Partida Rol por web

La lista en tu poder era justamente lo que se esperaba de ella: una columna de nombres, uno debajo del otro sin ningún otro tipo de concepto ni explicación. Seguramente para cualquier otra persona, aquello no habría tenido ningún valor. Sin embargo tu dedicaste las siguientes noches a estudiar e investigar a consciencia la identidad de los allí presentes.

Tus contactos en el cuerpo de la UPD (Union Police Department) te ayudaron a distinguir rápidamente la presencia de un buen montón de difuntos o desaparecidos entre aquellos nombres, y tirando de contactos y de renombre lograste ir distribuyendo los mismos en varias categorías.

Andrea no te había mentido, allí figuraban personalidades de todas las sectas. Sobretodo estirados de la Camarilla como Francois Mamwalde y la mismísima Anabelle Triabelle; pero quienes más rápido identificaste fueron las ideologas anarquistas: Agata Starek y Hesha Ruhadze. Estar en presencia de alguna de ellas era un anhelo de muchos compañeros de secta, y la idea de si quiera poder entablar una conversación sobre su visión política es una fantasía al alcance de pocos.

Sin embargo quienes te interesaban de verdad y por lo tanto dedicaste más tiempo a recabar información fueron los Sabbat.

Samantha Patricks: una angellis ater, de la rama más purista de los Lasombra. Fue quien tomó brevemente la regencia de Union City y que todavía colea por la ciudad. Hay quien todavía la llama con el título de archiobispo. Nadie se ha atrevido a disputar su territorio en el distrito de Summit Hills des de donde controla los medios de comunicación con sus pérfidas maniobras.

Raphael Catarari: nosferatu antitribu, se le conoce como uno de los últimos de Montreal. Perteneció a una manada llamada "los pastores de Caín." No solía separarse del resto de miembros de esa manada, pues entre ellos estaba su pareja con quien compartían algo más que lazos de sangre. Se desconoce si los demás siguen en activo o no.

Talley Black Knight: un antiguo Lasombra de Chicago, traidor incluso a su propia secta ya que ahora se auto-denomina de la Camarilla. Eso no le excusa de haber servido y luchado durante décadas en la misma guerra que tu, pero en el bando opuesto. Sabes que en algún punto se le ofreció el título de obispo, pero prefirió el de templario. Es un guerrero como tú.

Respecto a las armas y la munición DB, éstas no han sido un problema de conseguir ni de introducir en el recinto. Ha sido simplemente una cuestión de organización: te colaste en la zona mientras montaban las carpas y enterraste la caja metálica en un agujero que solo tu podrías encontrar. Una vez dentro, podrás acceder a la caja en cualquier momento de la noche. Eso sí, si alguien te descubre armado dentro del festival es más que seguro que vas a tener problemas, así que mejor utilizar ese recurso solo cuándo estés muy seguro de ello.

Linda y Eric se despidieron satisfechos tras la reunión. Las siguientes noches estaríais en contacto telefónico con la setita para resolver todas vuestras dudas e informar del desarrollo y organización.

La idea de realizar el evento en "La Larga Noche" se descartó por razones de seguridad, pero eso no fue un problema pues cuando os desplazasteis a visitar las instalaciones del festival, en el ala oeste de una de las naves industriales encontrasteis una réplica exacta del pub de Juliet. Cada copa y cada póster en las paredes eran idénticos a los del local original.

Ahí fue cuando os percatasteis del verdadero alcance, poder y despilfarro al que estaban dispuestos a hacer los organizadores del Sistema Circulatorio. Des de ese momento supisteis que cualquier cambio, compra o montaje que quisierais realizar estaba a una llamada de llevarse a cabo.

El Sistema os ponía los recursos a vuestras manos y dejaba la parte artística, logística y sobretodo: la gestión del personal y en especial de la excéntrica Milady Heavenpeace, en manos de Juliet.

La única condición que pusieron fue que la subasta empezara a las 2:00 en punto

Al parecer, no solo estabas invitada al Succubus Night, si no que tu coterie era la encargada de montar uno de los eventos clave del festival y además, Juliet te había pedido que pujaras por una de las piezas.

