Partida Rol por web

Donde los Valientes Temen Aventurarse

10. La Espada lo Soluciona Todo.

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20/03/2012, 15:48
Narrador

A falta de planes ingeniosos, siempre quedaba liarse a tortas. La espada (y los conjuros) lo solucionaban todo en los cuentos de los bardos. Sólo cabía esperar que formarais parte de uno.

Como había prometido, Payne os guió durante todo el día por las colinas que se erguían al norte del río Surbin hasta volverse cada vez más escarpadas. Hacía cada vez más frío, y las montañas, al fondo, estaban cubiertas de nieve. A media tarde tuvisteis que atravesar una garganta por un sendero demasiado estrecho para que pasara la caravana de Glimgmar. Payne comentó que quedaba poco menos de una hora de viaje a pie hasta llegar el templo, así que acampasteis por última vez junto a los burros. Al día siguiente, partisteis al amanecer dejando atrás a los animales y a la caravana.

Llegasteis por fin al escondite de las sacerdotisas. El complejo estaba tallado en la roca, a ambos lados de un estrecho desfiladero bajo el que canturreaba un arroyo. Un puente colgante unía las dos partes del templo. A un lado, según informó Payne, se hallaban las estancias de las sacerdotisas y de los mercenarios, así como la capilla y las estancias comunes. Se descendía por medio de un conducto vertical, lo suficientemente ancho como para que descendieran cuatro personas en un elevador accionado por poleas. Al otro lado del abismo estaban las celdas y otras estancias custodiadas por el dragón. La única forma posible de acceder a esta parte del templo era arrojándose a una muerte segura en las fauces del dragón, o entrar por el otro lado y cruzar el puente colgante.

Custodiando el acceso al túnel vertical había cuatro hombres ataviados con cotas de malla que reían y bromeaban entre si. Lejos de ellos había un quinto, envuelto en ropas gruesas de abrigo y con un animo mucho más sombrío. Payne os avisó de que había un agujero bastante grande sobre la caverna en la que habitaba el dragón, protegido de la vista por una ilusión.

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24/03/2012, 13:57
Tabin

Tabin había viajado el resto del camino en silencio. Desde que perdiera el control durante la discusión con Payne, la semielfa había preferido mantenerse a un lado antes que seguir cediendo a sus provocaciones. Además, sentía vergüenza por su poca profesionalidad. Había cosas más importantes que sus sentimientos heridos y lo sabía, pero para alguien que basaba casi toda su vida en las emociones, suprimirlas en pos de otra cosa era muy difícil. Además, los últimos días habían sido una auténtica mierda.

Aunque se fiaba más bien poco de Payne, sabía que lo único que podía hacer era aceptar su palabra. Si ella decía que lo mejor era utilizar el silbato del dragón para mantenerlo a raya, eso harían. Para ello, debían entrar en un templo lleno de sus enemigos religiosos y a merced de quién sabe qué cosas que se callara Payne. Probablemente tuviese que matar a alguien por primera vez y eso tampoco le sonaba demasiado bien. Por otro lado no podía negar que deseaba borrar del mapa a un culto loviatarita tan malvado como para utilizar a las chiquillas... Si al menos pudiese hablar con alguien que la escuchara de verdad...

Tabin observó la escena desde la distancia y empezó a pensar. La que más sabía sobre sigilo y ocultación era ella y por tanto esperarían que supiese lo que hacer. La semielfa se volvió hacia Payne por primera vez desde que abandonaran el campamento.

-¿Qué puedes decirme de esos cuatro? ¿Y el quinto, apartado?

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24/03/2012, 14:33
Payne

Mercenarios —contestó Payne, mirando en su dirección—, no son miembros del culto. El que se cree un rey en el exilio es Serlorn Druir. Es un mago a sueldo que se jacta de su poder. No sé de lo que es capaz, pero deberíamos liquidarlo lo antes posible por si su habilidad está a la altura de su arrogancia.

