Partida Rol por web

Donde los Valientes Temen Aventurarse

6. Entre Yunques y Fuelles.

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31/01/2012, 23:55
Narrador

De dos maneras podía llegar el viajero a Nesmé: en barco o a caballo. La ciudad se presentaba diferente al que venía por tierra que al que lo hacía por el río.

El jinete veía despuntar en el horizonte los tejados cubiertos de nieve, agitarse las banderolas, girar las veletas, echar humo las chimeneas. Veía un montón de luces encendidas brotando de las ventanas, resplandeciendo en un mar blanco, y pensaba en las ventanas de un barco. Sabía que era una ciudad pero la pensaba como una nave que lo iba a sacar de los páramos congelados, un velero a punto de partir a tierras cálidas, con el viento hinchando las velas todavía sin desatar. Y pensaba en todos los puertos del Mar de las Espadas, en las exóticas mercancías procedentes de Calimshám o Tethyr que los estibadores descargarían en los muelles, en las tabernas donde tripulaciones de distinta bandera se romperían la cabeza a botellazos.

En la neblina del río el marinero distinguía una suave colina que le recordaba al lomo de un caballo, flanqueada por las altas murallas de piedra le recordaba la forma de una silla de montar. Sabía que era una ciudad pero la pensaba como un caballo de cuyas albardas colgaban odres y alforjas de joyas grandes como puños, de buen acero enano y mágicas piedras chardalyn. Y se veía a la cabeza de una larga caravana que lo llevase del interminable río al antiguo y perfumado bosque de majestuoso silencio, a las casitas encaladas donde chisporrotearía alegre una fogata, al castillo de sólida roca tallado en la montaña que habría resistido innumerables ataques de trolls y uthgardt.

Cada ciudad recibía la forma del desierto al que se oponía; y así veían el jinete y el marinero a Nesmé, ciudad de confines. 

Pero la visión que tenías tú de Nesmé era bastante distinta. Era una Nesmé de sabía a cerveza, que olía a humo, una Nesmé caliente junto a la fragua encendida, una Nesmé al compás del sonido del martillo dando forma al hierro... aunque, ¿no se oía algo más?

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01/02/2012, 00:00
Fasber

¡Glimgmar, Glimgmaaaaaaaaar! —se desgañitaba la gnoma.

Fasber, la propietaria de la tiendecita de cacharrería mágica a la que Hakkon os había guiado, se dio por vencida. Soltó la lupa y dejó la gema que había estado tallando de malas maneras.

Maldito enano, además de culo gordo está sordo como una tapia —mascullaba—. ¡Glimgmaaaaaaaaaar! ¡Ha venido a verte tu amigote de la guardia!

Fasber echó un segundo vistazo al grupo variopinto.

Y compañía. ¡Glimgmar, trae tu gordo culo aquí!

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01/02/2012, 00:13
Glimgmar "Tumba-birras"

 Glimgmar frunció el ceño con fuerza y miró hacia la puerta de la habitación en la que se encontraba con algo de odio. Más bien con molestia. La gnoma era precisamente como un grano en el pandero.

 ¡Maldiciones! ¡Por las piedras de mis riñones! ¡Jodida vocecilla!

 Se quejó a punto de tirar todo por el suelo. Tenía en la mesa de trabajo una pipa a punto, y por aquel sobresalto el punzón había estado a punto de atravesar la madera y echar todo el trabajo a perder.

 - ¡Te oigo perfectamente, Fasber! ¡Es imposible no oirrte! - Grito desde la garita con voz dominante, crispada, al borde de un frenesí sangriento.

 Un sonido sordo y seguido de algo de estruendo se sucedería después del grito. ¡Finalmente algo se había caído al suelo! Seguramente por la mala baba del enano.

 Gilmgmar se mesó la barba para estar apuesto, pero no desfrunció el ceño mientras balanceandose por el peso de su armadura completa, avanzó por la habitación con dirección a los gritos.

 - Maldita gnoma. Algún día...algún diiiiiia.. - Farfuyó amenazando, aunque seguramente era consciente de que le oiría. - ¡No es gorrdo! - se refirió a su trasero - ¡Es enano! ¡Por eso nunca encontrarrás a nadie que te soporrte!

 ¡Gnoma del demonio!

 Se quejó rascandose la cintura mientras pensaba en que la forma de su trasero era perfecta. Le permitía sentarse cómodamente, y la armadura le entraba perfectamente. Era la constitución enana. Una constitución esbelta, fuerte, fornida, pero estéticamente correcta...

  Mmm...si, así es. Un buen traserro. Un traserro enano.

 Asintió con la mirada perdida mientras se acercaba.

- ¿¡Hakkon!? - preguntó con un grito antes de comprobarlo por sí mismo. - ¡Pues que pase! - espetó - ¡Me quitas hasta las ganas de beber!

