Partida Rol por web

Dhaeva 2: El Caballero de las Tinieblas.

Transilvania: 1) Tirsa de Balgrad: Alba Iulia.

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25/10/2014, 11:51
[RIP] Caballero Molensk Basarab, Sexto Hijo.

Antes siquiera de poder hablar e intentar impartir algo de cordura en mi hermano, Iador ya había desenfundado su espada y comenzado la carnicería. Si bien mi experiencia en el combate era más estratégica que cuerpo a cuerpo, no me quedó más remedio que sacar a relucir mi acero y defenderme en el combate que se desencadenó contra los milicianos.

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25/10/2014, 12:51
[RIP] Caballero Barakta Basarab, Cuarto Hijo.
- Tiradas (1)

Motivo: Astucia + Armas CC

Tirada: 7d10

Dificultad: 7+

Resultado: 3, 6, 10, 10, 2, 10, 10

Exitos: 4

Notas de juego

- Tirada hecha por Director II: Para un total de 8 éxitos.

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25/10/2014, 12:58
Caballero de la Casa Basarab.

- Todo ocurre demasiado rápido, incluso para los propios implicados. Sin tiempo para pensar.

- Iador desenfunda su acero y lanza un espantoso grito de batalla para atacar, pero antes de que pueda hacerlo, el borracho le clava su lanza en el estómago, tal vez en un acto reflejo (le causa dos Heridas L).

- El que está al lado del borracho ataca a Molensk, pero éste le despacha con un fácil movimiento de muñeca que casi parece casual, propinándole un corte mortal en un costado.

- Barakta es rodeado por ocho milicianos, pero los mata a todos con su espada en una serie de movimientos circulares, como un agricultor segando trigo con una guadaña.

- Mueren en total nueve milicianos, los otros once tiran sus lanzas y se rinden, suplicando clemencia al darse cuenta de que están ante los temibles y terribles Caballeros Basarab.

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25/10/2014, 13:59
[RIP] Caballero Iador Basarab, Segundo Hijo.

Me arranco la lanza mientras miro con desprecio e ira al maldito borracho. Si no fuera porque le necesitamos ahora mismo le decapitaría.

- Valdav, conmigo al frente. - Ordeno sin mirar al lacayo del Koldun. - Vosotros - mis ojos se dirigen a esos despreciables y miserables milicianos - en fila, detrás nuestro y sin abrir la boca.

Me giro hacia mis hermanos. - Barakta. Tú a un lateral, si alguno intenta escapar o dar la voz de alarma, mátalo. - Espero un segundo ante de añadir para que todos me oigan. - Que sufra. -

Luego volteo el rostro hacia Molensk. - Tú irás al final hermano. Vigila la retaguardia, azúzales si pierden el tiempo o se quedan atrás. Y si alguno da problemas, lo matas. -

Tras ello aferro la lanza que aún tiene sangre mía en el filo, y encabezo la marcha hacia la Iglesia de Alba Iulia. No pienso perder el tiempo en plena calle.

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25/10/2014, 20:40
Portador de la Desdicha.

CABALLERO IADOR BASARAB:

- De repente te embarga una debilidad extrema y a punto estás de desplomarte al suelo sino fuera porque Molensk te sostiene y te hace sentarte en el suelo, con la espalda apoyada contra la empalizada.

- Tienes una herida que debe ser atendida, aunque a priori no parecía tan grave, tu cuerpo está entrando por sí mismo en un trance regenerativo que sólo se puede aplazar o acelerar a un gran coste de fuerza de voluntad (1 FV aplazarlo, 2 FV acelerarlo).

- Entretanto, Barakta y Valdav se encargan de atar e inmovilizar a los prisioneros, tras desarmarlos. Eso les lleva un buen rato.

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25/10/2014, 22:17
[RIP] Caballero Iador Basarab, Segundo Hijo.

Dejo escapar una especie de gruñido o quejido al dejarme caer. Esa herida es más molesta de lo que parecía. Alzo el brazo y aferro con fuerza el hombro de Molensk. Noto una pesadez en mis párpados. Debo darme prisa.

- Llegar a la Iglesia... - susurro en voz baja mientras noto que un pesado sueño se apodera de mí. - Dejadme dentro, esconded mi cuerpo y ayudar a Valdav a explorar los túneles... - No tengo tiempo de mucho más. Las fuerzas me abandonan y poco a poco el sopor del letargo se adueña de mí mientras cierro los ojos.

