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[DM2020] Caravana al Valle del Viento Helado

Llegada al Valle del Viento Helado

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21/12/2019, 13:14
Director

Ha pasado más de un mes desde que firmarais como guardias de caravana en la expedición hacia el lejano norte de Faerûn, la tierra congelada conocida como Valle del Viento Helado. El duro camino subiendo las laderas meridionales del Espinazo del Mundo no ha sido nada comparado con el traicionero paso de montaña que cruza la barrera montañosa. Cuando la columna de  carromatos, formada por casi una docena de carros,  comienza finalmente su descenso al Valle del Viento Helado, todos en la caravana lanzan colectivamente un suspiro de alivio por la cercanía del final del viaje. De eso hace cinco días. Las primeras vistas del valle parecen ya ser un recuerdo lejano. Cinco días de duro camino a través de la helada tundra han dejado un dolor en las piernas y un rugido en el estómago. Los helados vientos os han llevado a añorar climas más cálidos, y durante la noche, arrebujados tras el tosco refugio del círculo de carromatos, el sonido de la gimiente brisa es un compañero constante.

Esta mañana, sin embargo, hay una sensación de actividad mientras la caravana levanta el campamento. Beorne Golpeacerado, un maduro enano de pelo rojizo y la barba cuidadosamente trenzada, que lidera la expedición ha indicado que la caravana podría ser capaz de llegar a su destino antes del ocaso si todo el mundo se esfuerza y camina duro hoy. No queriendo hacer una noche más de lo necesario en estas inmisericordes tierras baldías, todo el mundo se apresura a preparar sus carromatos. Mientras vuestros compañeros viajeros se preparan, hablan de las comodidades que os esperan en vuestro destino, la villa comercial de Bryn Shander.

-Una vez me haya ocupado de los carromatos, me iré directamente al Confort de Kelvin - declara Beorne, realizando una última comprobación a lo largo de la columna-. ¡Una jarra del Brandy de Fuego de Barballamas te puede calentar más rápido que cualquier chimenea!- Moviéndose en el pescante, lanza un grito y sacude las riendas, y la caravana comienza a moverse hacia delante.

Notas de juego

Pues nada, empezamos. Podeis decir en que parte de la columna vais vosotros y como. Y ya de paso hablar entre vosotros y eso (Sobretodo si resulta que no tengo wifi en la isla XD)

Bienvenidos!

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21/12/2019, 15:07
Daelios Kermin

Había oído hablar de lo duro del trayecto a los comerciantes de la caravana que lo realizaban ese mismo viaje periódicamente para comerciar en aquellas tierras. Pero no pensaba que lo fuera a ser tanto. Las laderas meridionales del Espinazo del Mundo eran peores que la más fuerte tormenta en mar abierto.

Había navegado durante toda su vida y nunca lo había pasado tan mal. Buscaba un lugar dónde pasar el resto de sus días tranquilos y si bien la caravana apenas había sido atacada, algo que cualquier guardia de caravana siempre agradece, el mantener en ruta todas las carretas les había supuesto más de un disgusto. El camino helado o nevado era más traicionero que una banda de goblins y en aquellas laderas meridionales casi tan peligroso como un dragón enfurecido. Pero que sabía el de dragones más que las habladurías. Lo que si que tenía claro es que no regresaría, no volvería a pasar por ese trayecto y evitaría volver a pasarlo tan mal.

Había pasado ya más de un mes. La comida escaseaba y estaban todos agotados de los esfuerzos que habían tenido que realizar para mantener a la fila de caravanas entera. Si algo había sido constante durante todo el trayecto había sido el trabajo duro, algo que a Daelios no le importaba realizar pero con aquellas temperaturas tan bajas le daba dolor de corazón. Varias veces se había arrepentido de tomar la decisión de viajar al Valle, pero en el fondo sabía que no iba a encontrar un lugar más tranquilo y que sería cosa de tiempo y de buen abrigo el acostumbrarse al frío. Recordó las tierras de Calisam hasta dónde había llegado a navegar, muy al sur de la costa de la espada, pero sabía que a pesar del clima más cálido, era una región en la que Luskan parecía una ciudad condal. Sin duda el norte era su destino, menos problemas mayor satisfacción a pesar del duro viaje.

Aquella noche había podido dormir tranquilo ya que no le había tocado estar de guardia. Había soñado con el objetivo que buscaba y que estaba cada vez más cerca de conseguirlo. Estaba en un barco pesquero navegando de vuelta al puerto de Targos con las bodegas llenas de las preciadas truchas de cabeza hueca, que no sólo servían para alimentar a la población sino que también eran muy deseadas por los comerciantes que viajaban en aquella caravana debido a que su esqueleto es de marfil, cuya parte más aprovechable era la cabeza. En manos de un artesano experto se podían conseguir verdaderas obras de arte.