 ¿qué le puede haber traído hasta aquí sino?

 Se preguntó dubitativo, aunque la duda no le carcomía su ser en absoluto. Se dejaba llevar...

 Con compañía...

 amigote....

 gnoma del demonio....

 maldita herrería...

 ...la brruja del demonio...segurro que está detrás de todo esto...

 ...vaya una hora parra visitas.

 Se aclaró la voz al llegar junto a Fasber y musitó con desgana: - Grracias...Fasber.

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01/02/2012, 08:46
Sargento Hakkon

Son como un matrimonio, se gritan y se llaman de todo pero en el fondo se llevan bien —murmuró Hakkon con una sonrisa en los labios—. ¿Cómo va el negocio, Fasber?

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01/02/2012, 08:53
Fasber

De nada Glimgmar —murmuró Fasber, a regañadientes

La gnoma os echó un segundo vistazo

Bueno, ahí vamos tirando. ¿Sois aventureros? Al menos tenéis más pinta de aventureros que de compañeros de juerga de estos dos apuntó. Quizá en otro momento queráis echarle un vistazo a mi inventario de objetos mágicos. ¡También acepto trabajos por encargo!

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01/02/2012, 08:56
Ulfe

Ulfe lanzó un gruñido de desaprobación mientras miraba a su alrededor con suspicacia, como si los objetos mágicos que había mencionado la gnoma le fueran a atacar todos a la vez. Pero lo que vio fue aún peor.

¡Un demonio!

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01/02/2012, 09:11
Fasber

Todos seguisteis la mirada del bárbaro hasta una de las estanterías.

Allí había encaramada una figura pequeña como un gato, pero con el aspecto de un diablillo dotado de alas. La criatura ladeó levemente la cabeza y lanzó un gorgoteo interrogante.

¿Demonio? No, no. Nada de demonios. Es mi homúnculo, Terach. Me ayuda aquí en la tienda explicó la gnoma, que viendo el semblante de hostil incomprensión en el bárbaro añadió:—. Mejor pasad al taller de Glimgmar, ¿eh? Os está esperando.

La rechoncha criatura bajó del estante de un salto y aleteó en aire para observaros con curiosidad. Parecía improbable que unas alas tan pequeñas pudieran sostener en el aire una barriga tan gorda como la del homúnculo.

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01/02/2012, 09:17
Sargento Hakkon

Hakkon os hizo un gesto con la mano para que lo acompañaseis al interior del taller donde os esperaba el enano.

Ah, Glimgmar, amigo —le saludó, extendiendo una mano para que se la estrechara—. Espero no haberte interrumpido nada importante. Mira, he traído visita. Estos son: Ánder de Torm, Kayle "Ciclón" y su familiar Céfiro, Tabin de la escolta de Perdición de Trolls y Ulfe de los Uthgardt.



Para haber oído alguna cosa de Glimgmar podéis hacer una tirada de Saber (Nesmé) CD 19. Podéis hacer lo mismo con Fasber si gustáis, pero como es más conocida, la tirada es sólo CD 16.

Vandar: no puedes haber oído antes del resto de pjs porque no tienes rangos en la susodicha habilidad.
 

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01/02/2012, 11:56
Ánder
Sólo para el director
- Tiradas (2)
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01/02/2012, 12:46
Narrador

Fasber es una gnoma que parece haber recibido una amplia formación mágica, tanto en las artes arcanas como en las divinas. Adora los cacharros mágicos, y suele utilizarlos para todo tipo de labores. Es conocido que adora los puzzles, los acertijos y los rompecabezas, y que es buena desvelando misterios y solucionando problemas que nadie más es capaz. Por contra, tiene un sentido del humor un tanto irritante y zumbón. Se cansa antes de la gente que de experimentar con sus cacharros, así que pese a su brillantez no hay mucha gente que la soporte.

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01/02/2012, 13:32
Tabin

Tabin puso su mejor sonrisa, aunque la estaba forzando. No le parecía nada bien que la gnoma tratase tan mal a su empleado. Si Stel comenzase a llamarla así a gritos, no tardaría ni medio suspiro en abandonar el trabajo. Pero Stel no haría algo así, porque Stel era una mujer adorable y educada. Y luego estaba la magia... Y el homúnculo.

Era horroroso.

Pero en lugar de eso sólo volvió a sonreír y buscó la mano de Ulfe con la suya para darle un apretón y una caricia furtiva sin que el resto se diese cuenta.

- Tiradas (2)
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01/02/2012, 14:29
Glimgmar "Tumba-birras"

- Porr las barrbas de mis antepasados. - espetó entre la alegría y la indignación más inocente. - ¡Esto no es una maldita posada Hakkon!

Le echó en cara. Evidentemente, estaba bromeando aunque frunciese el ceño, tuviese voz grave y autoritaria, paternal...bueno, quizás no estuviese bromeando del todo.

