Partida Rol por web

¡Dios te llibre de Castiella!

De Camino

Cargando editor
16/09/2013, 11:13
Director

Unos golpes resuenan en cada una de las cinco habitaciones,

Marcial os dice entre susurros que es hora de irse, que aunque en aquestas tierras los huesos llevéis calados, mejor ver amanecer de camino que no caminar tras la amanecida.

Os incorporáis en vuestros lechos, protestando, intentando alargar más el momento, acordándoos de su madre... y miráis por la ventana del cuarto, es de noche pero hay un pequeñísimo trozo de cielo en el que empieza a clarear. Resignados, tomáis vuestras cosas y os aclaráis la cara con agua viciada antes de descender hasta el piso inferior donde por no estar, no está ni el tabernero.

Salís de la taberna y tomáis vuestros caballos, Marcial lleva un enorme caballo grisáceo de monta con muy buen aspecto con el que sólo puede rivalizar el del tal Raimundo, el tercero de los caballos es el de Josep, un viejo caballo que seguramente ha combatido en mil y una batallas pero ya en edad de poco cabalgar y mucho trotar.

Nuño y Nadir se colocan sus protecciones y empuñan las armas, colocándose los dos a retaguardia junto a Jorge, quien también a pie, cierra el grupo.

Aprovechando que la jornada iba a ser larga, los integrantes de aquel grupo fueron presentándose:

 

Notas de juego

Si no me equivoco, no os habéis presentado al resto. Es buen momento para hacerlo antes de continuar.

Cargando editor
16/09/2013, 12:50
Nadir Bahar

Si tenéis que llamarme, llamadme Nadir -dijo secamente mientras oteaba el cielo amaneciente-. Intentaré hacer todo lo que pueda con la lanza en la mano, señores.

Y esperó a que el resto de sus compañeros hablara de tal forma.

Cargando editor
16/09/2013, 13:57
Jorge Velázquez

A mi podéis llamarme Jorge. Haré más con la pluma que con la lanza, pero me defiendo bastante bien con la espada o el arco. Por cierto, ya que vamos de aventuras, si alguien quiere dejar por escrito un testamento, no cobro más que unos pocos maravedies, y nunca se sabe con qué nos podemos encontrar.

Cargando editor
16/09/2013, 23:42
Raimundo Beltrán

Raimundo ya se había dicho su nombre en el bar antes de retirarse, por lo que solo se limita a saludar asintiendo con la cabeza sin decir una sola palabra. Normalmente es un sujeto sumiso y solo habla cuando realmente la situación lo amerita, y tampoco le tenía demasiada confianza a aquellos sujetos.

Él prefiere concentrarse en la naturaleza que lo rodea, explorando con su mirada la vegetación del lugar y analizando cada hierva que se cruzaba en su camino.

Cargando editor
17/09/2013, 03:44
Nuño de Ordás

Mi boca aún sentía el regusto de la cerveza amarga de la noche anterior e intenté despejar mis sentidos con el agua, más negra que clara, de la palangana que apenas consiguió quitar las legañas de mis ojos. Ni un cuenco de leche tibia ni un trozo de pan duro con un poco de queso pude llevarme a la boca, ya que a esas horas del día ni el posadero estaba en pie. Con un sonoro bostezo, no tanto por sueño sino más bien por hambre, junteme con el resto de los que, a partir de esa hora, serían mis compañeros, extrañándome que de nuevo dijeran sus nombres.

- Mmm... Pues de nuevo me presento... Nuño el de Ordás para servirles.

 

Cargando editor
17/09/2013, 20:58
El Aguerrido Caballero Don Josep de Montesa

Al igual que el extraño hombrecillo, yo ya me había presentado. Pero al contrario que él, yo no tenía problemas en presentarme, así que digo al resto—. Mi nombre es Don Josep, aguerrido caballero de la muy leal orden de Montesa. Voy de un sitio a otro a deshacer entuertos, como este que se nos presenta.

Y dicho esto, continúo la marcha. Prefiero llevar los ojos abiertos por si hubiese algún peligro, en lugar de la boca.

Cargando editor
18/09/2013, 12:50
Director

En contra de lo que pudiera pensarse, aquel grupo no era nada parlanchín. Más bien reservado, pues tras las presentaciones (que algunos ni eso), Marcial saludó uno por uno y quedáronse sin más tema que compartir, poner en común o comentar. Tan sólo de cuando en cuando Marcial daba alguna indicación sobre el camino a seguir. Pues en verdad que aquellos verdes montes eran tediosos, a cada centena de pasos lloviznaba un rato que duraba apenas unos instantes para luego dar paso a un sol precioso y muy brillante que luego daba paso a "dos" nubes que descargaba otra finísima llovizna de apenas unos instantes y vuelta a empezar, encontrar el sendero era a veces muy difícil, pues la humedad era tal que las plantas y ramas florecían en todas partes, el sendero se borraba en un rato  y teníais que abriros paso a espadazos muchas veces.