Volvió la vista hacia vosotros.

No siempre ha habido mercenario: es uno de los "cambios" que hemos vivido últimamente. No sé por qué las Señoras del Látigo creyeron conveniente contratar espadas. Entre las Hermanas se rumorea que tienen algún tipo de negocio con ellos, pero no conozco de qué se trata.

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25/03/2012, 20:10
Kayle

¿Mercenario?—gruñó Kayle por lo bajo en tono indignado—. ¿Qué clase de cretino se jacta de poner precio a su magia y tiene el valor de llamarse "mago"?

Para era un acto de auténtica arrogancia, ¡el Arte era un don! y los dones no tienen precio ¿cómo podía alguien venderlo al mejor postor como quien vende una herramienta.

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25/03/2012, 20:21
Céfiro

Si fueras de fuego a estas alturas tendrías el cabello en llamas—suspiró Céfiro—. Me sorprenda que Mystra todavía no se nos haya aparecido para pedirte un autógrafo. Te pasas la vida defendiéndola a capa y espada.

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25/03/2012, 20:26
Kayle

Una mirada ceñuda de Kayle bastó para que le pequeño elemental se volviese a esconder en la capucha de la capa de pieles. Acto seguido la maga observó a los mercenarios.

Payne tiene razón. Hay hechizos que nos pueden afectar a todos a la vez en lo que dura un chasquido de dedos—refunfuñó con fastidio. Luego pareció tener una idea y miró a Ulfe—. Espera, podríamos aprovechar el efecto sorpresa para agujerearle la cabeza y quitárnoslo de encima, ¿crees que podría haber algún punto por aquí en el que tengas buen ángulo de disparo?

Ulfe asintió.

Había otro modo de inutilizar a un mago pero no le hacía ni pizca de gracia decirlo, a fin de cuentas, también era su propio punto débil. Además, qué diablos, después de haber visto la habilidad con las flechas del bárbaro, confiaba plenamente en su puntería.

 —Aunque habría que pensar también en silenciar rápido al resto... ¿alguna idea más?

Mientras esperaba a que los demás se pronunciasen, observó entre desconfiada y curiosa al mercenario que tan "poderoso" se consideraba, eso podía ser bueno o malo. Ahora tenía curiosidad por echarle un ojo a su grimorio en cuanto se quedase sin dueño.

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25/03/2012, 23:05
Glimgmar "Tumba-birras"

 ...Mi pequeño burrito...¿Estarrá bien?

 Glimgmar tenía el corazón en un puño al haber dejado sola la carreta y a su animal de carga, siempre le invadía un mal presentimiento al respecto. Antes de dejarlo allí, a un lado del camino, insistió en revisar la soga, las ruedas de la carreta, ¡no querría que salierra rodando colina abajo! y en dejar alimento suficiente por si tardaban, esperraba que aquello no atrajera a otros animales, aunque estaban cerca de la hoguera de la última noche. Los animales salvajes no se acercaban allá donde olía a quemado...instinto de supervivencia. El mismo instinto que parrecían haber perdido todos aquellos "aventurrerros". Glimgmar estaba contrarriado, no sabía si pensaban colarse dentro con cierta sutilidad o esperaban cargar sin más con un grito de guerra en los labios y las armas entre los dedos.

 El asta del hacha golpeó sobre la palma de Glimgmar en un sonido seco y apagado pero repetitivo.

 - No me negarría a ayudar con ese brrujo...

 Malpensó en voz alta aunque fuese apenas un hostil susurro enano.

 Luego se giró hacia el grupo, no tenía demasiado ánimo por asomarse a ningún sitio, confiaba en que los demás, desde su privilegiada altura viesen más que él. Aunque no le vendría más cierta descripción de los acontecimientos. Por el momento sabía que había gente cerca aunque no se molestó demasiado tiempo en ubicarlos.