 - Hay cerrveza. - comenzó a enumerar - hay sillas. Hay comida. Hay grritos. Hay camas.

 Por la fragua de Morradin. - Concluyó abirendo mucho sus diminutos ojos, contrariado - Más que una herrerría esto parece una maldita taberna.

 Estrechó con entusiasmo enano su mano y les ofreció con generosa hospitalidad que se adentrasen. Tenía un barril en su humilde taller, en cuanto todos estuviesen en el interior, no dudaría en darles la oportunidad de beber algo. Aunque quizás estuviese pensando algo parecido a esto:

 Vienen a beberr grratis. Esperro que luego me inviten a un buen trrago por las molestias.

 - Nada como una buena cerveza parra despejar las fosas nasales antes de un largo día de trrabajo.

Les explicó cogiendo hasta tres jarras con cada mano.

 - Encantado. Encantado.

 Pasad sin miedo. Gozad de la hospitalidad de los enanos. - Estaba orgulloso, demasido orgulloso, de lo que eran los enanos, fue más que evidente que hacía su mayor esfuerzo por que se sintiesen cómodos. - ¿Querreis comer algo?

 Las visitas siemprre me dan algo de hambrre... - farfulló en un susurro.

A su alrededor podrían contemplar muchas herramientas en estanterías y bancos de trabajo, la mayoría debían de ser para los trabajos de Fasber, pero también había material típico de una herrería. En el banco de trabajo no había metal o armas, había un montón de serrín rodeandolo todo. Glimgmar tenía también algo de serrín entre la barba, aunque era evidente que se había sacudido para quitarselo de encima hace muy poco. Sobre el banco, había una pipa de madera de aspecto grueso y sólido con algunos grabados. Estaba casi terminada.

- ¿Bien llena? - le preguntó a Hakkon, no demasiado preocupado por lo que tuviese que decirle, si es que le había traído otro motivo.

 Lo dirrá cuando crea que tiene que decirlo.

 Desde luego, el enano no vivía preocupado.

 - ¡FESBEEER! ¿¡Dónde demonios has dejado el cincel de mano!? - Reparó mientras servía cerveza. - Brrr...da igual...da igual....

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01/02/2012, 14:50
Fasber

¡Y yo qué se! —os llegó el chillido desde la otra punta del taller.

Se escuchó a la gnoma rezongar, maldecir y gruñir durante unos momentos antes de que la puerta se volviera a abrir y apareciera Fasber con un cincel en la mano.

¡Aquí tienes tu maldito cincel! dijo, dejándolo encima de la mesa con estrépito, girándose sobre sus talones y volviendo a desaparecer.

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01/02/2012, 14:53
Kayle

Kayle había observado deteniamente los alrededores llenos de objetos mágicos conforme entraban en la estancia, los ojos de la genasí saltaban de uno a otro pero no sin antes haber hecho una valoración mental. Como si por el mero hecho de existir estuvieran dotados de un aura que llamaba toda su atención.

Pues menos mal que son como un matrimonio—había susurrado a Haakon con una ceja más alta que otra en un gesto mezcla de desconcierto, curiosidad y extrañeza—. No me gustaría verlos si se odiaran. O al menos no si no tuviese un baluarte desde tras el cual hacerlo.

El enano apareció de una forma similar a la que la maga asociaría la aparición de un monzón mezclado con la fiesta de la cosecha. No tenía muy claro aún si estaba de buen humor o de mal humor cuando ya andaba repartiendo apretones de manos entre ellos.

Un...  placer—atinó a decir cuando la presentaron.

Consiguió no darle tono de pregunta a la frase de milagro.

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01/02/2012, 15:11
Céfiro

Céfiro se asomó sombre el hombro de la genasí y se sentó sobre él (o al menos todo lo "sentado" que puede considerarse a un tornado en miniatura)

¡Fiesta! al fin alguien se ha acordado de presentarme a mí también—dijo con aquella vocecilla aguda y siseada que sonaba como el viento entre las hojas de un árbol. Entonces miró a Kayle y preguntó con toda la simpleza del mundo—. Por cierto, no me iréis a decir ahora que después de fichar a este tío la idea es acercarnos sin que nos oigan, ¿no?

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01/02/2012, 15:14
Kayle

¡Céfiro!—lo regañó Kayle girando el rostro para mirarlo con el ceño ligeramente fruncido—. Cállate un rato, diablos.

- Tiradas (2)
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01/02/2012, 15:34
Ánder

-La idea es acercarnos sin que nos maten, y espero que "este tío" nos ayude.- respondió el paladin con humor al bichito. -Encantado a mi vez Glimgmar, creo que aceptaré esa jarra.- No hacerlo sería una descortesía.