Y para mí se hizo la oscuridad. Con un amago de sonrisa en el rostro, pues confiaba en mis hermanos para que supieran qué hacer. Pero se hizo la oscuridad.

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26/10/2014, 11:44
Director II.
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MOLENSK:

- No te parece que sea muy buena idea mover ahora a vuestro hermano mayor. Ha caído en un letargo regenerativo que podría alargarse o complicarse si se le traslada.

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28/10/2014, 23:48
T01: ALBA IULIA.

- A las dos de la tarde, cuando Iador se recupera de su letargo. Los tres Caballeros Basarab, seguidos de Valdav Krevcheski, avanzan hacia el Sur por las calles de la ciudad.

Notas de juego

// Salen de escena: Iador, Barakta, Molensk, Valdav. - Siguen en: Alba Iulia: Calles de la Ciudad.

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28/12/2014, 21:39
TEMPUS FUGIT.

CINCO DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.

CUATRO DE LA TARDE.

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28/12/2014, 21:41
TRANSILVANIA.
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CEMENTERIO ROMANO EN RUINAS AL NORTE DE LA CIUDAD DE ALBA IULIA:

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07/01/2015, 13:06
Guardia Boru.
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Dudas.

Pero las dudas de Boru no tenían origen en su lealtad. Eso jamás, impensable totalmente. Su lealtad incondicional siempre sería para su Señora Radovina, y nadie sea este mortal o un hijo de lo sobrenatural podría cambiar aquello sucediera lo que sucediera.

Las dudas del leal guardia rondaban entorno a la naturaleza de Schaar, de quien no tenía ahora mismo claro que no fuera el mismo perro que sus enemigos, pero con distinto collar. ¿Era él también un ser sobrenatural? ¿Tenía poder en su sangre? ¿En su alma? Aquello escapaba a su pobre comprensión, pero ahora mismo juraba tres veces que se alegraba de que aquella criatura estuviera ahora blandiendo su arma junto a él, y no frente a él.

Por desgracia, cada paso que daba iba provocando que las dudas menguaran, fueran eclipsadas por el combate del momento. Levantó su arma, preparándose para el embate. Preparó su cuerpo, su mente. Incluso llegó a dejar escapar en un susurro una corta oración, posiblemente inventada, encomiando su alma a Dios si moría allí con tal de que los demonios no se hicieran con ella.

El sol cambió. Boru no tuvo tiempo para dedicarle un tiempo al estudio del fenómeno del astro rey, pero la respuesta del cuerpo de Schaar le dejó claro que había sido cosa suya. ¿Qué poder era ese que podía cambiar el mismo sol? ¿Por qué no dirigía tal poder contra los Basarab? ¿Teme el tigre al león, y el león al tigre?

En los siguientes segundos de aquella interminable carrera, pudo escuchar el sonido del cuerno Ducal. ¿Los llamaban? ¿Estaban dando órdenes? ¿Qué quería decir? Él nunca lo había escuchado, pero ahora no era momento de pensar en ello. Schaar, quien ahora los dirigía, no había vacilado ni detenido su carga.

Él tampoco podría hacerlo.

Finalmente, el impacto llegó. Boru chocó contra uno de los guardias de sus enemigos como un carruaje desbocado, descargando su arma sobre el cráneo de un enemigo arrebatándole la vida en el acto. Ver la muerte cara a cara hizo que el corazón del Guardia se encogiera y se llenara de temor.

Temor a la muerte.

Ahora solo quedaba luchar por su supervivencia, acabar con el enemigo y ver un nuevo amanecer. Pero parecía que Schaar no se contentaba con ello. Atravesó con sus hojas a tantos hombres como la vista le alcanzó. Y ahora solo podía dar gracias de tenerlo de su parte.

Movió la maza de un lado a otro, golpeando las costillas de otro enemigo, y no cediendo en el embate hasta que escuchó el crujido de los huesos y el tacto blando de quien sabía que había arrancado otra vida, derribando al enemigo. Giró sobre sí mismo, tomando impulso, para golpear nuevamente, esta vez un desafortunado golpe en el cuello de un enemigo, y por la forma de girar la cabeza, del Angulo tomado por su cuello, jamás volvería a respirar.

Entonces fue consciente de la masacre perpetrada por Schaar. Del horror en los rostros del enemigo y como abandonaban sus posiciones para correr, huyendo de allí. ¿Quién no lo haría? ¡Él mismo deseaba salir corriendo horrorizado por la escena que contemplaba!