 - Los guardias son guardias. - sentenció, no estaba molesto porque le diesen vueltas al asunto de los mercenarios, más bien porque el enano captaba lo evidente de aquella situación - podrríamos captar su atención y atrraerlos a una trrampa.

 Ánder y Ulfe darrán la talla parra cualquier atuendo que lleven.

 ¿son todo hombrres? - seguía sosteniendo que podían presentar como cautivas a las mujerres, o almenos a alguna de ellas, junto a Payne.

 - Tal vez pudierramos infiltrarnos y llegar ante el silbato. - El también podrría ser un mercenarrio, y no necesitarría disfraz, erra un enano...nadie rreparraba nunca en los enanos.

 Miró a Tabin deseoso de escucharla hablar, había estado rrara con tanto silencio, aunque quizás compartiese con la elfa cierta aflicción por las mujerres. Había trratado de tranquilizarlas con historrias y palabras amables, perro sólo tenían silencio o en el caso de la elfa, un vacio en el corrazón.

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26/03/2012, 19:58
Ánder

Ánder había permanecido callado durante la última parte del viaje, no confiaba en que pudiera callar lo que pensaba de Payne, y eso era bastante posible que acabase por dividir completamente al grupo.

Mejor hablar cuando las niñas estén a salvo.-Se dijo, ahora era el momento de las espadas.

-No veo manera de infiltrarnos o rodear ésto. Así que aquí va mi plan. Tabin y Ulfe tomarán posiciones y apuntarán al mago, preparándose para disparar en cuanto abra la boca, para dificultar cualquier conjuro que lance.

-Glimngar y yo avanzaremos codo con codo y nos enfrentaremos a los guerreros. Mientras tanto Kayle...-permanecerá a cubierto y bien protegida todo el tiempo- Kayle... hará lo que le parezca mejor, porque no se cómo usará su arte, pero sin duda lo hará bien. Asimismo, nuestra clériga ayudará donde considere oportuno o reforzará la posición donde más heridos haya, empezando a cubierto al lado de los arqueros.

-En cuanto el mago caiga, o en cuanto se ponga a cubierto, Ulfe y Tabin, espero que nos ayudéis con los mercenarios. Bien. ¿Qué os parece?.

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26/03/2012, 20:20
Kayle

Kayle se pellizcó el puente de la nariz durante unos segundos como si estuviese anillando mentalmente una cota de pensamientos.

"Fuerza bruta, fuerza bruta y fuerza bruta... ¿qué encontrará la gente de atractivo en la fuerza bruta?".

Espera—rectificó finalmente—. La puerta es esta, hay que entrar forzosamente por aquí, pero si alarmamos a los guardias y dan la alarma podríamos poner a todo el culto sobre aviso y podrían hacerle algo a las niñas. Se supone que tenemos el efecto sorpresa, ¿no? quizá sí podamos evitar que alerten al resto deteniéndolos rápido.

Ella al menos prefería algo rápido y lo más silencioso posible que una carga heroica que siempre era más ruidosa. Esa era la teoría. Sí, fácil. Ahora venía la parte difícil: cómo diablos ponerla en práctica.

Contando con que no haya activado ninguna defensa, si Ulfe puede dispararle al mago, lo quitará de en medio en un instante—pensó en voz alta rascándose una mejilla—. El problema vendría que entonces los otros cuatro se pondrían sobre aviso.

Estaba montando un añadido a la idea del paladín y lo más hilarante es que la proposición que tan poco le había gustado de hacerse pasar junto a Tabin por "rehén" era una proposición que ahora se le antojaba un modo fácil de acercarlas a aquellos tipos por la cara, a ellas y a Payne, suponiendo que todavía confiasen en Payne. Vivir para ver.

Y hablando de ella...

Los conjuros divinos no son lo que se dice mi fuerte pero me suena que... —miró tanto a Payne como a Nanthleene—. ¿Tenéis alguno preparado de los que pueden incapacitar a alguien de alguna forma?