Como Juliet te explicaría más adelante, eso se debía a que ni ella, ni Milady, podían participar en la subasta debido a la norma que no permite a la organización inmiscuirse en los resultados de la puja. Por lo que te tocaría pujar con un dinero que no tienes o que no es tuyo, en una subasta donde nadie puede saber que estás compinchada con su organización.

Le prometiste a las chicas que te lo pensarías y aunque arreglasteis todo para permitirte hacerlo*, hasta el último momento tienes tiempo para decidir si realmente vas a tomar o no el riesgo de hacerlo y a cambio de qué.

La música retumba en los polígonos industriales de Old Eastfort y rayos de luz se disparan de forma enloquecida hacia el cielo lleno de volutas de un humo dulzón. Se oyen gritos y silbidos entre la muchedumbre. Cientos, no. Miles de personas llenan la zona menos glamurosa de la ciudad. Esto no es una fiesta, es un festival!

Hay escenarios repartidos por todas partes, dentro y fuera de las grandes naves reformadas para la ocasión. Artistas del graffiti pintan murales espectaculares en las paredes al ritmo de la música y grupos de bailarines exóticos hacen coreografías psicodélicas al mismo tiempo que un grupo de rock amontona una cantidad ingente de adolescentes en las primeras filas de su concierto.

Hay vampiros por todas partes. Los no muertos se mezclan con el rebaño en cada rincón que miráis. Distinguís los rasgos animales de los gangrel, el pálido magnetismo de los toreador e incluso alguna serpiente del ministerio ofreciendo droga a un grupito sin ningún tipo de pudor.

¿Por dónde empezar? ¿hacia dónde ir? hay tanto pasando al mismo tiempo que resulta abrumador.

Aunque secretamente Juliet se alegró de que la subasta no se celebrase en su local, una vez vió la copia exacta de "La Larga Noche" en aquel polígono, que poco a poco se iba convirtiendo en un gran festival vampírico (aunque no le cabía ninguna duda de que habría algún humano fuera de los subastados que se habría inmiscuido allí), Juliet se quedó asombrada con el nivel y el poder que los organizadores (y la entidad detrás de ellos) realmente tenían, y el mero hecho de que confiasen en ellas para hacerse cargo de ello, denotaba en cuanta estima las tenían, y cuanto podían ganar si aquello salía bien.

Tenían hasta las dos de la madrugada para poder encargarse de ultimar los detalles, así que Juliet encargó a varios Vástagos (que el Sistema Circulatorio también puso a su disposición), que colocaran todo el mobiliario de forma que la gente se pudiera quedar de pie mientras pujaba o se tomaba una copa. Mientras, ella y Milady se encontraban en la barra, tomando una copa (de sangre, claramente) para calmar los nervios.-Muy bien, recuerda. Esto tiene que salir bien si o si. Nos jugamos mucho esta noche. 

Hay personas que han nacido para obedecer, para ser dominadas y otras que han nacido para mandar. Milady claramente pertenece a estas últimas  y nada en ello tiene que ver la característica del clan que le dio la no vida. Ya antes de renacer era así. Siempre lo ha sido.

Durante las últimas noches, llamó por lo menos un centenar de veces a Juliet para disponer cómo lo quería todo. No dejaba ningún detalle al azar, desde cómo quería que fuese la iluminación, los focos que apuntaban hacia el escenario, el tipo de luces, el color, el número, los colores del telón en dos piezas, por supuesto tenía que haber un telón.

Había dispuesto un gran atril en el centro en forma de flor de papiro en tono dorado envejecido y la temática sería una mezcla entre el estilo egipcio faraónico y vanguardista de los años 60, como las películas de ciencia ficción de los 60. Había traído con ella cuatro maquilladoras humanas y una jefa de maquillaje renacida que se ocuparía del maquillaje de todos, especialmente de Milady. Ella llevaría un vestido primero negro y dorado redondo que se estrechaba en la cintura y llevaría una peluca rubia con volumen en la parte superior, flequillo y peinado a dos aguas hacia los lados.

Milady se había presentado con botas largas de montar a caballo, pantalones ajustados de jinete y un casco de montar caballo, fusta incluida para dar órdenes, para terminar de disponerlo todo.

En un lado habría una gran plataforma transparente retroiluminada con leds para acomodar al subastado, de pie, mientras aguardaba su destino, era una mercancía que había que vender.

