Partida Rol por web

Divitis Corduba IV: A los Palacios subí...

I. Misterios por doquier

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26/03/2014, 15:46
Casimiro López

Los rayos del sol entraban por el único ventanuco de la alcoba del Bonilla, et que sk cualesquier hubiera preguntado en toda Córdoba por él, nadie podría decir que le habría visto, pues seguramente (y bien cierto que era así), que ya andaría camino de las tierras infieles para poder esconderse. Algunos de vosotros dormisteis juntos en la cama de Miguel, mientras el resto durmió en el suelo con sus propias mantas y algunas que que tenía el Bonilla.

Cuando despertásteis, Casimiro López miraba por el ventanuco, como observando la calle desde allí. Había sido madrugador, o tal vez es que no pudiera dormir, asimilando que aquel criado, el gran tipo de nombre Cristián, podría haber tenido algo que ver con el asesinato de aquel jurado de la ciudad. Y sobre todo, mucho más que eso, tenía un desconcierto en su corazón: y era que la mujer del propio Comendador de la Órden Calatrava tuviera algo que ver, pues se deduce... ¿habrá tenido parte de responsabilidad el propio Juan de Hoces? Casimiro no quería ni pensarlo, ¡ni planteárselo!, puesto que había estado muchas veces sirviéndole y le conocía bastante bien.

No obstante, la identidad de la mujer era aún conjetura (todo apuntaba a ella, pero era aún conjetura), y si ella contrató al Bonilla y a esos matones que acabaron con el Jurado, que no tendría perdón de Dios.

Ya es de día señores... -comentó Casimiro mientras os daba unos toques con la mano para que fuérais despertando-.

Notas de juego

Comenzamos el cuarto (de cinco) episodio.

El que no haya subido su experiencia y trasladado su ficha (datos, historia e inventario) no podrá postear hasta que lo haga.

DIEGO MENDOZA SE REINCORPORA EN ESTA AVENTURA, PERO NO POSTEÉIS PARA DIEGO AÚN

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26/03/2014, 16:26
Nâzeh ibn Radi

Abrió los ojos y se incorporó casi de sopetón. Al ver que Casimiro hacía guardia, se relajó y volvió a tumbarse. Murmuró una plegaria y se levantó. Se vistió rápidamente y rebuscó entre sus cosas, asegurándose que todo estaba en orden. Una vez hubo terminado, preguntó a Casimiro

- ¿Por dónde empezamos? tenemos sospechas de esa mujer pero no podemos probar nada aún. No creo que sea buena idea presentarnos en su casa y preguntar directamente. Puede que si cogiésemos a su criado desprevenido por la calle... no sé, quizás podríamos amedrentarle para que hable. ¿Qué opináis?

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26/03/2014, 16:31
Director

Efectivamente, el día anterior* te marchaste de aquel grupo para comprobar el estado de alerta en los cuarteles de las distintas collaciones de la ciudad. Al primero al que te encomendaste fue a de la collación de Santiago (barrio donde murió asesinado el Jurado, donde encontrásteis al mendigo Simplicio (apodado "El Pocachicha"), y donde Casimiro cargó contra los propios alguaciles y se formó aquella tangana...). Y lo que te encontraste fue que rápidamente se corríó la voz, pues pronto encontraron los cuerpos de tales alguaciles destrozados, todos ellos ya cadáveres.

Et que enseguida, habiéndote presenteado allí, que en aquella tarde te pusieron a hacer rondas en la collación, y lo único que detuvíste fue a ladrones típicos y rasgabolsas, que habíalos y gran cantidad en Córdoba. Mas que al día siguiente, habiendo hecho guardia en el cuartelillo de Santiago, que el Alguacil Mayor en persona dió órdenes a sus agentes disponibles (entre los que te encontrabas). Ya no había que hacer rondas típicas, sino que la intención era esclarecer los hechos que tu, como uno de los protagonistas, tenías muy a bien en mente, claros como el agua. Y finalmente te mandaron a visitar la concurrida plaza de Tendillas de Calatrava (lugar al que habías estado): concretamente dirigirte al Convento-fortaleza de la Órden de Calatrava...: justo al lugar donde tu, entre otros, te habías reunido con don Juan de Hoces.

Por supueto, negarse a ir no era una opción. Te dijeron que fueras a preguntar por don Juan de Hoces, y que le transmitieras una petición del Alguacil Mayor: "que le prestara efectivos de la órden para expandir la investigación del asesinato de los alguaciles a toda la ciudad, pues cosa extraña era el encontrarles de aquella guisa".

Y armado, te dirigiste hacia la casa del Comendador.

Notas de juego

*Pareces que te has marchado hace mucho tiempo, pero no, tu personaje habrá estado fuera... ¡1 día! jeje.