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27/03/2012, 00:27
Tabin

-Yo tampoco creo que infiltrarse sea la solución -dijo Tabin. Habría que matar, no quedaba ninguna duda-. Ulfe y yo podemos ocuparnos del mago, pero si queremos que el resto se esté callado habrá que hacer algo. Algo grande.

Se volvió hacia Kayle.

-Tengo entendido que los magos podéis dormir a docenas con sólo unas palabras. ¿Es verdad o tú no eres una de esas?

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27/03/2012, 19:14
Payne

Payne negó con la cabeza.

No puedo lanzar ese tipo de conjuros sin mi símbolo divino. Y como comprenderás, no llevo ninguno encima.

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27/03/2012, 19:20
Nanthleene

Nanthleene alzó el mentón con orgullo.

Yo sí puedo hacerlo. Y también puedo silenciarlos, de modo que no puedan ni lanzar conjuros ni dar la alarma  —apuntó la elfa.

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27/03/2012, 19:28
Glimgmar "Tumba-birras"

- Todo serría más fácil si fuesemos tan livianos como una pluma.

 Se quejó el enano lamentandose por todo el peso que llevaba como si creyese posible que saltando al vacio sin la armadura le proporcionase cierta capacidad de sobrevivir a la caída. Era evidente que no había un líder fuerte y entregado en el grupo, alguien que evitase el uso inapropiado de la democracia e impusiese algo de orden. Estaba bien poder opinar, perro el tiempo erra prreciado y lo malgastaban trratando de encontrar una solución.

 - En ese caso serrá mejor que no nos separremos. Si hay que luchar, luchemos...tampoco crreo que debamos prreocuparnos tanto por un brrujo de trres al cuarto.

 Mi hacha puede...-

 Enmudeció de repente y empalideció...habiendo recordado algo.

 Precisamente su tioabuelo Glim Salpicabirra utilizó aquellas palabras antes de morir. "Mi hacha puede..." El malnacido no tuvo opción de terminar la fatídica frase.

 brrrrujos...

 Un escalofrio recorrió el cuerpo de Glimgmar y miró a los lados con cierta inquietud mientras sostenía el hacha con fuerza y tomaba el escudo en la mano. ¡Parrecía que estaba decidido!

 - ¡Me guusta la idea! - enfatizó ante la visión de Ánder y él luchando codo con codo. Erran las batallas que a Glimgmar le gustaban.

 - Un buen plan...tan bueno como cualquierra...

 Entrar rápido, eliminar a quien se oponga a la liberración de las muchachas, un sencillo rescate ante ni más ni menos que un drragón - esa historria le gustaba a Glimgmar, sonaba bien - Y una cerveza en la calidez de la taberna una vez salvado el día.

 ¿A qué esperramos?

 No le asustaba nada...y ya estaba rojo de pensar en otra alternativa, ninguna de sus opciones parecía factible a oídos de sus compañerros.

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27/03/2012, 19:34
Kayle

Kayle asintió frunciendo ligeramente el ceño; sabía que un clérigo necesitaba un Símbolo Sagrado para lanzar sus hechizos al igual que ella necesitaba el componente de conjuro para los suyos pero no sabía para "cuáles" exactamente. Por desgracia parecía que para los que necesitaban en aquel momento, hacía falta. Curiosamente, cuando le asintió también a Nanthleene, aprovechó para desfruncir el ceño. Aquello había sonado mejor.

¡Ay, cuernos!—resopló ante la impaciencia del enano—. ¡No es tan fácil como entrar y empezar a partir cabezas! Tienen rehenes y eso cambia todo. Habrá que añadirle algo de sutileza al plan para que termine de ser redondo, digo yo.

