Partida Rol por web

Con la llegada de los primeros rayos de sol vuestro barco logró alcanza el poblado costero de Nendis. Sus gentes se encontraban apagando las luces de las calles y de las casas para descansar, siendo los elfos nocturnos criaturas que hacían honor a su nombre. Fuera lo que fuera que estuviese ocurriendo con las fuerzas de Lady Vashj no pareciera que nada hubiera llegado a oídos en aquella parte del territorio.

Ahora todo, todo debía arder.

Mapa: https://natilla.comunidadumbria.com/tableros/ver/636/0

Shae asomó para atacar cerca del barco, donde más cosas había que destruir quemar y matar.

ya habíamos llegado al pueblo, ahora solo quedaba arrasarlo, había unos cuantos habitantes, pero nada de lo que tenga que preocuparme, iba a limpiar mi honor con la sangre de los traidores

Por fin llegaron al pueblo, y Sildara sintió gran alivio al verlo desprevenido y a oscuras aún. Por el camino había tenido tiempo de imaginarse los peores escenarios, en los que alguien lograba adelantarse para avisar a los elfos y se encontraban al pueblo preparado y en pie de guerra. La quema de aquel lugar era la señal que daba comienzo a la invasión, la bandera que los demás debían seguir: en cierto sentido, todo dependía de lo que hicieran allí. Las llamas señalarían el camino al resto de Nagas, por lo que debían prender la mayor hoguera que aquella costa hubiese visto. 

Inspeccionó un poco el pueblo, y vio que sus compañeros parecían listos y con sed de sangre. En concreto Palzigun parecía ansioso por limpiar su honor en sangre, lo que haría que luchase con energías renovadas. Nadó hasta colocarse junto a Thespia y le dijo:

-Hidromántica, vayamos a por los barcos primero para que no escapen. Si rompéis a la vez que ataquemos la piedra contra una de las casas, les distraeremos y tendrán que luchar en dos frentes. 

La naga no dejaba de estar proxima a su princesa, por lo que permanecia a su lado, lista para embarcarse en cualquier accion que se necesitare.

Pronta estaba cuando es cucho las palabras de esta y sus musculos se tensaron, esperando seguir a la misma.

Pese a no haber sido detectados todavía nadie se hacía ilusiones, en cuanto asomasen comenzaría la batalla y no habría fin hasta que Nendis ardiese hasta sus cimientos o no quedasen nagas en pie. Con fuertes aletazos que la empujaron a la superficie Thespia lanzó la ahora quebradiza prisión del Barón Geddon contra la pared de una de las cabañas que, al poco, comenzó a arder.

los traidores ya sabían de nuestra presencia cerca de la ciudad, pero no nuestra posición exacta, "¿Ssshae, quieresss matar a uno de losss traidoresss o a esssa essspecie de alga con patasss*?" le pregunto, no sabía con quien empezar la matanza, pero quería saber a donde se iba la exploradora para evitar quedarme solo en mitad del combate.

El pueblo estaba listo para su destrucción, y sus compañeros entraron en batalla con sed de sangre élfica. Sildara surgió también a la superficie mientras la casa comenzaba a arder al ser liberado el elemental, y alzando sus cuatro brazos conjuró, trazando runas en el aire. 

-¡Ilda virnaden!

Un rayo de fuerza surgió de su mano, pero no iba dirigido a ningún elfo, sino al mástil del barco que tenía ante ella. Había podido observar durante el viaje que aquellos extraños ingenios llamados barcos se propulsaban gracias a las velas que pendían de los mástiles, por lo que romperlos debería dejarlos en el sitio.

- Conozco el crujir de traidores...

Y con esto lanzó su rayo purpúreo contra la elfa cercana.

Turno: 1 - Hasta 23:00 CEST 10/10

Palzigún aguardó la acción de Shae mientras uno de los árboles andantes se alejaba con su paso anadeante.

Sildara trató de recordar algo acerca de aquella planta de la superficie con movilidad y, pese a saber que algo había visto en la bibioteca, su mente no podía ir tan lejos cuando los barcos a destruir estaban tan cerca y sus hechizos hacían buena mella sobre su costado de madera.

Thespia por su parte miró fijamente a uno de los fuegos fatuos y gesticuló con su mano como si lo estuviese desmenuzando, para terror del rostro fantasmagórico de la criatura su existencia de fue desvaneciendo con un grito inaudible.

Shae actuó entonces, lanzando su rayo tractor sobre la elfa más próxima que salió disparada contra él para encontrarse con el terrible filo de Palzigun aguardándola.

Esto alertó a su compañera que rápido buscó el origen de la conmoción y liberó una flecha sin miramientos contra Thespia, errando el tiro ante aquella criatura que jamás había visto en su vida.

El treant rezagado pudo percatarse también y fue a enzarzarse en combate contra la armadura viviente de Palzigun sin encontrar cómo herirle por mucho que aporrease su caparazón.

Kalandri salió propulsada del agua y corrió a batirse en duelo contra la elfa que había disparado contra Thespia, previniendo así nuevos ataques de su parte contra la señora de Simazul

Los fuegos fatuos se acercaron hacia el fuego cual luciérnagar a una vela.

