Partida Rol por web

El sargento Brophan había subido a bordo del transbordador, lo había puesto en marcha y salido de la nave nodriza, gracias a los sensores sabíais que el aire sería respirable, por lo que no necesitariais los trajes.

Mientras el transbordador corta el aire sobre la selva hacia el origen de las transmisiones, todo parece tranquilo. De vez en cuando, dejáis atrás un pequeño complejo de ruinas de metal gris parcialmente ocultas entre el follaje. En los sensores podéis ver que hay altos índices de vida en el bosque, pero en su mayor parte son formas de vida menores y más lentas que la media humana.

El transbordador desacelera a medida que se aproxima al lugar de las transmisiones. Frente a vosotros se ve una gran zona despejada de selva. Grandes montículos de tierra y cascotes salpican el claro, y hay restos calcinados amontonados en las vaguadas entre los montículos. Esquinas y aristas de viejos edificios de metal oxidado asoman a veces entre los escombros. Pequeños cráteres y marcas de disparos de bláster salpican los montículos y los árboles que rodean la zona despejada.

Una vez ha comenzado el despegue, tengo que interrumpir mi trabajo. Apenas me habían dejado tiempo para revisar el droide robot y me senté rápidamente para asegurarme el cinturón. Esperaba no haberme dejado nada importante, revisaba mentalmente el material, estaba acostumbrado a trabajar bajo presión pero no significara que la sensación de apremio dejara de turbarme. ¿Qué aventura les deparaba? Cierro los ojos llevando uno de mis dedos alargados de mi palmeada mano izquierda a mi abovedado cráneo desprovisto de cabello.

Con lo pequeño que era no veia gran cosa desde mi asiento en el transporte, por lo que jugueteaba inocentemente con mi mechero, a la espera de aterrizar. No tenia ni idea de lo que hacia allí de camino a algun lado, pero tenia la esperanza de encontrar algo divertido que volar por los aires. Mi amigo no habia podido venir pero no pasaba nada. Habia mas gente a la que enseñarle el fuego que podia hacer. 

Mientras nos acercabamos me incorporé de pié en la silla para ver por la ventana por si habia algo interesante ahi fuera y vaya si lo vi. Habia crateres, mediante los cuales calculé mentalmente la fuerza de las explosiones que los habian provocado, y edificios en ruinas. ¡Seguro que no me dirian nada si montaba algo que estallase ahi! Total, ya estaba roto.

- Boom! - Decia mientras señalaba los agujeros en el suelo y las ruinas. - ¡Boom! - Decia mas fuerte, si veia un crater lo bastante grande, segun la explosión que podria haberlo provocado. 

- Es hora de sacarle provecho al material que hemos traído.

Programaré el droide sonda para que realice un barrido continuo alrededor del claro. Los droides de seguridad protegerán el perímetro del transbordador, preparados para aturdir a cualquier intruso que no esté registrado entre los miembros de la tripulación.

Girándose en su asiento, mira al resto de la tripulación: - ¿Algún voluntario para subirse al VAUL? Quien pilote el transporte de combate tendrá que cubrir al resto del equipo, a una altura prudencial.

- [Matt] Tú eres nuestro francotirador:sube a la parte más alta del transbordador para ofrecer cobertura desde allí. Si tu posición se ve comprometida, puedes optar por entrar dentro del transbordador y activar las contramedidas de seguridad, o reunirte con el resto del equipo si lo prefieres.

Nada más bajais del transbordador los droides se ponen a hacer su trabajo, por vuestra parte podéis ver un montículo más grande aproximadamente en el centro del claro. La cima del monticulo ha sido ahuecada. Parece que está rudimentariamente fortificada con ramas y troncos de árboles caídos, así como con restos traídos del campamento: cajas de plásticos rotas, paneles de refugio de emergencia cortados toscamente, una vieja mesa de campaña y maquinaria estropeada. Apostada junto al límite de la rudimentaria fortificación una figura solitaria vestida con una mezcolanza de ropas y un casco del ejercito maneja lo que parece ser un bláster de repetición Red-E. En lo más profundo de la depresión parece que han excavado una especie de cueva para protegerse de los elementos. Podéis ver que se tratan de dos personas, los droides no están allí pues el perímetro de seguridad está algo más alejado. Las dos personas os apuntan con los blaster pero no disparan

Tras asegurar mi equipo de enfermería, inspecciono el equipo médico de bolsillo y introduzco el instrumental y los medpac en la mochila para colocármelo con posterioridad en la espalda. Entonces lo que observo al ver el exterior me hace estremecerme [I]aquí ha habido una buena refriega[I]. Soy incapaz de precisar qué tipo de hostil había atacado el campamento, pero una especie de sentido del peligro se activa en mi desarrollado cerebro. Mis dedos alargados se mueven con lentitud pero con una cadencia determinada. Trato de alejar mis nefastos pensamientos y trato de centrarme en lo que nos ocupa.

