Partida Rol por web

Dhaeva 2: El Caballero de las Tinieblas.

Transilvania: 1) Alba Iulia: Castillo de Balgrad. - Torre del Chambelán.

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20/01/2014, 21:25
[OUT] Flaviu Krevcheski.
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Ni se te ocurra, mendigo. O atacar a Flaviu Krevcheski será lo último que hagas.

Tranquilo, amigo... ¿Qué te parece si tu y yo nos vamos a las cocinas y asaltamos la despensa como dos buenos camaradas? Los funerales siempre me dan hambre y tu compañía sería grata. Podríamos hablar de tu futuro. No puedes ser para siempre el lacayo de Radovina Radoslav. Estoy seguro de que un hombre de tu habilidad tiene sueños, ambiciones.

La sonrisa de Flaviu era amplia y sus manos se mantenían conciliadoramente bajas y con las palmas hacia arriba.

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21/01/2014, 16:43
Guardia Boru.
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- "Lo siento, mi señor." - Dice el guardia en voz lo bastante alta como para que Radovina pueda oírle al otro lado de la puerta. - "Pero debo rehusar. Llevo sirviendo a los Szantovich desde que era un niño y a Dama Radovina desde hace ocho años, y eso no va a cambiar. No hasta el día de mi muerte, al menos." -

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21/01/2014, 22:31
[OUT] Flaviu Krevcheski.
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¡Buf! Allá tú si no quieres mi compañía. Yo no quiero la tuya. Aparta de mi camino, me estás impidiendo el paso al convite del funeral.

Airado, ofendido por dos, tres, un millón de veces. Si este no estuviese destinado a ser su castillo algún día, le prendería fuego para que ardiesen todos. Flaviu pasa de largo por el lado de Boru para salir de la torre del Chambelán. Aún tenía que discutir con Otto de Sajonia sus nuevas estancias.

Notas de juego

/a la escena general.

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22/01/2014, 08:43
T01: CASTILLO DE BALGRAD: Torre del Chambelán.
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- Flaviu Krevcheski abandona la Torre del Chambelán.

Notas de juego

/ Sale de escena: Flaviu. - Sigue en: Escena general del castillo.

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23/01/2014, 13:47
Dama Radovina Radoslav de los Cárpatos.
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Cansada y ahíta la Dama Radovina agradeció haberse librado del escudero por fin, y también haber escuchado el comentario de Boru. Siempre le había amado como a un padre, el padre y mentor que no había tenido en realidad cuando niña, y sabía que podía contar con él, confiar en él más que en todos los demás.

Con parsimonia se acercó a la cama, no cenaría, no tenía apetito, ni estaba dispuesta a aguantar chácharas superfluas, y mucho menos a devanarse los sesos con estrategias serias.

Miró con una mirada extraña a Elena, las pestañas casi enlazadas en sus párpados entrecerrados. Un reflejo brillante y escarlata escapó apenas, mientras sus labios perfectos se fruncían en una sonrisa aviesa.

-Desnúdame. Y prepárate, necesito un buen masaje esta noche...

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23/01/2014, 17:38
Sirvienta Elena.
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- "Sí, mi señora." - La sirvienta se apresura a obedecer.

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14/02/2014, 13:36
Guardia Boru.
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Boru mantuvo la mirada sobre el sujeto que se alejaba en el más rotundo de los silencios. La tensión de sus músculos comenzó a desaparecer, aflojando la presa sobre su arma, y bajándola en silencio. Le resultaba intolerable aquel tipo de comportamientos por y para su Señora.

Y esperó hasta que Flavui hubo desaparecido tras una esquina, y se aseguró de que no volvía atrás, cuando se tomó la libertad de lanzar un largo suspiro, liberando el aire retenido en sus pulmones. La situación se había resuelto de la mejor de las maneras, pues no deseaba ningún escándalo, problema o pelea que pudiera involucrar el buen nombre de su Señora.

Se giró hacia la puerta, cerrando el puño lentamente, apretando los nudillos antes de golpear la madera de la puerta, con un par de fuertes y contundentes golpes. -Abridme, buena Elena. Soy Boru, el Caballero Krevcheski partió hacia las cocinas.- Murmuró, acercándose a la puerta esperando que fuera la sirvienta Elena quien abriera la puerta.

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16/02/2014, 12:37
Sirvienta Elena.
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- "Mi señora, el Guardia Boru desea entrar. ¿Debo abrirle la puerta o pedirle que se marche?" -
 

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16/02/2014, 18:34
Dama Radovina Radoslav de los Cárpatos.
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Un suspiro contenido. Apenas.