El terreno era irregular y os dolían las piernas a los que íbais andando y las posaderas a los que montaban, más de dos y tres veces hubieron de bajarse del caballo los pudientes para aliviar el peso y facilitar la subida al caballo o simplemente para una mejor conducción de la montura.

En verdad no había grandes montañas, más bien grandes colinas que perlaban el camino. Y fue precisamente en una de ellas, que el grupo al descenderla, entró en un bosque más espeso de lo normal pero de poca extensión, era ya casi Nona cuando Marcial mandó desmontar.

Cargando editor
18/09/2013, 12:59
Marcial

- Ahora los árboles están tan pegados que mejor ir llevando al caballo. Por aquí - dijo cuando todos hubieron desmontado. Resultó que os condujo de las riendas a través de los árboles que en algunos puntos teníais que ir en fila de a uno por ser muy estrecho, hasta que llegóse a un pequeño claro en el que la luz apenas penetraba y se estaba medio en penumbra en el que vísteis a una mujer de amarillos ropajes agachada en el arroyo.

- Buenas tardes os sean dadas buena mujer, ¿vamos bien para Llanes en este bosque?- pero la mujer no se levantó y siguió a lo suyo, que parecía que estaba refrescándose como un animalito.

Cargando editor
18/09/2013, 13:22
Jorge Velázquez

Quería acercarme a preguntarle a la mujer qué demonios hacía allí en medio, pero estaba echo polvo. En lugar de ello aproveché que parecía que el grupo se iba a detener un rato para dejar la escribanía en el suelo y sentarme a recobrar el aliento. "Hay que ver como pesa la condenada" 
 

Cargando editor
18/09/2013, 15:11
Nuño de Ordás

Me dolía todo el cuerpo de tanto andar por aquellos montes y senderos que ni las cabras parecían frecuentar. Aquel tiempo era de lo más raro... tan pronto llovía como salía un sol de justicia, pero lo peor era la humedad que me hacía sudar por todos los poros de mi piel. Necesitaba un descanso y llevarme un buen trago a la boca, pero parecía que el tal Marcial, quitando momentos puntuales, no estaba muy por la labor. Anda... una mujer aquí. Ni un alma en todo el camino y ahora aparece ésta aquí en medio...

- Buf... -Solté mi zurrón y me senté en el mismo punto donde me había detenido esperando la contestación de aquella mujer, mientras me secaba con un sucio pañuelo el sudor de mi cara.

Notas de juego

¿Llanes? O.O

Cargando editor
18/09/2013, 17:34
Nadir Bahar

Dudaba un poco de la ruta que íbamos tomando, y sobre todo cuando bajamos por un cerro hasta internarnos en ese oscuro bosque, y la sorpresa fue no menor cuando vimos a aquella mujer, la cual habría llegado hasta allí tal como nosotros (cansada, con dificultad y con ganas de llegar a su destino)... Menos mal que el tal Marcial parecía buen hombre, pues me imaginaba a otros como él, gente que guía su espada a casi cualquier sitio, que hubiera forzado a esa muchacha en el casi preciso momento de divisarla. Esperé entonces a ver que pasaba, aunque algo me decía que no todo iba muy bien, ciertamente...

En mi camino desde Falces habíame yo encontrado con cuantiosos percances, algunos de espadas y otros que son grave pecado el decir, ciertamente,  pues son difíciles de explicar. Me preguntaba si lo de la dama en aquel recóndito claro tenebroso, maravillosa ironía, no fuera otra de las pruebas de Jeováh.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Intento conocer algo, si lo hay, sobre esa mujer.

Cargando editor
18/09/2013, 19:45
Director

¡Y claro que lo era!

Lo mejor de todo es que al fijarte bien, te diste cuenta de que la mujer no se estaba refrescando sino que estaba lavando ropa, alguna prenda pequeña, quizás un pañuelo que costaba distinguir.

Y por ello te vino a la memoria la leyenda de las Llavanderas, brujas que lavaban la ropa, amigas del agua, seres mágicos enemigos del fuego que no eran ni buenas ni malas, sólo eran.

Pero cuenta la leyenda que sólo se las veía de noche, lo cual no era el caso, algunas veces las gentes exageraban o se equivocaban, quizás no existiesen o quizás esa vieja sólo fuese una vieja lavando ropa en medio del bosque... lo dudabas.

Notas de juego

No postees hasta que lo hagan los demás ya que sólo pasan segundos. Muy bien pensada la tirada.

