Partida Rol por web

- Farkas Deli, jefe de los Guerreros de Sangre del Duque, desciende a las lóbregas mazmorras.

- El Primer Caballero de la Corte y el Chambelán Otto bajan a las mazmorras. Al primero que ven allí es al jefe de los Guerreros de Sangre, Farkas Deli.

DURIUS TREMERE, OTTO DE SAJONIA:

- Ambos sentís un rechazo instintivo hacia Farkas Deli.

- Presentís en él un peligroso deprededor, uno que es por naturaleza antagónico a la estirpe de los vampir, los Guardianes de la Noche.

- Seguramente vuestras especies sobrenaturales sean antagónicas, incluso si él pertenece a un linaje diferente de protectores de la tierra de Transilvania.

- Farkas Deli se supone que es bárbaro magyar, o al menos su nombre lo es, pero sus rasgos raciales son típicamente transilvanos. Su aspecto es más transilvano que cualquiera de vosotros, en realidad.

Farkas se dio la vuelta cuando oyó que alguien más accedía a sus espaldas. Cual fue su sorpresa cuando vio a Durius y Otto allí. Le extrañó encontrárselos en las mazmorras, Durius nunca bajaba allí. Farkas supuso que ante la ausencia del
Duque, Durius había decidido aprovecharse de las reservas de sangre que allí había, ahora que la mayoría de sus lacayos estaban muertos. Seguramente los que le quedaban no eran suficientes para saciar a aquella criatura repugnante.

Otto ha debido bajarlo siguiendo instrucciones del Duque. Al menos Valru no está ya en el lote.

A diferencia de Durius, Valru no parecía alimentarse de los sirvientes, pero sospechaba que lo hacía de los guardias nocturnos, aquello solía dejarlos adormecidos y atontados.

Seguro que el Capitán Zarak está contento con eso, al menos no tendrá que preocuparse de sus guardias.

Aun así a Farkas no le gustaba del todo que el primer caballero usara las reservas del Duque. Le pediría a Otto explicaciones, solo le tranquilizaría saber que el Duque había ordenado tal cosa. Se acercó al Chambelán y sintió una repulsa inmediata. Lo miró fijamente como pidiendo explicaciones. Aquello solo podía significar una cosa, una cosa terrible e inaceptable.

-¡¿Que habeis hecho malditos?! Dijo Farkas enfadado.

-Lo que vos penséis y la realidad, no tienen por qué coincidir, estimado Farkas. De hecho, normalmente no son parejas la una con la otra -dijo Durius con notable cinismo-. Lamento tener que abriros los ojos de un modo tan crudo. Pero consolaos, si estáis donde estáis no es por vuestra inteligencia y al Duque Gyula Kadar parecen bastarle vuestras otras dotes. Y hablando de nuestro bienamado Duque. ¿Le echáis de menos? Debe haber sido muy triste verle partir, con el resto de su guardia, dejándoos atrás para nuestro cuidado y el de la corte -afirmó en un tono falsamente compungido-. Sin duda, debéis ser muy valioso para él, dado que ha prescindido de vuestra presencia y compañía. ¿Verdad? Aunque claro, si hubiera sido yo el Duque, no hubiera dudado en haceros acompañarme demostrándoos así mi afecto -señaló pensativo, con una mano en la barbilla-. En fin, no es importante. Sea como sea, vos estáis aquí y él no.

¿Por qué siempre tenía que pasarle lo peor a él? ¿Por qué nunca sucedía nada como planeaba o esperaba? Cuando aceptó la mano que le habían tendido para acabar por fin con aquella necesidad que le consumía, había creído que tan solo se encontraría con Carcelero. Sería su mirada la única que tendría que soportar y no creía poder encontrar demasiado reproche en un hombre que se ganaba la vida torturando. Pero no, en otra molesta broma del destino, allí también les esperaba otro y nada más verlo Otto reculó.

- Farkas…- musitó en un bufido.

Después de aquello calló y esperó a que Durius terminara de hablar. Entonces, quizá envalentonado por las palabras del caballero, se adelantó un par de pasos para regresar a su lugar.

- Farkas, Caballero Durius, no creo que blasfemar u ofender nos lleve a ningún sitio. A no ser que eso sea lo que nos ha traído a aquí.- Por supuesto que insultarse no era lo que les había llevado a allí, pero Otto habría deseado que así fuera.

- "Ojalá..."

De repente, las mazmorras, el lugar más silencioso y tranquilo de todo el castillo (excepto por los gritos de los presos cuando se les torturaba, por supuesto) se había llenado de gente. El caballero Durius Tremere nunca había bajado por allí cuando estaba el Duque... Tal vez, al tiempo que se hacía cargo de alimentar a sus criaturas, se había ganado el derecho de servirse de sus reservas..

- Caballero de Slobozia, Chambelán... que honor desacostumbrado ¿Qué les trae por estas humildes y frías mazmorras.

El capitán Farkas estaba al tanto de las intrigas castellanas, que tanto gustaban a los hombres de alta cuna, pero yo en lo único que pensaba era en cómo servir a mi señor.