-Ábrele, Elena. Pero cúbrete antes, Boru es un hombre, y no hay cansancio que impida que un hombre como él no sienta hervir su sangre si te ve... como te veo yo ahora...

Y silencio. Y una pregunta en la mente de quien la escuchara hablar. Si Elena debía cubrirse, ¿debería también hacerlo su Señora...? Turbadora la imagen de las dos bellezas sin cubrir...

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17/02/2014, 08:57
Sirvienta Elena.
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Elena se cubre con una mantilla y abre la puerta de la alcoba de su señora.

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17/02/2014, 10:45
Guardia Boru.
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Entró el hombre con la cabeza agachada y la mirada fija en el suelo,como debía esperarse de alguien cuyo juramento había entregado su vida a otra persona. Nada más entrar, se puso junto la puerta. Gracias, buena Elena. Le agradeció, y acto seguido, alzó la voz Gracias mi señora.

Sin duda la guardia dentro de la habitación era mejor que una guardia en el pasillo. Vio desde su posición y mirada que Elena estaba vestida únicamente con una mantilla, y, a pesar de no atreverse a alzar la vista -cuestión de respeto y servidumbre- Supuso que la dama Radovina debía estar vestida de la misma manera. En el mejor de los casos.

¿Es mejor que me retire, mi señora?

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17/02/2014, 17:00
Dama Radovina Radoslav de los Cárpatos.
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-Por Dios, Boru, el cansancio debe haberte hecho perder tu buen sentido... te he dejado entrar porque creí que traías importantes noticias. Si no es así, vuelve a tu puesto, custodiando mi puerta... del lado de fuera. Y si la fatiga te embarga hasta el extremo de no poder mantenerte lúcido, tienes mi permiso para que alguno de los Sargentos te releve en tu obligación, y puedas acostarte. Mejor un hombre capaz mañana que uno torpe hoy, ¿no te parece...?

Tras lo cual Radovina, que había advertido sin embargo la turbación de su hombre de confianza, sonrió sin ser vista por éste, con un gesto algo torcido, fruto de un pensamiento travieso. Y añadió lo bastante fuerte como para ser oído:

-Elena, esa mantilla no te favorece, cuando Boru haya marchado, quítatela enseguida. Y ven aquí conmigo, a calentar... mi cama.

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17/02/2014, 23:58
Sirvienta Elena.
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Elena mira a su señora con odio, pero sólo durante un fugaz instante, enseguida agacha la cabeza sumisa.

Maldita Endemoniada con esos ojos rojos de diablesa...

- "Sí, mi señora." -

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18/02/2014, 10:51
Guardia Boru.
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El Guardia aun no tuvo tiempo más que de agradecer su entrada y preguntar si molestaba, aún sin poder dar sus noticias o la ausencia de estas cuando su señora le invitó a marcharse. Aun con la cabeza agachada, y lamentando la intromisión, hizo una reverencia. Sí, mi señora. No será necesario, el cansancio aun no llamó a mi puerta, mantendré la vigilia. Gracias mi señora.

Se disponía a marchar, cuando aquel susurro exageradamente alto de su señora, que pudo oír claramente, casi le obliga a levantar la cabeza, con gesto de sorpresa y ciertos deseos que un guardia juramentado no debería tener. Con permiso, mi señora. Se despidió, acercándose a la puerta y tras recibir el permiso pertinente, abandonando la sala, cerrando la puerta tras él.

Y una vez fuera, levantó la cabeza y miró hacia la puerta. Seguidamente, cerrando los ojos, se llevó la mano a la sien, intentando limpiar su consciencia de las erróneas deducciones de un simple guardia. Haría la guardia, pero no solo estaría atento a lo que pasaba en los pasillos.

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19/02/2014, 20:36
EL TIEMPO TODO LO VENCE.
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TRANSCURRE EL RESTO DE LA NOCHE.

TERCERO DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.

ALBA.

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26/02/2014, 17:44
EL TIEMPO TODO LO VENCE.
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TERCERO DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.

MEDIODIA.

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28/03/2014, 11:46
Dama Radovina Radoslav de los Cárpatos.
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La noche había sido aciaga en sus sueños. No eran pesadillas, no después de las reales pesadillas que había tenido en otras ocasiones, mucho más incisivos con su propia vivencia. Pero aquel sueño...

