Partida Rol por web

Tan solo falta una semana para graduaros y la emoción os embriaga. Habéis pasado por duras pruebas y sufrido mucho para que llegue ese momento, el momento de vuestra graduación. Pronto seréis soldados del 13º Regimiento de Sozoman y entonces entraréis en combate orgullosos gritando el nombre de vuestro planeta, alabanzas al Emperador y a la sagrada Terra.
Mientras el traqueteo del transporte quimera os desplaza, hacéis bromas, planes de futuro y apostáis cuántos enemigos abatiréis en vuestra primera batalla. Hoy hacéis vuestra última ronda de reconocimiento por los montes de vuestro planeta natal, como siempre, sin novedad.

La polvareda levantada en el camino al paso del vehículo era consecuencia de la falta de lluvias en la estación en curso en aquella parte del planeta. Era verano, brillaba el sol y los campos estaban repletos de los amarillentos tallos cortados en la siega. El transporte Quimera avanzaba sin dificultad por el camino hacia la pista forestal que subía la ladera y se perdía en el interior del bosque. Las cadenas del transporte blindado detuvieron su avance a una señal del sargento. Bianchi detuvo el vehículo mientras el sargento escudriñaba por la escotilla superior, con medio cuerpo fuera, el motivo de la detención. 
Todos os preguntáis cuál será el motivo, pues nunca pasa nada en un planeta agrícola como Sozoman durante las patrullas, salvo algún cazador furtivo.

El sargento oteaba el exterior manteniendo el suspense cuando volvió a meter el cuerpo dentro del Quimera. Suspiró y dijo:

-Hay un animal muerto.. y por desgracia tendremos que informar.-el sargento se acercó al viejo transmisor del Quimera y envió el mensaje:

-Escuadra 7ª a base 13...nos detenmos momentaneamente, hemos avistado un animal muerto. Vamos a proceder a inspeccionarlo por si hubiera huellas de furtivos. Enviaremos informe preliminar en breve. Sargento Curce cierra.

Con la cara de pocos amigos el sargento señaló las órdenes de su escuadra:

-Kutznekova, necesito que le eches un vistazo al ciervo o la cierva o yo que sé que es... a ver si eres capaz de determinar la causa de la muerte. Ojalá no sean putos furtivos y nos podamos ir de aquí tranquilamente..  Molkov bajaras para cubrirla, Macmardiggan quedate oteando encima del vehículo cerca de la escotilla...Ivaz al bolter pesado ...el resto, Mallory, Brich, Grant tomaréis posiciones fuera cerca del vehículo. Ferdel te quedas dentro con Bianchi.

El sargento dio las órdenes rutinarias, se tomaba en serio su trabajo pero le jodía tener que montar* un dispositivo de combate por un animal.

- Entendido... - Respondió rápidamente a las órdenes que acababa de formular el sargento.

Grebda agarró su carabina y comprobó que estaba cargada. Entonces se situó en la posición en la que Curce le había situado. Aunque era una parada rutinaria para hacer algún tipo de comprobación, nunca se sabía que era a lo que iban a enfrentarse. Podía ser que no fuera nada, como también podían recibir un ataque en ese mismo momento.

Desde su posición elevada, Grenda tenía una buena visibilidad de todo el perímetro. De ella dependía ahora en gran medida la seguridad de todo el grupo. Un buen vigía era muy importante para evitar emboscadas. Y a ella solía dársele especialmente bien.

Estaba tranquilamente con el lanzallamas frontal, y tal como escucho las palabras del sargento Curce, "entendido, voy a la torreta" y me levanto de hacia la escotilla y tras abrirla, tomo el bolter pesado, no estaba del todo familiarizado con aquella arma, era otra arma sagrada, como el purificador prometium, aunque no estaba tan entrenada en su uso, prefería achicharrar a reventar las tripas o donde pillase de mis enemigos "si el problema es un animal muerto, eso lo soluciono ahora con el lanzallamas, así practicare para ir en contra de los enemigos del emperador, no creo que haga falta coger esta torreta"

