Partida Rol por web

El rostro del teniente permaneció inmutable ante los acontecimientos. A decir verdad quien le mirase pensaría que en vez de preocupado, o asustado parecía enfadado, pero claro el parecía enfadado siempre.

-Enseguida Capitana– se limitó a decir con su áspera voz, antes de empezar a cumplir las órdenes.

En el puente se sentía a gusto. Y rápidamente empezó a realizar las acciones pertinentes para que la nave tomara el rumbo adecuado.

Hizo una rápida comprobación antes de anunciar

-Rumbo tomado, Capitana.

-No podréis con esa nave, maldita sea- protestó para sí mismo.

Cuando Dann Drugah escuchó su nombre por los altavoces se puso tenso. No le gustaba trabajar bajo presión. Por suerte, los droides estaban casi a punto.

- Unos pequeños retoques y mis amigos estarán todos listos. Espero que no reciban muchos disparos de blaster... o algo peor. Pensó mientras terminaba su trabajo a un ritmo frenético.

Podeis ver como doce bombarderos TIE, llevan el transbordador donde estaba el capitan Ciro hasta una nave nodriza, la cual nada más el transbordador está dentro, se aleja de allí perdiendose en el hiperespacio. Podeis seguirla, pero hacerlo significaría dejar a la tripulación que hay en Kolatill a merced de una muerte segura.

Veis que casi todos los cazas de Kolatill han sido destruidos, menos dos, uno de ellos está sin uno de sus cañones, mientras que el otro está sin armas. Un caza enemigo sigue en pie, pero suspendido en el aire, sale humo de él, está inservible a no ser que se le hagan muchas reparaciones. Los demás cazas enemigos estan destruidos. Doce de los bombarderos están luchando contra los cazas de la Estrella Remota y los otros dos cazas de Kolatill, mientras que los otros doce se dirigen hacia Kolatill para destruir el planeta

Kaiya maldijo por lo bajo pero no se amilanó y continuó dando órdenes.

Ya habrá tiempo de lamentaciones después.

- Teniente Thyte, fije los vectores de hiperespacio de la nave nodriza para deducir posibles destinos - dijo dirigiéndose al oficial de puente. Después, sin dirigirse a nadie en particular, masculló - ¿Dónde diablos está la teniente Dajus?

La capitana volvió a activar los altavoces generales:

- Sargento Lofryyhn, informe de la situación y el estado de la nave. Prepare el hangar para la entrada de cazas dañados y contacte con enfermería para recibir pilotos heridos.

Desconectó el sistema y volvió a dirigirse al personal del centro de mando.

- Avante toda. Quiero máximo fuego de cobertura contra esos bombarderos - dijo refiriéndose a aquellos que estaban en combate contra sus propios cazas. Ya habría tiempo de ocuparse de los del planeta. - Saquen a nuestros muchachos de allí ahora mismo. No quiero perder una sola nave. Ah, y quiero a ese piloto vivo - añadió señalando al caza enemigo que aún quedaba de una pieza.

Jessa entró en el puente justo cuando la nave saltaba al hiperespacio y oyó la pregunta de la capitana.

¿Dónde diablos está la teniente Dajus? - fue a contestar, pero la capitana ya estaba hablando por los altavoces. Cuando acabó de hablar, Jessa se presentó.

- ¿Me llamaba Capitan? - preguntó usando el título formal.

Jessa entró en el puente justo cuando la nave saltaba al hiperespacio. Esa nave... Pensó enseguida. Buscó en su memoria intentando recordar todo lo que pudiera saber sobre ella...

Acabábamos de llegar y ya empezaban los problemas: las alarmas no tardaron en saltar cuando la nave comenzó las maniobras de ataque. Al parecer nos habíamos metido de lleno en la guerra. La voz de Kaiya no tardó en sonar en los intercomunicadores. Tras ecuchar sus comentarios sobre llevarme a Dras lo agradecí con un gruñido. Era un buen técnico aunque algo arisco, pero por lo menos era mejor que auqel gordinflón de Brophar. No me acababa de gustar su forma de hablar de la nave.

- Vamos Dras!!! Recoja esas herramientas. Busque todos los droides que pueda y vaya colocándolos aquí, aquí y aquí. – le dije mientras le marcaba varios puntos en un plano holográfico de la nave.

Las sacudidas de la nave se fueron sucediendo mientras me centraba en la zona de los escudos. Pequeñas alarmas iban sonando mientras que el comunicador no paraba de escupir llamadas de auxilio.