A los lados habría sendas pantallas enormes para que la gente de las últimas filas pudiese ver bien la subasta pero sobre todo a Milady, a la presentadora. Debía ir maquillada como lo que era, una Diosa, el verbo hecho carne.

Su discurso lo enfocaría precisamente al impacto del antiguo Egipto en el mundo moderno. Realmente no se lo había dicho a nadie ni a cuento de qué venía, luego hablaría de sí misma y por último presentaría el producto.

- Más vale que tu putita cumpla y nos consiga al buenorro. No me gustaría tener que hacerle daño -y a ti maldita puta zorra.

Dio un largo trago

- Hay mucho que hacer aún. Tenla preparada para pujar, no importa el precio, ya lo sabes. Va a venir mi asistente a vestirme y las maquilladoras tienen que empezar. Por cierto, me gusta más este bar que el cuchitril al que llamas negocio.

Llegué al lugar con Eve mientras llevaba una sonrisa. La verdad no me gustaban esos lugares, puesto que había mucho público, pasaban muchas cosas al mismo tiempo, y era fácil perderse, además de que no era muy asiduo a las fiestas, puesto que me sentía mejor trabajando en la calle, resolviendo crímenes y ayudando a la gente, pero estar acompañado de una hermosa mujer no me incomodaba en absoluto. Estaba vestido con un traje formal de color azul oscuro, con una camisa negra y una corbata roja a rayas. Me veía muy ordenado, y parecía no llevar nada encima. Lo único que resaltaba era un abrigo que llevaba de color negro para pasar la fría noche. Respiré mientras mis mejillas se llenaban de color, y mirando a Eve, le dije;

-Bueno, ¿Estás preparada? La noche nos espera. –Dije, tras lo cual, entré al lugar, maravillado por lo que sucedía allí.

Dirigiría mis pasos por el lugar, observando lo que se estaba haciendo en los diversos espacios y como los vástagos estaban disfrutando de aquél evento.

Utilizaré la coartada de andar por el lugar con Eve para, mientras me muestro muy carismático con ella, ir vigilando y buscando a todos mis objetivos, saber donde están, ubicarlos, y detectar las rutas por las cuales me podré acercar al lugar y como los encontraré a cada uno de ellos.

Al terminar la jornada, Eve se fue directamente a casa esa noche. Tras la conversación con Juliet tenía mucho en lo que pensar.

"Antes de nada, me gustaría saber qué es exactamente eso de la puja y por qué nos conviene pujar por ese tal Eric", le había dicho a Juliet antes de prometerle que se lo pensaría.

Por fin llegó la gran noche. Eve abrió la nevera de su apartamento y cogió una de las últimas bolsas de sangre que le quedaban, últimamente andaba algo justa. “La verdad es que esa paga extra no me vendría nada mal” pensó.

Aún quedaban unas horas para la fiesta, por lo que Eve cogió su ordenador portátil y se dispuso a escribirle un mensaje a Juliet por telegram.

“Lo haré, pero me gustaría pedirte otra cosa a cambio. Luego te doy los detalles.”

Tras esto, Eve comenzó a prepararse para salir. Había quedado con Eduard para ir juntos al Succubus night y no quería hacerle esperar.

Eve salió de casa con su vestido de lentejuelas plateadas y sus tacones a juego. La noche anterior se había cosido un pequeño bolsillo oculto en un lateral del vestido, donde guardaba la tarjeta de crédito y las llaves del apartamento. No quería arriesgarse a llevar bolso entre tanta multitud.

Al llegar, se alegró enormemente de haber ido con Eduard. Las dimensiones del festival eran mucho mayores de lo que esperaba y se llegó a sentir algo abrumada por la cantidad de gente y vampiros (sobre todo esto último) que allí había. Eve nunca había visto nada igual y se sentía mucho más segura junto a él.

—Allá vamos —dijo sonriente mientras le cogía del brazo. —¿Qué tal si damos una primera vuelta de reconocimiento del lugar?

Habían llegado pronto, por lo que había tiempo para estudiar un poco el ambiente antes de encontrarse con Juliet y Milady en la entrada del pub. Aunque no fuera mucho de fiestas, aquello era increíble. 

