Partida Rol por web

BANG

Un disparo sonó en el interior del local de Russie cortando la conversación que mantenía el grupo de fuera, fue el telón que precedió a la salida de los tipos que acompañaron a Chevrolet.

—Joder. No paran de salir estos hijos de puta infectados de todas partes. —Valoró Paco también conocido como "El italiano".

—Chevrolet, me alegro que hayas visto a tus amigos pero ya sabes cuáles son las reglas. —Añadió León, un comentario que fue apoyado afirmativamente por sus dos compañeros—. A ver Ángel... No es nada personal pero ya sabes cómo va esto. Sabes qué está pasando y el peligro al que nos enfrentamos, además nos han dicho tanto "El bocas" como "Descarao" que habéis dado guerra por la chica.

—La ropa fuera— Insistió Paco.

—Y el coñito también, todo fuera. Que tenemos que ver que no estás infectada —Secundó el tercer compañero mientras la mirada lascivamente.

—Joder sois la hostia. —Les dijo Vanesa mientras señalaba a la pareja que conformaban Victor y Balas—. No os dais cuenta que han matado a la chica. ¿Por qué creéis que están vivos?

Las cosas se ponían feas por momentos. Ahora les querían desnudos... ¿Quién en su sano juicio querría ver a Víctor en bolas? Sólo pensar en ello provocó un ataque de risa en el viejo. Una risa desquiciada y desquiciante, sin sentido y producto de su propia locura.

- ¿Quieres verme la polla? ¡Jajajaja!- Comenzó a reír de nuevo a carcajadas. - ¡Jajajaja! ¿En serio? ¡Ojalá pudiera llamarse polla todavía! - Siguió riendo mientras comenzaba a quitarse la camisa. - ¡Eso lleva muero más tiempo que... Las putas plantas de este jodido trozo de tierra! - Y continuó riendo. - ¡Jajajajaja!

La situación había mutado a otra nueva en la que para nada se sentía cómodo Tony Chevrolet... Doc y Vanesa se piraban, y él se había alineado con Victor y Nora, casi sin intención, pues le interesaba que el grupo quedara unido... y sin excluir al Bocas Cañas... ¡¡Vaya!! Ahora tenía que elegir entre varios conocidos... por eso precisamente quería volver cuanto antes a la carretera, donde no tendría que enfrentarse a estas situaciones.

En estas andaba pensando Tony mientras se acercaban los hombres del Masca, el Bocas Cañas, el Italiano y León. A este lado del 4x4 quedaron alineados Tony mismo, Vanesa, Doc, el viejo y la chica, que ya se había dado a conocer, Nora... Precisamente ahora no estaba dispuesto a renunciar a los materiales que Gualterio le había prometido, pero... ¿matar a sus medio amigos? ¿O hacer que estos le mataran...? Era demasiado... aunque acabando con el Masca, podría coger lo que quisiera y largarse...

"La ropa fuera" ... - dijo Paco hacia Victor, Doc y Nora... este momento lo aprovechó Tony para sacar su desert eagle y disparar por la espalda al Italiano. Vanesa observó su movimiento y de igual modo disparó a León, quedando tan solo el Bocas Cañas a merced de Victor, pues tras sendos disparos, ambos quedaron encañonando al Bocas.

Tony observó como no había conseguido eliminar al Italiano, que estaba en el suelo farfullando una maldición... ¡¡joder, me cago en mi suerte!! - dijo Tony

Volvió su automática hacia éste para efectuar un segundo disparo si era necesario mientras decía a Victor y Doc - señores, Doc, se que él se ha cargado a Nixi, pero creo que es buen tipo... lo dejo a tu elección, o la vuestra, no me entrometeré. Bocas , tío, lo siento, más no puedo hacer, tengo mis propios problemas... - dijo esto último mirando hacia Alfredo el Bocas, mientras éste le devolvía la mirada, mitad odio, mitad respeto, pues en este mundo de mierda, ciertos principios, era motivo de loa...

Asintió a Vanesa- De acuerdo. Tú abre camino con tu habitual "encanto" . -Se largaban. Sonó el disparo en el interior. Se habían cargado a Moisés Berlín.- Pongámonos en marcha. Deja a la chica, Víctor. Cada uno toma sus decisiones. Para ella su pellejo vale más que el tuyo, ¿no? -Miró luego a Tony- ¿Y tú qué, qué haces al final?

