Partida Rol por web

Quedó pensativo durante unos instantes. "Primer cambio", "ropa hecha jirones"... aunque el verdadero significado de lo primero se le escapaba, desde luego que había experimentado lo segundo, pero no tenía claro el motivo. Al final sonrió de oreja a oreja y se encogió de hombros.

—Bueno, la verdad es que no soy muy amigo de la poli —indicó, asegurando que pocas intenciones tenía de llamarles—. Cambiar a voluntad, ¿eh? Hmm...

Se giró hacia Cristine.

—¡Eh, tú, la naturista! ¿Por qué te estás despelotando? —su deje le hacía parecer un presentador de programa de televisión en los que los participantes debían de responder cuestiones complicadas.

Escucha las palabras de Cassandra con los brazos en jarras, aparentemente cómoda con su semidesnudez, aunque se preguntaba porqué los demás no lo hacían. Cuando recibió la sitio reprimenda del respeto puso cara de circunstancias, miro al cielo, a la luna y trago saliva. Ella estaba convencida de que en cuanto la luz de la luna la tocará, se convertiría en esa cosa de garras y pelo rojizo, pero los demás parecían muy tranquilos.

Se siente un tanto avergonzada y vuelve a ponerse la camiseta, aunque no las zapatillas. Con sus ojos parece pedir una disculpa a Cassandra mientras se desordena el pelo con un gesto nervioso.

-Eh... perdón...yo...si a ver...¿Soy la única a la que le ha pasado? Es decir... joder tuve que volver a casa desnuda...menos mal que un amigo me recogió en coche en la calle ¿Sabéis? Me gustaría que está vez no pasara esa mierda porque por mucha gente que seamos aquí, prefiero desnudarme con vosotros que salir en las noticias. ¿En serio que no os ha pasado a vosotros también? 

Al ver que Cassandra detiene, yo me paro acto seguido. Cambiar...Ropa hecha jirones...Al escuchar las palabras de Cassandra me hizo recordar aquella noche que me desperté en casa de mi amigo y no recordaba nada. Lo único que me dijo es que me encontró desnudo.

Echo la vista hacia atrás para oír lo que dicen los demás, vuelvo la vista al frente, Es cierto que si me transformo con la ropa la destrozaré. Bueno no creo que importe, por lo que veo no parezco ser el único.

Me agacho para desabrocharme las botas, me levanto y me quito la chaqueta vaquera y la camiseta, dejando mi torso desnudo al aire mostrando así un tatuaje en el brazo y una cicatriz en el mismo antebrazo, y arrojo la camiseta a un lado. Me quito las botas pisándome el talón con la punta de la otra bota lo justo como para que saliera y hago lo mismo con la otra bota, me agacho a quitarme los calcetines, me empiezo quitar el cinturón, desabrocho el botón del pantalón y me los bajo, quedándome en boxer y apartando el pantal´n junto con el resto de la ropa.

Miro a Cassandra, vuelvo la mirada en el grupo fijándome que soy el único que esta en calzoncillos. Bueno, ¿cuándo empezamos? retomo la mirada al frente, esperando la respuesta de Cassandra

Mira con una ceja levantada al joven que le preguntó por el idioma, especialmente a ver como empieza a deshacerse d ela ropa y quedarse en ropa interior. 

Entonces, a su mente vienen ciertos recuerdos y comienza a reír.

- Sois únicos... - Volvió a reír - He dicho que no era necesario, pero si te encuentras más cómodo... Tu mismo...

Lo echaba de menos, aunque no quisiera reconocerlo, echaba de menos regresar junto a su familia por muy complicado que fuera todo... 

Cachorrito miró a la chica de la camiseta y frunció el ceño cuando dijo lo de las ropas, y casi flipa cuando el otro chico se puso a desvestirse. Los miró a ambos y tomó aire, el que dejó escapar en un suspiro - Ehhh ¿Sabeis que podeis transformaros a voluntad, no? - dijo y luego volvió a mirarlos - No, creo que no os lo han dicho.

Un tiparraco ancho, con ropas sucias y ensangrentado aparece de repente... no habéis escuchado sus pasos hasta que lo habéis tenido apenas a tres metros de vosotros.

- Venga, espabilando el paso joder... - da un cabeceo en la dirección en la que ya os dirigíais, en 20 metros o menos llegaréis a un claro mucho más alto sobre el que algunos árboles antiguos forman una especie de cúpula con sus ramas

Al oír las palabras de Cassandra y el otro chico, la cara se me empezó a poner de color rojiza por la vergenza.

