Partida Rol por web

La mención de la Letanía sonó a lección muy importante. En menos de un suspiro, la loba gris en la que estaba transformada tomó asiento siendo una parte del circulo pedido por Cassandra. Poco después, abandonó la forma Lupus volviendo a ser humana, quedando sentada, desnuda y atenta a todo lo que Cassandra quisiera explicar sobre las leyes Garou.

El lobo blanco observo como Brenda se marchaba y la dejo ir, para luego acercarse al centro y buscar un hueco donde no molestara.

Se sentó y observo con sus ojos lupinos a Cassandra. Letania, Ley, sonaba a tostón del que había de coger apuntes, pero no les habían echo traer nada para escribir, a sí que seria mejor que prestara atención.

Seguro que eso caía luego en el examen. 

Suspiró y su expresión cambió a una mucho más seria y formal, se notaba que lo que iba a explicar ahora era algo serio y profundo, algo que merecía respeto.

- Las leyes del Pueblo son antiguas. Sus tradiciones varían de Tribu a Tribu, pero todas debemos recordar y mantener un código de leyes central que llamamos La Letanía. En su forma completa, es tanto un poema épico como un código legal. Recitarla por completo puede llevar horas.... - Miró a los cachorros - ¿Entendéis por qué os dije que os pusierais cómodas? - Unos segundos de mirada seria para después sonreír ligeramente - No os preocupéis, intentaré reducir esas horas... Ahora bien,  cuatro veces al año, los garou de la Tribu Fianna se reúnen en su Patria Tribal para hacerlo. - Miró a Cristine y sonrió - Realmente, sólo las más grandes eruditas llegan a conocer la Letanía al completo, el resto la aprendemos en forma de trece preceptos básicos. Que son los que os enseñaré yo en esta noche.

Miró a su alrededor y sentó en un tocón algo más elevado, cruzando las piernas en posición de loto. 

- El primer precepto es Un garou no se apareará con otro garou. - Les miró con una maliciosa sonrisa - Si, vuestras hormonas están ahora revolucionadas, lo sabemos pero la ley dictamina que los garou deberían aparearse únicamente con hombres o mujeres y con lobos. La ley prohíbe la creación de Metis por la deformidad y locura que anidan en los retorcidos hijos de parejas Garou... Y aún así, ¿cuál es la realidad? La realidad es que cada año nacen más Metis. Los Garou modernos a menudo dicen que los prejuicios contra los Metis son una forma de pensar primitiva y estúpida. Los Homínidos son cada vez más proclives a crear Metis, gracias a que los ideales modernos suelen acentuar el romance en las relaciones, sustituyendo la antigua costumbre de los matrimonios concertados para obtener ventajas políticas. - Ahora su mirada se dirigió a las hembras - Ahora quiero que os imaginéis algo... Los Metis nacen en su forma crinos y vosotras tendréis que parirlos así... Los últimos meses de embarazo tendréis que pasarlos en forma crinos, alejadas de toda la sociedad mortal, escondiéndoos en un Túmulo y cuando llegué la hora del parto, ese metis crinos saldrá de vuestro interior, desgarrándoos para aullar a la Madre... Pasará cerca de 8 años en su forma crinos, por lo que no podrá ser criado en la sociedad mortal... - Suspiró y miró al resto, esperando alguna respuesta o reacción. 

Tras unos instantes en donde esperó por si alguien deseaba aportar algo, continuó. 

- El siguiente precepto se basa en que combatiréis al Wyrm allá donde more y críe. El Wyrm es una fuente de mal en el mundo. Gaia nos creó  para protegerla y el Wyrm es su mayor enemigo, y por tanto el nuestro. La manera más rápida para que un hombre lobo sea respetado es probarse a sí mismo en batalla contra los sirvientes del Wyrm. Si cualquier Garou desatiende su deber, el Apocalipsis se acercará aún más a su estallido definitivo. Esa es la ley, ahora bien la realidad nos dice que éstos son los Días Finales. O eso dicen los Ancianos. El Wyrm es demasiado fuerte para matarlo e, incluso si esto fuera posible, muchos sospechan que sólo retrasaría lo inevitable... Pocos quieren aceptar que el Apocalipsis ha empezado, ya que eso significaría sacrificar las ambiciones personales para aceptar la dolorosa verdad... 