POSTEA DE MOMENTO PARA TÍ (PERO SÓLO cuando subas tu ficha e historia)

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26/03/2014, 16:38
Diego Mendoza

No caíale demasiado en gracia el Alguacil Mayor a Diego de Mendoza, pues no olvidaba que el había tenido ese mismo puesto en su tierra natal, y sin embargo obedeció las órdenes sin rechistar. Quizás de no haber estado su hermano o él mismo implicado en el asunto hubiese puesto objeciones o protestas. Más no era el caso, por lo que se dirigió raudo hacia la casa del llamado Juan de Hoces. Su corazón latía con furia puesto que además deseaba ver a su hermano y a Casimiro, pues debía contar a los integrantes de la pequeña conjura de Calatrava lo que había descubierto.

Y es que era Ahmed. El maldito mono fugitivo. El maldito bastardo era quien había dado el soplo de la muerte de los Alguaciles de la Espada a cambio de ayuda para salir de Córdoba. ¡Solo Dios sabía como se había enterado él a su vez! Pues no estaba con ellos. Por otra parte, no había conseguido extraer información alguna en el cuartelillo salvo la que la lógica le indicaba ¡Qué la mísmisima Orden de Calatrava estaba bajo sospecha! Debía pues alertar a sus camaradas antes de que fuese demasiado tarde. Y si se encontraba con AHmed... Bueno, tan solo había que decir que Diego era experto en sonsacar información. Por tanto Diego había cogido el viejo jamelgo que poseía (tras despedir al maldito y piojoso criajo que tenía por criado y que producía más gasto que beneficio) y estaba montando por las calles de la ciudad camino a la casa de Juan de Hoces, manteniendo buen cuidado de encontrar a los suyos de camino si se prestaba la ocasión.

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26/03/2014, 20:32
Zaif Mawlay

Igual que no le gustaba el agua, tampoco le gustaba madrugar. Pero no quedaba otra.
- Yo también creo que será mala la idea de ir sin más a la casa todos en tropel. Quizá podría ir Casimiro y alguien que él elija, ya que en la casa no es del todo forastero. Lo que no se me ocurre es por qué. Podría ir a avisar a don Juan de la huida del Bonilla. No sé.

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26/03/2014, 21:44
Abid ibn al Amir

La luz de la mañana entraba en casa del Bonilla permitiendo ver la estercolera que en realidad era. En cuanto abrí los ojos vi al calatravo mirando por la ventana pensativo, en ese momento me di cuenta del error que habíamos cometido al liberal al Bonilla. La noche anterior, después de un combate y dolido por la pérdida de un miembro del grupo no caí en la cuenta pero ahora a la claridad de la mañana lo veía claro.

El Bonilla podría haber señalado a aquel que había pagado por asesinar al jurado en caso de encontrarse en la misma habitación, pero ahora el desgraciado estaría a leguas de distancia y nosotros solo contamos con una simple descripción con la que acusar al criado personal de una de las más importantes de la ciudad y comendador de una orden de caballeros infieles.

A mi entender, secuestrarlo y torturarlo no era una opción, a menos sin el permiso de su señor, o teniendo claro desde el principo que si lo hacíamos, el criado, en caso de ser inocente, no podría salir vivo del interrogatorio.- ¿Confiáis en vuestro Comendador?- Le pregunté directamente a Casimiro.- Si la respuesta, como supongo, es que sí, tal vez debiéramos tener una reunión con él y presentarle nuestras sospechas sobre Cristian para que nos permita interrogarle.- Miré a los ojos del calatravo para evaluar su expresión mientras añadía.- Dejando por el momento a un lado nuestras suposiciones sobre su señora, por supuesto.

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26/03/2014, 22:26
Casimiro López

Casimiro escuchó paciente la idea de Nâzeh. Coger al criado converso en la calle podría ser una opción...

...¿Podría?

Nuestro Señor don Juan de Hoces nos lo dijo, que estaba yo presente -inquirió Casimiro-: máxima discreción. Toparnos con él en la calle será difícil, puesto que no suele alejarse, yo que lo conozco un poco más, de la plaza de Tenderas, donde se encuentra el nuestro convento-fortaleza -el convento de Calatrava, referíase el caballero-. Imagínate, Nâzeh, si formarmos escándalo justo en el enclave de mis hermanos caballeros, todos ellos armados y pertrechados...

Lo de Nazeh era una opción, aunque eso si: arriesgada. Luego observó al alguacil.

Aunque bien podría ir yo sólo, como bien dices -le respondió a Zaif-; quizá ir en tropel y en grupo no sea del todo bueno... -aunque dejó caerlo en bajo, como si dudara de aquella afirmación-. Y es que Casimiro poco estaba seguro dentro de su propia casa eclesiásticas si, al menos, desde dentro encontrábase ese pago, esa traición, esa contratación de sicarios...