Se había levantado con una nota de inquietud flotando en su mente, una que no tañía en tono grato. Y no quiso dejarla de lado, así que después de vestirse y acicalarse como su rango exigía, aún en las circunstancias actuales, se dirigió al salón principal, en busca de su única aliada ahora mismo, su prima.

Porque Boru no era un aliado: era su familia. Le hizo un gesto a su paso, quería que el fiel soldado estuviera presente cuando hablara con Dubieta, y posiblemente con Schaar y Tomescu, aunque eso era decisión de la otra Dama.

A Elena le ordenó escuetamente:

-Pon mis cosas en orden. Haz un baúl pequeño con todas mis pertenencias de valor, y déjalo preparado por si he de viajar de pronto. No dejes entrar a nadie en mi habitación. Y menos al escudero de mi esposo, no... quiero que se instale aquí.

Tras lo cual, y verificando que Elena se disponía a cumplir lo solicitado, y que Boru la seguía, se dirigió al Salón en busca de Dama Dubieta, donde esperaba encontrarla puesto que ya estaba cercana la hora del almuerzo.

Notas de juego

Al Salón principal.

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31/03/2014, 13:10
Guardia Boru.
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Con la primera luz del alba, un cansado Guardia Boru se había visto obligado a tomar su arma entre sus manos, aferrando con fuerza el arma y usándola como punto de apoyo. El cansancio de quien llevaba despierto más de veinticuatro horas de vigilia continua, de guardia ininterrumpida y manteniéndose en pe únicamente por una mezcla de lealtad, determinación y fidelidad al deber.

Pero solo era un humano, después de todo, y tanto el hambre como el sueño habían hecho mella en un hombre de honor como él. Así que fiel a sus obligaciones, y sabiendo que si se diera la desgracia oportunidad de tener que defender a su señora no estaría preparado, delegó la guardia en uno de sus fieles caballeros que también conformaban la guardia de la Dama de los Cárpatos.

Así marchó a saciar un estómago poco agradecido con lo poco que encontrara de madrugada en la cocina, y así descanso poco más de seis horas. Tampoco pudo descansar mucho más, la luz y el deber le repetían a cada segundo donde estaba su lugar, junto a su señora. Por ello, poco antes del mediodía, tomó su armadura, envistiéndose con ella y guardó todas y cada una de las armas que encontró necesarias en el cumplimiento de su deber. Antes de marchar, clavó la rodilla junto a su cama, murmurando algo por lo bajo a modo de rezo y se puso en pie, marchando hacia las habitaciones de su Señora, donde despidió al guardia que él en su conocimiento, había encontrado más idóneo en el cumplimiento del deber de proteger a la mujer.

Aquel hombre se perdió por una de las esquinas del pasillo, liberado temporalmente de sus obligaciones. Todo esto ocurrió instantes antes de que su Señora abriera la puerta. El Guardia, ya junto esta y con la cabeza agachada en señal de total respeto, espero a que la mujer le indicara que le acompañara. Su gesto fue todo lo que necesito, asintiendo de forma silenciosa, y siguiendo a la mujer dos pasos por detrás de ella, y un paso a su derecha.

- Buenos días, mi Señora - Susurró, a modo de saludo, a modo de respeto. Y fue un susurro, tampoco quería importunarla. Aguardó en silencio, como la Dama Radovina le daba todas las indicaciones necesarias en su ausencia, y acto seguido marchó hacia el Salón.

El Guardia la siguió, conociendo hacia donde se dirigían sus pasos, conociendo aquellos pasillos. Y la delicadeza de la mujer de cabellos dorados, perfumada y arreglada contrastaba con un guardia vestido de metal y cuyas costumbres higiénicas aunque correctas, distaban mucho de poder compararse con las de la Dama que ahora acompañaba.

- Lealtad, Fidelidad, Discrección, Honor -

Notas de juego

Al Salón Principal.

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01/04/2014, 21:38
T01: CASTILLO DE BALGRAD: Torre del Chambelán.
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- La Dama Radovina y el Guardia Boru se dirigen al Salón Principal.

Notas de juego

// Salen de escena: Dama Radovina, Guardia Boru. - Siguen en: Salón Principal. Pasando por: Patio del Castillo.

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30/06/2014, 21:34
EL TIEMPO TODO LO VENCE.
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TRANSCURRE EL RESTO DE LA NOCHE.

ALBA DEL CUARTO DIA DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.