Se despertó al oír la voz de Beorne, el líder de la caravana, y sonrió. Casi habían llegado a su destino después de un largo mes. Por fin. Se desperezó y cogió sus bártulos para prepararse, metió todo lo que pudo en la mochila y colgó el petate bajo esta. Preparó un estuche de veinte virotes atado a su cintura y dejó otros veinte a mano en la mochila. Sobre la mochila fijó el escudo, aseguró la daga en la vaina de la pantorrilla y el estoque en el cinturón. Dejó a apoyada la mochila durante unos instantes en la rueda del carromato que tenía al lado y cogió la ballesta pesada. La examinó cuidadosamente.

La había comprado en Luskan antes de partir, creía que había pagado por ella más de lo que realmente costaba pero había aceptado antes de ser acuchillado por el propio tendero. Aún siendo una ballesta rudimentaria llevaba el sello de mirabar en el arco de metal, por lo que se dio con un canto en los dientes. Sabía que Mirabar realizaba buenos trabajos artesanos y militares por lo que aquella ballesta funcionaría siempre que estuviera bien mantenida, por ello, como cada mañana comenzó a revisarla. Comprobó el funcionamiento de la llave, la tensión de la cuerda, limpió el canal donde se apoyaba el virote y lustró con un poco de grasa la cuñera. Satisfecho se colgo la mochila a la espalda y la ballesta al hombro. Estaba preparado para llegar a Bryn Sanders dónde pasaría el tiempo mínimo hasta que pudiera viajar a Targos y enrolarse en un barco pesquero.

Se iba a colocar en su posición para comenzar el último trayecto cuando comprobó que aún no estaba lista la caravana para partir. Por lo que aprovechó a acercarse a un tipo un tanto peculiar que se había criado entre los enanos del clan Battlehammer afincados en las minas del Valle. Conocía bien la zona y podría conocer si el trayecto del día sería tranquilo.

- ¡Oskar! le saludó con la mano mientras se acercaba. - Beorne dice que estamos cerca de tu hogar y que podríamos llegar hoy a Bryn Sanders. ¿Este último trayecto tiene alguna dificultad peor de las que nos hemos encontrado en el Espinazo?

Notas de juego

Daelios en la parte intermedia de la caravana, pero se ha acercado a donde estuviera Oskar.

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22/12/2019, 11:05
Helga Coldblade

Los extranjeros eran peculiares. Helga, por mucho que a la fuerza tuviera que tratar con ellos, no terminaba de confiar. Recelar, según se decía a si misma, era la única forma de estar en guardia y mantener a salvo a su gente de ideas perniciosas para los suyos.

Gente que vive unos de espaldas a los otros, decían. Le habían contado que en las ciudades se acumulaba la inmundicia, se desconfiaba del vecino que podía apuñalarte por unas monedas, que podían dejar a la gente morir de hambre en las calles, que la enfermedad o la vejez no eran más que un estorbo... No, Helga no quería traer nada de la civilización a sus tierras.

¿Pero que podía hacer en contra de los deseos de su padre? Ya había intentado convencerle de que no confiara en la gente del sur, pero no la había querido escuchar. Helga temía que los beneficios materiales proporcionados por el comercio le estuvieran cegando.

Por esa misma razón quizá su padre la había enviado justamente a ella en vez deca sus hijos. "Tú les servirás de guía. Tratar con ellos es la única forma que dejes de ver enemigos en todas partes. No me decepciones." le había dicho antes de mandarla al sur para ayudar a la caravana de Beorne Golpeacerado.

La mañana era tan fría como cualquier otra. Helga no entendía muy bien todas esas quejas y maldiciones a cerca del tiempo. Sí, habían sufrido alguna tormenta algo fuerte, pero nada fuera de lo normal.

- Tendrían que haber pasado el invierno de hace tres años. Entonces no se quejarian tanto. Ese invierno perdí dos dedos del pie derecho por congelación. No se lo deseo ni a mi peor enemigo... - le confesó al enano que no le dejaba mucho espacio en el pescante.

- Será mejor que salgamos cuanto antes si queréis llegar antes de que caiga la noche. - aconsejo al líder de la caravana para emprender la marcha cuanto antes.

Helga, irónicamente se sentía responsable por la seguridad de toda esa gente, de alguna forma. Si los guiaba por el lugar equivocado y eso retrasaba o ponía en peligro la caravana, sería culpa suya...