Incomoda por el traqueteo del vehículo, Yulia dio un resoplido de alivio cuando este se detuvo -Si señor. Voy ahora mismo- Se colocó lo mejor que pudo el arma para que no le molestase al descender del blindado. Posó ambos pies en el suelo y lo miro recordando el barro que había tragado en las pruebas. Se acercó al cadaver que presumiblemente olería mal ¿No lo hacían todos los cuerpos en descomposición?
Poso una rodilla en el suelo mientras debía de dejar la carabina en el suelo para que no le molestase. Se puso unos guantes antes de tocar al animal para examinarlo -Lo primero es buscar heridas. Si veo alguna, me indicara la causa más probable-
Realizaba su trabajo hablando como siempre. Era una forma de mantenerse tranquila y no pensar en el apestoso olor de la muerte.

Molkov salió del vehículo respirando mejor. En el interior hacía una calor de mil demonios. Abrió la parte trasera y saltó fuera. Cayó con los dos pies en el suelo a la vez, levantando un poco de tierra muy fina. Su cuerpo estaba allí pero la mente estaba lejos, pensando en que destino les tocaría. En una semana estarían a años luz de este apestoso lugar, destripando mutantes en su camino sin precedentes hasta convertirse en generala de alguna división.

Se pasó el fusil hacia delante, cruzado sobre el estómago y con ambas manos sobre él.

-Vamos, quitemos ese bicho de en medio cuanto antes- le dice a su compañera mientras la acompaña sin demasiado entusiasmo, sólo es un condenado animal en el camino- este sargento es un emocionado, Julia por el amor del emperador no se ligas la corriente- Se había puesto en modo investigadora tomándoselo ella también muy en serio. Sin embargo Katarina pensaba que estaba destinada a cosas grandiosas.

Bajáis del vehículo dispuestas a reconocer al animal. A medida que os acercáis el mal olor que emana os hace pensar que la cierva lleva bastante tiempo muerta, pero un charco de sangre fresca en el suelo os indica que no es así. Ha sido cazada hace poco.

Os acercáis más hasta llegar a su lado donde podéis ver, por las mordeduras en el vientre y los intenstinos a medio comer, que ha sido un animal sin ningún tipo de duda. Los fluídos, heces y sangre son los causantes del mal olor y que comienzan a arremolinar moscas en torno a la cierva.  

Además te percatas de que la mordedura es grande, muy grande. De echo debe de ser un carnívoro del tamaño de un tigre, con dientes grandes, afilados y desiguales. Preparados para morder y desgarrar a su presa.

Por el tiempo que lleva muerta, es posible que el animal que ha matado a la cierva siga por aquí.

Veis como las dos soldados se acercan al animal. Primero lo examinan desde lejos y no es de extrañar, pues el mal olor comienza a llegaros a vosotros.

Después se acercan hasta ella, rodeándola, y señalando lo que sería el vientre del animal. Kutnekova incluso se agacha un momento para inspeccionarla más de cerca.

Grenda no vio nada raro en los alrededores. Esa era buena señal. Lo más probable era que aquel animal hubiera muerto de forma natural y que simplemente hubiera encontrado en ese lugar su último lugar de reposo.

Sin embargo, no podían fiarse tan a la ligera. El mundo en el que vivían, aunque fuera una colonia agrícola, estaba plagado de peligros. No quería ni pensar lo que les esperaba allí afuera.

- ¿Todo bien chicas? - Les preguntó a Katarina y Yulia desde su posición elevada en lo más alto del transporte.

