Partida Rol por web

Donde tus Ojos no Ven

3. La Reunión de Buscadores.

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18/05/2011, 09:38
Director

Era el largosol (tarde) cuando los primeros aprendices de Buscador se dejaron caer por El Viajero Mimado. Allí había citado Aristeo a los candidatos más prometedores después de la entrevista. Os encontrabais en una amplia sala privada, alejada del bullicio de la taberna, y presidida por una larguísima mesa para no menos que veinte comensales.

Aparte de vosotras dos, estaba sentado en un extremo Seldrin, el joven que acompañaba a Aristeo. Aparentemente trataba de revisar unos papeles, pero un enano de barba aceitada, sombrero con pluma y riquísimos ropajes no dejaba de hablarle en murmullos.

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18/05/2011, 14:05
Lena

La bardo apareció con su sombrero con pluma y ropas coloridas, más propias de un artista que de un aventurero. Al hombro llevaba una mochila; Mourna estaba en las cuadras, gozando de una atención mucho mejor de la que le habían dado a la propia Lena. Lo tenía decidido. En su próxima vida iba a ser mula.

Saludó en general y se sentó en una de las sillas, cerca de la mujer de la armadura. Sonrió a Seldrin y se preguntó si aún seguiría aturdido por su desparpajo. De un modo u otro, tenía que charlar a solas con él. Por ahora se tenía que contentar con la otra mujer.

-Eh... hola. ¿Y tú quién eres?

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18/05/2011, 14:57
Ivalice

Ivalice se encontraba con ambos brazos acodados sobre la mesa, observando distraídamente al pintoresco enano parloteando de forma incansable de tal modo que habría jurado que en cualquier momento se le iban a caer los bigotes de tanto verse agitados por el ininterrumpido movimiento de los labios. Había poca gente en aquella habitación y aquello resultaba un alivio en comparación con la abarrotada entrada de la posada en la que hasta las moscas tenían problemas para transitar.

La voz cercana de Lena pareció sacarla de sus pensamientos puesto que se espigó ligeramente en el asiento con un suave tintineo metálico y giró la cabeza para mirarla.

Oh... hola.

Se había quedado con la espalda recta pero esbozó una leve sonrisa a modo de respuesta. Una sonrisa peculiar porque era como si no transmitiese alegría pero conservaba cierta calidez.

Tu compañera de viaje, supongo—contestó con una voz suave como el terciopelo a tiempo que se encogía ligeramente de hombros—mi nombre es Ivalice Raleigh.

Finalmente apoyó el peso del cuerpo en uno de los brazos que tenía cruzados sobre la mesa, en el más alejado con respecto a Lena, para poder hablar sin tener que torcer el cuello. Los ojos ambarinos y de extrañas pupilas hendidas de Ivalice miraban fijamente a la bardo, había algo sobrenatural en ellos o tal vez fuera simplemente aquel curioso aspecto ya que no transmitían hostilidad, más bien daba la sensación de que acostumbraran a no perder un solo detalle de las cosas.

¿Con quién tengo el gusto de hablar?

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18/05/2011, 16:19
Lena

-Hola -respondió ella-. Soy Lena, a secas. Uf... ¿no te parece que aquí hay...? No sé, algo raro en el ambiente. Igual es algo que he comido. No me fío nada de esa taberna, pero era la más económica.

Hizo crujir el cuelo y los nudillos de la mano izquierda. La derecha la tenía vendada, y le faltaban el anular y el meñique.

-Así que... me imagino por tu armadura que eres una guerrera. Bien, bien, eso está bien. Yo soy más de arco y flechas; ver las cosas con perspectiva, vamos. Está bien saber que contaré con la ayuda de alguien que realmente sepa pelear.

Se fijó en sus ojos. Pupilas raras. Una thaele. Hum...

-Aunque realmente lo de pelear no es mi fuerte. Soy artista, música y poetisa. Si has estado últimamente en Nenth y las aldeas de alrededor, te sonará mi nombre.

Huelga decir que sonaba tanto por su talento como violinisa como para mosquear a los nobles de la zona. Se decía que lord Venture había puesto precio a su lengua, aunque Lena sabía que sólo era un rumor. O lo esperaba.

