Partida Rol por web

Dhaeva 2: El Caballero de las Tinieblas.

Transilvania: 1) Alba Iulia: Castillo de Balgrad. - Mazmorras.

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03/03/2015, 08:55
Guardia ducal Itsvan.

Itsvan, visiblemente tenso, buscó al caballero con la mirada.

-Caballero Dvy, el Señor Durius y el Capitán Ferenk están aquí. Estaban en el patio del castillo. Notaron la presencia del Koldun y acudían a las Mazmorras. Ya les he informado de la situación.

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03/03/2015, 09:00
12 - El Colgado.

- Las Mazmorras son una cámara alargada, con una disposición similar a las bodegas que tienen encima. El muro Sur está recorrido de algo más de veinte celdas separadas por muros, aunque en la parte Norte en vez de pared tienen rejas.

- Unas doce celdas están ocupadas por individuos que llevan años siendo prisioneros y que hace mucho que perdieron la razón y la cordura. El lugar entero huele a cuerpos sin lavar, orines, excrementos, infección, enfermedad y locura.

- En el muro Norte hay algunas antorchas encendidas en soportes algo irregulares, proporcionan una iluminación un tanto escasa.

- Cerca de la salida hay cuatro Mazmorreros, los degenerados hombres de Carcelero, claramente asustados, pero también avergonzados y cabizbajos.

- Enrietta se ha detenido en lo alto de la escalera que conduce a las Cocinas, y no se la ve entre las sombras que la envuelven.

- Al pie de esa escalera está Mikail, que parece que acaba de decir algo, aunque a los recién llegados no les han llegado con claridad sus palabras.

- El Guardia ducal Hakir y el Guardia feudal Boru están de pie junto al cuerpo caído de un individuo extraño, enfundado en una monstruosa armadura de placas y placas de viejo hierro herrumbroso. El individuo dentro de la armadura parece flaco, y el suelo a su alrededor está manchado de sangre fresca. Frente a ellos está Schaar Dvy, espada en mano. Aunque su espada no está en llamas, hay una especie de ilusión óptica que da la sensación de que está envuelta en fuego.

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03/03/2015, 09:06
Sirvienta Enrietta.

Estaba en medio de una pesadilla. Se desvanecía un horror para mostrarse otro. Aferrada a lo único tangible y real que me sostenía, la mano de Vasilov, me dispuse a alejarme de semejante terror. Las piedras gimen y se retuercen como almas torturadas, cubriendo todo con una pátina de irrealidad. Siento en cada poro de mi piel el frío toque helado de la muerte. A mi espalda se cruzan palabras, oigo los pasos presurosos lanzándose al combate, el choque de hierros, el olor de la sangre...

Apenas giro la cabeza para ver al tenebroso ser derrumbándose bajo la espada de Schaar. Cierro los ojos y lanzo una breve plegaria por su descanso eterno. Intercambiamos susurros entre pasos presurosos.

Sin detenerse Mikail nos anuncia:

-¡Encontré a Durius!- Por fin pudo darles la noticia.- Lo encontré en la ciudad siguiendo su rastro pero también vi como fue traicionado por Schaar Dvy. Le atacó dos veces en mi presencia y luego me mandó a las mazmorras.- Con eso les decía que no iba a entregarse.- Durius logró escapar, creo que está débil, pero no sé a dónde fue.

Vasilov responde al instante:

- Si nos separamos tendremos mas opciones. - susurra. No tienen suficientes hombres como para vigilar todo el perímetro. Y los que tienen están sin fuerzas.

- Debemos avisar al Chambelán Otto y a Maserrak. - prosigo. Ellos podrán ayudar a nuestro señor y de paso acabar con la lacra de estos guardias ineptos.

Me aferro con fuerza a la mano de Vasilov. 

Si queréis los entretengo. Yo no soy ágil como para trepar o eludir un cerco de guardias. Pero sí puedo ofrecer una distracción.