Volvió a mirarles, por si tenían alguna nueva pregunta. 

- El tercer precepto es que respetaréis el territorio de otros. Cuando os acerquéis al territorio de otro, deberéis anunciaros en primer lugar y pedir permiso para entrar. El método tradicional conlleva el Aullido de Presentación, que y habéis practicado y asimilado. Además de estas precauciones, deberíais marcar vuestro territorio, bien con vuestro olor o bien con signos grabados con vuestras garras para mantener la paz con otros Garou. La realidad es que a medida que la población humana continúa creciendo en el mundo, que aulléis y orinéis en los árboles para marcar el territorio se vuelve poco práctico, ¿no creéis? - Dijo con una sonrisa - En los Túmulos urbanos, algunos garou hábiles con la tecnología, como los Moradores del Cristal - Miró a Adam con asentimiento -  Prefieren los correos electrónicos, las llamadas de teléfono y los mensajes de texto, y otros utilizan aplicaciones que funcionan con sistemas de GPS para vigilar sus territorios electrónicamente.

Volvió a dejar un tiempo para posibles preguntas y tras ello continuó de nuevo.

- El cuarto es aceptaréis una rendición honorable. Un pueblo guerrero, como el nuestro, normalmente zanja sus problemas con sangre. Los Garou tenemos una tradición de duelos, acentuando el juicio por ordalía y combate singular. Muchos hombres lobo han perdido sus vidas por prácticas demasiado entusiastas como éstas; pueden haber muerto de manera honorable, pero sus pérdidas se sienten igualmente. Tradicionalmente, un hombre lobo atacado por otro Garou puede acabar un duelo de manera pacífica al exponer su garganta. - Les mostró el gesto para después proceder a seguir hablando - El perdedor no debería sufrir una pérdida de reputación o Renombre al hacerlo, pero un Garou victorioso debería de ser honrado por su misericordia. Teóricamente, cualquier Garou que participe en un duelo está ligado por su honor a aceptar una rendición. - Les miró para observar sus reacciones y continuó hablando - La realidad es que en la práctica, los hombres lobo pacíficos invocan esta ley libremente, pero algunos son mucho más selectivos. Después de todo, en el calor de la batalla cualquier cosa puede suceder. Incluso los hombres lobo más salvajes y violentos luchan para obedecer la ley, pero cuando la sangre comienza a fluir, los instintos superan la razón. Algunos guerreros son infames por pasar por alto “accidentalmente” la rendición y hundir sus colmillos en una garganta expuesta.

Esperó de nuevo por preguntas. 

El lobo viró el rostro lo suficiente como para ponerse las botas haciéndose con todos los detalles del cuerpo desnudo de Tsintah; una pena que no viera tan bien como en forma humana y no se pudiera quedar con hasta el último lunar pero... le parecía un precio razonable que pagar a cambio de mantener "el perfil bajo".

Claro que, cuando llegó la primera parte de la Letanía desvió su vista de golpe y porrazo hacia Cassandra, sabiendo que había estado haciendo "algo malo". Igualmente se comportó como queriendo hacer que no había pasado nada.

Llegada la mención de los Moradores, el lupus exhaló un pequeño sonido gutural, dando a entender que se había dado por aludido. «Voy a tener que investigar sobre ese tema...», reflexionó.

Continuó prestando atención.

El lobo blanco se removió inquieto durante todo el cuarto precepto. Y finalmente aulló, dos aullidos cortos que en lupino se entendieron bien.

- Porque.- y - Lobo contra lobo.-

En la cabeza de Boris ni siquiera cabía esa posibilidad. Era pocos, tenían enemigos “mágicos”, les costaba moverse por las zonas de los demás, eso podía entenderlo, porque siempre había mucho amigo de lo ajeno, y mucho tío chungo con eso de “no me pises lo sembrado”, pero porque iban los Garous a pelearse entre ellos.

Que puto sentido tenia reunirse en tribus, y luego mezclarlas, una ley común, y una lucha contra la “maldad” generalizada, para luego pegarse entre ellos.

Era quizás, una de las cosas más absurdas que había escuchado. Porque podía imaginarse desatado repartiendo mamporros a diestro y siniestro, pero miraba a su alrededor, no se imaginaba pegándose con nadie, ni con Adam, que por muy boca chancla que fuera, era de los “suyos”.

