardia seguía firme, posiblemente solo gracias a su lealtad y su voluntad.
Se limitó a seguir a su Dama, entrando tras ella y quedando junto la puerta sin abrir la boca, observando como el Chambelán abandonaba el lugar en una dirección indeterminada. A este último, se limitó a saludarlo como se merecía alguien de su posición, con cortesía, educación y respeto.
- El Chambelán Otto de Sajonia sale de las Estancias de Invitados.
// Sale de escena: Otto. - Sigue en: Patio del Castillo.
Dubieta asintió en respuesta añadiendo una leve sonrisa, aceptando así la buena intención del Chabelán. Sin dilación se fue a los aposentos sabedora del descanso necesario para su hijo.