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18/05/2011, 19:56
Director
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Lena no se ve afectada por el aura maldita

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18/05/2011, 21:19
Ivalice

 

Ivalice mantuvo durante unos segundos la expresión, luego diluyó la sonrisa hasta convertirla en un gesto neutro y soltó un suspiro suave.

¿Algo raro en el ambiente?—respondió—supongo que el aire está muy cargado aquí dentro pero apuesto a que con abrir la ventana se soluciona.

Se levantó arrastrando levemente la silla sin esperar una respuesta y se acercó a la susodicha ventana que estaba más cerca, abrió una de las hojas dejando que entrase la suave brisa de fuera y se acodó en el el marco dejando que los rayos de sol le dieran en la cara.

Munedrina—espetó al cabo de un par de segundos mientras miraba al exterior como si charlase con él, aunque para continuar la frase volvió a dirigir la vista hacia la bardo—soy paladina de Munedra, exactamente.

Volvió a esbozar de nuevo aquella sonrisa sesgada y carente de euforia pero que transmitía cierta tranquilidad.

Así que eres la Lena que tiene encandilados con su prosa a los chiquillos de la señora Berin—dijo enarcando un poco la ceja derecha como quien acaba de descubrir la pieza que le falta en el puzzle que está haciendo—Sí que he oído hablar algo de ti... de hecho soy de Nenth.

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18/05/2011, 23:04
Lena

La bardo se recuperó de su repentino malestar y puso una expresión confiada y satisfecha.

-Lo sé, lo sé... Así que... Munedrina, ¿eh? Pues mira qué casualidad, yo me crié en un templo femenino dedicado a Munedra, en Ghandalar. De todos los dioses es a la que tengo más cariño de todos, por motivos evidentes. -Soltó una risita-. ¡Oh! Estoy recordando a Ser Kanvas, un paladín de Munedra que estuvo una semana en el templo. ¡Menuda manada de clérigas en celo! Eso sí, él se mantuvo inalcanzable en todo momento, con sus votos de castidad... ¡Pero no se puede decir que no lo intentaran!

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19/05/2011, 09:01
Seldrin

Un momento, Durravin... —Seldrin interrumpió al enano para levantarse del asiento, cruzar la estancia, y dirigirse hacia vosotras con un pergamino en la mano.

Extendió el pliego sobre la mesa.

Tú te llamabas Lena, ¿verdad? —le preguntó a la trovadora antes de mirar a la thaele—. ¿Y tu nombre cuál era?

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19/05/2011, 09:09
Durravin

El enano siguió los pasos de Seldrin por la estancia aunque se mantuvo apartado. Llevaba brazaletes de oro macizo en los dos brazos, y anillos del mismo material en todos los dedos salvo los pulgares. Vestía una lujosa chaqueta granate llena de profusos brocados, unos pantalones del mismo color y unas botas de buena calidad. Sobre su pecho, orgulloso, había un medallón con el símbolo de Haelarr, el dios del comercio y la riqueza. Durravin se mesó el bigote aceitado con gesto pensativo mientras observaba a la thaele.

Notas de juego

El símbolo de Haelarr son tres monedas formando un triángulo que apunta hacia arriba. La arista superior se remata con un yunque.

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19/05/2011, 11:07
Ivalice

 

Ivalice escuchaba el dicharachero relato de Lena pensando que definitivamente la profesión la llevaba en la sangre. No parecía molestarla, es más pensó que hasta sería bueno no ir acompañada de una tumba con patas durante el viaje. Aunque no había visto muchos bardos en su vida así que era llamativo el contraste con los pueblerinos normales que no tenía tanta facilidad de palabra.

Ivalice—respondió repentinamente con el mismo timbre aterciopelado cuando Seldrin llego hasta ellas. Había escuchado levantarse al aprendiz y lo había mirado de soslayo siguiéndolo con la vista hasta entonces—Ivalice Raleigh.

El enano también se acercó, tras un breve vistazo al símbolo dedujo que definitivamente le venía como anillo al dedo: un mercader que no constase en su arsenal con una elocuente verborrea interminable, no era un mercader. O al menos, no alguien relacionado con un comercio fructuoso y por lo barroco de sus ropajes, al enano le iba bastante bien.

