CATACUMBAS SUBTERRANEAS DE ALBA IULIA:
MADRUGADA DEL PRIMERO DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.
- El Capitán Zarak y Carcelero penetran en las oscuras criptas Basarab bajo las mazmorras del Castillo de Balgrad.
// Entran en escena: Capitán Zarak, Carcelero. - Proceden de: Mazmorras.
TRANSCURREN HORAS DE BUSQUEDA.
CAPITAN ZARAK:
- Finalmente, encuentras los cadáveres destrozados y desangrados de tus dos guardias desaparecidos, ocultos en una cripta Basarab.
- No hay nada más y dudas que encuentres nada de utilidad alguna en este lugar.
La búsqueda llevó horas. Las viejas criptas Basarab eran un verdadero complejo de pasillos y estancias en las entrañas del castillo. El vampyr debía conocerlas como la palma de su mano, o no habría sido capaz de moverse por ellas con la velocidad que había demostrado, recorriendo los túneles que comunicaban la capilla con la mazmorra en minutos.
Se imaginó ecorriendo esas mismas catacumbas unbos días antes, cuando debía haberlo hecho, sabiendo que el vampyr acechaba, invisible en las tinieblas, pero capaz de verlos, de olerlos, veloz y letal como un rayo. Pero morir bajo sus garras, si hubiera servido para que otro lo detuviera, hubiera sido preferible. La boda no se habría precipitado hacia su sangriento final, y no se hubiera enfrentado a tan funestas consecuencias.
No había sido así, sin embargo, y torturarse hoy no iba a cambiar lo ocurrido ayer.
Encontraron a los malogrados guardias completamente desangrados, prácticamente hechos pedazos, y desnudos, ocultos en una de las criptas. Ferenk había recogido un rollo de tela para amortajar por el camino. Extendió dos largos pedazos en el suelo, cortándolos con la espada, y envolvió con sumo cuidado ambos cadáveres, cuidando de que no se dañaran aún más.
—Deberíamos volver —dijo, cargando con uno de los cuerpos entre los brazos—. No deben quedarnos muchas horas para dormir antes del amanecer.
Aunque aquí abajo, qué importancia tienen el día y la noche.
Carcelero siguió ausente, se limitaba a seguir a Zarak como si de su sombra se tratara, mudo e inútil. Solo el ocasional castañeo de sus dientes y el ruido de sus pies al arrastrarse pesadamente por los adoquines recordaban al capitán que seguía allí. Pese a la humedad y la temperatura, mas bien baja, tenía la frente sudada y el grasiento pelo se le pegaba en la cara.
Sus temblores eran ahora algo más exagerados, y en realidad no había sido más que un lastre en la expedición, que de seguro Ferenk hubiera preferido no tener que cargar.
No fue hasta que el capitán mencionó que sería oportuno volver, que el alguacil reparó en el tiempo que llevaban dando vueltas, esto pareció alarmarle. Apenas era consciente del camino que habían recorrido y de lo que se escondía en las catacumbas, aparte de la mohosa piedra que lo envolvía todo. Estuas, ratas, no había reparado en nada y se maldijo en silencio por ello.
- Adelante, vuelva usted, si le parece yo daré un último vistazo.
Su voz sonó apagada, no llegaba a ser un murmullo, pero desde luego no le llamarían la atención por hablar en ese tono en un oficio sagrado. Aguardó a que el capitán desandara sus pasos para seguir inspeccionando.
Si alguien estaba acostumbrado en ese castillo a ambientes como el de las catacumbas, era Carcelero. Sin embargo, se había mostrado incómodo durante toda la búsqueda. Podía tratarse de las secuelas de la ordalía sufrida la noche anterior. Durius había reestablecido la sangre que el vampyr Basarab le había drenado, pero nada podía hacer para aliviar el trauma físico y mental que la experiencia habría supuesto. O podía ser algo que no sabía; algo que, si no le había explicado todavía, querría guardarse.
Ferenk suspiró imperceptiblemente. Puede que simplemente quisiera aprender a moverse en las catacumbas, al fin y al cabo. Habían estado bajo sus pies durante tanto tiempo, y todavía eran un misterio. Y lo que es peor, una vulnerabilidad, si conectan con el exterior y los Basarab los conocen.
—Le dejaré solo, en ese caso —respondió—. Volveré en unos minutos a buscar al otro hombre. En el estado en que se encuentran, temo que se partan si no los trato con cuidado.
/a la capilla.
- El Capitán Zarak sale de las Catacumbas en dirección a la Capilla, llevando consigo uno de los cadáveres de sus hombres.