Pero no había tiempo, antes de que quisieran reaccionar, aparecieron lo que Boru desearía calificar como gigantes deformes armados hasta los dientes. Una clara exageración provocada por la visión de un hombre ya horrorizado.

Sin apenas tiempo para volverse hacia el nuevo enemigo, recibió un golpe fuerte que le provocó un agudo dolor durante unos segundos, recordándole que la sombra de la muerte había posado sus manos sobre sus hombros, y que no dudaría en llevárselo si no reaccionaba.

Entonces, lanzó un golpe contra las costillas de su enemigo, un golpe que habría matado a un hombre normal, pero que en aquellas bestias solo parecía una suave herida superficial. Debería golpearles con más fuerza. O más desesperadamente.

Las palabras de aliento de Schaar no hacen más que añadir fuerza a la desesperación. Si no terminaban rápido, los señores de aquellas bestias, se alzarían. Tomó impulso, descargando la maza contra la cabeza del guardia que tenía delante. Un golpe que como sucediera antes, dejara escapar un crujido que dejaba claro que algo se había roto. Que el enemigo había dejado de ser una amenaza.

Ojalá hubiera sido así, pues la criatura se alzó una vez más, a pesar del deformado cráneo, a pesar de la sangre. En el rostro de Boru se pudo destilar el miedo, miedo que se transformó rápidamente en tensión, y la tensión, en otro golpe mortal a la cabeza de su enemigo, tumbándolo una vez más entre jadeos del noble guardia.

Para cuando Tomescu clavó su hacha en él, Schaar había exterminado aquellos a los que se enfrentaba. Todos habían muerto. Todos habían muerto, y una parte de Boru, quizás una parte de su humanidad o de su cordura, habían muerto con ellos.

Extraño sería quedarse corto. Podía sentir la sangre correr con fuerza por sus venas tan claramente como un hombre siente la lluvia sobre su piel. El miedo, el cansancio, la duda, había desaparecido durante un combate donde la sangre había sido el gran protagonista, donde los monstruos se alzaban a pesar de las heridas y los cuerpos inertes componían el paisaje natural.

- Sí, Señor. - Contestó sin soltar su arma, acercándose a los milicianos. - ¡Hombres de Armas! ¡Esto no ha terminado, vuestro Señor Schaar Dvy os libera y os pide que os alcéis una vez más en armas contra los invasores. - Les habla, buscando la forma de liberarles.

Después, comienza a explorar por los alrededores en busca de los aliados sobrenaturales de aquellas criaturas, rezando para que sigan en letargo, para poder darles muerte sin lucha. De no ser así, no tendría opción alguna.

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07/01/2015, 17:54
Schaar Dvy.
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Otros podía permitirse el lujo de dudar. Para Schaar el tiempo de toda duda hacía mucho había terminado. Dejaba detrás, en el castillo, a las dos únicas personas que amaba, a su débil ancla con las cosas apetecibles, hermosas, de un mundo francamente mejorable y decrépito. Y si tenía que hacer que las calles se anegaran de sangre para protegerlas, el caballero no tenía duda alguna que pudiera evitar hacerlo.

Por eso, cuando el capitán flaqueaba, él seguía adelante. Porque había algo sobre lo que no tenía dudas: había seres que solo salían de noche, seres cuyo poder era aterrador. Y estaba dispuesto a hacer todo lo posible porque, si tal como parecía uno de esos seres estaba con los Basarab, él debía eliminarlos. Y rápido. Por eso no aceptó las trampas y celadas de los caballeros basarab. Por eso siguió avanzando con velocidad aun cuando el capitán, nuevamente, volvió a equivocarse aceptando combatir contra los caballeros en vez de seguir adelante y terminar el trabajo. También por eso no hizo caso alguno al cuerno de llamada, que sonaba justo cuando se tenía que enfrentar a la totalidad de los guardias y siervos de los basarab.

Sí, cuando llegó al cementerio no tuvo miedo. Sí enfado, sí molestia. ¿Acaso no era evidente que podían él o sus dos acompañantes resultar heridos? Eran pequeñeces comparados con el poder de los que podían venir después. Schaar notaba la rabia apoderarse de él, como una marea de bilis cubriéndole el pecho y el estómago.