La cerveza estaba integrada profundamente en la cultura de los enanos, personalmente Ánder creía, y así se lo confirmado su maestro, que al ser una raza muy cerrada, la necesitaban para relacionarse, incluso entre ellos mismos. Ayudaba también a sacar a la luz su personalidad, por lo general alineada con el bien y la ley.

-Yo he desayunado hace muy poco, así que te agradezco el ofrecimiento pero lo declino. No puedo hablar de todas formas por mis compañeros.- El habla cortés se me hacía extraña, hace poco tiempo hubiera dicho un "nah" y listo.

-Y lamento la invasión, pero queríamos hablar contigo, necesitabamos un buen guerrero y creo que alguien te ha recomendado.

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01/02/2012, 16:07
Glimgmar "Tumba-birras"

- ¡Que me sumerjan en el mar y me afeiten la barrrba! - Escupió sin reparos al fijarse en lo que hakkon había traído a su propia casa.

 Bueno, propia no, erra la casa de Fesber.

- ¡Perro que clase de brrujerría es esta! - exclamó perdiendose la connotación interrogativa de la expresión.

 Frunció el ceño enfadado, y los labios no le temblaron, pero se plegaron sobre si arrugandose mientras se apretaban el uno contra el otro, visibles con dificultad entre la lozana barba de Glimgmar. Acompañó todo con movimientos violentos de los brazos, en jarra...y precisamente las jarras comenzaron a gotear por los aspavientos.

 - ¡Haaakkon!

 pensó, indignado.

 Kayle era una belleza. ¡no, no, de belleza nada, no tergiverses mis pensamientos!

Perro aquella crriaturra salida del averrrno inferrrrrnal...(cuantas más "erres" más oscuro y de vileza profunda)

- Señorrita. - dictó autoritario - ¡le flota el cabello! ¡Por el cubrebarba de mi abuela!

 se giró, esta vez, enfadado con el mundo. no, más bien con Hakkon. Era todo un alivio que Glimgmar no hubiese oído la conversación entre el producto de brujerría o, en términos mágicos, "familiar" (leer con tono muy puntilloso), porque sino les hubiese dejado las cosas claras. El era silencioso y astuto como un zorro.

 - Muchacho. Aceptaste una cerveza. - Le tendió la jarra a Ánder. No permitiría que se echase atrás tan pronto.

 ¡Templanza! ¡Templanza enana!

 Aunque miró al interior de la jarra, bastante llena y a los ojos de Ánder, que le superaba notablemente en estatura. Bueno, si no se la termina, ya la terrminarré yo. Por el bien de todos.

 Enarcó la ceja con ceño fruncido, imitando a Kayle mientras la miraba de soslayo. Los otros dos le parecían más normales, les ofreció bebida. Con eso estaba a punto de agotarse su reserva.

 - Nah...no hay nada que lamentar. - apartó aquellos pensamientos literalmente con la fornida mano. - No está bien que yo mismo diga que soy un buen guerrerro.

 No es una condición. - le explicó tratando de enseñar algo de su sabiduría - Es un hecho.

 O se nace, o no se nace. - aunque no escondía soberbia, sólo orgullo por haberse empleado a la artesanía, la herrería y principalmente a guerrear.

 - Y bien. ¿De qué se trrata? - se plantó.

 No pudo esperar ni un segundo en aquella posición de espera y se bebió su jarra de un trago. La cerveza escurría por su barba, y no dudó en secarsela con ella misma.

 

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01/02/2012, 16:52
Kayle

Kayle enarcó ambas cejas con el exabrupto, no tenía muy claro si el enano había dicho aquello con sorpresa o con horror. Se cogió inconscientemente un mechón de pelo y lo miró como si se estuviera preguntando qué tenía de extraño. Sí, su melena flotaba en el aire... ¿y qué?

Tras unos instantes lo soltó y volvió a dirigir su atención sobre Glimgmar.

Eh... Sí—respondió con gesto algo confuso al no saber si debía enfadarse o sentirse halagada—. Ya me había percatado de eso.

Se quedó un segundo en silencio y de pronto pareció acordarse de algo con retraso porque puso los brazos en jarras.

¡Eh!dijo sacando el labio inferior en un gesto enfurruñado—. No es brujería.

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01/02/2012, 18:52
Sargento Hakkon

El sargento Hakkon levantó una mano.

Ya sabes que ahora estoy de servicio y no puedo beber. Quizá más tarde.

La sonrisa desapareció de los labios de Hakkon cuando fue a contar el motivo por el que estaban allí.

La guardia está buscando la colaboración de los aventureros para un asunto delicado. Un asunto delicado que bien podía necesitar de tu experiencia en combate, llegado el momento —el sargento hizo una pausa—. Están desapareciendo niñas en la ciudad: van seis en dos dekhanas. Tenemos indicios de que se las pueden estar llevando fuera de la ciudad, de noche y por el río. Hacia el Norte.