No, no tenia sentido. 

Si había leyes era por que eran transgredidas con mas frecuencia de la que les gustaría admitir. 

-Duelos... ordalias....- Dijo Rafael mientras pensaba: " el cenit del sistema judicial... ". - ¿Así que es la ley del mas fuerte? Si molestas al mas fuerte o al mas popular, te subiran a una palestra para vapulearte y si les place matarte?-   No podía comprender el sistema de duelos donde se permitía aquello.

-Entiendo que nuestra moralidad no tiene que ser la de los humanos, no lo somos, comprendo que nuestro mundo es diferente y que nos vamos a ver en situaciones en que un humano no debería verse jamás, sé que el mundo ni puede ser ni será justo, jamás. Pero para un pueblo moribundo como el nuestro... ¿Cómo se puede considerar y menos tolerar semejante cosa? - Parecía bastante horrorizado ante la idea e ese sistema de juicios por combate. La decepción estaba en sus ojos. Llevaba tiempo queriendo saber sobre cómo se organizaban entre tribus, ahora que le habían dado ese dato entendía por que no se lo habían dicho antes.
Negó con la cabeza en abierto rechazo por primera vez. Mientras iba un paso mas allá y recordaba las enemistades entre tribus. Con un sistema como ese, normal que las viejas rencillas perduraran, eran humillaciones, vapuleos y asesinatos como se resolvían las cosas cuando se hacía por lo legal, a saber cómo sería cuando no era por lo legal. Por que estaba seguro que los aristocratas colmillos plateados usarían su "aristocracia" para manipular el sistema, como cualquiera con influencia, para subir a la palestra a quien consideraran molesto. Y perdonarían los deslices que a ellos le parecieran bien. Por tanto los que no gozaban del control del sistema no recurrirían a él pues solo les serviría paar acabar muertos para entretenimiento de sus enemigos.
- Ayudame a entender esto, por favor. Por que estoy muy lejos de entenderlo. - Dijo Rafael a Cassandra. "O muy cerca de entender otras cosas" Pensó para si mismo.

El puto cuento de que eran los buenos y los defensores de algo cada vez era mas difícil de tragar. Heroes había dicho Porter, salvajes que se mataban unos a otros y odiaban por todo lo que se habían hecho a lo largo de siglos, pensaba ahora Rafael.

- No es tan raro de entender... ¿Conocéis acerca de las peleas en las manadas por el liderazgo, no? Por ser el lobo o loba alfa de una manada, ¿verdad? Pues esto es lo mismo pero para nuestra nación... Cuando seres tan pasionales como nosotras pasan mucho tiempo juntos las rencillas serán lo habitual, especialmente por el liderazgo de una manada. Aunque, como ahora iréis sabiendo hay momentos para todo... 

Volvió a mirarles.

- ¿Alguna pregunta más o continuamos? 

Allí estaba, sentada y con las piernas cruzadas, rodeada de lobos, de la desnudez consustancial de Tsintah y la voz ceremoniosa de Cassandra. Tenía una respuesta para la pregunta de Boris, como tenía cuestiones profundas para los preceptos que Cassandra enumeraba. Por otra parte, sabía que no estaba en un concilio de Philodox, así que me limité a las preguntas más prácticas. Levanté la mano cuando la Furia Negra hubo respondido a Boris.

—¿Las relaciones homosexuales están permitidas?

—¿Cómo reconocemos al Wyrm más sutil?

—¿Cómo sabemos si estamos en Territorio ajeno?

—¿Cómo controlamos nuestra Rabia en una Rendición Honorable?

En cuanto se empezó a hablar de la Letanía... el Ragabash no tardó en aparecer, no se lo iba a perder por nada del mundo. 

Miró a la Hija de Gaia y sonrió de medio lado.

- ¿Por qué no iban a estar permitidas? Éstas no generan Metis, ¿correcto? Una de las funciones para con Gaia es traer más guerreras y guerreros a este mundo para eliminar y exterminar a los secuaces del Wyrm... Así pues, mientras traigáis descendencia no Metis podéis yacer con quien queráis... 

Se quedó pensativa tras su siguiente pregunta.

- Algunas de las nuestras pueden rastrear y sentir al Wyrm, en otras ocasiones su hedor será tan fuerte que no os pasará desapercibido y en otras, tendréis que investigar y descubrirlo... 