Veo que Mikail y Vasilov aceptan la poca tregua que puedo ofrecerles. Una vez arriba, Vasilov se despide y parte sin vacilar. Sin embargo, Mikail parece dudar y vuelve sobre sus pasos, al parecer intimidado por las palabras del traidor. Aprieto los puños, impotente. Entonces... el mundo se tambalea a mis pies. El anuncio de Itsván paraliza dos latidos mi corazón. Durius, amor mío. Tan cerca y tan lejos. No puedo mostrarme. Me pego a la pared, refugiada en su sombra. No puedo distraerlo. Corazón traidor, no hagas tanto ruido.

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03/03/2015, 09:29
Guardia ducal Hakir.

Me cuadro ante la presencia del Capitán, visiblemente aliviado por su presencia en este lugar de horror.

Espero que el Caballero Dvy tome la palabra, como corresponde.

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03/03/2015, 10:02
Schaar Dvy.

Schaar deja caer el cuerpo que arrastra y mira al capitán y luego a Durius.

- Capitán... con la ayuda de estos guardias hemos matado al koldun. Desgraciadamente, no llegamos a tiempo de salvar a Carcelero. Por lo menos, había matado al idiota del otro basarab- tras las palabras guarda un instante de silencio-  ¿Sois vos o es otro truco mental? Y quien os acompaña... ¿es el verdadero Durius o el traidor humano practicante de la magia que se hace pasar por él y que trató de engañarnos? ¿Qué va a pasar ahora, capitán? ¿qué haréis esta vez?

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03/03/2015, 12:05
Durius Tremere de Slobozia.

Durius miró en derredor, observando a los presentes, el cadáver del caballero y a Schaar Dvy cuyas venenosas palabras no tardaron en llegar.

-Por supuesto que es un truco mental. Y yo un buhonero que valiéndome de artes oscuras ha logrado cambiar su apariencia. Es más, no conforme con hacerme pasar por la Dama Szantovich durante un tiempo, preferí modificar mi aspecto y opté por el de Durius de Slobozia, secretario ducal del Duque Kadar. Todo ello obviamente tras haberlo asesinado fríamente con un espetón de los que vendía en mi carro -dijo el secretario ducal, seriamente, ocultando la sorna que sus palabras encerraban-. Es lamentable que mi estupidez me conduzca a tropezarme con vos una vez más, de forma voluntaria y tras haber sufrido dos ataques consecutivos de vuestra parte. Y dudo que en vuestro empecinamiento por poner fin a mi vida vayáis siquiera a escuchar pues habéis juzgado y sentenciado, amén de haber propalado a los cuatro vientos ya no vuestras sospechas, sino vuestras mentiras pues, ¿en qué os basáis para tales afirmaciones? Iluminad mi escasa inteligencia, vos que sois un invitado de este castillo y que parece habéis decidido asumir un papel que no os corresponde pero que gustosamente os habéis atribuido. Decidme, Schaar Dvy, ¿a qué responden vuestros deseos de matarme? ¿A reales sospechas o a un deseo de eliminar obstáculos en vuestra ambiciosa carrera? Dudáis incluso del Capitán Ferenk, de su realidad. ¿Lo mataréis también? ¿Vais nuevamente a intentar acabar conmigo?

Guardó un instante de silencio. 

-Hablad o actuad. El tiempo es un enemigo que ha de ser vencido. No tengo tiempo para perder en vos más allá de lo imprescindible. 

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03/03/2015, 12:33
Guardia Boru.

Abrumado. El noble guardia se vio abrumado y superado por la suma de sucesos que habían pasado uno detrás de otro. Aun con el miedo metido en el cuerpo por lo que había visto aquel día, sobretodo aquella noche. Visiones que lo perseguirían para siempre en sus pesadillas. No comprendía como todos los allí presentes podían estar tan tranquilos, inmutables después de lo que había ocurrido... ¡Como los envidiaba! Como habría deseado tener esa entereza, esa fuerza de voluntad. Pero él solo era un noble guardia en un mundo de monstruos y criaturas oscuras.