No iba a ser tan fácil darse el piro. Rodó los ojos cuando Paco insistió en lo de la ropa- ¿Qué cojones dices? ¿Y si te la quitas tú primero? 

Y entonces todo ya se fue a la mierda. Aprovechando el despelote del viejo, Chevrolet hizo algo inesperado. Doc se quedó paralizado y mudo durante un par de segundos, apartándose de la escena.- ¡Hostia puta! ¡Pero tío, qué coño..!? 

-El único coño que necesitas es el mío, capullo -le grito Vanesa mientras le agarraba de la mano y tiraba de él corriendo hacia la ranchera- ¡Tú conduces, yo mato! ¡Pisa a fondo, Doc!

Y Doc Balas, todavía un poco en shock, asintió otra vez con la cabeza, lanzó la mochila dentro del vehículo, tomó el volante, arrancó y salieron zumbando de allí.

Cada una de las personas que allí estaba, tenía sus propios planes... Quizás por eso no lograron coordinarse del todo para acabar con la amenaza. El primero en actuar fue Víctor quién aprovechó la distracción que provocaba la visión de sus propias carnes para buscar la yugular de su enemigo topándose con la armadura del mismo. Aquello pilló a los demás con el pie cambiado y puso a todos en alerta lo que hizo que Chevrolet una vez empuñase su arma rápidamente no pudiese pillar de lleno a Paco provocándole únicamente un rasguño. 

Vanesa y Balas no quisieron quedarse a descubrir qué pasaría por lo que se metieron rápidamente en el coche de Víctor, sin embargo éste era un manojo de nervios y únicamente logró dar el contacto del vehículo pero se le caló.

Nora por su parte iba desarmada en aquel momento, fue algo que había elegido para intentar aproximarse y ganarse la confianza del grupo. Sin embargo un instinto de supervivencia hizo que se abalanzase sobre el tercero que quedaba buscando neutralizarle, o al menos entretenerle el tiempo suficiente. Sin embargo enseguida él logró hacerse con el control de la situación y se puso encima de ella.

—¡Traidores! —Gritó uno de ellos, nunca nadie supo de qué se trataba pues sólo veían la sangre manar copiosamente del hombro de "El Cañas" que luchando por su propia supervivencia empezó a levantar el arma al igual que hacía lo mismo Paco, "el italiano", con los ojos inyectados en sangre... Las cosas se habían puesto negras.

Los acontecimientos se precipitaron a una velocidad pasmosa, pero como era habitual, parecían haberse desarrollado a cámara lenta... Victor atacando al Cañas con el escapelo... Nora tirándose sobre León y Tony fallando un tiro que debería haber sido fácil... y a la vez, Doc y Vanesa precipitándose sobre la ranchera... vaya lástima, lo que era no ser un buen conductor, no consiguió mover el coche más que unos centímetros, calándolo y ahogándolo después pues notaba como pisaba a fondo el acelerador repetidas veces... como siga así, no podrá recuperar el coche.

Un vistazo a lo que tenía alrededor le puso los pelos como escarpias a Tony, pues veía como ninguno de los tres hombres del Masca había quedado imposibilitado, y ahora se estaban volviendo las tornas... tenía muy mala pinta.

La suerte ya estaba echada, ya no podía volver atras, ahora se trataba de o ellos o nosotros, así que Tony hizo lo único que podía hacer en determinada situación... dirigió el cañón de su pistola de nuevo hacia el italiano y realizó dos disparos seguidos... después rápidamente a León otros dos... y esperando que el viejo pudiese hacer algo más con el Cañas... ¡¡¡pam!!! ¡¡¡pam!!! ... ¡¡¡pam!!! ¡¡¡pam!!!

"Madita sea. Maldita sea. Joder." Doc cerró los ojos, respiró profundo varias veces, soltó el pie del acelerador y trató de enfocar la situación como una intervención quirúrgica, que era lo suyo. A su lado Vanesa gritaba algo, un insulto, una imprecación; no prestó atención.

Y a los dos capullos de sus "amigos" tampoco es que les fuese mejor. "Puta mierda".

Logró serenarse. Le dio al contacto, el motor ronroneó, Vanesa disparó, una, dos, tres veces *. Arrancaron. Alguien se puso en medio, Paco, El Cañas, o la chica, Nora. Doc no se detuvo y aceleró.