Cargando editor
20/09/2013, 10:59
Nadir Bahar

Comencé a rezar el Achré, que era lo que tocaba a esas horas, pero enseguida me vino a la mente lo que en mi viaje hasta llegar a robledo me contó un campesino que más bien parecía borracho, y en cuanto vi a esa mujer que allí lavaba... ¡o parecía lavar!, me puse a pensar en Jehová y darle gracias por estar aún vivo, pues sabía que esas brujas bien podrían hacernos desaparecer al momento.

Modé aní lefaneja mélej jai vekayam shehejezarta bi nishmatí bejimlá, rabá emunateja.,

Y repetía la oración constantemente en mi interior, fruto del miedo:

Modé aní lefaneja mélej jai vekayam shehejezarta bi nishmatí bejimlá, rabá emunateja. Modé aní lefaneja mélej jai vekayam shehejezarta bi nishmatí bejimlá, rabá emunateja. Modé aní lefaneja mélej jai vekayam shehejezarta bi nishmatí bejimlá, rabá emunateja. Modé aní lefaneja mélej jai vekayam shehejezarta bi nishmatí bejimlá, rabá emunateja. Modé aní lefaneja mélej jai vekayam shehejezarta bi nishmatí bejimlá, rabá emunateja. Modé aní lefaneja mélej jai vekayam shehejezarta bi nishmatí bejimlá, rabá emunateja. Modé aní lefaneja mélej jai vekayam shehejezarta bi nishmatí bejimlá, rabá emunateja. .....

Esperé a ver qué hacían mis compañeros, pero apretaba mi lanza más de lo usual, mucho más.

Notas de juego

* Doy gracias ante ti, Oh Rey vivo y eterno, por haberme devuelto bondadosamente el alma; grande es Tu fidelidad

Cargando editor
20/09/2013, 11:01
Raimundo Beltrán

Al escuálido sujeto no le queda otra que bajarse del caballo y continuar su camino a pie. Realmente parecía fastidiado por el largo viaje y no podía evitar frotarse el trasero con cierta regularidad debido al dolor. Con la ayuda de su bastón se abre camino en el terreno difícil, intentando seguir el paso del resto del grupo.

Obviamente parecía mas un ratón de biblioteca mas que un aventurero, por lo que realmente quedaba fuera de lugar en aquel peculiar grupo. 

Raimundo se inquiera un poco al ver a la mujer solitaria en el río, preguntándose que hace una mujer sola lejos de cualquier rastro aparente de civilización. Sin duda eso le llama mucho la atención, pero no lo suficiente para alterarse. Marcial ya intentaba comunicarse con ella, así que solo llevó a su caballo hasta el río para que tomase agua mientras miraba de reojo la situación.

Cargando editor
20/09/2013, 11:15
Raimundo Beltrán

Pregunta:

¿Se pueden realizar tiradas de saber vegetal para intentar buscar plantas como belladona, bretónica o mirto? (ingrendientes alquímicos) ¿O eso tendré que conseguirlo si o si de alguien que me lo venda o facilite?

Cargando editor
20/09/2013, 11:28
Director

Notas de juego

Valen las dos cosas. Puedes hacer tiradas de Conocimiento Vegetal para tratar de encontrar plantas que puedan servirte para tus usos mágicos o alquímicos y también puedes comprarlas cuando llegues a un área civilizada (intentarlo al menos).

Las preguntas ponlas en este apartado de Notas mejor.

Cargando editor
20/09/2013, 11:31
Director

Pero no había llegado Raimundo al río con su caballo cuando la mujer levantó la vista y se incorporó y al miraros vísteis un brillo en sus ojos que no era brillo de ojos humanos y su rostro estaba picado y era muy viejo, pero lo peor de todo era ese halo misterioso que rodeaba a la figura, ese halo que sólo puede significar que no procede de este mundo de hombres.

Era una vieja que ya habíais visto, ¡Era la misma que atravesó Josep con su espada! Era la bruja que había en Robledo, la que estaba en llamas que decían de ella que era una Insana, todos la vísteis morir pero ahí estaba, arrodillada lavando una prenda ¿Qué prenda? parecía un pañuelo, sí ahora lo veíais, la mujer no bebía agua sino que lavaba una prenda de poco tamaño. Todos quedásteis mudos.

Notas de juego

Haced todos una tirada de IRR, los que fallen la tirada, tienen que tirar 1d10 y esos son los puntos que pierden en RR y ganan en IRR.

Cargando editor
20/09/2013, 11:37
Marcial
- Tiradas (2)

Notas de juego

Gana 2 puntos de IRR

se queda así: RR 73 / IRR 27

Cargando editor
20/09/2013, 11:59
Jorge Velázquez
- Tiradas (2)

Notas de juego

+5 A IRR

60 RR /40 IRR

Cargando editor
20/09/2013, 12:05
Nadir Bahar
- Tiradas (1)