Partida Rol por web

Los tres Basarab, ataviados con sencillas armaduras de cuero de milicianos, se dirigen hacia el Sur, hacia la Puerta Norte de la ciudad de Alba Iulia, seguidos por el Krevcheski ocultista.

Sin embargo, las puertas están cerradas y vuelve a haber milicianos parapetados sobre la baja empalizada (de una altura de dos metros en promedio).

- "¡Alto, no deis un paso más! ¡Por aquí no se puede pasar!" -

Barakta se adelanta ligeramente al resto de sus compañeros.

Vengo en nombre del Capitán Zarak que nos ha encomendado la tarea de escoltar a este hombre- hace un gesto hacia Valdav- es de suma importancia que me reúna con el capitán puesto que la información que trae es de importancia para él y el castillo.

Con un paso me sitúo junto al supuesto escoltado, Valdav, Eso sí, un pequeño paso por detrás, tratando de que mi postura no parezca amenazante, pero queriendo que los milicianos sospechen o saquen sus conclusiones acerca del hombre escoltado. Que sean ellos quienes decidan si es o no un prisionero. Y si lo es por qué no va atado.

A pesar de todo permanezco en silencio escuchando a mi hermano y esperando que el truco funcione. De lo contrario esto será pronto un baño de sangre.

Los milicianos, aunque obviamente asustados, parecen de momento crédulos.

Aunque todos miran a unos y a otros y muchas miradas se desvían hacia Molensk y Valdav.

Intenté mantener la compostura, asintiendo a las palabras de mi hermano mayor e intentando no llamar la atención. No podíamos fallar: no ahora.

- Los Basarab parecen bastante convincentes y casi parecería que los milicianos estén a punto de abrir las puertas, pero todos se quedan mirando en silencio, y con palpable tensión a Valdav. ¿Será capaz de mantener la charada?

Valdav miró hacia el suelo, adquiriendo una actitud más humilde, intentando hacerse pasar por reo resignado. 

Vuelve a tirar, marcando la casilla de desglosar, que se te ha pasado. 

Los milicianos abren las puertas de la ciudad y rápidamente agarran a Valdav.

Uno de ellos comienza a darle de sopapos.

- "¡Tú, maldito bastardo! ¡Eres un espía de los Basarab! ¡Confiesa! ¿Qué están tramando los Basarab en el cementerio viejo? Habla o lo pagarás caro, maldito." -

Otro se vuelve hacia los tres Caballeros con armadura de miliciano:

- "¡Buen trabajo chicos! ¿Sois de la muralla Oeste? ¿Conocéis a Nicolu? Es mi primo." -

Me adelanto y me sitúo junto a Valdav mientras le sujeto con firmeza de un brazo y le aparto de los otros milicianos. Les lanzo una mirada firme y algo desafiante y digo en un tono mezcla de orgullo y mezcla de temor fingido:

- Lo siento. El capitán Zarak nos indicó que escoltáramos al hombre lo más rápido posible y que no habláramos con nadie. No queremos problemas, así que por favor, no nos retraséis. –

Me encaro un instante con el miliciano que ha hablado preguntando por su primo. – Luego iremos a la muralla Oeste y os contaremos todo lo que podamos. – Asiento y muestro un amago de sonrisa de complicidad.

Me estoy cansando de tantas tonterías y ya estamos dentro. Si el imbécil vuelve a abrir la boca para algo que no sea franquearnos el paso, juro por Padre que degollaré a todos estos insensatos.

Me temo que mi compañero tiene razón- dice Barakta- mas tarde vendremos a charlar un rato- mira al borracho- e incluso a invitar alguna que otra ronda, pero no en servicio.

IADOR:

- Los estúpidos milicianos no parecen haberse dado cuenta de que lleváis espadas al cinto (un arma reservada en exclusiva a los nobles) y que no lleváis las típicas lanzas cortas de la milicia.

- Sería factible atacar ahora mismo (no se lo esperan) y hacer una auténtica escabechina. Antes o después vuestras tropas precisarán pasar por aquí, aunque sea para fingir un asedio al castillo mientras vosotros entráis por las catacumbas.

- También es posible marcharse sin más hacia la Iglesia de Balgrad, pero eso puede darles la oportunidad para recapacitar y que alguno acabe cayendo en la cuenta de que llevabais espadas...

Una sola mirada basta para advertir a mis hermanos. Hemos entrenado juntos, hemos combatido juntos y hemos vivido juntos toda una vida. Estamos entrenados, tenemos experiencia y estos milicianos no. Están borrachos, desorganizados y confiados. Es el momento.

Para asegurarme de que el lacayo del Koldun esté a salvo, espero a que Valdav está un poco apartado antes de desenvainar a toda velocidad mi espada y lanzar varios tajos a los milicianos a mi alrededor. La sangre salpica el suelo pero yo vuelvo a sentirme eufórico, como un Basarab que soy. Llevo la muerte en mi sangre y la llevaré hasta el fin de mis días.

Tarde o temprano nuestras tropas tendrán que pasar por aquí, y será más fácil si les abrimos camino ya. Además necesitamos prisioneros para el Koldun, es mejor matar a unos pocos rápido, y si algún miliciano se rinde lo aceptaremos. 

ATAQUE A LA MILICIA:

- Tiradas de Astucia + Armas Cuerpo a Cuerpo. No hace falta que esta tirada sea Oculta.

- Valdav puede tirar también, pero él (aunque también es un Aparecido) es un erudito, no un guerrero, y los Krevcheski no tienen la ferocidad Basarab. En su caso, si decide sumarse al ataque, aplica una penalización de -2 dados en escabechina.