NOCHE DE FEBRERO DE 958:

- Tras conversar con los presentes, Durius y Otto salieron del lugar.

DE VUELTA A LA ACTUALIDAD: NOCHE DEL 29 DE ABRIL DE 958:

- Farkas Deli está en las Mazmorras a solas con Carcelero.

Farkas bajó a las mazmorras junto a Carcelero, llevaban tiempo planeando como explorar las antiguas catacumbas de debajo del castillo y ahora podía ser un buen momento.

-¿Tienes algo que hacer ahora Carcelero? Si no es así podemos adentrarnos en las catacumbas y buscar algún rastro de esa criatura.

Si estaba por allí seguramente estaría bien escondida o en lugar bastante profundo de las mismas. Al menos con los cuerpos de Carcelero no se alimentaba o él se hubiera dado cuenta. Quizá existía alguna otra salida que utilizaba para alimentarse. Farkas desconocía completamente lo que se podía encontrar allí abajo.

- Dejadme un momento, y prepararé antorchas. Una para vos,  y dos de repuesto.

Era importante llevar siempre antorchas. Uno no sabía lo que podía encontrar ahí abajo. Pero más importante era protegerse uno mismo.

- Y esta lámpara de aceite para mí.

Su amo le había enseñado a tener siempre cerca una lámpara de aceite bien cargada. Así, el aceite, empapando las ropas de cualquiera, podía convertirlo en una antorcha no-viva en cuestión de segundos. Era la única manera en que un pobre siervo podría defenderse de un vampyr.

- Carcelero ha sido muy negligente en el trato de prisioneros en lo que va de año.

- Actualmente sólo quedan vivos catorce de ellos.

Farkas sonrió ante las palabras de Carcelero y negó ligeramente con la cabeza mientras comenzaba a quitarse la cota de malla y la ropa.

-No usaré antorchas, hace mucho que no he podido transformarme y esta es una ocasión ideal, además mis sentidos se agudizan en mis otros estados, si hay algo ahí adelante será mas probable que lo encuentre como lobo. Procura no perderte, yo seguramente me adelante algo. Si ves que puedes desorientarte coge solo las mismas bifurcaciones siempre, hacia la izquierda o hacia la derecha, así con hacer el camino del revés no tendrás pérdida. ¿Tienes armas? Si quieres puedes coger mi espada o mi daga.

No sabía lo que podían encontrarse en su búsqueda y no quería que por su culpa Carcelero se viera en problemas, si él no tenía armas podía coger las suyas sin problema pues él no las necesitaría, se podía defender como lobo o transformarse en su forma de guerra si era necesario. Cuando terminó de hablar con Carcelero comenzó a transformarse hasta convertirse en un lobo de pelaje negro. Esperó a que su compañero iniciara la marcha y se adentró trotando en los pasadizos olfateando y buscando algún indicio de lo que estaban buscando.

- La exploración de los pasadizos subterráneos prosigue toda la noche.

- Farkas en su forma de enorme lobo negro, puede correr mucho más rápido y más lejos que Carcelero (aunque este también es partícipe del vigor extra que le proporciona la ingesta regular de sangre de vampir, primero del Duque y actualmente de Durius).

- La búsqueda ha resultado tan infructuosa como agotadora.

- Los túneles tienen un extraño factor mareante que causa desorientación, pero es probable que comuniquen con diversas partes bajo la ciudad, o incluso con las catacumbas romanas en ruinas abandonadas al Norte de la ciudad.

- Es día de bodas y celebración y se espera de ambos que hagáis acto de presencia, por lo que más que probablemente lo mejor sea abandonar la búsqueda.

Tras recorrer montones de túneles sin ningún éxito Farkas decidió dar la vuelta, ese día no terminaría su tarea y por la longitud de aquellos pasadizos tendría trabajo para mucho tiempo. Se sentía algo desorientado por el cruce de túneles que había allí abajo. Al llegar de nuevo junto a Carcelero volvió a transformarse en humano.

-Esto es más extenso de lo que pensaba. Incluso creo que llegan hasta debajo de la ciudad o que comunican con las antiguas catacumbas. Deberemos regresar más veces hasta completar la búsqueda. Hoy tenemos que asistir a esas estúpidas bodas.

A Farkas le repugnaban esas uniones concertadas, el tomaba a las mujeres que quería cuando quería. Tan solo asistía porque el Duque había ordenado los matrimonios y estaba obligado a ir.
Llegó hasta el montón que había hecho con su ropa y su cota y volvió a ponérselos nuevamente. Estaba más sucio de lo habitual después de haber recorrido las catacumbas, no podría ir así a las ceremonias, pero sabía que debía hacerlo.

Odio lavarme, se me va el olor.

-Me voy a lavarme, creo que no me dejarían asistir de esta guisa. Dijo con una sonrisa retorcida pensando en la idea de aparecer así. Te veo en la ceremonia.

Sin más subió las escaleras hasta el patio y salió al exterior.