Por eso, cuando llegó el capitán resopló con cierto alivio, cerrando los ojos durante unos segundos. Hasta que comenzó aquella conversación entre el capitán, Schaar y Durius. Llegados a aquel punto, Boru no comprendió nada de lo que estaba pasando, y se sentía perdido y confuso. Hasta ahora, había tenido claro que las palabras de Schaar eran verdad, pero ante las afirmaciones de Durius, no pudo evitar cuestionarlas.

Fuese como fuese, su lealtad no estaba con ninguno de ellos, si no con su Señora, por lo que guardó silencio y esperó a que aquello se solucionara, pero de alguna manera, no pudo evitar sentir que aquella mazmorra no sería solo la tumba del Carcelero y del Koldun...

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03/03/2015, 13:12
EL TIEMPO TODO LO VENCE.

DECIMA CAMPANADA. NOCHE DEL CINCO AL SEIS DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.

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03/03/2015, 13:17
Schaar Dvy.

Schaar meneó la cabeza.

- No sois Durius. Lo supe nada más veros. Era... evidente. Como también es evidente que, salvo vuestra capacidad para imitar su cara y su cuerpo, hay cosas de él que desconocéis. ¿Me pedís motivos, impostor? Bien, os los daré, por supuesto. Más allá de que mi interés en este asunto es claro. Conduje las fuerzas del Duque cuando el Capitán estuvo indispuesto. Encontré la guarida del Koldún enemigo del Castillo. He matado a treinta soldados Basarab hoy y al Koldun con el que vos, supongo que sois el mago Basarab que estamos aún buscando, tratábais de vencernos.- Señalo sin dejar de mirar al falso Durius el cuerpo que hay decapitado en el suelo mientras dejo caer, a alguna distancia del cadáver y hacia mi espalda, la cabeza que aún llevaba en mis manos.- Mi interés en todo esto es que los enemigos del Duque perezcan. Y vos sois uno de ellos. ¿Motivos? Sencillo, al menos el primero: respiráis. Tanto el Capitán como yo lo percibimos en mitad de la lluvia y el frío: el vaho que vuestra respiración provocaba. Muchos de los que hay aquí saben que eso, si fuerais Durius, sería imposible. ¿Alguna mentira más con la que tratéis de conseguir con el engaño lo que el resto de los Basarab no pudieron? 

Hombres del Duque... Capitán... siervos de la casa... este ser no es Durius. Tiene su apariencia, es verdad. Pero es un engaño. Debe ser eliminado. Habéis visto lo que he hecho con los enemigos del Duque. Este es solo uno más ladino.

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03/03/2015, 13:21
Capitán Ferenk Zarak.

Solo tuvo un instante para observar los cadáveres. Carcelero, que había entregado su nombre y su humanidad para custodiar las mazmorras de Su Señor, el último de sus verdaderos sirvientes aparte de él mismo. Molensk Basarab, aún enfundado en la armadura de miliciano, apenas reconocible con el cráneo aplastado. Y el supuesto Koldun, un individuo flaco y macilento, ridículo en la muerte dentro de esa horripilante armadura.

Apretó la empuñadura de la espada hasta que sus nudillos se tornaron blancos. No deseaba combatir. O, se dio cuenta, quizás sí lo deseaba. Libre de la opresión que la presencia de esa criatura había hecho descender sobre el castillo, volví a sentir la sangre bullir inquieta entre sus músculos, tal y como lo había hecho antes de la reyerta con los hermanos. Pero no era un deseo diferente al que sentía cuando el aroma de la carne cruda o la visión de un hombre bello lo hacían estremecer. Un deseo vacío de sentido, de finalidad. Fuera cual fuere el resultado de una lucha, sería una pérdida para Su Señor.