Por supuesto que confio -dijo con solemnidad Casimiro ahora a Abid-. Vosotros os habéis ganado mi confianza durante estos dos días, pues aunque en poco tiempo, habéis demostrado saber hacer las cosas...mejor o peor, pero cumplís; sin embargo, don Juan de Hoces ha llevado la insignia calatrava mucho tiempo y sus fieles confiamos en él a pies juntillas. Et yo personalmente, que me considero amigo, al menos. Y lo sé porque esta misión tan encubierta me la planteó a mi: me dijo que buscara un grupo para la investigación... -cuyo resultado érais vosotros-. Quizá la reunión sea buena opción, puesto que al menos él nos aclarará si tiene algo que aportarnos. Y si no que le contaremos las confesiones del Bonilla, para que él mismo reflexione...

Ciertamente, el bueno y a veces impulsivo Casimiro veíase desbordado. ¡Pardiez! ¡Que abrumado era! Desde que os observaba enter la multitud de la Plaza del Potro, escondido entre las gentes, que no le veíais tan superado, tan abatido: como si una lucha interna de dudas, miedos, traiciones y venganzas conjeturaran contra todo su universo conocido, y lo que era más importante: su lealtad y fidelidad de caballero para con la propia órden.

Entonces quedóse mirando a Durán y Bermudo, pues quería saber al menos sus puntos de vista.

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27/03/2014, 01:09
Bermudo "El Justo"

Un nuevo día amanecía y con él nuevas decisiones que tomar. Bermudo, tan taciturno como siempre, escuchó las palabras de sus compañeros y meditolas, buscando alguna posible solución que no se hubiera planteado allí. Pero tal y como había dejado dicho Casimiro, si el tal Cristian no era de andar por las calles, no habría más remedio que ir a buscarlo a las puertas de la casa, con todos los inconvenientes que aquello les acarrearía.

- Sigue siendo la única solución, hablar con el Comendador sería lo más oportuno y que él decida sobre el actuar del criado. Pero lo mismo que habéis dicho opino yo también, no sería buena idea presentarnos todos a la vez pues quizás lo tomaran más como amenaza que como simple información. Y respecto a la misteriosa dama... Habría que ir con tiento para no levantar falso testimonio, pues ahí meteríamos en terreno pantanoso y podríamos salir bien escaldados. Sólo las palabras salidas de la boca del Cristian podrían arrojar verdadera luz sobre la identidad de la dama.

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27/03/2014, 10:59
Durán Gómez "El Errante"

El día había empezado, y antes de serviros algo para la garganta, se empieza a discutir el nuevo paso para resolver este entuerto que el Calatravo nos había encomendado.

- Esta claro que ir a por el criado, es una locura, la única opción posible es aclarar con Don Juan de Hoces todo lo que esta pasando, y si tiene alguna información nueva en estos días que hemos transcurrido en busca del Bonilla. Según mis pensamientos no había otra salido, el misterio era demasiado gordo para solucionarlo en las calle, se solucionaba en los despachos.

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27/03/2014, 16:47
Nâzeh ibn Radi

El de Hoces no resolvería nada, si no estaba metido en el ajo no sabría nada y si estaba metido... obviamente sólo iba a entorpecer la búsqueda o algo peor. Así que Nâzeh se mantuvo callado y se limitó a cruzarse de brazos esperando a que Casimiro escogiese el hombre que habría de acompañarle. Seguía pensando que sonsacar al criado de la dema era la mejor opción.

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27/03/2014, 19:14
Casimiro López

Bien... bien... -dijo Casimiro paseándose una vez más por la estancia del Bonilla sopesando todas las opiniones-. Iremos a la plaza de Tendillas, pero no entraremos en nuestro santo convento -profirió finalmente-. Una vez allí, decidiremos quién entra a visitar a don Juan, ¿de acuerdo? Así no formaremos revuelo ni expectación en su puerta.

Et que no dijo más. Anduvísteis guardando las mantas, ropas y equipajes por allí dispuestos, y salísteis de la casa del Bonilla. Estábais en San Lorenzo, collación más conflictiva de la bella "Córduba" (situada en el éste); y la plaza de las Tendillas de Calatrava encontrábase en el oeste de la misma, en la collación de San Nicolás solapada con la de San Miguel.

Volvísteis por la calle del convento de San Agustín, atravesásteis la calle de Fuenseca y cruzásteis el portillo con el mismo nombre (de la Fuenseca), que no era sino una pequeña puerta con gran afluencia que unía la villa y la Ajerquía (arrabales que con el tiempo han sido amurallados y adscritos a la ciudad). Lo hicísteis con la cabeza agachada, pues había una pareja alguacil vigilando a todo aquel que entraba o salía. Superado este trance, la calle San Zoilo y la de la Plata os hacía confluir, finalmente a la plaza de las Tendillas de Calatrava.