Paseáis a través de las improvisadas calles llenas de estímulos visuales que se han montado entre los pabellones. Cada ciertos metros encontráis el mapa del evento donde viene el programa y están marcados los distintos recintos, así como algunos iconos que indican los baños, las zonas de tiendas y los puestos de comida. El símbolo del ankh muestra las zonas VIP con acceso restringido a todos los públicos. 

1 Lobby

2. Terraza Chill Out

3. Escenario Succubus

4. La Larga Noche

5. Teatro exterior

6. Pasarela los 12 clanes

7. Carpa Carmesí

...

Juliet llevaba mucho tiempo teniendo que lidiar que las manías y actitudes de milady, actitutdes que, de ser cualquier otro vampiro que no estuviera metido en una relación de conveniencia/de negocios con ella, ya le habría arrancado la garganta de un zarpazo.

Juliet procuró armarse de paciencia para esa noche, había mucho en juego. Sin embargo, antes de que la gente empezara a venir, y para desahogarse e impedir que Milady soltara más improperios, Juliet dio un manotazo en la mesa y le dijo con voz seria:-Escuhame ahora bien, pija insolente, creida, e insufrible de mierda. La "putita" está más capacitada de lo que crees para hacer este trabajo y si se lo he dicho a ella es porque tengo confianza plena, más de la que tú jamás suscitaras en todas las eternidades que quedan por llegar. Y una cosa más, de no ser por mi y por ese "cuchitril", ahora mismo te estarías muriendo de hambre, arrastrandote por el suelo, y conformandote con cualquier mindundi que te mostrase un poco de atención. Así que-Y Juliet adoptó la mirada más seria e intimidante que pudo poner-ten un poquito más de respeto y de humildad. O si no, ya puedes buscarte otro sitio donde alimentarte después de esta noche.-Y acto seguido, se terminó la copa y se dirigió a consultar con el personal como iban los preparativos.

Juliet recibió los mensajes de Eve y estaba en todo su derecho de saber qué iba a suceder y para qué la necesitaba, así que prometió darle la información necesaria una vez llegase allí. 

Una miembro del staff aparece justo en mitad de las discrepancias que estáis compartiendo.

- Tengo a las chicas listas en el backstage, podemos empezar con peluquería de la señorita Moss y dejamos los retoques de maquillaje para el último momento.

La jefa de maquillaje libreta en la mano va tachando cosas de su lista y se dirige a Milady ahora.

- ¿Al final vamos a hacer los modelos de la subasta también? ¿Sabe cuándo van a llegar?

Todavía no son las 10 de la noche y sin embargo fuera del bar la fiesta parece estar en su apogeo.

- Hay un grupo de cuatro jóvenes en la puerta que dice tener permiso para entrar antes de tiempo. Creo que están intentando tomarnos el pelo, ¿esperan a alguien?

El responsable de seguridad espera vuestras órdenes con un dedo en la oreja a punto para dar la señal.

Cuando miráis vuestro móvil, si es que lo hacéis con todo el barullo que hay montado a vuestro alrededor, veis que hay varias llamadas perdidas de la misma Linda Cho. Debería estar todo hablado y cerrado con ella. De hecho normalmente sois vosotras quienes la llamáis y no a la inversa. Debe tratarse de algo importante.

¡pero qué se ha creído esta hija de la gran puta! ¿hablarme a mí así? ¿a una estrella? debería estar besando el suelo por el que mis pies dan saltitos.

No recordaba jamás de los jamases haber sido humillada de aquella manera. Desde luego que no iba a quedar así. Nadie hablaba a Milady de aquella manera. Arrieros somos...

Su cara era una poema, parecía haber sido golpeada físicamente. Primero mostró los colmillos en actitud amenazante, no podía controlar la bestia que llevaba dentro y que le pedía que matase, estaba apunto de saltar sobre la otra vampira y acabar con ella allí mismo, delante de todo el mundo cuando apareció la asistente.

Milady tardó un segundo en darse cuenta de que le estaban hablando a ella -sí, la peluquería. Claro.

Entonces miró el móvil

- Me ha llamado la china. Devuélvele la llamada a ver qué quiere, antes de que me meta en peluquería.