—Quien está con nosotros es Durius Trémere de Slobozia —afirmó, haciendo acopio de palabras esquivas—. Comprendo su sospecha y soy partícipe de su confusión. Pero la explicación que ha decidido creer no puede ser cierta. Es descabellada. Observe quién nos acompaña. ¿Cree que un truco hubiera sido capaz de engañar al Chambelán?

Relajó finalmente la mano que sujetaba la espada. Hablar le recordaba que todavía era humano, le ayudaba a mantener el control. Así que siguió haciéndolo.

—Han sido unas jornadas extrañas, Schaar Dvy, y todavía no hemos acabado con todos nuestros enemigos. Los últimos hijos del Boyardo han huido con los vástagos del Caballero Niktu y la Dama Svitlana hacia paradero desconocido. El maldito párroco sigue libre. Y el desgraciado de quien esperaba arrancar la verdad yace muerto en su celda —enumeró—, asesinado supuestamente por Carcelero, un hombre que se hubiera quitado la vida antes de dañar los intereses de Nuestro Señor como lo ha hecho.

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03/03/2015, 13:36
Guardia ducal Hakir.

El cruce de declaraciones era tan sorprendente como perturbador. El Caballero Dvy admitía haber atacado a Durius convencido que no era él, sino un hechicero con la apariencia mudada. Incluso admitía que el Durius ante nuestros ojos no era él. Yo lo miraba y no era capaz de distinguir nada que pudiera dar la razón al Schaar. Quizá tanta muerte y batalla hubiera trastocado los sentidos del Caballero.

Por fin la voz del Capitán surgió para imponer cordura, un bien escaso en aquel castillo. Instintivamente, di un paso al lado, poniendo distancia con el Caballero, pues si una disputa se abría camino entre aquellos hombres, mi lealtad estaba con el Capitań, por mucho que acabara de derramar mi propia sangre codo con codo con el Caballero Dvy.

Esperé la resolución de la discusión, atento por si se torcían las cosas.

Dejé el cadáver que transportaba en el suelo y aferré mi lanza, sin esgrimirla contra nadie, en postura firme de soldado disciplinado.

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03/03/2015, 14:06
Durius Tremere de Slobozia.

Durius de Slobozia enarcó una ceja con elegancia antes de soltar una carcajada rápida, divertida y seca a un tiempo.

-Veo que el desarrollo de vuestro cuerpo ha impedido el de vuestra mente, evidentemente mermada. E indudablemente poco o nada sabéis acerca de mí o de los míos -un leve movimiento de su mano, acariciando el rostro del vecino Otto, mostraba con claridad a quién se refería-. Os escudáis en vuestra ignorancia para formular innecesarias banalidades y aducís que respiro, que habéis sido testigo de mi hálito en medio de la noche para justificar vuestro deseo de matarme. Incluso insistís en volver en mi contra a cuanto posea oídos para escucharos haciendo a vuestra vez, oídos sordos a cuanto el Capitán Ferenk dice. Sois aburrido, Schaar Dvy. Y peligroso en vuestros temerarios juicios y acciones. Sea. ¿Dudáis? Os demostraré lo que deseáis ver ya que tanto confiáis en vuestro sentido de la vista.

Durius mostró sus colmillos y rasgo la piel de su muñeca libre, tendiendo el rojo icor a Ferenk.

-Bebed Capitán. Os he desatendido durante demasiado tiempo.

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03/03/2015, 14:16
Guardia ducal Itsvan.

Parecía que Schaar Dvy se había quedado solo en sus sospechas. Aunque sus argumentos podían estar bien fundados, para el conocimiento que Itsvan tenía de estos asuntos, también lo eran los de Ferenk. Itsvan permaneció mudo ante los acontecimientos, aferrando sólidamente su lanza y escudo, preparado para reaccionar ante una orden del Capitán.

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03/03/2015, 14:21
Schaar Dvy.

La sorpresa que aparece en los ojos de Schaar no es fingida. Mira a los colmillos de quien dice ser Durius y luego mira al Capitán. Su mirada va de este al Chambelán, unos instantes. Luego niega con la cabeza.