Yulia toqueteaba al animal para examinarlo absorta en sus divagaciones -Hummm, no lleva mucho tiempo muerto. Ha sido cazado por algo... Algo...- Giró su rostro hacia Grenda. Yulia tenía sus ojos muy abiertos y el rostro se le había tornado blanquecino -Grande y no tiene que estar lejos. Somos su comida- Nerviosa, casi cae al suelo intentando recoger su arma -Sea lo que sea esa... Cosa. No creo que sea tan inteligente como para tendernos una trampa ¿Verdad?- Buscó el gatillo de su arma. Los guantes no le permitían la movilidad que le gustaría. Los tenía totalmente pegados a su sudada piel.
Con pasos cortos trató de volver en dirección al blindado, una buena capa de acero siempre era una buena protección y ella no era un soldado. Era una costurera, si, eso era ella salvo que en lugar de coser ropa, hacía puntos en la piel y remendaba heridas.
Una sonrisa nerviosa apareció en su rostro, tenía miedo.

ya estaba en la torreta con el bolter pesado, aburrida mirando para todos lados, llevaba nada ahí metida, por lo que no tenía motivo por el que estar así, aunque el cádaver del animal era lo único interesante que había visto en todo el tiempo que llevaba de patrulla, que no se acordaba de cuanto tiempo era, aunque las palabras sobre lo que ha matado a al animal me anima, "lo que ha matado a eso debe de ser peligroso, pero tenemos un maldito chimera, esto debería bastar para enfrentarnos a esa cosa, por lo que propongo su búsqueda" digo a mis compañeros desde la torreta.

Al sargento le faltaban datos para tomar una decisión coherente:

-Kutznekova, ¿no es normal que los depredadores se dediquen a cazar presas? ¿O quizás se refiere a un depredador que no debería estar aquí? Por favor, sea más precisa... si no son furtivos o algo extraño debemos seguir la patrulla, no quiero que nos amonesten el último día.

A los demás también los arengó:

-Todos los que estáis cubriendo que no os distraiga esta charla, no dejéis de cubrir ni de vigilar.

Laura accionó la palanca de freno y se recostó sobre el asiento mientras se inspeccionaba el bicho muerto.

-Me aburro, y cuando me aburro digo estupideces. Por ejemplo, ¿cuántos orcos son necesarios para cambiar un cargador?.- 

De nuevo el comunicador de vuestro casco restalla con la estática. Una voz apremiante y familiar os induce al orden y la calma.

-Aquí base 13, al habla Maddock.- Era vuestro capitán. Teniéndole a él al otro lado para dar instrucciones todo parecía ser más seguro. -¿Habéis identificado ya la amenaza?.

Kutznekova, ¿no es normal que los depredadores se dediquen a cazar presas? ¿O quizás se refiere a un depredador que no debería estar aquí? Por favor, sea más precisa

Ante las palabras del sargento y con la seguiridad de que alguien como el capitán Maddock está apoyándoos desde el otro lado, recuerdas la herida de la cierva muerta y recapacitas sobre lo que viste.

El animal atacó desde abajo, por lo que no puede ser de gran tamaño y desde luego no hay por la zona, ni siquiera en este continente, un depredador que tenga semejante radio de mordedura.

Katarina estaba con el fusil cruzado oteando los lados del camino mientras de reojo miraba lo que hacía Yulia, y cuando esta se volvió al vehículo ella fue detrás sin darle la espalda al flanco que no le protegía el acorazado Chimera.

-Pues a mí me gustan grandes- bromea con guiñito de ojo incluído, sobre el tamaño del animal que había matado al otro animal. Todo muy mundano. Palmea a su fiable fusil laser- que venga, verás como le hago un par de agujeros nuevos. Sargento es un puto animal muerto, ha sido cazado hace poco ¿Por quien? no ha dejado una tarjeta de visita- vacila Molkov. Es una soldado que sigue las órdenes pero siempre está demasiado relajada.

Si no hay nada raro, me meto la última en el transporte. Dándome en la cabeza con la parte superior de la entrada.

Bianchi saltó al oir el comunicador. Era malo dejar esperando a los oficiales

- Bianchi, señor: la sanitaria cree que el animal murió por acción de un gran depredador, señor. Sin trazas de furtivos, señor.

Repetía "señor" como si dijera "por favor".

-Aquí Base13...- Antes de proseguir os pareció oir un suspiro, pero no un suspiro de alivio, sino de paciencia. -Recluta Bianchi, ya hablamos sobre lo de hablar antes que el mando directo. Solamente en caso de emergencia puede ocupar el canal disponible para informar. Mientras tanto, debe dejar que su superior conteste.-