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22/12/2019, 21:47
Oronel

Una vez más, como tantas otras veces, los ojos oscuros del semielfo bailaron por el filo de la gris hoja de su espada, que carecía de brillo y de color. Oronel nunca conseguía ver en ella lo que ansiaba, el verdadero rostro de la entidad que la habitaba pero se preguntaba si se estaba riendo de él en aquel mismo momento.

La voz de Beorne lo había distraido y, en silencio, Oronel del bosque alto, asintió con la cabeza. Ansiaba llegar ya a Bryn shyander, donde, quizás encontrar mayores sensibilidades que las de sus actuales compañeros de viajes, tan obtusos, tan... simples.

Él no hizo comentario alguno sobre el afilado viento, ni sobre el helador aire del Valle, aunque en realidad, éste lo hiciera tiritar en las profundidades de su capa de invierno.

En la lejanía de la vanguardia, oyó a Daelios preguntarle algo a Oskar. Helga contestó algo también, con igual rudeza y hosquedad. Era la tónica habitual. 

Un rayo de sol, de repente, hendió la copa alta de un gran abeto, centenario y los copos de nieve bailaron, perezosos, en su brazo de fuego, inspirando a Oronel con la imagen del puño enjoyado de una nueva espada imaginaria.

-Brazo de fuego -susurró, poniéndole nombre. 

En aquel viaje había creado en su mente una docena de nuevas obras maestras, listas para ser creadas si algún día volvía al taller de su padre, al Bosque. El único lugar que conocía donde había sido feliz.

O casi.

-Apretemos la marcha, sí. Quiero probar una copa de vino que no sepa a condenado vinagre antes de cumplir los trescientos años-dijo.

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22/12/2019, 22:50
Oskar Battlehammer

Viajar, conocer otros lugares, extender las redes de comercio del clan… y de vuelta en casa. Ironías de la vida. Y ni tan siquiera había podido acercarme a casa a ver a mi clan… tal vez para la ruta de regreso convenciera a Beorne para detenernos allí. Seguro que el clan tenía buenas armas y piezas con las que comerciar.

El viaje no había sido tan duro como tanto se quejaban la mayoría de los compañeros de la caravana. Brrrr, humanos blanditos de tierras cálidas… Asintió a las palabras de Helga.

- O las de cuatro inviernos antes de ese. – sentenció llanamente. Le gustaba la bárbara. Era una mujer de verdad. No era blandita

 

Menos mal que contaban con el enanon para reparar las herramientas que se rompían y demás estropicios debidos al trasiego. Nada mejor que un clérigo de Gond para ello.

Terminó de empacar sus cosas para ponerse en marcha.

- ¿Dificultad? Mpff – preguntó con un leve gruñido que podía ser de diversión – Eso dependerá de lo que tenga tanta hambre como para intentar atacarnos, Daelios. – añadió con ese gesto hosco que bien podría ser su intento de sonar divertido, a la par que le daba un golpe al mango de su martillo de guerra.

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23/12/2019, 19:30
Daelios Kermin

- Pfff, esperemos que lo que quiera que sea haya desayunado bien y no este hambrienta. dijo un tanto apesadumbrado. Había visto muchas criaturas hambrientas en el mar. Peligrosas todas sin duda pero un barco era defendible. Pero una caravana con tantos eslabones que podrían romperse y perderse ante una emboscada en aquellos níveos parajes tendía a complicarlo todo.

La muchacha bárbara también parecía conocer bien la zona y hablaba de momentos muchos más fríos en aquel paraje. Tendría que acostumbrarse. Por otro lado escuchó al semielfo que tenía ganas de llegar para tomar una copa de vino. - Yo lo que realmente necesito es una buena cama por una noche al lado de un buen fuego. Qué ganas de descansar en algo que no sea el duro suelo, la blanda nieve que lo empapa todo o el duro hielo. Está claro que no estoy echo para largos viajes. Se rió hacía si mismo a sabiendas que la muchacha le iba a llamar blandengue pues ella estaba confeccionada por un material muy diferente al suyo.

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23/12/2019, 19:45
Oskar Battlehammer

- Mpfff. – volvió a soltar ese gruñido divertido – Mira – señaló en derredor el hielo y la nieve que les rodeaba – En estas tierras si tienes algo que desayunar puedes darte con un canto en los dientes. Desayunar bien… hmpfff… jojo… - se río sin quedar claro si era porque la idea le hacía gracia o si lo que le divertía era lo acomodado que estaba Daelios. Pensaba que en el mar también sabían lo que era el hambre… - Mantengamos los ojos bien abiertos y los orejas agudizadas para llegar a ese fuego, ¿eh? – sugirió con una palmada en el hombro de Daelios. Que Gond los asistiera cuando llegaran los problemas si entonces el marinero no demostraba estar hecho de otra pasta.