Sé lo que vi... pero también sé lo que veo ahora. Quizás el mago estaba allí oculto mientras vimos por primera vez a Durius, y ofuscó mi vista.- Las manos de Schaar están sosteniendo con fuerza el mango del arma mientras no deja de mirar a ambos, luego su presa se relaja considerablemente- El Basarab estaba muerto cuando llegamos hasta él. Si lo mató el Carcelero, o el Koldun, lo desconozco. Y sí... - mira ahora el cadáver decapitado- ahora parece poca cosa, pero no lo era. Si vos, capitán, creéis, yo creo.- Dicho esto mira a Hakir- Hakir informad del combate y de las palabras del Koldun cuando el Capitán, el Chambelán y Durius puedan escucharos. 

Tras estas palabras Schaar empieza a caminar para salir de la sala en dirección al Patio del Castillo, salvo que alguien se lo impida.

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03/03/2015, 14:35
Guardia ducal Hakir.

Aun así, esperé en mi puesto. Observando y escuchando lo que sucedía. Si el Capitán pedía que le relatara lo ocurrido, así lo haría; si ordenaba otra cosa, también. Pero no actuaría por las órdenes del Caballero, estando delante el Capitán y siendo encontrado en tal desatino como aquel.

La acción de los colmillos y la herida autoinflingida, ofreciendo sangre al Capitán, me erizó el vello.

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03/03/2015, 14:56
Durius Tremere de Slobozia.

-No, Schaar Dvy, no abandonéis esta estancia. Es mi deseo escuchar y no perder gota de información alguna. Que cada uno proporcione aquello que esté de su mano. Ahora mismo -la mano seguía tendida.

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03/03/2015, 14:59
Sirvienta Enrietta.

De repente suelto todo el aire que había estado conteniendo. Llevé mi mano derecha al pecho y, con un sollozo profundo me separo de la pared. Tambaleante, como si mis piernas fueran de trapo, voy bajando escalón tras escalón. No puedo ni quiero apartar la mirada de la herida sangrante. Lujuria, deseo, envidia. Todo me empuja a ir a los brazos de mi señor, apartar al capitán y perderme en el sabor de Durius. Muerdo mi puño mientras resbalo al suelo incapaz ya de manejar más emociones. Alzo mi rostro bañado en lágrimas y apenas puedo murmurar: 

- Estáis vivo...

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03/03/2015, 16:19
Lacayo Mikail.

Mikail se aproximó a su Señor junto con Enrietta, a la que protegió con sus brazos en caso de que alguno de los incompetentes guardias materializara sus amenazas. Y es que los sirvientes de Durius no lo habían pasado bien desde que éste abandonara el castillo.

- Te lo dije Enrietta, está vivo y lo encontré.

Las tornas habían cambiado ahora que Durius había regresado. Miró a los soldados con descaro y desprecio. Les habían vigilado constantemente y tratado como traidores. Quería advertir al Primer Caballero, que no se fiara de Schaar Dvy, que ya por dos veces le había atacado. ¿Le iba a dar una tercera oportunidad?