Víctor estaba nervioso. Normalmente era un tío frío de cojones, pero esa no era una situación que viniera normalmente. Normalmente le hubiera rajado el cuello a ese esbirro del Masca, pero todo se estaba desarrollando de una manera caótica y llena de fallos por parte de unos y otros.

Víctor intentó acabar lo que había empezado. Quería rajar el cuello del tío que tenía a su lado. ¿Quién cojones era? Todo se había movido muy rápido. ¿Era un tío? Ese pelo no era el de el Cañas, sino el de... ¿Una de las chicas?

Mal, todo estaba mal... ¿Qué estaba pasando? ¿Había sucumbido a la locura? Si, probablemente el último ápice de cordura que le quedaba al psíquico se había esfumado con la muerte de Nixi.

La refriega de había convertido en un baile caótico de rostros, polvo, gritos, balas, sangre y objetos punzantes. Aquella situación había sobrepasado cualquier límite dentro de la lógica y ahora amigos y enemigos se confundían, pues nadie podía actua de forma cabal dentro de la más pura definición de locura...

Víctor siguió insistiendo con su bisturí en mano pero su rival esquivó con facilidad el par de embates para a continuación disparar desde su posición agachada¹. Un grito de júbilo salió de los labios de "El Cañas" mientras daba un paso atrás para admirar su obra y preparaba su arma para rematar a su víctima.

Chevrolet fue esta vez más eficaz que su compañero volando el pecho a Paco "el italiano" de un certero disparo que arrojó sus tripas sobre los que estaban más cerca, que sin embargo en el frenesí logró disparar una bala perdida que provocó un feo rasguño en el Conductor y lo derribó. Podría vivir con aquel recuerdo en su vida².

Vanesa asomó medio cuerpo al exterior tras romper rápidamente la ventanilla. Quiso neutralizar la amenaza que se cernía sobre Nora de un certero disparo pero en ese momento Doc Balas finalmente logró arrancar su vehículo y pisar a fondo por lo que hizo que fallase su disparo. No todo fue mal pues el idiota de "El Cañas" se había puesto inconscientemente en el puto medio y acabó volando por los aires para caer tendido al suelo. Si se hubiera tratado de un tiempo anterior alguien diría que aquel doctor había mandado el juramento hipocrático a la mierda, pero en aquel mundo de mierda y destrucción, de egoísmo en el que fácilmente se diezmaba un asentamiento por el poder bastante había logrado siendo la personificación de un manojo de nervios³. No se detuvo a admirar su obra pues estaba pisando a fondo en primera mientras el motor protestaba suplicando una marcha más. Iban derechos hacia el exterior donde confiaban en no encontrarse con nadie en la puerta.

Sólo quedaba un León cubierto de las vísceras de la víctima del Conductor, que había logrado derrotar a Nora, sin embargo lo que había visto fue junto con el estado de sus compañeros suficiente argumento para rendirse, pues yacían en el suelo, como mínimo inconscientes... Tal vez muertos.

—¡Vale! ¡Vosotros ganáis, me rindo! La chica está viva. —Gritó mientras extendía los brazos en alto—. No sé cuáles son vuestros planes, lo siento por lo de la ropa. No era nada personal en serio tíos. Seguíamos las órdenes del "Masca" Ya sabéis cómo se pone a veces la hostia.

Se había arrodillado sobre el agrietado asfalto, el cual estaba cubierto de tierra, polvo y sangre.

—Mira tíos, yo que vosotros me largaba, estáis a punto joder. El "Masca" ha movilizado a mucha gente para los cateos por lo que en la entrada sólo habrá dejado a un par. Vuestros amigos puede que lo tengan difícil, mientras que si vais todos...

¡Hostia puta! - exclamó Tony, tras ver como Victor agitaba el bisturi delante del Cañas, como si estuviese dirigiendo orquesta Baremboin, pero haciendo un daño nulo al hombre del Masca, el cual, con gesto de suficiencia disparó, y él si que fue certero... joder, la cosa se ponía muy jodida... y tampoco podía contar con Doc y Vanesa, que se iban, definitivamente... al menos se habían llevado por delante al maldito Cañas... solo quedaba León...

- ¡Mierda puta! - Exclamó Víctor en una de sus recurrentes maldiciones. 