Giro la cabeza hacia un lado para evitar que vieran la cara. y una vez que me controlé un poco me giré hacia el muchacho que había hablado, fijo mi mirada en él. Yo aún no se transformarme a voluntad y prefiero prevenir que curar.

Voy hasta donde esta mi ropa y la recojo para no dejarla por ahí tirada y la llevo conmigo

Sonríe al ver aparecer al hombre y le hace una ligera reverencia con la cabeza para después mirar al resto.

- Ya lo habéis oído, tirando... 

Al ver aparecer de la nada a un tío bastante grande se me extremecieron los músculos. Como puede ser que no lo hayamos oído acercarse, si este tío es enorme...

Me fijo que nos indica una dirección vuelvo en mi, pongo cara sería y hago un gento de aceptación al tío para hacerle sabe que lo había entendido.

Al llegar al lugar empiezo a fijarme en lo grandes que son los árboles, observo el lugar y parece un buen sitio para un enfrentamiento ¿Será aquí donde nos pondrán a prueba?

La llegada del hombre barbudo lo puso bastante menos nervioso de lo que esperaba, vale, había aparecido "de la nada" y llevaba sangre en la ropa, pero él había jugado con cachorros de lobo y caminado a respetuosa distancia de sus padres, sabía reconocer cuando lo amenazaban y esto no era una amenaza.

La reverencia de Cass le dijo que le debía respeto, y por tanto la imitó antes de sonreir y comenzar a trotar en la dirección indicada, un trote corto ya que el destino estaba mucho más cerca de lo que esperaba. La cúpula de árboles le daba un aire místico al lugar, lo cual no le extrañó demasiado dada la firmación de Cass de que allí había espíritus.

En el centro del claro espera un lobo (loba, en realidad, para los más observadores) con porte orgulloso, su mirada no deja de ser salvaje y la luna se refleja en sus ojos bailando de forma peligrosa, pero todos tenéis claro que hay inteligencia ¿humana? en ellos.

Su presencia inspira algo intenso ¿miedo?¿respeto?¿una mezcla de todo ello?. Su pelaje, especialmente en las patas delanteras, esta roto por multitud de cicatrices de batalla. Algunas se intuyen zarpazos, otras mordiscos e incluso punzadas más profundas en el lomo os parecen puñaladas... para los que tengáis conocimientos básicos en medicina (o veterinaria ;P)

En las sombras del claro se ocultan otras figuras en segundo plano, humanas en su mayoría. No estáis solos allí... os inquieta y a la vez algo en vuestro interior hace que os sintáis "en casa". 

Se hace a un lado, quedándose en un lugar algo apartado mientras deja que los cachorros tomen posiciones. De momento, su trabajo ha terminado... 

Boris estaba aburrido. No parecían llegar, las preguntas no tenían respuesta, y las respuestas no significaban nada para él.

La policía le había echo un montonero de preguntas, y luego aquel viejo. Su madre parecía del todo tranquila, pero qué demonios, lo había abandonado prácticamente toda su vida. Su opinión se la podía meter por el culo.

La mente del muchacho iba fluctuando entre pensamientos y rabia, hasta darse cuenta de dónde estaba, y ver a la gente haciendo el cafre, para luego volver irremediablemente a sentirse frustrado de nuevo.

Él se había quitado las zapas para ir como la tiparraca aquella. Pero doña misteriosa, ya podía haber explicado media docena de cosas. Pero según ella, no era la maestra, sino la conductora del bus.

Así que resoplo cuando noto al tipo pasar a un metro de él diciendo prácticamente que lo siguieran.
Tenia claro que tenia que pasar por aquello, su corazón se lo decía, pero si fuera solo por su cabeza…alguien se habría llevado un sopapo ya. Porque estaba tenso como una cometa. 

Echo a andar, a ver si de una puta vez alguien le explicaba de qué cojones estaban hablando.

La sorpresa de ver un lobo en mitad del bosque y que nadie se inmutara lo dejo fuera de lugar. Qué cojones era todo aquello. Rompe con su actitud de chico dolido para sorprenderse acercándose ha la figura peluda del centro del claro.

Observa las marcas, ese animal había pasado malos momentos, pero estaba allí, orgulloso, como en los cuentos medievales, la representación del honor.