El Barón Geddon por fin se dejó ver en una forma que habría dado risa en cualquier otra situación. El terrible señor elemental del fuego apenas era una llamita miserable con rostro de pocos amigos.

Pese a los gritos iniciales por las llamas no hubo combatientes nuevos que les hicieran frente.

Mapa: https://natilla.comunidadumbria.com/tableros/ver/636/2

Kalandri utilizo la embestida a su favor y a pesar de ser un torpe movimiento, carente de certeza... fue un golpe lateral muy potente y con el esperaba sacar el alma a aquella desdichada criatura que se atrevía a intentar lastimar a su protegida. 

Al ejecutar su ataque, se dejo envolver por la gracia divina de su majestad a la cual servia (la reina), acudiendo con esto a su ayuda en aquel ataque a la osada elfa.

Sus compañeros ya luchaban contra los elfos, y el Barón Geddon había sido desatado. No tenía ninguna duda de que ganarían aquella batalla, pero su preocupación era otra. Debían asegurarse de que nadie escapara, ni siquiera una de esas llamitas extrañas que se movían como impulsadas por el viento. Y la forma más fácil de escapar era con los barcos, por lo que Sildara apuntó al mástil y conjuró de nuevo: 

-¡Ilda virnaden!

Otra explosión de fuerza se dirigió hacia el mástil del barco, tratando de inutilizarlo de una vez por todas.

habíamos pillado por sorpresa a los defensores, los cuales no parecián ser muy poderosos, "Essstosss insssensssatosss no ssseran un problema para nosssotrosss" le digo a Shae mientras ataco a uno de estos seres vegetales que ayudaban a los traidores.

La hidromántica estaba un poco preocupada, se habían separado mucho, cubriendo mucho más terreno del que deberían. Eso jugará en nuestra contra con el tiempo, así que lo primordial es seguir presionando lo más rápido posible.

Thespia se acercó a la puerta de la casa que tenía más cerca a la izquierda, y puso la palma contra ella, mientras con la otra tocaba la sinfonía secreta del Glifo Costudio. Entretegió la magia en la recia puerta de madera, dejando como rios de lava que sólo ella veía, hasta que todos los caminos confluyen en el centro de la misma.

Turno: 2 - Hasta 18:00 CEST 11/10

Los tajos de Palzigun cortaron ramas y corteza del árbol animado, el cual no pareció muy entusiasmado por ello.

Ante esto, el treant compañero volvió para encarar a los atacantes y aporrear con sus extremidades entrelazadas contra el pesado caparazón del mirmidón.

Sildara continuó con su ataque contra el navío, el cual iba quebrándose bajo las arremetidas de su magia pero a un ritmo que quizás le resultase demasiado lento.

Thespia por su parte depositó un símbolo cargado de poder en el suelo que al poco dejó de brillar para quedar escondido.

Shae se reposicionó y sometió al treant a cortes y machetazos salvajes.

La elfa gritó pidiendo ayuda y llamando a las armas pero tras una noche entera de actividad y con el Sol llamándoles a dormir los elfos parecían demasiado confundidos por el ataque como para responder de inmediato. Soltó su arco para desenvainar su sable sólo para golpear contra el brazo acorazado de la guardia real.

El treant rodeado sacudió también al mirmidón con todas sus fuerzas, devolviéndole el favor por los tajos de antes.

Kalandri lanzó su terrible ataque pero el martillo era demasiado lento y la elfa pudo esquivarlo, rodando por el suelo.

Los fuegos fatuos trataron de ayudar, uno volcándose en prevenir que las llamas se estendiesen y otro inmolándose contra Thespia y su símbolo. Para gran frustración de la Hidromántica su sello quedó borrado y el estallido de aquel ser también parecía absorber de su propia esencia mágica, tratando de eliminarla.

El Barón Geddon seguía siendo canijo pese a que poco a poco iba cobrando tamaño. Libre para destruir a sus captores bendijo a sus libertadores con la magia primigenia del fuego. Todos sintieron un ardor en su interior, la llama del poder que todo lo consumía.

Mapa: https://natilla.comunidadumbria.com/tableros/ver/636/3

Aquel maldito barco parecía más resistente que las rocas abisales, pero Sildara no cejó en su empeño. No iba a permitir que volviesen a escaparse, y era entonces, cuando aún los elfos estaban confusos, cuando había que eliminar la amenaza de que huyeran. Veía que sus compañeros luchaban sin problemas contra la escoria elfa, sin recibir ningún daño, por lo que no parecían necesitar su ayuda. 

Además, había sentido otra cosa, una llama en su interior, un fuego primigenio que ardía en las puntas de los dedos. Miró hacia el pequeño elemental, y supo que había insuflado parte de su conexión con el elemento en su interior. Ahora era el momento perfecto para seguir atacando, así que conjuró una vez más. 

-¡Gracias, elemental! ¡Ilda virnaden!

Su explosión de fuerza se vio esa vez acompañada de una llamarada que lamió la madera del navío.