Pero todo había salido bien. Notablemente bien al menos, pues la suerte había querido que de un plumazo dos de los mamarrachos que les habían amenazado con sus armas y les habían conminado a desnudarse. Tan solo quedaba uno de ellos con vida. El tal León ahora ponía excusas baratas y eso no le iba a salvar.

Víctor caminó hasta una de las víctimas y agarró su arma, comprobó que estaba cargada y se la pasó a Nora. Acto seguido agarró el arma del toro difunto, volvió a comprobarla y se acercó hasta León. Miró a aquel bastardo con desprecio y le apuntó a la sien. Justo entonces escupió al suelo.

- No me creo tus mierdas, amigo... - Y entonces... ¡BANG! - ¿A por el siguiente? - Les preguntó a Nora y a Tony. Y justo entonces se agachó a recoger el arma de León.

No quiso mirar atrás por el retrovisor. Se Había llevado a un tipo por delante. No era la primera vez que Doc se veía obligado a matar a alguien, la cosa es así, pero siempre era su última opción.  Se sentía a disgusto consigo mismo, apretó los dientes y continuó acelerando.

-¡Moved el culo, capullos! ¡Seguidnos! –esa era Vanesa, componiendo cara de psicópata, deformando sus bonitos rasgos, gritando a Tony y a Víctor.

Doc no tenía claro si arriesgarse a pisar a fondo el pedal de aceleración, o detenerse e intentar meterles un rollo a los dos guardias. Con la loca de Vanesa a saber qué resultaría de todo eso.

-¡Dale, cabrón, dale, Doc, por tus muertos, no pares! ¡Jajajajajaja! – Aullaba y reía la chica, poseída por la locura de la violencia.

-Esto es lo que te va, ¿no? Joder, puta loca de la carretera.

-Ya lo creo, Doc. Me pone a cien. Voy a reventarles la cabeza a esos gilipollas. Y luego cuando estemos a solas en la bonita noche, te follaré. ¡jajajaja! ¿Te mola el plan? –Vanesa le lanzó un beso coqueto y burlón al aire, le puso la mano izquierda en la entrepierna y apretó un instante- ¡jajajaja!

-¡Coño, tía!

Doc Balas no sabía qué hacer. Y se acercaban a la salida. Aminoró la marcha. No veía otra forma de escapar de allí que pararse, y decirles que los contagiados habían atacado a sus compañeros, que ellos se largaban y los tíos del Masca reclamaban su ayuda y … Y se encontró con el cañón de la pipa de Vanesa en la sien.- Si frenas ahora hijo de puta tus sesos van a saltar por toda la puta ranchera. Tú mismo, o ellos o tú. O tú y yo.

Doc tragó saliva. Mantuvo la velocidad, sin frenar más ni acelerar, sacó su propio revólver.- Vale. Dispárales. Sigo dándole gas. Y quita esa puta arma de mi cabeza.

Así que cuando se acercaron aumentó la velocidad mientras parecía que les daban el alto, Vanesa asomó por la ventanilla rota disparando como la loca que era. El Ángel conducía con los cinco sentidos al volante. Si no quedaba otra y debía hacerlo, también dispararía. 

BANG

No hubo piedad, en aquella venganza particular en la que estaban acompañando al Psíquico, no harían prisioneros. El cuerpo del ejecutado se desplomó pesadamente. Hacía apenas un rato eran un buen puñado, ahora sólo quedaban dos, los dos tipos y Nora.

Entonces la joven empezó a toser como si de repente volviese a nacer y recordase cómo iba todo el proceso de la respiración.

—Ahhhh, aggh —respiraba trabajosamente, vio que uno de los dos hizo ademán de acercarse pero se incorporó rápidamente como si buscase rechazar cualquier tipo de ayuda, era síntoma de debilidad. Entonces agradeció el arma que Victor le tendió.

—Vuestro amigo se ha dado el piro. Al menos el Masca no tendrá un ángel que le remiende. —Dijo mirando a los dos con dureza—. ¿Vamos para allá en el buga? Nos servirá como un buen ariete si hiciera falta. Seguro que tiene a la mayoría de sus hijos de puta fuera.

Entonces se sacó un estrafalario aparato mecánico, un walkie talkie bastante rudimentario pero que parecía funcionar y tras accionar el mismo susurró:

—Empezad ahora la operación KO, ¡movilizad a todos!