Partida Rol por web

¡Dios te llibre de Castiella!

El Paso de Ribagorda

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17/12/2013, 11:12
Director

Te llama la atención un arma en particular, se trata de un arma árabe, una Jineta de las que llaman Nashrí, es de bella factura, con una empuñadura en la que hay una esmeralda engastada y bañada en plata, una auténtica joya. Al acercarte más, contemplas cómo en el filo del arma se ve una sustancia viscosa que parece empapar toda la hoja.

Notas de juego

Lo de que reconozcas armas árabes es por lo avanzado de tus conocimientos en comparación con los dos caballeros cristianos.

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17/12/2013, 11:18
Marcial

- No tiene porqué ser así. Quizás esto sea el arsenal de esas criaturas, de aquí se arman para asaltar a los viajeros, o puede que sean todas las armas que han ido robando a lo largo del tiempo. Ese escudo con la Cruz es bastante antiguo, aunque la cueva ha conservado bien el escudo, los templarios ya no existen.

- Voy a explorar la siguiente cámara.

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17/12/2013, 11:20
Raimundo Beltrán

-¡Esperad!- exclamó mientras levantaba la mano. Se había quedado petrificado frente a una de las paredes, en las que había más macabros dibujos.

-Aquí veo un enorme agujero al que conducen a personas atadas, los tiran allí dentro. El agujero parece contener la luz que vimos antes. Esto no me gusta nada... vámonos de aquí, por favor.
 

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17/12/2013, 18:15
Nadir Bahar

Mientras Marcial y Raimundo parecían marcharse, miré hacia atrás, y allí que vi al caballero de Montesa y al santiaguista, aún en la antesala. Alcé el brazo con mi lanza a éste último.

Toma... -le dije-, ¡cógela un momento!

Tras dársela, me rasgué unos trozos de la tela de mis refajos, los que colgaban ya por abajo, y con suma cautela, mientras miraba en un punto preciso de toda la amalgaba de armas, comencé a vendarme ambas manos (primero una y luego otra), sin casi mirarlas. Una vez estuve preparado, me acerqué al montón de armadura y aceros allí dispuestos, poco a poco. Con las manos recubiertas me dispuse a coger horizontalmente un arma (más bien sujetarla con ambas manos), y lo hacía de espaldas a mis dos compañeros. Por un lado empuñé el filo de la espada elegida, y con la otra y la palma extendida, dejé descansar el filo. Ahora, delante de mi, la contemple, y le pasé muy cuidadosamente la mano vendada sobre la hoja, para luego mirarla cuidadosamente.

Tras carraspear un poco, me la colgué en el cinto de las ropas, aún de espaldas, subiéndome previamente las ropas. Cuando me di la vuelta, llevaba ya la espada por dentro.

Dame... -le dije secamente a Alonso para que me devolviera la lanza-. Vayamos -propuse-. Y cogí la lanza horizontalmente, preparado para cualquier evento.

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17/12/2013, 18:24
Nadir Bahar
Sólo para el director

Notas de juego

Lo que hice con lo de acariciar el filo con el paño (para no mancharme la mano) era tomar un poco de ese líquido de la hoja y vislumbrarlo un poco. Al menos debería saber el color del mismo, fuera lo que fuera. Tengo la sospecha de que es sangre reseca (o al menos sangre...), por lo que me gustaría conocer de qué se trata.

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17/12/2013, 20:32
Don Alonso Carrillo de Peralta

Agarré la lanza que me tendía el judío igual que si me hubiera dado un hierro candente, sorprendido por aquel gesto y por lo que pretendía hacer el hombre, aunque no tenía ni idea qué estaba tramando.

Me centré más en la idea de largarnos de allí. Al fin alguien había pronunciado palabras sensatas, así que cuando el judío se giró hacia nosotros y le pude devolver la lanza, no vi el momento de apoyar la propuesta y me encaminé sin pensármelo dos veces hacia la salida.

- Sí, será mejor que nos vayamos ya. Este sitio da escalofríos y no sería sensato permanecer más de lo debido en este lugar.

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17/12/2013, 21:51
El Aguerrido Caballero Don Josep de Montesa

Podéis ir si queréis. Yo me quedaré hasta que descubra que pasa aquí —respondo al resto. Tras un rápido vistazo a las armas, sólo puedo decir—. Y deberíamos coger ese escudo. No podemos dejar aquí un objeto como ese. Sería un flaco favor a los templarios.

Si nadie le coge, le cojo yo para colgármele. No sé usarle, pero no pienso dejarle ahí. Dicho todo esto, añado—. Y ahora, los que queramos seguir, sigamos. No hay más que ver aquí...

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18/12/2013, 11:36
Marcial

Se quedó parado cuando Raimundo le dio el alto, ahora se encogía de hombros

- Muy bien dicho, si volvemos afuera, habremos hecho todo el camino para nada. Don Josep,  coged vos el escudo, que seguro que haréis buen uso de una protección como ésa. Vamos.
 