Solo son veinte... - murmura Schaar con un tono pastoso, lleno de furia. Sus ojos relucen con rabia, como alimentados de fuerza innatural. Sus movimientos tienen ahora algo predatorio, algo inhumano. - Simplemente ocuparos de no ser heridos, y proteger mis flancos. Dejadme la masacre a mi. Va a ser como una matanza de conejos.

Realmente, al acercarse más, no era veinte, sino treinta. Pero, ¿qué cambiaba eso? Schaar invocó todo su poder y dejó que ese poder maldito le guiara. Su espada se convirtió en un aliento de muerte, una segadora que mataba por doquier, sin compasión, sin duda. Por el rabillo del ojo notaba como Boru y Tomescu protegían sus costados, y mataban cada uno a una velocidad... humana. A los pies de Schaar, sin embargo, los muertos se empezaban a acumular. ¿Cuántos fueron? 

¿De verdad importaba? Ni siquiera había pasado medio minuto y los cuerpos sin vida o malheridos de dieciocho guardias feudales de los basarab yacían en el suelo, mientras que seis siervos de la casa, tres de ellos llevando pesadas armaduras, les atacaban. Schaar no se molesta en atacar a los chacales que huyen, a los seis últimos guardias feudales en pie, sencillamente se gira para mirar, un instante, a los siervos basarab.

- El infierno se abrirá para recogeros y no conoceréis descanso- musita mirandoles a los ojos, mientras mueve su espada con velocidad aterradora.

El combate ahora era más duro, pero no había color. No eran rival para Schaar, ninguno de ellos. Contempló como tanto Boru como Tomescu recibían algunos golpes menores, pero lograban, en cambio, derramar sangre de sus enemigos en abundancia.

Buenos golpes, Tomescu, Boru. Perseverar. Ya casi hemos terminado aquí y aun tenemos que encontrar a los señores malditos de estos, antes que despierten. No volverán a beber sangre de mi gente- el tono de Schaar fue silbante, lleno de una evidente malevolencia. Nuevamente volvió a golpear repartiendo sus ataques contra los mismos enemigos a los que ya ha golpeado.

Solo medio minuto más fue necesario para entre los tres, eliminar a los seis sirvientes de la casa basarab. Schaar empezó a respirar pesadamente nada más el combate ha terminado. Necesitaba unos segundos... pero no estaba seguro de tenerlos.

Esto no ha terminado- musitó entre dientes- Faltan los aliados sobrenaturales de estos y el resto de la casa basarab. Tomescu, Boru... liberad a los milicianos. Que se armen y se preparen. La lucha está lejos de haber acabado. Traédmelos.-  mientras hablaba comprobó si entre los guardias y siervos había algunos que aun respirasen pues debía interrogarlos- Y comprobar si hay en el campamento más enemigos. Rápido.

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09/01/2015, 23:41
Guardia Tomescu.
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Junto con Schaar, todo se mueve un poco más lento, hay docenas de enemigos, pero no nos detiene nada, es un torbellino de destrucción, so por mi parte subo y bajo el hacha con unos arcos mortales, uno que se acerca lo suficiente, prueba la fuerza de mi instrumento de trabajo. Se le clava en el cuello y casi le saca la cabeza del sitio. La desincrusto de su cuerpo y antes de tocar el suelo ya está muerto.

Sigo a mi señor en la masacre, tengo los brazos llenos de sangre y sólo acabamos de empezar. Tengo la fe ineludible que podemos matarlos a todos. Casi me pongo a reír por el frenesí que me provoca la adrenalina.

Cuando el enemigo empieza a huir, hay que darle la última puntilla para que se desmoralicen del todo. Mi hacha vuelve a hacer arcos mortales entre un dubitativo contrario. Sus filas se rompen del todo y comienzan a huir los que quedan vivos.

Enormes guerreros con armadura y sus fieles guardias nos interceptan mientras perseguimos a los más mundanos guerreros.

Recibo dos ataques por la espalda el primero logro interceptarlo en su mayoría pero me golpea en un lado del casco y caigo de rodillas, al levantarme otro impacto en las costillas me hace dar un paso para detrás. Apretando los dientes, y sabiendo que si fallo aquí fallo a mi dama, me impongo al sobresalto y voy al ataque junto a mi amigo Boru, esperando que Schar que ha salido ileso, los destroce cuanto antes. Un hachazo hace que decapite a mi contrincante. 