Giró suavemente la cabeza y simplemente lo observó con neutralidad. Estaba acostumbrada a que la gente se le quedase mirando, bien por curiosidad, por asombro, o por alguna extraña clase de temor inseguro puesto que había quien encontraba inquietantes aquellos ojos extraños, aunque claro, ya con respecto a eso ella no podía hacer gran cosa.

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19/05/2011, 12:02
Lena

-Así es, Lena -contestó la bardo mientras le dirigía una sonrisa lo más encantadora posible.

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19/05/2011, 12:12
Seldrin

Gracias —contestó Seldrin, haciendo una pequeña marca junto a sus nombres en la lista que había traído consigo—. Esperaremos a que vengáis todos para organizar los equipos y que Aristeo os diga en qué consiste vuestra labor.

El joven echó un segundo vistazo a la lista.

Oh, os he puesto en el mismo equipo.

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21/05/2011, 13:10
Director

La imponente figura de un golaunt tapó casi por completo el umbral de la puerta que daba acceso al salón en el que Aristeo había reunido a los candidatos. El orgulloso chamán de los Galloglaich recorrió la estancia con la mirada. Había un enano con lujosos ropajes, una hermosa joven con un sombrero con pluma, una guerrera thaele que hacía que se erizase el vello de la nuca y Seldrin, el ayudante de Aristeo.

Pero por la enorme mesa que había en la estancia (cabían veinte comensales) puede que quedaran aún más candidatos por llegar.

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21/05/2011, 13:14
Seldrin

Seldrin le preguntó su nombre al golaunt para hacer una muesca junto a su nombre en la lista de candidatos aceptados.

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21/05/2011, 13:20
Tokk

 
Tokk. Respondió el gigantón mirando hacia abajo. Galloglaich, si necesitas un apellido. El Golaunt tenía toda la intención de que cubrirse de gloria y llenarse de saber, así que quería que su clan compartiese algo de la fama y buen nombre que él pudiera cosechar.

Cuando le dejaron pasar, el gigantón de siete pies de altura miró las sillas no muy convencido. Como pasaba demasiado a menudo entre la gente de ciudad, preferían cosas estilizadas a cosas prácticas.

¿Estarán reñido artistas y carpinteros? ¿Es que no pueden hacerse sillas agradables a la vista de los pusilánimes y que sean resistentes, o qué...?

Con un resoplido dejó el colosal mandoble donde no molestara y sentó cuidadosamente sus muchos más de cien quilos en la que le pareció más resistente, y entonces juntó las manos sobre la mesa, seprarándolas para saludar discretamente al resto, mirando con especial curiosidad a la thaele. 
Alguien más delicado procuraría que no fuera demasiado evidente o no incomodarla, pero él... no. No le importaba que fuera evidente, ¡Relámpagos! Era una criatura realmente curiosa de ver!

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21/05/2011, 14:22
Ivalice

El enano parecía estar simplemente enfrascado en inspeccionarla con la mirada sin la más mínima intención de dirigirle palabra alguna. Aquello no era algo nuevo para Ivalice así que en cuanto Seldrin habló, dejó de mirar al denominado Durravin y dirigió la vista hacia la otra persona que entraba en ese momento en la sala.

Bueno, qué demonios, a decir verdad en un principio le dio la impresión de que lo que entraba en la sala eran dos personas, una encima de otra exactamente. Pero no era eso, era uno de aquellos gigantes, un golaunt.

Aquél grupo desde luego prometía que iba a ser pintoresco, no parecía posible que fueran a aburrirse al menos en lo referente a cosas qué contarse viniendo uno de una cuna totalmente distinta al resto, pensaba acodada en la ventana, mientras el recién presentado Tokk trataba de sentarse en una de las sillas con evidente desconfianza ante la posibilidad de que ésta cediera bajo el peso de su enorme corpachón. Era la estampa perfecta de alguien tratando de adaptarse a un mundo que no parecía haber tenido el detalle de pensar en él durante su evolución.