Una vez allí, al desembocar en la plaza, vísteis que no había concurrencia alguna. Tan sólo un tipo estaba atando su caballo a un punto en la pared. Parecía haberse quedo mirándoos nada más aparecer por la callejuela que daba a las Tendillas.

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27/03/2014, 19:34
Director

Así llamábase la plaza en la que descabalgaste.

En un pequeño poyo de piedra colocado junto a una de las casas de la plaza, te sentaste, atando tu jamelgo a una anilla en la pared. Respiraste hondo, puesto que tenías que hacer algo que bien te perjudicaba: pedir ayuda a los Calatravos para esclarecer un horrendo crimen en el que tu estabas implicado, entre otros. Et que por eso querías dejar pasar todo el tiempo posible antes de llamar a los portones del convento-fortaleza de Calatravas.

Claro que, justo antes de hacerlo, viste aparecer en el otro extremo de la plaza a un grupo de hombres. Algunos llevaban turbante, y otros no, debiendo ser cristianos. Parecían observarte.

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27/03/2014, 22:59
Diego Mendoza
Sólo para el director

Diego entrecerró los ojos ¿Querría el buen Dios ayudarlo y hacer que aquellos hombres fuese el variopinto grupo con el que había trabajado? Solucionaría la mitad de sus problemas. La otra mitad se solventaría con un cabeza de turco... y eso podía venir muy bien a la misión que la orden de Calatrava habiales encomendado. Esperó por tanto el bueno de Diego a averiguar quienes eran los que se acercaban.

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31/03/2014, 09:42
Nâzeh ibn Radi

Al ver la curiosidad injustificada del hombre que se les quedó mirando al enfilar la calle hacia la plaza, Nâzeh miró al hombre cómo ataba al caballo mientras intentaba recordar si le había visto antes en algún lugar. Estaba visto que en aquella ciudad no se podía fiar uno de nadie ni dar nada por supuesto.

- Tiradas (1)
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31/03/2014, 09:55
Durán Gómez "El Errante"

Parecía que la opción elegida era acercarnos al convento de la orden de Casimiro, era entrar en la cueva del lobo pero no había otra opción. El paseo hasta allí se hace lento pero pensativo, y viendo las posibilidades que teníamos. Al llegar, me sorprendo al ver poca actividad, y esperando a que Casimiro dijera las ordenes a realizar.

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31/03/2014, 16:42
Director

El grupo, en plena plaza de las Tendillas, dio unos pasos hacia delante, adentrándose en ella. El tipo del caballo os seguía mirando... Y vosotros a él... Un momento, ¿sería él? No parecía sino el hermano de Zaif, el alguacil Diego. Sin duda alguna que éste os vio y os reconoció, y vosotros a él. El día anterior se había marchado, pero ahora mismo parecía el destino que volvía a daros encuentros, precisamente en la plaza de los calatravos. Y todos fuísteis hasta donde tenía asido su caballo.

Notas de juego

El tipo es Diego Mendoza.  Ya podéis postear para TODOS.

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01/04/2014, 09:29
Nâzeh ibn Radi

- ¡Diego! ¿Qué hacéis vos aquí? ¿habéis tenido suerte? ¿habéis encontrado algo? decidnos -dice en voz baja mirando en todas direcciones, pues no se fiaba de que aquellas estrechas calles cordobesas no tuviesen oidos.

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01/04/2014, 13:06
Diego Mendoza

¡Hermano! La cosa es seria. Me han encomendado investigar los asesi...—exclamó Diego al ver a Zaif y luego dirigiose al resto para ponerles al día de la situación. Más a mitad de conversación quedosé pensativo y dudo en continuar — Pero será mejor que os ponga al día en un lugar lejos de oídos ajenos. Zaif, hermano. Si no te han visto aún no acudas a trabajar pues sin duda te encomendarán la misma misión que  a mí-

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01/04/2014, 22:23
Abid ibn al Amir

En silencio, me dispuse a seguir al alguacil a un lugar más "tranquilo" donde nos contaría cuál era la misión que le habían encomendado. Aunque por su expresión supuse que ya tenía delante a las personas que estaba buscando.

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02/04/2014, 00:10
Bermudo "El Justo"

Llegados a la plaza, Bermudo sintiose observado y, mirando a su alrededor, vio a un hombre apostado cuya cara pareciole conocida. No fue hasta que se acercó a hablarles cuando se dio cuenta que tratábase del joven alguacil Diego Mendoza, al que había conocido, al igual que al resto de aquel abigarrado grupo, el día anterior.

Saludole con un gesto de la cabeza dispuesto a escuchar todo lo que el joven tuviera que decirles y, estando de acuerdo con él, pusose en camino tras ellos buscando un lugar más apropiado para el secretismo.