Esperó y volvió a contestar.

- ¿Cómo lo sabréis? Fijaros en las marcas sutiles, en los aromas... Aprenderéis a reconocerlas y entonces reconoceréis los territorios. 

Cuando preguntó por la rabia tardó unos segundos en responder.

- La rabia es nuestra naturaleza, no se trata de controlar vuestra rabia, sino de controlar vuestra naturaleza pues esa misma rabia podría salvaros la vida en más de una ocasión... No la temáis, hacerla vuestra y sabréis manejarla... 

Miró a Hierro Frío y le dedicó una ligera sonrisa.

- ¿Algo que añadir?

- ¿No está bien vista la marcha atrás, maestra? - su sonrisa burlona danzaba en sus labios intermitente, asomando tan solo junto a las palabras apropiadas - Por que... no todo es homosexualidad, cachorra, nuestro impulso primario es muy... intenso a veces... ¿no? Un compañero de manada... dándose un bañito en el lago después de un entrenamiento... o antes del bañito bien sudado que se yo. 

- El problema es cuando el instinto es tal que ni la marcha atrás controláis... Las que tenemos que parirlos somos nosotras...

- Ahhh ya sé, los machitos somos los malos... ¿es violación entonces? ¿no ponéis nada de vuestra parte? Los hijos solo son vuestros... el problema con los instintos es solo nuestro... ¿así funciona, no? 

Mira aleccionador a los cachorros

- Aprendan, chicos, así es la cosa....

- No tergiverses mis palabras Alfredo. Si quieres incitarlos a romper la Letanía, tu mismo pero después no cargues sobre mis hombros la responsabilidad... 

Una mirada fría y seria. 

- Ah, ¿Yo les estoy incitando chicos a correrse dentro? Yo no... yo eso nunca lo haría... 

Sonríe a Devora-Hombres

- ¿Tu dejarías que eso ocurriera? - pregunta a Cassandra con malicia - ¿o dirías que alguien te incitó? ¿es mejor así? ¿o que te dijo "sigue sigue que yo te aviso" y no avisó? ¿dirías que no conocías los riesgos? descarga de responsabilidad... después de disfrutar como una perra

- Qué te jodan Alfredo. Tu no tienes ni puta idea de la responsabilidad que es, tu no eres un jodido hombre, eres un puto desperdicio...

Se levantó, claramente de muy mala hostia. No parecía afectada por nada relacionado con temas feministas, sino por las formas del Ragabash de tratar aquel tema. 

Se alejó del lugar. 

- ¡No quieras librarte de tus responsabilidades Cassandra! No has terminado aquí - le recordó, mucho menos amable - así que vuelve y continúa - autoritario

No salió tras ella, no dio un solo paso. 

A lo largo del intercambio Adam mantuvo la cabeza y las orejas alzadas, sorprendido por lo que estaba ocurriendo entre Cassandra y Alfredo. «Joder, no sé si de veras piensa lo que dice o solo la está buscando... pero wow, a este paso alguien le va a arrancar la cabeza a alguien. Igual vemos un duelo de esos antes de lo esperado», pensó.

Al poco regresó, sus ojos estaban rojos, seguramente de haber llorado aunque nadie había escuchado nada, quizás se había ido hasta la Umbra, buscando un lugar en donde relajarse.

Cuando regresó, se sentó de nuevo, sin mirar siquiera a Alfreso.

- El siguiente punto es os someteréis a aquellos de mayor posición... - Si había vuelto y no había actuado contra aquel macho era, muy probablemente, por aquel principio - Como los lobos con quienes podemos aparearnos, los garou mantenemos una sociedad estrictamente jerarquizada. Dado que la manada o el clan no son una familia auténtica, la jerarquía de alfa y señor se vuelve necesaria. Los conceptos de Renombre y Rango son fundamentales en la sociedad Garou. Un hombre lobo siempre debe honrar las peticiones razonables de un Garou de mayor Rango... - Suspiró con resignación - La realidad es que nuestros lazos están debilitados y los ancianos no han ayudado a reforzar esta norma entre los jóvenes... Demasiados Ancianos no entienden o no pueden hacer frente al mundo humano. Cada Tribu tiene su propia cultura y no todas ellas creen en reverenciar a tiranos o complacer a alfas egoístas solamente porque tengan largos linajes. Un hombre lobo generalmente honrará a los Ancianos de su Tribu, pero hay diversas opiniones en lo que respecta a aquéllos con alto Rango de otras Tribus.