- Mi Señor...- Se aventuró a decir el lacayo cuando Durius dio pie a hablar a los presentes, eso sí, manteniendo gacha la cabeza en señal de sumisión.- ...si me lo permite.- Esperó la aprobación de su Señor para manifestarse.- Ya le conté todo lo que sabía cuando nos encontramos en la plaza.- La mirada de Mikail se clavó en las dos frías esmeraldas que poseía el Primer Caballero por ojos. Entre señor y lacayo no hacían falta muchas palabras para entenderse. Sólo ellos dos sabían lo que le había contado y así debía quedar. Sólo esperaba que comprendiera.- Cuando llegué al castillo, después del incidente en la mansión...- Incidente era la forma que tenía el lacayo de denominar de manera amable la traición de Schaar Dvy.-... el caballero Dvy dio orden de que permaneciera en las Mazmorras para interrogarme. Al llegar aquí, a punta de lanza aunque no me resistí, pude ver como Vasilov y Enrietta permanecían encerrados en una celda con ese monstruo libre.- Hacía referencia al Koldun.- Tan sólo su visión hizo que muchos nos quedáramos atemorizados. Parecía que...-Se ahorró describir lo que había sentido, pues una vez pasado, parecía una locura.-...en cuanto tuvimos ocasión salimos corriendo.- Hasta ahí llegaba todo lo que había ocurrido para Mikail. Dio un ligero apretón a Enrietta como muestra de afecto y continuó.- ¿Necesita algo más de nosotros? ¿Recuperar su armadura?- El segundo ataque sorpresa de Dvy les había obligado a dejarla en la mansión.- Si nos lo permite desearíamos retirarnos a sus estancias para prepararlo todo para su vuelta.

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03/03/2015, 18:01
[RIP] Koldun Vladislav Boru.

Un caballero y unos cuantos guardias no podrían ser el final de alguien como yo. Soy más que un hombre, soy más que un Vampyr, soy casi un Dios. Lamentablemente, mientras más ego tiene un hombre, más fuerte es su caída. Aquella regla se aplica también para quienes ya dejaron de ser hombres, independiente de la cantidad de siglos que hayan pasado.

Frente a mí se para Schaar Dvy y unos cuantos guardias, con intenciones de atacar. Habla conmigo como intentando causar mi rendición. He venido a hablar, pero no me someteré ante un mortal por más distinto que sea. Tiene una rabia interna, algo de fuego y sombras que le domina por momentos. Parece diferente, poderoso, letal, pero no está a la altura de mi poder.

¿Por qué elegí salir de mi laboratorio para luchar? Porque ambicioné el poder de mi Sire. Quise ser como Noriz y quise tener humanos a mi servicio, más de los que tengo. Quise ser el señor indiscutible y tener la capacidad de comandar legiones desde mi trono. Me sentí poderoso, me sentí Dios y los Basarab fueron esa oportunidad que deseaba. Lamentablemente fueron derrotados, pero yo aún tenía una promesa que cumplir. Mientras uno de los Basarab que habían bebido mi sangre estuviese con vida, no podía fallar a mi trato. Él debía morir.

Mas fueron derrotados y ya no me interesaba quién dominase las tierras, solo quería que me dejasen en paz y eso debía ser un mensaje que debía dar en persona. Lamentablemente hubieron más que no quisieron hablar y esta vez era una amenaza real.

Avanzan raudos para luchar conmigo mientras mantengo mi espada en alto, preparado para recibir sus cargas. Mi espada se carga con los pequeños espíritus de la Umbra que me acompañan a todas partes, listos para impulsar mi espada sobre el caballero de la larga lengua. Al llegar, mi golpe es detenido con una gran pericia mientras uno de sus guardias me clava una lanza en el costado. Los dos golpes de Schaar Dvy son detenidos por mis protecciones. El hombre es mucho más hábil de lo que pensaba.

Dos nuevas heridas se me hacen en el costado por la lanza del guardia. Le miro con odio mientras le grito:

 - "Insecto molesto. Te mataré por su osadía."

Lanzo un golpe contra cada uno de los enemigos, fallando contra el caballero y dañando apenas al guardia. Recibo muchas heridas mientras me atacan e intento sanarme con mis poderes, pero estos giran en mi contra y me dañan de múltiples formas antes de huir de mi alcance. Los malditos me han abandonado y el poder de mi sangre no es capaz de sanarme.

Lanzo dos golpes contra el guardia, pero no soy capaz de herirle nuevamente mientras recibo muchas más heridas.

El fin está cerca, puedo sentirlo. ¿Será el final de los día del poderoso Koldún? Probablemente, pero eso no me detendrá pues lucharé hasta el final.