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18/12/2013, 11:38
Raimundo Beltrán

Refunfuñaba, él quería irse de allí a toda costa. Pero no iba a irse solo, eso lo tenía claro. Al ver el arma que recogía Nadir le dijo -un momento, ¿puedo ver esa espada? el color de la resina de ese arma me resulta familiar.

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18/12/2013, 13:56
Nadir Bahar

No. No puedes... -le espeté cuando le alcancé-. No es hora de fijarse en detalles, hemos venido aquí para otra cosa. Josep había hecho lo propio, y me parecía lícito, aún tomándolo y siendo cristiano el escudo, que mejor echárselo a la espalda que dejarlo allí...-.

Marcial -le dije-, ¿no hablarían esos grabados en la piedra de la palabra del dios cristiano? ¿Tu qué crees?

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18/12/2013, 17:32
Marcial

Se encogió de hombros

- No lo sé. Pero ya habéis oído lo que dicen de los templarios. Don Josep, vos sabéis más que nadie, que vuestra orden no es sino un reflejo de aquella. En el buen sentido.... se dice que esos templarios hacían cosas horripilantes, mancillaban a Dios y adoraban al Diablo. Puede que en esta caverna llevasen a cabo oscuros rituales en memoria de los Demonios. Puede que ellos creasen a las criaturas de las que os hablé.

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18/12/2013, 18:47
Don Alonso Carrillo de Peralta

Un escalofrío me recorrió al oír las palabras de Marcial y no podía entender cómo, después de escuchar aquello, aún seguían con la idea de continuar. Sin lugar a dudas estaba rodeado de insensatos, quizás el único con un poco de seso era el tal Raimundo.

- Para adelante o para atrás lo mejor es que nos movamos cuanto antes de aquí.

Mas no pude evitar echarle un vistazo a los nuevos grabados en la pared para saber si podía sacar alguna conclusión.

- Tiradas (1)
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18/12/2013, 19:14
Director

Lamentablemente, no sacas nada en claro.

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18/12/2013, 19:14
Raimundo Beltrán

- Como quieras entonces - dice con un ademán con la mano - me parece muy interesante esa historia de templarios y demás. Pero estamos haciendo mucho ruido y si no queréis que nos vayamos, continuemos entonces.

Le había sentado mal la negativa del judío a ver la espada, era evidente.

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19/12/2013, 11:10
Director

Sin más dilación continuásteis a través de la puerta a la siguiente sala, que resultó ser una sala casi idéntica a la anterior sólo que aún muchísimo más grande. Con la salvedad, de que esta segunda sala estaba totalmente vacía. Había una serie de columnas que sustentaban el techo, pero esta vez sin decoraciones. Os fijásteis que ahora la sala estaba iluminada por una docena de antorchas colocadas debidamente en las paredes y al final de la sala, vísteis a lo lejos dos hombres vestidos con hábitos pardos.

Rápidamente os dísteis la vuelta y os escondísteis en la primera sala para mirar a los dos hombres desde una posición resguardada para que no os viesen. Para vuestra sorpresa, no eran monstruos ni criaturas infernales ni nada parecido. Eran simples hombres vestidos con hábitos, como si fuesen frailes. Ambos eran de mediana edad y lucían cabelleras normales, es decir, no tenían aspecto de frailes en lo que al pelo se refería.

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19/12/2013, 12:03
Nadir Bahar

¡Ya tenemos algo! -susurré en cuclillas y con la lanza baja-. ¿Qué estarán haciendo aquí y tan a las oscuras? No tienen pinta de prisioneros...

Esperé órdenes de Marcial. Sería mejor no adelantarse.

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20/12/2013, 00:49
Don Alonso Carrillo de Peralta

- A pesar de sus ropajes no creo que ningún hombre santo se atreviera a estar en estos lugares. No, esos seguro que son adoradores del maligno. Tanto símbolo raro, tanto misterio... esto no puede ser bueno.

Mi voz temblaba ligeramente al hablar. Ya era bastante malo tener que enfrentarme a hombres normales y corrientes como para tener que hacerlo a seres procedentes del averno.

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20/12/2013, 10:59
Marcial

- No podemos salir y saludarnes como si nada. No me termino de fiar... deberíamos dejarles sin sentido y seguir explorando -dijo en un susurro colocándose a vuestro lado.

- Hay que atrarles hasta esta sala y emboscarles.

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25/12/2013, 19:29
Don Alonso Carrillo de Peralta

¿Y si seguían apareciendo más de aquellos? ¿Acaso pensaban aturdirlos a todos?

- Podemos provocar algún ruido que los atraiga hasta aquí cuando vengan a ver que ha sido, mientras tanto nosotros podemos estar escondidos y cogerlos por sorpresa.

Los nervios me estaban traicionando y no sabía si mis palabras serían entendidas por el resto.

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25/12/2013, 20:36
El Aguerrido Caballero Don Josep de Montesa

Deberíamos emboscarles, y preguntarles. Nosotros somos cinco, y ellos dos. Sujetémosles, y veamos que pasa después —dije la resto del grupo, mientras examinaba a los supuestos monjes...