Partida Rol por web

Cuatro hombres caminando por la calle del Palomar. Dos de ellos llevaban arrastrando en la ya plena noche a un tipo que era sujetado por sus brazos. Tenía muy mal aspecto, por lo poco que pudísteis ver. Sin duda alguna que esos que habían salido de la casa del Tío Arrancacepas portaban al Bonilla. Los del tejado andábanse preparados, Yurem a la espera de actuar contra el último y el Calatravo, Zaif, Bermudo y Nazeh al acecho en una esquina.

Ninguno de los cuáles se percató de vuestra situación.

Tomé mi poción de ojos de lobo para asegurarme de lo que íbamos a hacer bien, y con estos un poco mas mielaceos que de costumbre.

Coloqué veneno en el filo de mi bracamante y me arropé entre las sombras mientras observaba atentamente.

El plan se había puesto en marcha, unos nos disponíamos atacar desde la distancia, otros realizarían una emboscada e intentar encerrar el grupo que llevaba a una persona moribunda a rastras por la calle, sería el tal Bonilla, nuestro objetivo.

Busco el mejor lugar para tener una buena visión de todos los acontecimientos.

No había vuelta atrás y la decisión estaba tomada. Mantuviéronse escondidos esperando que los fulanos que tenían al Bonilla salieran por la puerta para llevar a cabo su amenaza de colgarlo. Y así fue, aparecieron cuatro arrastrando al desgraciado que ya parecía medio muerto. Bermudo dispúsose para saltar sobre ellos.

Dadas las circunstancias eran lo mejor que podían hacer en opinión de Nâzeh, eran varios  y duchos en armas. Lo habían intentado de formas más sutiles pero la suerte no parecía acompañarles y además era muy difícil poner de acuerdo al grupo, así que se colocó justo donde se le ordenó y acometió en su debido momento.

Sobre los tejados tenía un perfecto ángulo de tiro sobre los hombres que salierón de la casa de tío Arrancacepas. Con mi arco tenso y una flecha colocada solo faltaba que llegaran a la posición acordada para que comenzase el rescate.

Los tipos, en cuanto se percaten de su presencia, soltarán al Bonilla y se pondrán en guardia.

(Hablo en futuro porque es una emboscada y aún no lo saben).

Nota: No hay D5 en este tipo de dados (mirar abajo en "Notas" porqué tiro el D5), por lo que he tirado por D6. Los resultados con 6, obviamente, no valen. Han salido dos seises, por lo que he vuelto a tirarles las Iniciativas (de ahí que haya tirado dos veces).

Casimiro López, buen caballero y mejor soldado, espada en diestra y escudo en siniestra, aguardó pacientemente para salirles al paso a los hombres del Arrancacepas...

Iniciativas:

Durán: 27
Bermudo: 26
Zaif: 23
Abid: 23
Casimiro: 21
Nâzeh: 17
H3: 17
H1: 16
H2: 16
H4: 15
Yurem: 15

Aclaro:

según los bonus y ventajas de la emboscada, los hombres del Arrancacepas podrían defenderse únicamente del ataque de Yurem (ya que han sacado más que él en la INI), asique en este primer turno no tenéis que temer la represalia de un ataque (excepto Yurem), jeje.

Ya sabéis que en este primer turno tenéis un +25% a todas las acciones de ataques.

Era hora de actuar, en cuanto se ponen en mi punto de mira, cargo mi honda y apunto a uno de ellos, de los que estaban cargando el cuerpo de Bonilla. La batalla comenzaba.

Observo como sale la piedra por el aire y se dirige a uno de ellos

Había llegado el momento de actuar. Bermudo agarró el hacha entre sus dos manos y salió al encuentro de los hombres que llevaban a rastras al Bonilla, descargando su arma contra el H3 dejándole inutilizado el brazo derecho.

Eramos muchos y contábamos con la ventaja de la sorpresa mientras los hombres del Arrancacepas eran solo cuatro, aquello no dudaría mucho.

Desde que salío de la casa le había tenido al alcance de mi arco, siguiendo su lento caminar con la punta de la flecha apuntando directamente a su cabeza mientras arrastraba al Bonilla calle abajo. Cuando empezó el baile solo tuve que soltar la cuerda y prepararme para un nuevo disparo.

Ví que Zaif y Bermudo se iban contra los que arrastraban a ese pobre desgraciado del Bonilla, y también vi una flecha silbante que procedía del tejado (la de Abid); fue entonces cuande salí espada en mano a dar ristra y acero a esos malnacidos... (concretamente a H2). No era otro mi pensamiento que darle muerte contra el propio corazón, atravesando en ellos, de pecho a espalda, mi espada calatrava.
 

Siguiendo el ejemplo de Casimiro, Nâzeh salio desde las sombras con su lanza en ristre y atacó con ella al hombre que estaba junto al hombre que acababa de pinchar Casimiro y que Bermudo había dejado el brazo hechos unos zorros y le atravesó con su lanza.

H3 hace Carga (acción extendida) contra Casimiro.
H1 ataca y ataca contra Nâzeh
H2 ataca y ataque preciso contra Yurem
H4 ataca y ataca contra Yurem