Aquel pensamiento y el hecho de que el golaunt ahora la mirase a ella la hicieron esbozar una tenue sonrisa. Llamar la atención sobre otras razas era algo a lo que la Thaele ya estaba acostumbrada así que no la molestaba que la observasen como si fuese alguna especie de criatura exótica salida de a saber los dioses qué rincón del mundo (de hecho, para la gran mayoría fuera así) Por donde pasaba siempre había mínimo uno o dos pares de personas que se la quedaban mirando sin decir nada, algunos con sorpresa, otros con curiosidad... pero siempre, siempre estaba aquél ribete de inquietud como telón de fondo en sus miradas, como quien observa una cobra pero es incapaz de apartar la vista del bello dibujo de sus escamas.

Hola—dijo sin borrar la sonisa.

Era un gesto curioso, como si no transmitiese alegría pero a su vez continuara resultando afable. Su voz tenía un timbre suave y la expresión serena de los ojos dorados que miraban a Tokk era la misma de que podría esperarse de un gato cuando observa ocioso a alguien desde la comodidad del alfeizar de una ventana calentada por el sol.

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22/05/2011, 18:36
Director

Siguieron llegando más aventureros a aquél amplio salón de El Viajero Mimado. Uno de ellos era Eldar, un joven mago que, acuciado por su sed de conocimientos había respondido a la llamada del famoso Buscador Aristeo. Tras una corta entrevista el anciano había decidido que era un candidato a tener en cuenta y lo había citado al día siguiente.

Con lo que no contaba era con que llamarían a tanta gente. En la estancia había ya más de media docena de personas. Entre ellas el joven que estaba junto a Aristeo en la entrevista. Seldrin (pues así se llamaba) preguntó a Eldar su nombre para asegurarse que estaba en la lista de elegidos. Como a todos, le dijo que se pusiera cómodo mientras llegaban Aristeo y el resto de aprendices.

Notas de juego

Bueno, ya estáis todos. Terminad de presentaros y haré la entrada de Aristeo.

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23/05/2011, 15:43
Eldar Valdan

Una vez el ayudante de Aristeo se hubo asegurado de que estaba en la lista, Eldar tomó asiento en uno de los cómodos sillones que le habían señalado. Una vez hubo se hubo acomodado miró alrededor con curiosidad estudiando a los presentes con calma. Cuando su mirada se cruzaba con alguno de ellos se limitaba a asentir en gesto cortés de saludo, pues estaba demasiado nervioso como para ponerse a hablar. Además de que aquellas personas eran virtualmente también sus rivales por el puesto al que optaba. Espero sinceramente que las preguntas que haga el maestro no sean difíciles...realmente quiero este empleo pensó bajando la mirada al tiempo que cruzaba las manos sobre el regazo en gesto concentrado. Al hacerlo, sus manos quedaron cubiertas por las largas y amplias mangas de su túnica, que se había puesto para la ocasión y que estaba modestamente adornada con runas arcanas en los bordes y el cuello. Diversos saquillos de diferente color pendían de su cinto y su única arma era una pequeña daga que pendía de su cintura de forma descuidada.

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23/05/2011, 22:14
Lena

-¡Qué de gente! Y qué variopinta... -murmuró la bardo-. Hola a todos. Soy Lena.

Se dedicó a estrechar la mano a aquellos que no conocía. La izquierda, no la derecha... Igual al golaunt se le iba la cabeza y le apretaba hasta terminar de machacarle el resto de dedos. Mejor prevenir que curar.

-Bueno... Pues a ver qué pasa ahora.

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25/05/2011, 09:38
Tokk

 
Tokk seguía mirando a todo el mundo llegar sin hacer mucho más saludo que mostrar la palma de la mano.
A ver qué tal andan estos de prejuicios...

Entonces aquella chica tan alegre vino a darle la mano después de saludar a todo el mundo. El golaunt se había acostumbrado a tratar a todo el mundo como si fuera de cristal, y la manita de Lena no fue una excepción.

Tokk

Vaya, una música zurda... manda narices.

Al otro chico le saludó con la cabeza. Le parecía tan pusilánime como el resto de los magos, pero habia aprendido a respetarlos. Mientras que a un guerrero le podía tomar la medida con un vistazo, los magos podían ser charlatanes, novatos, o magos peligrosos y solo te dabas cuenta cuando era muy tarde así que había aprendido a tratarlos de forma distante. Sus artes misteriosas le disgustaban