- Dras mande a Truler y a un par de unidades R2 a la sala de distribución de energía de los motores de los niveles a-c en la cubierta 3. Uno de los motores parece haber sufrido daños. Y en cuanto acabes vente conmigo!!! Los escudos están teniendo fugas y corremos el riesgo de quedarnos sin ellos.

Ya en los controles comenzamos a trabajar de forma frenética para intentar mantener los escudos activados. La lucha parecía alejarse, pero en cualquier momento podía volver. Recibí noticias de que en la cubierta 3 no se salían de problema, cuando nuevamente la voz de Kaiya sonó en el intercomunicador.

- Varios mamparos dañados. Los escudos están dañados pero aguantaránn y me voy a la cubierta 3 ya que hay problemas en el motor principal. Aunque aún nos mantenemos en el aire. Ya aprovecharé para organizar los hangares. – Tras colgar llamé a enfermería. – Quiero un equipo de intervención urgente en la cubierta 3. Van a llegar heridos!!! – Luego llamé a Dras. – Dras!!! Mira de ajusar eso rápido y si no pon a alguien a hacerlo. Te quiero en los hangares conmigo en menos de cinco minutos. – Mientras corría hacia mi destino volví a coger el comunicador. - Equipos de emergencia en los hangares listos para actuar!!! Posibles entradas no controladas!!! Organicen las medidas de seguridad!!!

Drascandelius salió rápidamente de su propio estupor, mientras una sacudida -por un impacto de bláster en el blindaje de la zona de carga- hizo que su equipo de limpieza se tumbara, desparramando por el suelo todo el líquido jabonoso del contenedor.

Fué en ese momento que el Sargento Lofhryyn apareció en las letrinas del equipo de mantenimiento: bastó recibir una mirada directa -y toda una serie de órdenes en Wookie- para entender que el castigo acaba de levantarse, más por razones de emergencia que por cualquier otra cosa.

Después de recibir las instrucciones del Sargento, intentó comprender lo que acababan de pedirle...y se puso manos a la obra.

Oh, vaya. Nadie pensaba en él. Se había auto-asignado la supervisión de la reparación de las posibles averías del casco, pero en el desorganizado caos de la salida del planeta, con tanta gente pululando por la nave, no habían acertado a asignarle tareas, de manera que al desatarse la batalla estaba él mismo un tanto desconcertado. En cierto modo era normal, pasaba a menudo con los humanos infravaloraran al resto de razas.

No obstante sabía de la existencia de otro calamari en la tripulación de la Estrella Lejana y no era nada menos que un oficial.

Oh, vaya, alarma.... Todos a los hangares, al parecer. Al menos allí podría hacer algo de provecho.

-Vamos, R2-G6, los escudos todavía aguantan y están todos esos droides para reparar el blindaje, aquí no hacemos falta. Vayamos a los hangares a ver si podemos ayudar con los cazas de regreso.

El ritmo de trabajo en el taller era frenético. Acababa de terminar los últimos ajustes del último droide cuando ya estaban llegando droides dañados por los impactos de blaster y por golpes con los mamparos o piezas sueltas.

- No, no, no, las piezas de repuesto de ese droide están en el último estante - le dijo al droide asistente. - Espera, necesito que sueldes estos cables mientras yo ajusto los sensores de este R4.

- Teniente Dajus, necesito información - la cara de Kaiya dejaba a las claras que no terminaba de fiarse de aquella misteriosa mujer. Pero no tenía otra opción. No en aquellos momentos. - Necesito saber adónde se han llevado al capitán. Y todo lo referente a operaciones imperiales en este sector.

Sus ojos se desviaban frecuentemente a la pantalla de sensores, desde la que podía seguir el desenlace de la batalla naval que se estaba librando allá afuera. Su mano activó el comunicador central.

- Sargento Lofryyhn, quiero que me avise en cuanto el motor principal esté operativo al ciento por ciento. Mientras tanto necesito la máxima potencia en el resto de propulsores. Nuestros chicos necesitan ayuda.

Observó la mano con la que apretaba el comunicador. Tenía los nudillos blancos de la tensión pero permaneció de pie, buscando de nuevo a Jessa con la mirada.

- ¿Y bien? - parecían preguntar sus ojos.

- Capitan Adimetrum - responde Jessa - Todo lo que le puedo decir de esa nave es que su base era Kal'Shebbol, no sé quien está al mando ni puedo asegurar cuáles son sus órdenes. Aunque visto lo que hay, seguramente estuviera atacando aquí para distraernos. Eso es lo máximo que puedo aventurar.