Vi a los hombres y me acerqué al Sargento Brophar. Le tiré de la chaqueta y señalando a los soldados parapetrados. - ¿Boom? - Si le molestaba que esos tipos estuvieran alli podia hacerlos volar con algun explosivo. Aunque seria una pena romper el blaster que tenian. 

Si conectaba algun explosivo al blaster tal vez dejaria un bonito crater. Sonreí ante la idea. 

- [Boom]: No Boom, pero gracias Boom: pero...Boom no? Ok? - Con una sonrisa y después de apaciguar a Boom, Brophar se dirigió con calma en voz alta a la pareja armada que había apostada en el montículo.

-  Me imagino que uno de ustedes será el Doctor Brunou, o puede que incluso el Doctor Theda. Si nos siguen apuntando nos iremos por donde hemos venido, en vez de venir a buscarles. Sólo por mutua seguridad: ¿me podrían confirmar cuál es el nombre de su ayudante?

Gunthar iba observando lo devastado del lugar y negó con un gesto triste.

Al ver al Sargento Tofarin descender, acompañó a éste, intentando crear una situación de fuerza frente a los desconocidos.

- Supongo que se refiere a mi- dijo una mujer saliendo de la fortificación, guardó su arma- Soy Solla Deremot, la ayudante del doctor Brunou, ¿sois la ayuda que han mandado? Necesitamos un medico, el doctor Brunou, permanece en el interior de la cueva, está atendiendo al doctor Theda, está gravemente herido, creemos que morirá si no recibe ayuda medica.

Me quedé un poco triste al no darme permiso para hacer estallar a esa gente. por lo que como no tenia nada que hacer me senté en el suelo y saqué mi mechero. me dediqué a encenderlo y apagarlo para ver como salia la llama. cada vez que se encendia soltaba una risita. 

- Entonces me necesitáis - me hago un sitio apartando lentamente a mis compañeros - No perdamos tiempo. Con mis grandes ojos busco la aprobación del sargento. - Sargento, si tengo su permiso solicito que me acompañe alguien a la cueva para echar un vistazo al doctor Zheda.

- Adelante Doctor; [Scoryn], [Loh'kar] y [Gunthar] vendrán con nosotros.

Dirigiéndose al resto del equipo, Brophar decide partir el grupo.

[Boom] y [Thanis] pueden montar guardia en la entrada de la cueva. [Zatarus]: permanece mejor en el transbordador y activa los sistemas de defensa: todavía no sabemos a lo que nos podemos enfrentar allá afuera. [Matt] seguirá cubriendo el claro, encima de la cubierta superior del transbordador. Manteneros alerta en todo momento.

El sargento queria qu esperara en la entrada y vigilara que nadie se acercara. Era aburrido pero lo haria. Me quedé un rato ahi de pie vigilando pero de vez en cuando la vista se me desviaba al Blaster E-Web y me preguntaba como seria dispararlo...  

Gunthar asiente tranquilamente a la orden del Sargento y se prepara para custodiar la comitiva.

¿sois la ayuda que han mandado?

Quizás contaran con alguien, a parte de ellos, que vinieran a ayudar y que podrían aparecer en algún momento, por lo que Gunthar se pone en alerta...

Scoryn se alegró de que el Sargento la eligiese para ir a la cueva. Después de su reciente incidente con las bombas no se sentía muy cómoda junto a Boom. No por nada en particular, era solo que su manera de hablar y sus ganas de volar todo por los aires la incomodaban. Le hacían recordar que casi pierde la vida y que tuvo que pasarse horas dentro de un tanque de bacta para recuperarse.

Tan pronto como los cazas Ala X llegan a la selva, no tienen problemas para encontrar al transbordador. Pueden divisar una gran zona despejada de selva que abarca vuestra atención. Grandes montículos de tierra y cascotes salpican el claro, y hay restos calcinados amontonados en las vaguadas entre los montículos. Esquinas y aristas de viejos edificios de metal oxidado asoman a veces entre los escombros. Pequeños cráteres y marcas de disparos de bláster salpican los montículos y los árboles que rodean la zona despejada. También pueden ver el trasbordador que ha aterrizado y algunos sus compañeros se han apeado del mismo. 

Demasiados daños de combate. Una pasadite nos puede dar pistas si aún hay hostiles abajo. Si no hay fuego intentamos aterrizar. Pensó Dasha.  Madre mia la de muertos que nos vamos a encontrar.

Algo agetreado (cosa extraña en un mon-calamary), por saber que un médico, un colega estaba herido, responde - Si, lo somos. Y se apresura para atender al Dr Zedha

- Pues si eres médico eres bienvenido - responde Solla dirigiéndose al Mon Calamari y luego hacia el resto - ¿Usted está al mando de este equipo de...rescate?