Qué diablos, ella también estaba harta de mirar la entrada, el hecho de saber que Shianni estaba allí en algún lugar seguramente muerta de miedo le encogía el corazón. Pero entre perder el tiempo y emplearlo en algo que podía salvarles la vida había una sutil diferencia.

Por no mencionar que no tenía la menor intención de cometer la estupidez de cargar contra un dragón blanco existiendo un silbato que lo podía neutralizar y que además sabían dónde estaba.

Sacudió la cabeza volviendo al tema y miró a Tabin al recordar que le había hecho una pregunta.

Sí, si que puedo—respondió—. Pero es... arriesgado. Como todo, no es infalible, y si por lo que fuera fallase tendríamos a cinco enemigos alerta.

Se encogió de hombros.

Si queréis mi opinión, creo que sería mejor guardar el silencio para las sacerdotisas—dijo—. Ulfe puede encargarse del mago aprovechando el efecto sorpresa y Nanthleene puede paralizar a uno de los mercenarios. Quedarían tres y habría que encargarse de ellos deprisa... ¿Os parece?

Ya buscarían a las Señoras del Látigo y el dichoso silbato cuando estuviesen dentro.

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27/03/2012, 20:25
Céfiro

A mi me parece que al enano le va a sobrar con un solo hachazo... —acotó Céfiro midiendo a ojo el aspecto del arma de Glimgmar y a uno de los mercenarios... que era poco más grande que el arma.

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27/03/2012, 20:45
Ánder

-Tu eres la experta en el Arte.-Reconoció Ánder. -Así que yo creo en hacer lo que tú digas.

-Y estoy listo, tenemos un plan sencillo, no creo en modificarlo más. Habrá que hacer ajustes sobre la marcha, porque las cosas nunca son iguales a lo que parecen.

-Vamos allá.

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28/03/2012, 14:33
Tabin

-Al tiempo que Ulfe se ocupa del mago, yo puedo hacer lo propio con uno de ellos -afirmó Tabin sin dejar de mirar a los que serían sus presas-. Puedo acercarme sigilosamente y... bueno, matarlo. Si los demás os ocupáis de los dos restantes, ya estaría todo.

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29/03/2012, 09:16
Ulfe

Ulfe escuchaba vuestros plantes mientras iba clavando flechas en el suelo frente a él, presumiblemente para tenerlas más a mano.

Será un placer enviar a un mago a los Nueve Infiernos —gruñó el bárbaro, sin mirar a Kayle.

El Uthgardt cogió un flecha, la encajó en el arco y lo tensó con toda su fuerza haciendo que los músculos de sus brazos se abultaran. Cerró un ojo y miró con el otro a lo largo del ástil de la saeta. Era un tiro bastante lejano, así que subió el arco para apuntar al cielo. Lanzó un disparo, y mientras aún estaba en el aire lanzó otro.

Las flechas surcaron el cielo como dos cuervos agoreros. Y, aunque Ulfe era un buen tirador, la distancia era larga y los proyectiles erraron el blanco. Los mercenarios escucharon más que vieron el rechinar del acero contra la piedra e interrumpieron sus bromas, mirando en todas direcciones para determinar la fuente del ruido. 

- Tiradas (2)
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29/03/2012, 09:28
Nanthleene

¡Ha fallado! ¡Estamos perdidos! —sollozó Nanthleene con desesperación—. ¡Corellon bendito, detén a ese hombre te lo ruego!

Las muñecas de Nanthleene se vieron rodeadas de luz dorada, que se vio replicada en la distancia en un estallido que envolvió al mago... ¡que se quedó rígido e inmóvil!

- Tiradas (1)
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29/03/2012, 10:24
Narrador

http://oi43.tinypic.com/344fwrd.jpg


Pues nada, declarad vuestras acciones en el asalto sorpresa y haced las tiradas que sean pertinentes. ¡No olvidéis tirar iniciativas, que serán tenidas en cuenta para el próximo asalto!

- Tiradas (6)