Jessa intenta recordar algo que pueda habérsele pasado por alto, pero no logra recordar nada relevante. Aún así añade:

- Aparte de la distracción, probablemente, Sarne también quiera evitar que la Rebelión consiga un suministro de repulsores. 

Escuché la voz de Kaiya. ¿Que le avisase cuando estuviesen al 100%? Cómo si eso fuera fácil!!! 

- De acuerdo!!! Pero necesito que esquives todos los malditos disparos que nos lancen!!! Esto se mueve más de la cuenta!!!! Y trabajar así es difícil- Y tras cerrar la comunicación grité, -Draaaaaas!!!!! A los motores ya!!!!

Los gritos del sargento wookie en su vibrante lenguaje resonaban en las membranas del calamari que acababa de hacer aparición en los hangares como si se tratara de un tambor de piel de bantha bien tenso. Era imposible no entender lo que quería y Zatarus era uno de los mejores en ello, así que sin esperar una invitación más formal se fue hacia donde habían solicitado la presencia de Dras y se puso a evaluar el problema, dispuesto a echar una mano, siempre asistido por su inseparable unidad R2 (un tanto anticuada, cierto, pero en muy buen estado). Eran unos motores de tamaño saludable, así que toda ayuda sería poca, dadas las habituales prisas.

Si hubiera sido un humano, el ingeniero Ibtisan se hubiera puesto a canturrear animado.

Mmmmm, no sé si puedo seguir escribiendo o tengo que esperar a que tú pongas algo... Es que no me puedo inventar cosas, como que la nave llega y se carga a todos los TIE, recogiendo al resto de cazas aliados en el hangar...

¿A qué venía ese rugido? La palabra motores se le coló a Dras en el cerebro como un relámpago y salió disparado, dejando casi a medias lo que le había pedido el sargento al principio. La mayoría de droides se habían colocado más o menos en su lugar.

Dicho esto, sacó una hidrollave de la caja de herramientas más cercana, y junto a un soplete en ristre se acercó a la sala de motores que el sargento le había pedido revisar.

La nave nodriza estaba siendo un caos, pero era aun peor fuera, los cazas de Kolatill habían sido aniquilados, quedando solo uno, Los cazas de la Estrella Remota se defendían, pero el de Dasha se había quedado suspendido en el aire sin poderse mover, los controles habían fallado.

Doce bombarderos atacaban Kolatill soltando bombas, lo peor era que aun estaban allí abajo los grupos que habían ido a ayudar, si no detenían a tiempo a los bombarderos seguramente perderían muchos miembros de la tripulación, así como el planeta de Kolatill quedaría reducido a cenizas

La situación se estaba poniendo tensa por momentos, pero al menos me estaba respondiendo el personal. Dras resultó ser bastante efectivo, o por lo menos parecerlo. Por no hablar de otro técnico que se había unido a nuestra lucha particular contra los controles de los motores. 

Tras abrir un panel del que saltaban unas chispas sospechosas cogí mi duracinta dispuesto a arreglar las cosas de una vez por todas.

El ingeniero calamari era perro viejo en estas lides, las de enfrentarse a caídas de sistemas, aberturas en el casco o fallos de escudos, sensores o motores mientras se recibía una lluvia de impactos láser. Había pocas cosas más frustrantes que asistir a la destrucción de un sistema que uno acababa de dejar a punto, pero esas cosas pasaban. Había que asumirlo, era un campo de batalla.

Los motores parecía que estaban comportándose bien, los arreglos estaban en marcha y el peludo sargento de ingeniería era realmente bueno en su trabajo, y eso sin tener en cuenta el tono y vocalización de la que era capaz. El calamari y su pequeño droide siguieron aplicados a su comitivo, alertas también a las posibles nuevas instrucciones del wookie, por si éste necesitara asistencia de algún tipo.

Zatarus esperaba que los artilleros de la Estrella Lejana estuvieran haciendo su trabajo y que los pilotos estuvieran haciendo un buen papel, pero las comunicaciones que él recibía no tenían nada que ver con la dirección de la batalla. Como suelen decir los humanos: “zapatero a tus zapatos”. Una frase curiosa que recordar cuando uno no usa ese tipo de complementos...

¿Cuántos cazas tenemos ahora mismo en combate? ¿Queda alguno operativo en el hangar? ¿Cuántos cañones tenemos ahora mismo disponibles y disparando?