Boru sigue enfrascado con el temible guerrero con armadura. Uno de ellos me ataca y apenas tengo tiempo de bloquear su ataque, Su arma golpea el filo de mi hacha y rebota hacia arriba muy cerca de mi cabeza pero inofensivamente. Schar aparece a mi lado y empieza a atacar de nuevo salvajemente a esos dos guerreros acorazados, doy un paso lateral para evitar estar en el centro del combate y me coloco a su espalda atacando al guardia desprovisto de armadura que se encuentra detrás de él.

Vuelvo a juntar las manos cerca del final del mango del hacha para darle potencia y ataco con un arco evitando sus defensas. Mi enemigo cae hecho pedazos.

Finalmente me uno junto a Boru para entre los dos acabar con el último acorazado. El combate ha sido extraordinariamente defenitivo para ellos. Ahora vamos a rescatar a los milicanos y armarlos con las armas de los muertos.

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10/01/2015, 18:29
Director II.
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- Tirada de Astucia + Medicina. Es necesario tener entrenada la habilidad de Medicina al menos a rango 1 para poder tirar.

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10/01/2015, 18:43
Guardia Boru.
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Notas de juego

No tengo entrenada la habilidad de medicina :/

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10/01/2015, 21:13
Schaar Dvy.
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Notas de juego

 Ni yo.

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11/01/2015, 00:48
Guardia de los Basarab.
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- Examináis a los guardias de los Basarab y a los siervos de esa sangre maldita, pero todos los agonizantes se acaban muriendo sin que podáis estabilizar a ninguno el tiempo suficiente como para hacerle hablar.

- Eso os lleva un rato.

- Mientras, liberáis a los milicianos que estaban prisioneros. Están moralmente completamente rotos y dicen incoherencias acerca de un vampir que dejó completamente secos a muchos de ellos (os muestran un montón de cadáveres desangrados). Sin duda se trata de una amenaza de primera magnitud.

- Intentáis que os digan por dónde se fue el vampir, y parecen señalar a una zona algo inconcreta e inexacta hacia el Norte. ¿Tal vez haya en ese lugar alguna clase de puerta oculta o entrada secreta?

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11/01/2015, 11:45
Guardia Boru.
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Un vampir.

Sus mayores temores y sospechas se hacían realidad. ¿Cómo iban ellos, simples mortales -al menos él y Tomescu- a combatir con una criatura como aquella? ¡Apenas habían sido rivales para tales abominaciones con armadura! Si un grupo de milicianos no habían sido capaces de plantarle cara... ¿Cómo iban a hacerlo ellos?

Miró primero a Schaar, con un gesto que marchaba desde la gravedad y el miedo hasta la decisión y la resolución de cumplir con su deber. La sola idea de que su señora, la Dama Radovira pudiera verse amenazada por aquella criatura le daba fuerzas para lanzarse a la batalla una vez más.

- ¿Señor? - Preguntó a la espera de órdenes, mirando a Schaar.

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11/01/2015, 18:31
Schaar Dvy.
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Maldigo entre dientes, y señalo los cadáveres basarab y a dos de los milicianos.

Quemar los cuerpos. El resto, viene conmigo, nos diréis por donde se fue el vampyr. Y también donde están el resto de los basarab. Los niños, el sacerdote...¿donde?- el tono de Schaar es duro y no parece dispuesto a dudar ni un momento. Luego mira a Tomescu y a Boru- Esto es el mal que temía. Debemos eliminarlo, o todos estamos perdidos.

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11/01/2015, 19:19
Guardia de los Basarab.
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Los guardias están casi balbuceantes, y está claro que no van a ser apenas de ninguna ayuda.

Uno de ellos, el más coherente de todos, dice:

- "¿Basarab, niños? Oímos hablar de un sacerdote, pero nosotros no le vimos. Sólo a un tipo muy alto, a uno muy feo y a otro que podría ser un noble. Y, por supuesto, al vampir. Llevaba una armadura que parecía muy antigua.

Los tres únicos Basarab que había les dieron sus armaduras a tres de esos siervos calvos tan desagradables y ellos se pusieron las de tres de nuestros compañeros muertos. Fueron a la ciudad en busca de víctimas para el amo vampir, que les había exigido una docena.

Los otros se fueron hacia el Norte y desaparecieron por allí." - Señala vagamente. - "Pero desde aquí nosotros nunca vimos el punto exacto ni de qué forma entraban y salían." -

Tras decir esto, el hombre cae de rodillas, con las manos en la tierra, que manosea fervientemente, como un loco.