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23/12/2019, 20:12
Daelios Kermin

- Entonces me estas diciendo que el desayuno seremos nosotros. Que alegría. Dijo un poco desanimado, estaban a punto de llegar y aquella zona estaba atestada de criaturas con hambre que no disponían de alimento. Como bien decía Oskar, aquella tierra congelada era Yerma y lo poco que sobrevivía lo hacía de la caza de lo primero que pillara. En el mar no había tanto problema pues había tantas criaturas bajo el mar que se peleaban entre ellas dejando el barco tranquilo, salvo en contadas ocasiones. 

Un poco más temeroso de lo que tenían por delante. Cogió la ballesta pesada en sus manos preparado por si acaso. - Pues sí han de comer algo antes que a mí, será a mis virotes.

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23/12/2019, 20:27
Oskar Battlehammer

Asintió a las palabras de Daelios. No estaba falto de seso. Sonrió ante su ocurrencia de darles de desayunar virotes.

- ¡Esa es la actitud! Jajajaja – dijo dándole una fuerte palmada en el hombro.

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23/12/2019, 21:44
Oronel

Oronel se contuvo para no llevarse la palma de la mano a la cara o poner los ojos en blanco. En lugar de eso, como había sugerido Oskar, se concentró en agudizar sus sentidos para detectar posibles amenazas en el horizonte. Había oido hablar de los yetis del valle y llevaba todo el viaje temiendo que se encontraran con uno.

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23/12/2019, 21:53
Helga Coldblade

Helga, a la que ya le estaba entrando hambre de tanto escuchar hablar de comida, se asomó por un lateral del carro y dirigió una dura mirada hacia los que no dejaban de parlotear detrás.

Con el ceño fruncido les recriminó. - Hombres... Los hombres no hacen otra cosa que quejarse en voz alta. Seguid hablando, seguid que las bestias nos oigan desde sus madrigueras y desciendan de las montañas para darse un festín. - dijo amenazadora.

En realidad no había tal peligro, no al menos tal y como lo anunciaba. Lo que quería es que dejaran de hacer que su estómago rugiera. Llevaban semanas de racionamiento y la bárbara tenía un humor de perros cuando pasaba hambre.

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25/12/2019, 10:09
Oskar Battlehammer

- ¿Acaso pretendes hacer callar a toda la caravana, mujer? Jajaja – se rió divertido por las malas pulgas de la bárbara - A estas alturas nos habrán oído todas las criaturas en kilómetros. Una caravana nunca es cosa silenciosa. – sentenció sin humor, dejando claro que él ya estaba esperando que algo se acercarse con intención de atacarlos.

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25/12/2019, 11:22
Beorne Golpeacero

-No vendría mal que la hicierais caso-dijo el enano sentado junto a ella- que tiene mas cabeza que muchos, ¡Ja! No quiero ni pensar en las bestias salvajes o las tribus que acechan en este camino pero no me gustaría llamar a la desgracia a gritos-aseguró el pelirrojo.

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25/12/2019, 19:08
Oronel

Oronel, que ya estaba pensando en yetis, escuchó las palabras del enano y redobló su atención al terreno que los rodeaba. Sus ojos oscuros y su nariz aguileña cortaban el horizonte blanco mientras su rostro rotaba lentamente para recorrer toda la perfieria de su visión.

Notas de juego

Vamos, que percepción a tope XD

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25/12/2019, 19:16
Daelios Kermin

Mientras hablaba con Oskar escuchó la voz tronadora de la barbara regañandoles y miró el murmullo que había enrededor. Hacer callar a los guardias sería sencillo pero los mercaderes no eran tipos que anduvieran mucho rato callados y había muchos mercaderes allí y muy ruidosos así como carretas llenas de objetos de metal que hacían un ruido de mil demonios cuando el camino era irregular y los metales comenzaban a chocar. - Como dice aquí mi amigo el silencio no es la principal virtud de una caravana de mercaderes. sonrió. No le gustaba la idea de luchar pero le resultaba gracioso la idea de que les reprendiera a ellos por hablar cuando el murmullo que se elevaba de los comerciantes y sus acompañantes era superior.

Beorne se posicionó junto a la muchacha pero bien sabía este por su experiencia lo que era una caravana de mercaderes. - Beorne, has demasiado los ánimos de la gente al decir que estamos cerca de nuestro destino como para hacerlos callar ahora. El viaje ha sido duro y están contentos de saber que pronto llegaremos. Además, sólo con el ruido que han metido estas carretas durante todo el camino podrían haber echo que nos atacará hasta un Kraken. Le contestó enfurruñado, no habían tenido silencio en todo el camino y lo querían tenerlo con el contingente con ganas de llegar.