Se detuvo, esperando alguna aportación para después continuar, aunque se notaba que estaba hastiada. 

- El sexto nos dice que dejaréis la primera parte de la presa para el de mayor posición. La conocida como “cláusula de la matanza” se aplicaba originalmente a la cacería, pero también tiene una larga tradición de ser invocada con respecto a los botines de guerra. En teoría, el Garou de mayor Renombre tiene derecho sobre los Fetiches más poderosos o cualquier otro objeto valioso que encuentren sus compañeros de manada. - Tomó aire de nuevo - La realidad es que la mentalidad de manada puede ser un instinto fuerte, pero no todos piensan igual. De nuevo, los conceptos modernos de filosofía democrática e igualitaria tienden a interponerse. Sólo los Garou más fuertes o más dignos de confianza pueden invocar repetidamente este mandato en su beneficio, e incluso esto puede tensar los vínculos de la manada.

Una ligera sonrisa se dibujó cuando fue a hablar del siguiente precepto.

- El octavo precepto nos dice que no comeremos la carne de los humanos... - Sonrió tras la ¿broma? de su nombre - Sorprendentemente, este mandato no surgió de la compasión, sino de un concepto más práctico. No mucho después del Concordato, los místicos Contemplaestrellas se percataron de que muchos hombres lobo habían desarrollado demasiado el gusto por devorar carne humana. Estos caníbales se volvieron vulnerables a la corrupción del Wyrm. Los Ancianos que engordaron con carne humana también se hicieron demasiado débiles para acechar y matar presas más desafiantes, como los espíritus del Wyrm que deberían haber estado cazando. En el siglo XXI, esta ley es algo más que un simple asunto espiritual. Los seres humanos consumen demasiados conservantes. Su dieta llena de productos químicos hace su carne desagradable. - Hizo una mueca de asco y repugnancia - La realidad es que los garou aún podemos perder el control durante un Frenesí, y algunos aún sienten cierta hambre incluso cuando están lúcidos. La mayoría de los Garou devoradores de hombres actúan solos, ocultándolo lo mejor que pueden a sus compañeros de manada o moviéndose sin manada para poder saciar sus apetitos. Sin embargo, algunos se reúnen en grupos para poder tomar parte en festines prohibidos.

Les miró, esperando alguna reacción o pregunta y después continuó.

- El noveno nos insta a respetar a aquellos que son inferiores... pues todos son de Gaia. - Observó las reacciones y continuó - Nuestros legendarios ancestros juraron convertirse en los defensores del mundo, así que deben respetar el lugar de cada criatura en el mundo natural. Asimismo, cada hombre lobo es digno de respeto. Los Garou creen en un ideal guerrero y animista de noblesse oblige, y un comportamiento caballeroso es una manera respetable de ganar Renombre. - Suspiró - La realidad es que muchos Cachorros, Cliath y Metis han aprendido de la manera más dura que este mandamiento no siempre se respeta. Los Señores de la Sombra y la Camada de Fenris cuantifican el “respeto” y dan a sus inferiores sólo lo que consideran que se han “ganado justamente”. Los Roehuesos simplemente se ríen de este precepto. Están jodidamente seguros de que nadie los va a respetar, ¿y quién está por debajo de ellos? Normalmente, los Lupus respetan este mandamiento con mayor firmeza. Se sabe de Garou particularmente nobles que han lamentado la muerte de sus adversarios, ganándose el respeto de otros en el proceso.

Presencié atónita las intervenciones del Ragabash y me pregunté qué Gloria, Honor o Sabiduría habían aumentado su Renombre para superar en Rango a Cassandra y hacerla llorar. Intervine en consecuencia.

—¿Qué sucede si los de mayor posición están manifiestamente equivocados o actúan por puro egoísmo?

—¿El de mayor posición es merecedor de la primera y mejor parte aun cuando no haya actuado como se espera o ni siquiera haya intervenido?

Los dos preceptos siguientes llevaban el claro sello de Unicornio. No había nada que objetar. Todo que aprender.