Un último golpe me impacta y me derrumbo. Siento como mis energías se van y todos los pequeños demonios me abandonan por completo, dejándome solo ahí. Mi corazón vuelve a latir y vuelvo a respirar. La sangre fluye por mis venas sólo para salir por mis heridas. Es tarde para eso, es tarde para vivir, pero aún puedo hablar y lo hago por el bien de todos:

 - "El mal por fin se ha ido y puedo morir como humano. Gracias a todos. Deben cortar mi cabeza y enterrarla separada de mi cuerpo, bajo tierra cubierta de flores frescas que simularán vida. Solo así el mal quedará encerrado en el cuerpo. De otra manera se liberará y poseerá a alguien más."

Si hacen lo que digo, podré contener al Demonio pues de otra forma, azotará Transilvania y nadie se salvará de su inmenso poder y la corrupción que trae. Mi Clan ha luchado por siglos para contenerlo y si siguen mi indicación, podré seguir haciéndolo.

En este momento siento como la consciencia me deja y caigo en la oscuridad, una oscuridad mucho mayor que la que siempre me rodea. Distinta, pero menos opresiva, es el sueño de la muerte.

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03/03/2015, 20:15
04 - El Emperador.

- La presencia de la sangre de Durius, oscura y brillante como la famosa Agua Negra de las leyendas transilvanas casi hace enloquecer de deseo al Capitán Zarak, que, sin embargo, no hace ningún gesto ni da ningún paso para beber de la muñeca que el Primer Caballero le tiende. Unas gotas del precioso líquido caen al suelo y se desperdician.

- Los colmillos desnudos de Durius también son completamente auténticos. Sin embargo, al estar el Chambelán Otto al lado del Secretario Ducal, las diferencias entre ambos son muy patentes. La piel de Durius muestra un saludable tono cálido y sonrosado, temblando levemente por el frío de las lóbregas y húmedas Mazmorras. Respira pesadamente, con una cierta fatiga, ya sea esta física o mental. El Chambelán, por contra, mantiene ocultos sus colmillos de vampir, pero le delata la extrema palidez de su piel, más propia de un cadáver con rigor mortis que de un hombre vivo. Además, parece bastante evidente que el Chambelán no siente el frío y la humedad del lugar, e incluso, para un observador avezado, que no respira en absoluto, pues su pecho no se mueve levemente acompasado con los movimientos propios e involuntarios de un cuerpo vivo.

- Aparte de las diferencias visibles, hay un sinfín de diferencias intangibles entre el Primer Caballero y el Chambelán. Mientras el segundo parece apocado, casi tímido en su postura algo cabizbaja y avergonzada, el señor de Slobozia irradia un aura casi palpable de autoridad que recuerda soberanamente a la del propio Duque Gyula Kadar, casi como si fuera una versión menor del mismo.

- En ese momento se escucha un gemido desesperado y hambriento, procedente de la celda del fondo, la que ocupan el cuerpo de cabeza arrancada de Molensk Basarab y el cuerpo abierto en canal por un monstruoso tajo de espada de Carcelero.

- Mikail se ha adelantado, casi saliendo desde las sombras y protegiendo con su postura a Enrietta, que casi parecía a punto de abalanzarse sobre su amado señor.

- Los guardias Itsvan, Hakir y Boru están como paralizados por la impresión, aunque al mismo tiempo se muestran alertas y preparados, pues todo lo que ha pasado y está pasando es casi demasiado para cualquiera. Sin embargo, muestran muchísimo más temple que los cuatro Mazmorreros de Carcelero, que están contra la pared y al parecer siguen medio paralizados de miedo.

- El extraño fuego en el filo de la espada de Schaar Dvy parece haberse apagado y consumido por completo, quizá nunca existió de verdad. Sin embargo, el filo sigue en su mano, pues no tiene vaina a la que volver. Ésta se encuentra abierta y destrozada, colgando inútil del cinturón del que un día fuera caballero transilvano.