// Sale de escena: Capitán Zarak. - Sigue en: Capilla.
DOS DE LA MADRUGADA DEL SEGUNDO DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.
Carcelero, más centrado pero aún con una tremenda sed siguió caminando por las catacumbas, era interesante conocerlas un poco, si que el quinto de los Basarb los había utilizado de entrada o escondite, el magyar podría ampliar sus dominios. Asegurarse una salida, u ocultar a alguien.
Eso, busco entradas, salidas, y cosas extrañas. En un rato se va a dormir si no encuentra nada.
CARCELERO:
- Tirada oculta y secreta de Astucia + Consciencia, dados de 10 desglosados a dificultad 7.
Tirada oculta
Motivo: Astucia + Consciencia
Tirada: 5d10
Dificultad: 7+
Resultado: 3, 7, 6, 8, 1
Exitos: 2
CARCELERO:
- Esto te consume el resto de la noche, pero llegas a la conclusión de que sería posible alcanzar la ciudad al otro lado del río por medio de estas catacumbas y túneles. Tal vez incluso alcanzar las ruinas del cementerio romano del Norte de la ciudad.
- Ahora bien, es un verdadero laberinto, y sería muy fácil perderse irremisiblemente en esos túneles, oscuros como boca de pez.
Los pasillos largos y los cruces se alternaban sin ningún sentido. Giro a la derecha, otra vez a la derecha y en el cruce se encontró con tres caminos distintos. Dos de esos caminos se juntaban más adelante y el tercero seguía hacia delante. Ahí fue cuando dejó de internarse en las catacumbas. Lo mejor sería salir de nuevo a las mazmorras y dibujar lo que había recorrido. Explorando poco a poco podría trazar las catacumbas al completo. De momento tenía mejores cosas que hacer que estar allí haciendo nada.
// A las mazmorras.
CARCELERO:
- Postergamos tu regreso hasta el Alba.
- Te pedimos paciencia, si ves dentro de unos días que nos hemos olvidado de ti no dudes en recordárnoslo.
ANTIGUAS CATACUMBAS ROMANAS:
// Entran en escena: Aldriu el Siervo, Koldun Vlasidlav Boru, Igor el Ayudante de Laboratorio, Valdav Krevcheski.
// Proceden de: Dhaeva 1.
NOCHE DEL CUARTO DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.
- Durante los últimos seis años, el Amo ha permanecido en Letargo, en su cámara mortuoria, atendido sólo por su sirviente Igor en persona.
- Igor ha permanecido enfrascado en sus experimentos alquímicos, obsesionado, pero logrando poco éxito. Sí ha desarrollado con éxito el método de alimentar con sangre a su Amo incluso mientras éste está en Letargo, para después con una lanceta sangrarlo y así poder alimentarse regularmente de su rica Sangre negra, al menos una vez por semana durante estos años.
- Valdav ha estado sumido en sus lecturas y meditaciones, sin sacar gran cosa de provecho.
- Aldriu el Siervo inicialmente estaba aterrado, pero finalmente se fue acostumbrando. La vida que llevaba incluso antes de ser el esclavo de unos monstruos de pesadilla que habitan en catacumbas subterráneas era tal vez incluso peor, como siervo de los Basarab, a menudo maltratado y torturado por ellos.
Aldriu es grande y fuerte, pero tranquilo, un gigante dócil. Sin embargo, en muchas ocasiones ha ayudado a Igor a secuestrar víctimas, con cuya sangre el Ayudante alimenta al Amo, incluso en su sueño de años.
- Igor visitó anoche la ciudad, embozado en su capa con capucha, como hace a veces. Se respiraba un ambiente tenso, al menos algo más tenso que lo que suele ser habitual.
Desde que hace unos años, y en dos ocasiones distintas a lo largo de los años, un asesino sobrenatural que nada tenía que ver con vosotros asaltara a la guardia de la ciudad, la milicia ha puesto vigilancia en su lado Norte, la que da a vuestro cementerio abandonado; pese a que tradicionalmente esa había sido siempre la zona menos vigilada.
Nunca llegasteis a saber quién era ese misterioso (y poderosísimo) espectro que asesinaba a vuestros aliados Basarab primero (año 951) y a los milicianos después (año 954), matando a cinco cada vez. ¿Será alguna clase de rito oscuro?
El caso es que desde hace cuatro años la vigilancia para entrar a la ciudad ha sido bastante mayor de lo que fue, pero esto se ha intensificado todavía más ahora.
Igor tuvo que trepar la desvencijada muralla romana para poder escuchar lo que decían los guardias. Al parecer hay serias tensiones con los nobles de la Casa Basarab...