Sé para a unos cuentos metros, y empieza a caminar en círculos hacia la derecha del animal. Con la única intención de dejar hueco para el resto de los chavales. Esperaba ansioso a que alguien explicara algo. 

Sonrió al entrar en el claro, miró alrededor y finalmente a la loba, el tirón de la luna, aún cubierta por la cúpula, se dejaba sentir y todo en él le decía que estaba en casa.

Se arrodilló en un punto del claro frente a la loba, a una distancia respetuosa e inclinó la cabeza en señal de sumisión. Luego de esperar un momento se sentó con las piernas cruzadas, y como un niño que se prepara para escuchar su cuento antes de dormir volvio a mirar al frente, expectante.

Una mujer que camina descalza va recorriendo el lugar, caminando en silencio entre vosotros. Se queda mirando a unos y a otros como si pudiera ver más allá. Susurra para si misma... algunos empezáis a tener esos escalofríos por la espalda, esos que hacen pensar a uno que no está solo cuando supuestamente si lo está. 

Una energía mística llena el claro, algo que todavía no sabéis reconocer... los espíritus que todavía no habéis llegado a aprender a sentir. 

A aquellos que ya conocen su tribu y auspicio, no les dice absolutamente nada, a los que lo ignoran... le posa una mano en el hombro y se acerca a susurrarles algunas palabras que quizá todavía no comprendan*

Está muy atento al desarrollo de la tarea de Alma Errante. Casi parece un tipo serio y formal hasta que la mujer termina con su tarea. Hierro Frío, que está en pie junto a Aulla las Tormentas, le da un codazo para llamar su atención 

- Mira ahí están mis chicos... - susurra a su compañera, mientras sonríe y saluda con la manita a Porter y Samantha - ya vienen con cara de hijos de puta, qué potencial... 

Dio un paso al frente tras escuchar y dejar hacer a los ancianos del túmulo y habló de nuevo.

- ¿Recordáis cuando os dije lo de ser respetuosos? Una de las primeras cosas más respetuosas que podemos hacer es presentarnos formalmente... Cristinne, Hierro Frío os ha comunicado algo que vuestras almas ya conocían pero que habían olvidado... Permitirme ser la primera en presentarme... Soy Cassandra Karagounis, Devora-Hombres, Theurge de las Furias Negras, Fostern de la Comuna Pireo. - Miró y continuó hablando - Cassandra Karagounis es el nombre que mis madres me dieron, Theurge es por la cara de Selene que me vio nacer, Furias Negras es la tribu a la que pertenezco, Fortern es mi graduación dentro de la Nación Garou, Comuna Pireo es a donde pertenezco y... - Ahora venía la parte más divertida - Devora-Hombres es mi nombre espiritual, aquel que me fue otorgado tras mi Rito de Iniciación... - Mantuvo unos minutos de silencio - Quizás los vuestros aún no sean tan largos, pero pronto lo serán... Ahora, ¿quién sigue?

Alexis respiró profundo, al mal trago darle prisa dicen y su timidez le pedía no hablar, así que se paró para contradecirla. Una vez en pie no había marcha atras, y como no podía hablar mirando a todos se centró en su prima - Soy Alexis Karagounis, Cachorrito, - pareció sonreir - Ahroun de las Furias Negras... hasta que los Hijos de Gaia me adopten. No tengo rango ni pertenezco a ninguna comuna, al menos que yo sepa. - parecía haber un dejo de amargura en sus últimas palabras, pero era difícil saberlo. Tan pronto como terminó de hablar volvió a sentarse.

Una panda de tres cachorros de lobo entran al claro armando jaleo de gruñidos entre juegos directos a por la loba que permanece en el centro y rápidamente se enganchan a beber leche. Uno de ellos que clava colmillo en su madre en el fragor de la pelea por la mejor teta se lleva un buen gruñido de su madre, mordisco de advertencia incluído y arma un jaleo tremendo como si le estuvieran matando. No hay sangre por ningún lado... todo cuento. 

A ningún adulto presente le está pareciendo mal lo que ocurre, los cachorros....cachorros son y se les consiente casi todo, hasta cierta edad. 

Mira tiernamente a los cachorros, hasta que uno le olisquea los pies y ella estira la mano para que la olisque hasta que finalmente el cachorro se deja tomar y Cassandra lo toma en brazos, acurrucándose mientras este se calma. Los movimientos y gestos de Cassandra son maternales y el cachorro parece estar cómodo en brazos de otra madre.

No pasa desapercibida cierta mirada de añoranza en los ojos de la tatuada