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26/12/2019, 00:18
Brima Silveriver

-Por todos los dioses-bramó una enana que llevaba las riendas de los bueyes del segundo carro. Era una enana llamada Helda Silverriver, una mercader experimentada a la que habían conocido días atrás. Llevaba una capucha de color azul ribeteada de plata con el símbolo de su clan, que se mantenía en su sitio con un broche de plata en forma de hacha de guerra enana. Un simbolo que la reconocía como una guerrera del Hacha de Mirabar-. Beorne te estás volviendo un blando-le regaño- os juro que si me mata una bestia a menos de un día de llegar al pueblo os mataré a todos-dijo amenazadora, pero enseguida empezó a reir- estad atentos y centraos en la hoguera y la cerveza que nos espera al llegar-les dijo mientras azuzaba a sus bueyes para que andaran.

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26/12/2019, 18:47
Daelios Kermin

Al escuchar a la enana, no pudo más que sonreir. Era gracioso que dijera que si ella caía los mataría a todos pues podía ser un buen indicativo de que si los guardias empezaban a caer, el fin de la vida para todos los miembros de la caravana estaría cerca.

- ¡¡No te preocupes Mirabariana!! Si tu caes es posible que el resto no lo contemos. la dijo bromeando y con mucha falta de tacto. - No hará falta que vuelvas para acabar con nosotros pues nuestras cabezas no se hallarán muy lejos de la tuya. Las palabras de la barbara le habían puesto nervioso sumado a que el enanon le había dicho que si les atacaba algo, sería por el mero echo del instinto de supervivencia y lo harían de forma implacable para poder alimentarse.

El momento de partir se iba acercan y la tensión del viaje y la cercanía del destino se comenzaba a notar. Se dio media vuelta y se dirigió a la zona central de la caravana. - El primero que vea un enemigo que meta un grito para que pueda mandarles el desayuno. le dijo guiñándole un ojo a Oskar.

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26/12/2019, 19:06
Director

La enana sonrió y delante de ella Beorne azuzó a las bestias para que aumentaran el ritmo y ponerse en marcha. Toda la caravana empezó a moverse un carro tras otro mientras que los que faltaban por tomar sus posiciones se colocaban junto a los carros o sobre ellos.

Mientras continua hacia el norte, la tundra carente de puntos de referencia da paso a una cadena de colinas bajas. De acuerdo con lo que había explicado el enano, es sobre la última y más alta, de todas esas colinas donde se encontraba Bryn Shander, y a la vista de estas la caravaba comenzó a moverse hacia delante con una determinación renovada. 

Las laderas rocosas y cubiertas de pequeños matorrales proporcionaban unos parapetos contra el viento cortante y, mientras la tundra se aleja detrás, una ligera nevada empezó a caer sobre la caravana.

Notas de juego

Ahora si, aclaradme quien está donde en Notas y quien esté haciendo guardia que haga una tirada de percepción. Oronel tiene ventaja en la tirada :)

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26/12/2019, 19:55
Daelios Kermin

Por fin la caravana se puso en marcha. Daelios avanzaba en el lado izquierdo de una de las caravanas centrales mirando de forma constante al horizonte tratando de ubicar peligros. Le hubiera gustado mirar al frente y poder ser de los primero en divisar Bryn Sanders. Pero sabía que eso acabaría con su paciencia el no ver un carajo hacia delante, sólo un mar infinito de nieve con la promesa de ver en algún momento su destino.

Hubiera sido demasiada ansiedad para él. Prefería estar alerta en uno de los flancos de la caravana. Cuando llegaran llegarían y se alegraría pero hasta entonces llevaría en sus brazos la ballesta cargada presta a ser disparada cuando avistara algo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Posición central en el lado izquierdo.

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26/12/2019, 22:10
Oskar Battlehammer

- Baaahh… - fue su única contestación a Beorne. No merece la pena discutir.

Correspondió las palabras de Helda con un gesto fácilmente reconocible de levantar una jarra invisible para brindar con ella con un gesto de asentimiento.

Él era más precavido que el humano que se dedicaba a dar gritos. No pensaba darle algo a Beorne que pudiera usar para creerse más que llevaba razón.

Así que se mantuvo en vanguardia con los ojos bien abiertos y los oídos atentos, dando gracias a Gond por la protección de las colinas que cortaban el viento lacerante.

- Tiradas (1)